Si se queda dormido escuchando La Venganza Será Terrible por la radio, ahora también podrá quedarse dormido escuchándolo a cualquier hora en formato podcast.
En lavenganzaseraterrible.com puede encontrar los episodios, etc.
La Venganza Será Terrible.
Muchas gracias, buenas noches, henos aquí, en Quilmes.
Sí, señor.
En este momento un grupo de damas mendocinas hace entrega de unas cintas
que han sacado de sus propios pelos y se la entregan a Gillespi.
Muchas gracias.
Qué hermoso.
Gracias, gracias.
Voy a presentar formalmente a mis compañeros el ya mencionado artista
antes llamado Gillespi.
Buenas noches, qué tal.
Y mi querido compañero, Patricio Barton.
Hola amigo, buenas noches.
Muy amable.
Bueno, señores, daremos algunas breves informaciones, si es que ustedes
no tienen alguna idea que recorre los pasillos de su mente.
Lo único que podría decirle es que el jueves vamos a estar
en el Teatro Regina de Buenos Aires.
Sí, jueves 29 de junio, Teatro Regina, entradas por plateanet.com.
Muy bien.
El viernes 30 estaremos en el Teatro Argentino, Julio César Gioscio.
¿Cómo le gusta decir eso?
En Mercedes.
¡A Mercedes!
Atención Mercedes, porque yo que vivo en Mercedes no me había enterado.
Bueno, señores, el viernes que viene.
Vio que estabas en los salames picados gruesos.
Uno de los mejores del país.
¿A usted le gusta picado grueso el salame?
Sí, sí.
¿Por qué razón? Yo nunca entendí eso.
El picado grueso tiene grasa.
Y bueno, todo tiene grasa, el salame.
¿El salame qué quiere?
No, a mí me gusta el picado finito y también el salame cortado en máquina
me gusta.
A mí me gustan todos los fiambres muy finitos, incluso hay unas máquinas
ahora que cortan rodajas tan finitas que tienen un solo lado.
¿Cómo puede ser?
Transparentes.
No, no son transparentes, tienen un lado.
Una vez la das vuelta y no está.
No está.
Qué rico, ponerle muchas, ¿no?
Sí, hay que ponerle muchas.
Bueno, muy bien, si usted quiere vamos directo al punto,
al tema que nos ha sido impuesto por la dirección.
Especialmente para la localidad de Quilmes.
No, no.
Bueno, me ponen un compromiso, porque el tema es qué hacer
si te entra un chorro en tu casa.
Claro.
Qué van a pensar estas personas.
Después de entrar en cualquier parte.
Fue Aguilés que dijo.
Fue, esperenlo a la salida del señor.
En cualquier lado hay inseguridad, señor, hasta en el aeropuerto.
Bueno, imaginemos la siguiente escena.
Usted está durmiendo en su casa, en cualquier lugar, menos en Quilmes,
y siente que entró alguien.
Ese es el asunto.
Qué fea situación.
Siente, no ve.
No ve, está en la cama durmiendo con quien sea.
Porque le voy a aclarar, ya que es el principio del programa,
que a nosotros no nos importa la vida privada de nadie,
ni formulamos juicio de valor si usted duerme con A, con B...
No, señor, por supuesto.
Así que no me ponga esa cara.
No, pero no es un tema.
Cuando yo dije que usted está durmiendo con alguien,
ya amagó como que usted no era.
No, señor.
Y empezó a eludir responsabilidades, como hacen todos.
No, no es un tema en cuestión, el informe va por otro lado.
Vamos a decirlo así.
Bueno, muy bien.
Usted está durmiendo con su amante.
No importa con quién.
Con la mujer amada.
O con nadie.
O con la esposa.
No, bueno, señor, por favor.
Bueno, y siente.
Ruidos, cosas raras.
Pisadas.
Pisadas, postigos de ventanas que se abren y se cierran.
¿Tiene postigos?
Usted sí tiene piso de parqué.
No de parqué, piso de pinotea.
Sí, se escucha todo.
Y el comedor también.
Y el tipo camina por el comedor y se oyen ruidos de vasos.
Usted tiene el aparador lleno de cristalería,
el tipo camina por las tablas de pinotea,
y yo soy...
Y usted ahí se despierta.
Usted sabe que yo en mi casa tengo piso de pinotea.
Ah, hermoso.
¿Y tiene vasos?
Sí, también.
¿Y tiene hueco abajo de la pinotea o está pegada?
Está pegada.
Porque antes las casas tenían como un espacio.
Claro, flotante.
Y ahí venías así, saltando.
Bueno, no importa, no vamos a hablar de pinotea.
Me tiento porque yo he vendido muchos pisos.
¿Usted es colocador?
Soy colocador. ¿Cómo le va? Encantado.
¿Qué tal? Lo felicito.
¿Qué número tiene?
No, señor, porque estoy buscando un colocador.
Sí, ya me contaron a mí.
Hace tiempo.
Sí, me contaron en el ambiente de la radio.
Me dijeron que se puede sobre el piso que uno ya tiene.
Usted no rompe nada.
Si lo ponemos arriba.
¿Sabe qué pasa? Eso la primera vez puede ser.
Pero cuando usted cambia muchos pisos,
lo va poniendo uno arriba y otro...
Me aburro.
Cuando quiere acordar, se le baja el techo.
Produce esa impresión que le bajaron el techo.
Entra agachado.
Y además las puertas se le quedan chingadas.
No puede abrir las puertas, en fin.
Pero usted sabe que la gente que vive en casas de techo muy bajo,
se les nota porque andan por la calle caminando agachados
y enseguida vuelven a señalar, ese tiene el techo bajo.
Como también puede señalar al jardinero.
¿El jardinero?
El que trabaje de jardinero también.
Claro, porque está todo el día agachado.
Porque está todo el día agachado cortando el pasto
y arreglando las plantas rastreras.
Y el tipo entonces cuando camina, camina con las patas abiertas.
Y así.
Bueno.
Como si tuviera callos plantales.
Sí, o algo peor.
Pero escúcheme, nos estamos desviando del tema.
Pero señor, claro, hable de la inseguridad.
Por favor, no sé qué más hacer para que se centren en el asunto.
Usted está durmiendo.
Un ladrón.
Escucha ruido.
No sabemos si es un ladrón.
No, un intruso.
Usted puede pensar que es un pariente.
Un intruso.
Más o menos lo mismo.
Bien, un intruso, vamos a llamarlo.
Un intruso.
Un intruso.
¿Qué hace?
¿Qué dicen las películas americanas?
Que es siempre lo que no hay que hacer.
La película americana es un conjunto, un cortejo de mentiras.
El tipo agarra un bate de béisbol.
Acá nadie tiene un bate de béisbol.
Primero, acá nadie tiene un bate de béisbol.
No.
Lo más parecido...
No, no, no importa, pero digo, no tienen.
Puede agarrar una sartén o algo de la cocina.
O un cuchillo, ahí está.
Un cuchillo.
Una farinera.
Bueno, no, no, no.
Porque así está despertando la violencia del ladrón en cuestión.
O del delincuente.
Claro, porque el ladrón se siente amenazado.
Si usted va con un cuchillo en el medio del pasillo.
Por ahí trajo una ametralladora.
Pero dijimos que no sabíamos si era ladrón, es un intruso.
Bueno, no importa, si se metió en la casa es un delincuente.
Pero quizás se confundió.
Perdónenme que se lo diga así.
Pero para mí la propiedad privada, etcétera.
Bueno, está bien, señor.
Pero quizás se confundió, vino alcoholizado de una...
Bueno, que se haga cargo de sus errores, señor.
Bueno, bueno.
Bueno, primero, hay que estar preparado entre toda la familia
para cuando se produzca esto.
Por eso, exacto.
Las familias hablan de pavadas todo el tiempo.
Sí, señor.
Pavadas en la mesa.
Se hace un simulacro con los niños de robo.
Niños, ahora vamos a simular que entró un ladrón.
Y escenificamos todo eso.
Pero el niño cree que es un juego, ¿no?
Se lo va a tomar en serio.
Bueno, pero explícale.
Pero se va a asustar si usted lo explica.
El simulacro no se asusta.
Entonces, cuidado, hay que establecer una palabra
para que usted esté en la cama.
Y dice, lagarto.
¿Justo lagarto?
Significa que está entrando un ladrón a la casa.
Pero si a usted hay una pareja que ella cariñosamente
lo llama lagarto en la vida civil.
Justo, qué casualidad.
Elija otra palabra.
No, bueno, porque...
Dice, hay lagarto.
Es una palabra muy usual, se lo digo yo como sexólogo.
¿Usted es sexólogo?
Sí, ¿no me ve?
Ah.
¿El señor está atendido?
No, no.
No, porque me dicen, mi novia, nosotros nos decimos cositas.
Sí, qué bien.
Es común, no sea vergüenza.
Es parte del folclore.
Todos los conjuntos folclóricos acá han venido.
No, señor, es parte del folclore entre padejas.
Y quizá me dice, hay lagarto, ¿miramos una peli?
Bueno, ponga otra palabra.
Bueno.
Pero incluso puede haber varias opciones.
Lagarto si es un intruso que entra.
Lagartija si no está seguro.
Sí, eso lo escuchan los niños en la habitación,
todos ya saben que algo raro está pasando.
También lo escucha el intruso.
Y escucha lagarto y cree que usted está haciéndole
cuchicuchi a su madre.
Claro, es raro que crea eso el intruso.
El intruso no es muy de creer.
No, no es muy de creer.
Bueno, designa una habitación de seguridad.
Exacto.
Esto es lo más ridículo.
A duras penas tenemos una habitación para nosotros.
Ayer le estaba explicando yo a usted que somos 7 en la misma cama.
Claro, por eso.
Como una habitación sola, la única habitación que tenemos
va a ser de seguridad.
Bueno, puede ser el baño, pero tiene que tener la llave
del lado adentro.
Nunca hay que meterse en el baño.
Pero no tiene salida.
Y él tampoco tiene entrada.
Está cerrado con llave.
Pero yo vi muchas películas, como Si Quieres Ir Más Lejos,
El Resplandor, en donde el tipo agarra una hacha.
Sí, claro.
Antes de estar encerrado en el baño con toda la familia,
por eso hay 9, 10.
Y ahí el ladrón con el hacha, mejor no encerrarse.
Lo mejor es rajar.
Usted tiene el informe en sus manos.
Tiene razón, lo voy a leer.
Dice, si no puede salir de la casa, es buena idea haber designado
una habitación de seguridad como escondite.
¿Qué le dije yo?
Lo mismo.
Bueno, digámoslo que los grandes millonarios del mundo...
¿Qué tal?
¿Qué tal? ¿Cómo le va?
Tienen en sus mansiones una casa, un búnker, vamos a decir.
Es lo que se llama panic room.
Es una falsa biblioteca que de un lado hay libros
y del otro lado se da vuelta y revistas.
Es una pavada eso, señor.
Se da vuelta y se abre la puerta.
Entra a otra parte de la casa, queda otra calle
y usted empieza incluso otra vida ahí.
No, eso va a un búnker que tiene provisiones.
Provisiones por un año.
Por mucho tiempo.
Sándwiches.
Sándwiches, no sé.
Tiene lata de atún.
Tiene aire acondicionado, entra aire.
Sí, muy bien.
Dice, la habitación de seguridad, tiene que ser, señor Arte,
de que cierre desde adentro.
Eso es lo que acabo de decir.
Hacerlo primero.
La llave de adentro.
Imagínese que usted se gasta una ponchada de mango
en una habitación de seguridad que se abre y cierra de afuera.
Claro.
Se le tiene que decir al ladrón que por favor le cierre.
Sí, me cerrá.
Cerráme ahí.
Por favor.
Bueno, dice, llama a los servicios de emergencia.
Bueno, eso es lo primero.
Inmediatamente, lo que pasa es que a veces es peor el remedio
que la mejor medida.
Es peor porque si el ladrón oye que vos estás llamando
a los servicios de emergencia, ahí se enoja.
No, pero usted no llama, usted tiene un botón.
Cortá ese teléfono o te tiro un tiro.
Es que a veces, cada vez que uno llama al 911,
le empiezan a hacer una cantidad de preguntas
porque son desconfiados.
El ladrón ya roba toda la manzana.
Sí, pero está seguro, pero entriqueta qué vive.
Cómo se llama.
Claro.
Marque su número de libreta de enrolamiento.
No, en esos bunkers usted tiene un botón rojo
que está directamente conectado, porque usted es millonario.
Sí.
Bueno.
Está directamente conectado a la seguridad
que le mandan un cuerpo especializado.
Ahora, yo nunca llamé al 911.
Sí.
Ustedes hacen las mismas preguntas y los mismos prolegómenos
que si usted llama a explicarle al tipo de cable
que la televisión no anda.
No, no, no.
Pero igual tampoco es tan rápido.
Porque hay muchos que llaman.
Y además dice, hola, todos nuestros operadores
están en Cana.
No, lo atiende directamente.
Lo que pasa que en el 911 mucha gente llama
para hacer bromas.
Entonces distrae a todos los policías.
En los Estados Unidos hay una estadística
que el 63% de los llamados que recibe la policía,
los bomberos, incluso la bona fide, son bromas.
Son bromas, pero tan graciosos se hacen.
Bueno, igual es delito eso.
Es delito, sí, sí.
Yo tengo un amigo que está preso ahora.
Por eso.
Por eso, porque llamaba siempre al último de la guía
para preguntarle si no le daba vergüenza.
No, señor.
Al señor Gallo para decirle que se había equivocado
el gallinero.
Un bromista.
Esas cosas.
Ahora bien, llama a los servicios de emergencia,
la policía, tan rápido como pueda,
pero no siempre se puede.
No, no siempre se puede porque a veces el ladrón
está muy cerca y escucha que usted...
Hola, policía.
Hola.
Antes los ladrones cortaban el cable del teléfono.
Sí, listo.
¿Y ahora?
Claro.
Claro, ahora no.
Le sacan el celular.
Sí, pero no es lo mismo.
No es lo mismo.
Es más fácil porque el cable del teléfono
lo cortás desde afuera.
Yo vi muchas películas en donde...
Pero usted está todo el día, todo el día mirando películas.
Sí, esta del bate es la misma que el ladrón
le corta el teléfono y se miran como diciendo
mirá qué ranas que somos.
Ahora le digo que si el ladrón le roba el celular,
hoy por hoy con la tecnología avanzada que hay...
Y enseguida lo agarran.
Claro, el tipo va con el celular y usted sabe
dónde está el ladrón.
El celular le va escupiendo aquí estoy, aquí estoy, aquí estoy.
Bueno.
En esa y en muchas otras circunstancias
que no les quiero ni contar.
Después me sueño.
Bien, dice evita hablar con el ladrón.
¿Por qué? Esto es una cosa...
Usted haría, enseguida lo encararía.
Sí.
Le haría hasta de reformar.
Porque con poco de negociar...
Y le dice, a usted le parece un hombre como usted.
No, no le voy a decir eso.
Dedicándose al crimen y al delito.
No le da vergüenza.
No, porque ahí se va a enojar más.
Ahí se enoja.
¿Qué hay que decirle?
Como trabajo con el arte de la palabra.
No me diga.
¿Sí?
Le puedo ir por el lado psicológico diciendo,
¿sabés qué? Yo también soy ladrón.
Nos podemos entender bastante en esto.
Muy bien.
Ya me dio ganas de ahorcarlo.
No, no.
Usted le puede decir, ¿ves este velador?
Sí.
Me lo afané anoche.
Claro.
¿Y cómo sigue? Porque el tipo qué va a decir.
Vamos así.
Y te abraza.
Claro.
No es así con los ladrones.
Dame todo, anteojito.
Pará, pará.
Dame todo, anteojito.
Una pregunta va a ser fundamental y acá nos ponemos de acuerdo.
¿Lo conoces a Rulo?
¿Quién es Rulo?
Entonces no lo conoces.
Bien.
No te quise contestar.
No.
Una buena cosa para decirle, ya hemos llamado a la policía
y está en camino.
Eso es pésimo.
Pero ya tengo ganas de pegarle a usted también.
Claro.
Use el plural nosotros.
Claro, hay muchos.
Aunque esté solo.
Claro.
Hemos llamado a los 75 que viven en este apartamento.
Ya hemos llamado a la policía.
Usted no sabe con quién está hablando.
Eso está muy bien.
Usted no sabe con quién está hablando.
¿Con quién está hablando?
No, ¿con quién está hablando?
¿Con quién está hablando?
¿Qué le digo?
Que está en colado con la política.
Yo conozco muchos políticos.
Le puedo hablar al comisario Garullo.
¿Garullo?
Sí.
Compañero mío.
Amigo de Rulo.
Bueno.
Son todos así.
Porque si el intruso piensa que hay más de una persona
en la habitación, tal vez se asusta y se vaya.
Sí, sí.
Es clásico.
Es raro.
Ante los ladrones.
¿Cuántos son?
Preguntan todos.
Y salen corriendo.
No sé si funciona eso.
Por ahora, no.
Dice...
Ahora, ¿usted no sabe por dónde se le metió?
¿A qué se refiere?
Sí, buenas tardes.
Acabo de llegar al programa.
¿Qué tal? ¿De qué estaban hablando?
No, del ladrón, porque es distinto si se le mete por atrás
o si se le metió por adelante.
Bueno, esa es la desventaja de tener dos entradas.
Claro.
En la casa.
A veces por el jardín, van por el...
Entran todos por el jardín.
Todos por el jardín.
¿Usted tiene una casa con jardín al costado?
La casa donde yo me crié...
Claro.
Estaba en medio ahí de un solado.
De un terreno.
Y la puerta de adelante, y si no, daba la vuelta
y entraba por...
Nadie entraba por la puerta de adelante.
Claro.
Y la puerta de atrás no tenía ni llave ni nada.
Bueno, ¿le puedo decir una cosa?
Sí.
Eso es lo mejor que puede hacer, no tener llave.
Y para que entran los ladrones como por su casa.
Ese es el problema principal.
Ah, bueno, claro.
Pero también usted puede escapar por atrás.
Claro, esa es la ventaja.
Bueno, sí.
Digo dos aberturas.
Claro.
Digo dos salidas.
Sí.
Digo aberturas porque es como...
Es más fino.
Comercialmente se venden las puertas.
Sí, tiene razón.
Aberturas.
Es un genérico.
Claro, ¿qué va a ser?
Bien, ¿qué le digo yo a la policía?
Mirá, esto lo dice este informe.
Bueno, por favor.
Cuando llama.
Tiene que ser claro.
Es decir, por ejemplo.
Me llamo Sally Smith y vivo en River Road 123.
Escucho a dos intrusos en mi casa.
Estoy escondida en la última habitación del primer piso
y creo que ellos todavía están en la planta baja en la sala.
Usted le tiene que decir eso, no importa.
No, no, sí.
Acá lo dice aquí.
No, usted le dice su nombre, su casa.
Bueno, ¿por qué no me lo dice?
Bueno, ¿por qué les explica específicamente dónde está usted?
Porque por ahí paran seis patrulleros
y empiezan con ráfagas de ametralladora
y le dan todas a usted que está en el primer piso.
Y a veces se creen que el ladrón es el dueño del caso.
Claro.
Y viene el ladrón que está ahí justo afanando algo
y le dice, ¿usted es el que llamó recién?
Y el ladrón dice, sí, sí.
Claro.
No, porque nos dijeron que había un ladrón.
Sí, están ahí, están durmiendo en la cama.
Está en la última habitación.
Bueno, permanece en tu habitación de seguridad,
si es que la tuvieras, hasta que llegue la cana.
Bien.
Asegurate de que la cana revise toda tu casa.
Exacto.
Porque por ahí la cana revisa y dice, no hay nadie,
pero dejan algunos lugares sin revisar.
La chimenea.
Se van y a los cinco minutos, je, je,
salen los ladrones de la chimenea.
O se llevaron a uno, pero era más de uno.
Le quedó uno adentro, que usted no lo vio, no lo escuchó.
Ah, puede ser, por ahí llevaron a un ladrón y eran siete.
Claro, y aparecen los otros seis y dice, ¿y ahora?
Y ahora, claro, justamente nos vamos a vengar
de lo que le hiciste a nuestro compañero.
Bueno, no importa.
Considera quedarte en casa de un amigo o vecino.
O vecino.
Y quedarte el resto de la noche, una vez que se fuera a cana.
¿Por qué?
Porque por miedo.
¿Por miedo?
Sí, escúchame, si los tipos te afanaron y se fueron,
no van a volver.
Es raro que vuelvan.
No es raro, porque muchas veces se da lo que se llama
comúnmente puerta corrediza, que entra el ladrón
y sale a los cinco minutos.
¿Se llama puerta corrediza, eso?
¿A dónde? ¿De la comisaría?
Si entra y sale.
Puerta giratoria, que dice, usted es para otras cosas.
Sí.
Corrediza es lo mismo.
Pero eso va a tardar en salir.
La corrediza se sale siempre y entra por el mismo lado.
Claro.
El va haciendo trompo mientras sale por la corrediza.
Bueno, claro, quedate en casa de un amigo porque te agarra
el miedo.
Mirá si vuelven.
Claro.
Insisto, no vuelven.
No.
Si te afanaron, salvo que tengas tantas cosas,
que los tipos hagan dos viajes.
Claro.
Que les quedaron cosas por robar.
Que afanaron la mitad de las cosas y al rato vuelven
y se suma a nosotros.
Bien, también será buena idea que intentes determinar
cómo entró el intruso en tu casa.
Claro.
¿Abrió una cerradura? ¿Rompió una ventana?
Ah, a lo mejor hay que cambiar ese sistema.
Sí, más vale que hay que cambiar el sistema.
Lo que falló tiene que ser reemplazado al otro día.
Pero puede ser inquietante si no rompió nada,
no forzó nada.
Esto pasa a veces.
¿Sabés qué es?
Algún amigo al que vos le diste la llave.
Sí, señor.
Dorio, por ejemplo.
No, pero espere.
No llegue a conclusiones tan apresuradas.
Pero podría ser Dorio.
Podría ser, sí.
Es apresurada, pero...
Exacto.
Antes se llamaba escruchante al que entraba por un agujero.
Ah, el que tenía un cuerpo muy pequeño.
No, hacía un agujero y se metía.
Ah, perfecto.
Cuidado porque usted a lo mejor en la casa tiene un agujero
y no sabe que lo tiene.
Sí, un ventiluz de esos de baño.
Por ahí, o bajo la pared hay un lugar por donde se puede acceder.
Sí.
Usted tiene una propiedad extensa.
Claro, porque...
Yo en mi departamento en un ambiente...
Es raro, sí.
El único agujero que hay es...
Es la puerta.
Es la puerta.
Sí.
No, pero también hay ladrones que hacen inteligencia.
Sí.
Y entonces hacen de boqueteros, le van haciendo el agujero a usted.
Claro.
Y usted no se da cuenta porque se lo van haciendo de a poco.
O también personas que se fingen albañiles.
O trabaja.
O también, como dice usted, preparan el terreno y unos cómplices
o ellos mismos vuelven a la noche y entran por el agujero
que ellos mismos hicieron durante el día.
Claro, o le están rompiendo la vereda.
Está rompiendo la vereda, dicen que son de aguas.
Claro.
Y paran una combi gigante.
Y le hacen un túnel y le aparecen abajo de su cama.
Y usted se agacha a buscar los zapatos y encuentra un ladrón.
¿Usted ya tanta fortuna tiene como para que hagan toda esa inversión?
No, realmente no.
Para robarle a usted.
Pero hoy en día el trabajo del chorro rinde cada vez menos.
Bueno, sí, pero por eso.
Bueno, ya no encuentra quién robar, como dice el tango.
Algunos otros consejos.
Cuando no te puedas esconder, hace ruido, hace sonar la alarma
de tu coche.
¿Cómo hago sonar la alarma?
Con el control remoto.
Mantén la distancia entre el intruso y tú, es claro.
¿Qué querés, que lo vaya a abrazar?
Claro.
Si hay que pelearse con el tipo.
¿Se tiene que pelear?
No, no te podés pelear.
Yo creo que uno no está tan entrenado como un ladrón.
Pero no sabe quién es.
No está tan entrenado ni tan armado.
Sobre todo.
Por eso es una pelea.
Un tipo con dos pistolas, qué querés que haga.
Si se va a pelear, tiene que estar dispuesto a ganar la pelea.
Sí.
No a perder.
Bueno, por supuesto.
A mí no me gusta perder ni a la bolita.
Bueno.
Soy un deportista, qué tal.
A mí y nosotros siempre la única mentalidad que tenemos es ganar.
Bueno.
No me importa qué estamos jugando.
A nosotros no nos gusta perder a nada, ni a la bolita.
Así de estúpidos somos.
Ganamos a nuestro hijo de dos años y le ganamos.
Está bien.
Al resto de la humildad.
Al resto de los equipos.
Bueno.
Últimas consideraciones.
Trata de cooperar con el intruso.
Sí.
Eso es otra cosa.
Le ayuda a cargar el camión.
En este punto le voy a contar una anécdota que es verídica.
Todo es verdad, señor.
Esto es la radio.
En Montegrande hay una casa de antigüedades,
la tienda de un viejito.
Vinieron los ladrones a robar.
Usted está... Perdón.
Me está conmoviendo.
Ahora, ¿usted dice esto por radio?
¿Está dando información para que al viejito le haga una boleta?
No.
¿Por qué no da la dirección también?
Y el viejito, ¿sabe lo que hizo?
Justo los invitó a cenar.
Le dijo, muchachos, yo sé que vienen a robar.
¿No quieren cenar conmigo que vivo solo?
Y estuvieron los ladrones.
Esa mentira la contó, es como debe.
Ella mentira.
Y la del perro que se subió al tren.
Es lo mismo.
Mire, pasaron, en la historia de Montegrande pasaron dos cosas.
Las dos ya las contó.
Los ladrones no le robaron, comieron con el viejito
y se fueron abrazados.
Ese es el verdadero ladrón.
Bueno, eso es colaboración.
Cooperar con el intruso, ¿qué quiere decir?
Decirle dónde están las cosas más valiosas.
Mire, ganemos tiempo.
La caja fuerte, ese cuadro que está allí.
Sí.
Es un cuadro, que en realidad es una tapa de alfajor de sabana.
Sí, la verdad es que es como un cuadro.
La corres, caja fuerte.
¿Y la tienes llena adentro?
Bastante.
Pero esperamos que tenga dinero.
Cosas valiosas.
Por ahí guarda cualquier cosa.
Bueno, ábrala.
Bueno.
La clave es fácil, porque yo no tengo mucha memoria.
Bueno, decime, dale.
¿Cuál es la clave? Vamos.
Siete.
¿Un solo número?
Sí.
Ah, bueno.
¿Y para qué tiene caja fuerte, entonces?
¿Y dónde quiere que meta la guilleta?
Con clave.
Bueno, entonces ponemos, damos vuelta la manivela.
Exacto.
Hasta el número siete.
Y abre.
Abrió.
Fijate qué hay.
Lo primero que hay es un bibliograto con papeles.
Estos son...
Son mis propiedades.
Ah, bueno.
Ah, todas esas escrituras.
¿Estas son escrituras?
No, son copias todas de la misma, que es este rancho.
Ah, bueno.
Listo, lo primero que robamos, las escrituras.
Yo colaboro, soy muy colaborador con él.
Incluso, mire, acá en el bolsillo tengo 17 pesos.
Sí, bueno.
Ah, un palsute.
Acá veo, esto evidentemente puede ser una joya,
es un estuche de terciopelo.
¿Un estuche de terciopelo? ¿Qué tenés adentro?
Nada.
¿Y para qué lo guardaste en la caja fuerte?
Por si alguna vez me compro algo, ya tengo el estuche.
No, bueno.
Pero al final, vos no hiciste inteligencia.
Bueno.
Es un tirado, no tiene nada, no te das cuenta.
No, voy a colaborar más todavía.
No, deje.
Pero escuchame, si le hice inteligencia,
este era el dueño de la ferretería,
que la vendió por 100.000 dólares.
¿Vos vendiste la ferretería en 100.000 dólares?
Sí.
¿Y dónde están?
No les puedo decir.
Sí.
No les voy a tener que decir.
Los 100.000 dólares están en este cuadrilátero.
No te hagas el loco, lagarto.
Bueno, está bien.
¿Dónde están?
Los tengo acá, encima.
¿Encima?
En la ropa interior.
Pero si estaba durmiendo.
Hagálelos ustedes mismos.
Esos no son ni mil pesos.
Pero hay que tener gas pimienta.
Ah, gas pimienta, sí.
¿Dónde se compra el gas pimienta?
En la boca.
El gas pimienta es como un aerosol,
igual que el sistema del aerosol,
y tenga mucho cuidado porque dónde está el agujerito
cuando usted aprieta.
Claro, porque por ahí se lo tira usted mismo.
Ahora, ¿eso sirve, por ejemplo, como pimienta?
No, no.
Sería fenómeno tener gas pimienta en la mesa.
Un poco de huevo frito y si alguno se hace el loco, le tirás.
No, señor, es un gas irritante y se le pone también
toda la piel y los ojos mal.
Bueno, después hay algunas instrucciones sobre cómo pelear.
Y para mí es lo principal, cuando puedas, corre.
Bueno, pero hice todo esto para correr después.
La verdad es decepcionante.
Nosotros tenemos aquí sistema de seguridad con los vecinos.
Claro.
Un grupo de vecinos muy solidarios en ese sentido
y muy gorras.
Claro, sí, sí.
Les gusta, ¿no?
Claro, están patrullando.
Ponen una alarma en un poste de luz,
cada uno tiene un control remoto y cualquiera puede activar
la alarma.
No, cuando vos apretás un botón en tu casa,
suena la de todos.
Bueno, claro.
Pero un botón de pánico, de alarma.
Un botón de alarma, un botón.
Pero yo tengo un montón de botones que no son alarmas.
Pero usted tiene que saber cuál es.
Si usted viene un ladrón y prende la televisión,
no va a venir nadie.
Con este botón, que es un botón que usted solo sabe
dónde está, incluso lo puede tener oculto
en el cuerpo humano.
En el propio.
De manera que por ahí usted hace algún movimiento
que es perceptible para el ladrón y en realidad...
¿Pero cómo?
Usted hace un movimiento, como hace Gallardo,
cuando está declarando.
Ah, se mueve.
Y con ese movimiento activa el botón y suena.
En la casa de todos nosotros somos los vecinos
y venimos con horquillas y antorchas encendidas.
Bueno, no será mucho porque...
Quiero ver cómo aprieta el botón teniendo las manos levantadas,
porque yo lo estoy apuntando.
Sí.
A ver cómo lo aprieta.
Detrás de la rodilla.
Entonces doblo la rodilla, la comisaría.
Ahora, hay que tener cuidado porque a veces
uno aprieta el botón en vano.
Claro, le suena.
Usted lo tiene, por ejemplo, en X lugar,
por ahí hace un movimiento, o involuntariamente...
Contrae.
Se frunce una parte de la espalda, qué sé yo,
así por una contractura, y cuando quiera aclarar
tiene a 27 policías en la puerta.
Y pasa como Pedro y el loro.
El lobo.
Ah, el lobo es.
El lobo.
Con razón, yo no lo encontraba sentido.
Claro, el loro que tiene que ver.
Usted tuvo suerte que le pusieron el botón
atrás de la rodilla, lo que yo, cada susto me pego
y vienen todos mis vecinos.
Claro, ya nadie cree.
¿Está mirando una película?
Bueno, mire, en realidad hay que tratar de que no entrenar.
Y bueno, es mejor prevenir que curar.
Perro, perro.
El perro es bárbaro.
Un perro.
El perro es bárbaro.
Por eso usted le pone cuidado con él mismo, ¿no?
Sí.
Hay perros en Montegrande que trabajan toda la noche
cuidando las casas.
Pero no hay solo en Montegrande, hay en todas partes.
En muchos lugares.
En todas partes.
Cuando los dueños se van a dormir,
el perro empieza a laburar.
Yo estuve en San Luis, tenía un laburo de ellos.
Sí, ¿cómo?
A un señor se le murió el perro.
Sí.
Y bueno, no tenía a quién cuidar la casa.
Yo dije, yo hago de perro.
Pero qué, bueno.
Yo sé ladrar.
Bueno, no, humillación.
Yo me pongo ahí y cuando viene alguien, le hago...
Y así empecé a trabajar.
Trabajé de perro mucho tiempo.
Pero escúcheme.
Es indigno ese trabajo, ¿cómo va a ser?
¿Cómo va a ser?
Y pagaba bien el tipo, un poco el trato no era muy bueno.
Sí, pero...
¿Qué le decía? ¡Escucha!
¡Escucha! ¡Acá me escucha!
Es horrible, señor.
Y me decía, Alejandro, Alejandro, Alejandro.
Por favor.
Ahora recuerdo la radio esa.
Bueno, extraordinario el informe ese.
Muy completo el informe esta vez.
Muchas medidas de seguridad.
Ahora creo que es momento para que aquí,
en el Teatro Cervantes de Quilmes...
Hagamos un lugar para que ingrese el pensamiento ajeno.
Creo que es momento para que aquí,
en el Teatro Cervantes de Quilmes...
Hagamos un lugar para que ingrese el pensamiento ajeno.
Es el momento de reflexión,
el momento que yo más aprecio del programa.
En nuestra función precedente, en la Ciudad de La Plata,
empezamos una serie...
en esta reserva de pensamiento ajeno,
acerca de los Haburgos.
Hablamos de la endogamia, de la mala sombra,
de los fantasmas, de los cuervos que asolaban
el Palacio de Schomburg, etc.
Y hablamos de Francisco José I,
que era el emperador que reinó durante muchos,
muchos años en Austria,
que era el marido de Cicí.
Cicí, la emperatriz.
Cicí, la emperatriz.
Romy Snyder, ¿no?
No, Romy Snyder era la actriz que lo hizo.
Y contamos, contamos algunas cosas.
Y hoy hablaremos otra vez de Francisco José,
porque vivió mucho y tuvo muchas amantes.
Y hoy vamos a hacer otras revelaciones.
La amante principal de hoy es Ana Najowski,
que era una muchacha que había nacido en 1860, en Viena.
Provenía de una familia de la baja burguesía.
Su padre era fabricante de artículos de mimbre y paja.
Bueno...
¿Qué hay por elemado ahí, señor?
Cuando Ana tenía 12 años, el padre falleció,
la madre siguió con el negocio del marido, bla, bla, bla.
Cuando tenía 14 años, su madre la casó.
Buscó un marido, un fabricante de seda, un gusano.
No, no, sí.
Puede ser, ¿eh?
Sería un vendedor de seda.
Un empresario textil o algo por el estilo.
Que se llamaba Johann Hudak, que era un buen partido,
según parecía.
La casaron en enero de 1875, pero bueno, al final,
el marido resultó un ludópata, alcohólico,
y que se pasaba de boriche en boriche con distintas mujeres.
Así que dos meses después del casorio, Ana,
que tenía un diario íntimo, que justamente lo tenemos aquí.
Ah, es el original.
Diario íntimo de Ana Najowski.
Qué bárbaro.
Dice, querido diario, mi esposo es un gran bribón,
un jugador de cartas, que no se preocupa por su esposa,
que soy yo.
Si mi padre viviera, ahí está, este matrimonio
no hubiera ocurrido.
Bla, bla, bla.
Ana estaba desesperada con el tipo.
Pensó incluso en el suicidio.
Y Johann, el marido, tuvo la idea de animarla un poco
para que no jorobara, a que saliera ella también.
Y entonces Ana salía a dar largos paseos matutinos
con su doncella, Lini.
Y en uno de esos paseos, Ana y Lini caminaban
por el parque del Palacio de Schönbrunn
y se cruzaron con un hombre, al que Ana confundió
con un soldado atractivo.
Pero Lini, la doncella, se dio cuenta de que el tipo
era el emperador de Austria.
Yo dije, mi nombre, emperador, emperador.
Y efectivamente, Francisco José solía dar paseos muy temprano
y parece que el emperador la miraba.
Estos encuentros se repartieron una o dos veces, lo vio.
La miraba el tipo, pero no se acercaba.
No hablaron las primeras veces.
Ana tenía 15 años, Francisco José, 45.
Pero Ana empezó a ir todos los días por el parque,
a ver si se lo cruzaba.
Él la saludaba y nada más.
Hasta que un día, que fue justamente un 24 de junio de 1875,
ella anotó en el diario, hoy es el día más feliz de mi vida.
Dice, porque el emperador vino, se sentó en el banco más cercano,
después se levantó, vino hacia mí y me dijo,
¿van a salir a caminar?
Bueno.
Sí, majestad, le dije.
Y para mis adentros pensaba, es tan hermoso.
El emperador le preguntó, ¿vives en el campo, cerca de aquí?
No, dijo la mena, en Viena.
Entonces te levantás muy temprano para llegar acá, dijo el emperador.
Era un poco inquisidor.
Bueno.
Dice, sí, me levanto a las 4 de la mañana.
Y el emperador, ¿y venís acá todos los días?
Sí, sí, sí, dijo la mena.
¿Venís acá todos los días?
Dos días después, Ana escribió, querido diario,
de repente vino y me dio la mano.
Yo puse la mía en ella.
En su mano, en la mano.
Sí, bueno, señora Cláudia.
Se inclinó y me besó la misma.
Sí, la mano.
Sí, sí, sí.
Me dijo, hermosa, dame un beso.
La mano.
Sí, y no me atreví a mirarlo.
Repitió la petición cada vez con más urgencia
y al final lo besé.
Bueno, qué problema hay, señor.
Cuidado, un diario de esto, lo lleva el real marido
cuando vuelve de la taberna de estar con otras mujeres.
Sí, sí, bueno.
Y se enoja.
Bueno, bueno, pero, por favor.
El emperador llevaba 20 años de casado con Sisi,
de quien hablamos en el programa precedente.
Bueno, y él le contaba a Sisi, hablaba sobre sus obligaciones
de viaje, pero nunca le dijo nada sobre estos encuentros
con Ana, que todavía no pasaban de los besos.
Ana escribió en su diario que Francisco José,
no, si fuera italiano, pero Francisco José
había querido pasar a otra cosa.
A avanzar.
Sí, medio que le abrió el vestido,
pero ella lo frenó.
Y ese día el emperador se ofendió y se fue.
Recién al año siguiente...
¿Pasó un año?
Sí, señor.
Francisco vio a Ana mientras su esposa estaba de viaje,
Sisi estaba siempre de viaje, ya lo contamos,
y empezaron a verse a diario.
Y ahí parece que...
Acá entre nosotros.
El vestido se abrió.
Sí, se abrió el vestido.
Y se veían todos los días.
Y Johan, el marido de Ana, ni se dio cuenta
de que ella salía más de lo normal.
Y la muchacha esta se sentía deseada y admirada
por el emperador.
Después de tres años de casada, Ana se separó de Johan Hudak,
pero le dejó a él bastante dinero, como ven,
para que pagara todas sus deudas.
¿Y de dónde venía ese dinero?
Del emperador.
Sí, del emperador.
Porque Ana había recibido una donación de Francisco José
de 50.000 florines, que serían hoy medio millón de euros.
Se compró una casa que estaba cerca de Jomplún,
para no tener que andar viajando desde Ranelag.
Bueno.
Y a partir de entonces las visitas al emperador
y a la casa de Ana se hicieron muy frecuentes.
Parece que en ese mismo tiempo a Ana le hicieron
alguna propuesta de matrimonio de un comerciante,
Millet, que sé yo, y ella la rechazó.
Y va, va.
Pero parece que Francisco José saciaba sus apetitos,
vamos a decirlo así, y se iba.
Era justamente Francisco José el que te amó y se fue.
Sí, bueno.
No es así la frase, igual.
Bueno.
Una tarde Ana fue a visitar a unos amigos cerca de Viena
y conoció a Fran Najowski, un empleado ferroviario.
Y Ana dijo, este hombre puede ser peligroso con las mujeres.
Y en el primer encuentro Najowski le pidió que se casara con ella.
Ella se negó, pero empezaron un noviazgo
y ella le pidió a Francisco José permiso para casarse con Najowski.
Yo creo que el emperador se le dio el permiso,
dado que él estaba casado.
Claro.
Y le dijo, he estado pensando que lo mejor para ti es casarte.
Te traeré una suma de dinero en primavera.
Mirá vos.
Ana le preguntó si estaba enojado y también le preguntó si la amaba.
Él se quedó un momento en silencio y dijo,
no puedo ni debo decirte eso, no tengo permitido amarte
y no volveré a besarte mientras estés casada,
pero seguiremos siendo buenos amigos, dijo el emperador.
Y de qué bien.
Bueno.
Y pasó Ana Najowski y dice, voy al diario otra vez.
A ver qué dice el diario.
El 8 de junio de 1882, me crucé con el emperador
en uno de mis paseos, me saludó y me preguntó si ya me había casado.
Me acompañó una escuadra, caminé feliz a su lado,
lo miré furtivamente, pero él ni me miraba.
Entonces le pregunté, ¿por qué no me mira, majestad?
Dice, no puedo mirarla, dijo Francisco José,
porque en tal caso tendría que besarla.
Opa.
Y Ana le dijo, estaría muy bien si pudiéramos vernos algún día,
es que mi esposo...
Qué brava.
Estaba de servicio en el ferrocarril.
Por favor, qué brava.
Y entonces Francisco José la besó apasionadamente.
Y ella le dijo, ¿qué le gustaría, majestad,
que le prepare de desayuno?
Porque sabía que venía muy temprano.
Y él le respondió, café con leche.
¿En serio?
Dato histórico, señor.
Dato histórico.
A ese encuentro siguieron otros, qué sé yo.
El marido medio se enteró, pero no le importaba
porque Ana andaba con mucha guita.
Y bueno.
Ana tuvo una hija a la que llamó Ana.
Y efectivamente parece que sí era hija del marido,
el ferroviario, Fran Najofsky.
Con el apoyo financiero del emperador,
los Najofsky compraron una villa señorial en Etzendorf
y Ana tuvo una segunda hija al año siguiente
a la que llamó Elena.
Y para entonces recibió 100.000 florines del emperador,
lo que sería un millón de euros.
Esta niña sí se parecía a Francisco José.
Oh...
Se va complicando todo.
El esposo viajó a Rumania y Ana recibía al emperador
en su nueva casa.
Francisco José tenía una puerta secreta,
tenía una llave y él entraba así nomás.
Y ella lo esperaba con un café, medias lunas.
¿De verdad?
Sí, señor.
Y unos Golden Virginia, unos cigarrillos
porque el tipo pudiera fumar.
Extraordinario.
Eso es lo que se llama un gran amor.
Y Ana escribió en su diario que el emperador,
con detalles, por ejemplo, escribió que el emperador
usaba ropa interior anticuada.
Y que, digamos, sus encuentros eran tan rápidos
que a veces ni se sacaba la espada.
Señor, por favor.
Majestad, por lo menos sáquese el sabio.
Sí, por lo menos.
A ver si me ensarta.
Allá por 1886, el emperador empezó a visitarla menos.
En realidad, había empezado un romance
con la actriz Catalina Schott.
Un romance incluso auspiciado por su mujer,
la emperatriz Sissi.
Sissi medio lo empujó para que saliera con Catalina
porque a Sissi no le interesaba mucho,
ni la corte, ni su esposo, ni nada.
Dicen que Ana, esta chica, Ana Nahovsky,
no era una gran belleza,
no tenía muchos temas en común con Francisco José
y que, en cambio, la actriz Catalina Schott
era atractiva y tenía intereses en común con el emperador.
Sissi, aparentemente, no sabía de este romance con Ana,
pero la actriz le gustaba como amante de su marido.
Es complicado que tu mujer te elija a tu amante.
No, bueno, pero eso pasa en esta historia.
Pero la que se enteró de que el emperador
andaba con Catalina Schott es Ana, Ana.
Ana se puso celosa.
Ana sabía que Francisco José no se perdía ninguna actuación
de Catalina en el teatro.
En fin, empezó a sospechar y empezaron a ver poco.
Incluso un día, ella paseaba por el parque
y vio al emperador con la actriz, con Catalina Schott,
y el tipo ni la saludó.
Claro, ¿qué la va a saludar?
A mí me hacen eso.
No me ves más.
Ana anotó el 29 de diciembre de 1888
como la última fecha de visita del emperador a su casa.
El hijo del emperador Francisco José,
como hemos contado el otro día,
el príncipe heredero Rodolfo, murió en Mayerlin
en un episodio confuso, parecía un suicidio,
pudo haber sido un crimen, nunca se supo.
Pero luego de la muerte de su hijo,
que era el heredero, el único heredero del imperio,
Francisco José se encerró y no quería ver a nadie.
En marzo, Ana fue citada a la oficina del director general
del Fondo Supremo Privado y Familiar,
el varón Friedrich von Mayer,
quien le dio un regalo de parte de Francisco José
y le pidió que firmara un documento que decía así.
Lo tengo.
Bueno, pero qué...
Hola, Presidente.
Confirmo que hoy he recibido 200.000 florines
como regalo de su majestad el emperador.
Además, juro, guardar silencio acerca de mis encuentros...
¿En serio? ¿Estaba escrito eso?
Es una realidad.
Claro, me parece.
Firmado Ana Najofsky.
Viena, 14 de marzo de 1889.
El mensaje era una declaración de que todo había terminado.
Con ese dinero, dos millones de euros,
los Najofskys se compraron una casa de verano
en un balneario y le dieron una excelente educación
a sus hijos.
Bueno, Ana amó al emperador y eso quedó registrado
en este diario que nosotros hemos leído.
Esta hija que ella tuvo, parecida al emperador Francisco José,
Elena Najofsky,
se casó, ¿sabe con quién?
No.
Con Alban Berg.
El músico.
El músico, el discípulo de Schoenberg,
con quien hablamos el otro día.
¿Y qué contamos?
Que Alban Berg era casado con Elena Najofsky,
que ahora sabemos que era hija del emperador Francisco José,
pero la engañaba con otra a la que le escribía canciones.
Bueno, así es la vida.
No, no va para ahí.
Parece intruso ya el programa.
Ahora bien, Ana murió en 1931, a los 71 años.
Y antes de morir, le entregó su diario a su hija, Elena,
la mujer de Berg.
Y Elena lo donó a la Biblioteca Nacional de Austria.
Y las memorias de Ana Najofsky se publicaron
y se dieron a conocer recién en 1986.
Recién, sí.
Bueno, Francisco José tuvo también una larga vida,
murió en 1916.
Durante la Primera Guerra, que terminó con el Imperio de los Zafuros.
Los Zafuros se dedican ahora a los negocios,
que es la forma de ejercer el absolutismo en estos tiempos.
Pero a él le gustaba relacionarse con muchas mujeres.
¿Sabe para qué?
¿Para qué?
Para jugar.
Cuando te sientes triste y tu resistencia es larga
Enciende otro cigarrillo y déjate ir
Esta es tu vida
No juegues duro para obtenerlo, es un mundo libre
Todo lo que tienes que hacer es caer en amor y jugar un juego
Todo el mundo juega el juego del amor
Mi juego del amor ha comenzado
El amor sale de mi cabeza a mis pies
Mi amor está golpeando mi cara
Me lleva a la locura
Ven, ven, juega el juego, juega el juego, juega el juego, juega el juego
Abre tu mente y déjame pasar por dentro
Resta tu cabeza ansiosa y déjame que tu corazón decida
Esta es tu vida
No juegues duro para obtenerlo, es un mundo libre
Todo lo que tienes que hacer es caer en amor y jugar un juego
Todo el mundo juega el juego del amor
Aplausos
Es el trío Sin Nombre
Aplausos
Música
Aplausos
Continuamos en La Venganza Será Terrible, estamos en Quilmes, en el Teatro Cervantes
Nuevamente aquí
Aplausos
Señoras, señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento
Este es un informe muy interesante
Yo creo que la declaración de amor formal ha caído en desuso afortunadamente
Porque
Uh, era horrible
Era horrible y aparte me parece una cosa o superflua o inadecuada
Una de las dos cosas
Sí
O sea, si la amena realmente está contigo, si gusta de ti, si está enamorada o algo
Es superflua la declaración de amor
Sí, ya está
Porque, ¿qué pasa?
Te estás relacionando con alguien y no se da cuenta de que vos querés que sea tu novia
Si lo tenés que decir en un papel, en un telegrama o algo, no
No
Y si en realidad no te quiere y no le gustás, es como un acoso
Sí
Es inadecuado
Che, mirá, estuve pensando
Tenés una compañía de trabajo y te saludó tres veces
Sí
Quiero decirte algo, mirá, estoy profundamente enamorado de vos
No, bueno
¿Qué hacés, loco?
Claro
Sin embargo
Bueno, de niños, vio que de niños nos decían, te le declaraste, te le declaraste
Claro, te le largaste, te le largaste
Te le largaste, sí
A mí me fue muy mal de niño porque ella iba caminando adelante en la vereda
Y yo me adelanté, a paso rápido, atrás estaban mis amigos, me adelanté
Claro, eran los que te daban más
Y me puse a la pared y dije, ¿querés salir conmigo?
No, me dijo
Ah
Un diálogo gestual
Salió con un Michael Jackson para atrás
Sí
Claro
Bien, extraordinario
Sin embargo, ahora hay un informe que siguiendo una costumbre que prevalece en los Estados Unidos
Bien
Te dan ideas originales, no ya para pedir casamiento
No, para pedirle a la mina que sea tu novia
Y explican, cuando sentimos atracción por una chica, deseamos que se convierta en nuestra novia
Para poder plantearle a esa persona especial tus sentimientos hacia ella
Deberás buscar una manera única que le haga recordarte siempre
Bueno, no sé si es lo mejor
Claro
No es solo preguntarle, ¿querés ser mi novia?
No, hay que buscar situaciones
Y aquí hay una serie de situaciones
A ver
Crea un cartel
Ah, me gustó
Ah
Crea un cartel con imágenes
Sí
Imágenes
No, me imagino que imágenes de cine
No, estoy avanzando
Y un mensaje que quieres transmitir
Llévala de sorpresa con los ojos vendados
¿Cómo voy a llevarle con los ojos vendados a una mina que todavía ni es mi novia?
Claro
Agarrás a una que pasa por la calle, pará que te vendo los ojos y te voy a llevar a un lugar
Es una locura lo que propone
Ni mi novia aceptaría eso
No
Bueno, pero supongamos que ella acepta ser vendada, ¿y qué pasa?
Bueno, dice, o si no, hazlo un poco más improvisado
En un sitio público con ayuda de tus amigos
Y le sacás la venda y le mostrás el cartel
Es una manera original de expresar tus sentimientos
En el cartel puedes colocar
Todas las fotografías que tengan juntos
Pero que no tiene, porque
¿Por qué no?
¿Cómo va a tener una fotografía con una tipa que no es tu novia?
Claro, claro
Dice, ¿y el mensaje que quieres transmitir?
Con distintos colores tiene que ser
¿Cuál es el mensaje? ¿Querés ser mi novia?
Sí
Verde, azul, amarillo
No, bueno, no sé si tal
Bueno, pon en marcha tu imaginación
Claro, eso
Y verás lo mucho que ella apreciará ese detalle
Bueno, usted sabe que
Dice, mirá, la verdad que a mí no me gustabas
Pero ahora que veo este cartel
No, bueno, no
¿Querés ser mi novia?
Es raro, ¿eh?
Con un paisano dibujado en la puerta de un rancho
¿Qué tiene que ver el paisano?
Bueno, pero es que a mí me salen bien los paisanos
Sí, pero no tienen nada que ver en esto
Usted sabe que hace algunos años
Se empezó a poner de moda el tema de los pasacalles
Sí
Y ahí pueden poner el mensaje que quieran
Pero qué horrible el pasacalle
Porque le queda, si fracasa el intento
Sí, si dice
El pasacalle queda
Y se va deshilachando
Y la mena ni siquiera te dio bolilla
Y vos pasás, por ahí mirás para arriba
Y ella también pasa
No, ella lo ve todos los días eso
Todos los días
Lo mejor es contratar a alguien para que lo saque
Sí
Yo me enamoré una vez de una
Que vivía enfrente de un descampado
Ah, sí
Y esto no le pude poner pasacalle
¿Por dónde lo ataba?
Ah, bueno, por eso, otro cartel
Le lo puse y quedó colgando
Por favor
Bueno
A ver, dice
Escríbelo, escribele, querés ser mi novia
Con rosas o bombones
Ah, sí
En un lugar específico
¿Cómo? ¿Con rosas o con bombones?
Alguno de los dos, lo que le parezca
Lo que pasa es que si lo va a escribir con bombones
El lugar tiene que ser limpio
No lo va a poner en la vereda
Claro
No lo va a poner en la vereda
No, pero porque ahora venden bombones
Con formas de letras
Claro
¿Usted se compra? ¿Cómo le va?
Quisiera una caja de bombones
Sí
Con las siguientes letras
A ver, dígame
Q...
No, ¿signo de interrogación trabajan?
Sí, signo de interrogación tenemos, sí
Bueno, entonces, signo de interrogación
Sí
El que va para abajo
Bueno
Sí, sí
Lo puedo poner como quiera
Lo puede dar vuelta
Señor, lo da vuelta
¿Qué quiere? ¿Quiere dos?
Una Q
Sí
Una U
Sí
Una E
Sí
Una R
Otra E
Pero dígame entonces todo
Una S
Otra S más
Agregue
Una E
Otra más
Sí
Sí
Una M, una I
Una N, una O, una B
Corta, corta
Ah
Una I y una A
¿Querés ser mi novia?
Claro, ¿querés ser mi novia?
Ah, y un, este
Agrégueme un signo de interrogación, otro
Sí, bueno
Pero ya tenemos carteles que dicen
¿Querés ser mi novia?
No, pero yo lo quiero escribir con bombones, señor
Sí, pero puede ser bombones
O si quiere puede hacerle una torta
¿Una tonta?
Una torta
Que pregunta
Que pregunta, ¿querés ser mi novia?
Y entonces está el noviecito, le hacemos un muñeco
Ah
A ver, ¿por qué no me lo muestras?
Mire
¿Ese es el muñeco?
No, señor, este
Ah
¿No ves que tiene los bracitos abiertos como diciendo dale?
Ya, pero no se parece a mí
Bueno, pero es un genérico de novios
Es un muñequito rubio y yo soy morocho
Bueno, se lo podemos pintar, le damos una manito
Hágame el favor
Sí, sí, sí, se lo podemos pintar
Bueno, si tienes confianza suficiente con su familia
¿Cómo voy a tener confianza con la familia de alguien que no es mi novia?
No me espere
Ni con la familia de mi novia tengo confianza
No, pero cuidado, por ahí conoce a la familia
Pero por eso, usted conoce a la familia
De antes
Porque es un primo lejano
Claro
No soy un primo lejano
Mire si me voy a poner el novio con una prima
Bueno
¿Usted por qué no conoce a mis primas?
O es un vecino
O alguien conoce a la familia y usted quiere intimar con la primera
O su amigo, es clásico el enamoramiento de la hermana del amigo
Claro, usted puede tener alguna relación con la tipa
Pero una relación que todavía es exterior
Sí
Parece familiar
Exacto
Parece casual, amistosa
Y usted en realidad lo que quiere acá entre nosotros
Tal y como gente grande
Sí, sí
¿Qué es lo que quiere?
Lo que quiere es
¿Qué? Dígalo
Yacer con él
Bueno, bueno señor
Tanto prolegómeno para decir
Dice, bueno, mientras ella no está en casa
Entra a su cuarto
Claro, pero tiene más intimidad que con
Tiene más intimidad que yo con cualquier novia
Sí
Entra a su
Tuve novia años, nunca entré a su cuarto
Claro
Ni a su casa
Es más, trataba de no pasar
Rubén, Rubén
¿Qué haces en mi pieza?
Ay, disculpame
Con una bombacha roja en la mano
Sí, la estaba oliendo
Porque
Traje unos bombones y me los voy a poner en el cajón
Y se me reventó uno que es de licor
Qué raro que te metas en mi habitación
Viniste hace un rato, te abrieron mis padres
Bueno, mira, yo lo que quería era darte
Este mensaje
Sí
¿Qué dice?
Que no
¿Cómo que no?
Que no, rey, viánome
Está mal ubicada la letra
Sí, para un poco, a ver
Es el Scrabble, está jugando el Scrabble el tipo
Bueno, además puede sumarle un pequeño afiche
Con otra galería de fotos
Qué pesado que es
Siempre fotos con las cosas que no hemos vivido
Es insoportable, señor
Fotos, lo que pueden ser unas fotos, digamos
De otras personas X
Sugerentes
Sugerentes
Y dice, mirá estas personas lo que están haciendo
Bueno, pero
No sé si me interpretás
Incluso un pase al calle que diga
No sé si me interpretás
No, no, no
Bien, dice
Encuesta con un mensaje secreto
Pídele que por favor te ayude a llenar una encuesta
Que necesitas para un trabajo de investigación
Y cuya última pregunta sea
¿Querés ser mi novia?
Sí, pero cuidado con las preguntas anteriores
Claro
Porque las preguntas anteriores por ahí inhabilitan la última
Tiene que ir acercándolas
No sé cómo funciona esto
Es muy innovador y divertido, eso sí
Ya que sólo habrá una opción para decir que no
Y las demás indicarán el sí
Le hacés trampa en una palabra
Si no le hace un verdadero falso
Le dice
Soy el hombre de tu sueño, verdadero o falso
Falso
Falso, ¿qué otra?
Tenés ganas de estar conmigo
Falso
No podés más de deseo por mí
Falso
Usted lo que tiene que hacer
¿Qué querés?
Usted no tiene que preguntar tanto
Esto no se pregunta
Esto no se pregunta
¿Y qué hace? Porque el informe es todo para...
Ya dijimos que no se pregunta, pero bueno
Empezamos por admitir
Usted le posa la mano
Arriba de...
Sí, señor
¿De qué?
Usted le posa la mano
¿Le posa o le pasa?
¿Le esboza, le esboza o le pasa?
Yo entendí que se la pasaba, ahora se la posa
No, no se la pasa ni se la esboza
O le apoya la mano
Usted le pone la mano arriba de...
No cambie de verbo cada vez que...
Pone, me parece de una ordinariez
Yo prefiero que...
Demiente
¿La esboza o la esboza?
Usted le agarra la mano
Ahí está
Le agarra
Si ella se deja agarrar la mano
¡Chao!
¿Chao qué?
Voy saludando al director del teatro
No, señor, por favor, estamos con un informe
que es para la comunidad
Si ella no saca la mano
La mano es el peaje de la gran autopista
Sí
¡Eh!
Pará, subíla a Facebook
No, no, esa frase...
Si la mano queda quieta, usted puede ir avanzando
Y si se la saca...
Buenas tardes, ¿qué tal?
¿Qué tal? Buenas tardes
Acá dice también, esto me gusta, ¿eh?
Comedia original
Invítala a comer algo
que finalmente revele la pregunta
que tanto quieres hacer
¡Ah!
Por ejemplo, empanada
¡No! Esa no es la pregunta
Amada mía, vamos a comer empanada
Mozo, empanada
Sí, sí
No escatimen gastos
No
Y una de las empanadas
tiene dentro
un billete, no un billete
Un papelito
Un cartelito
Que dice
¿Querés ser mi novia?
Ahora, puede pasar
que se la trague la amiga
¡Ay!
Te refiero al papelito
Sí, o que no la agarre la empanada
O que no la agarre
No quiere
Dentro del montón
Si justo comió todas las empanadas
y dejó una
¡No comí!
¡No!
¡No insista!
¡Comí, comí!
O le toca a usted el papelito
Claro
No, no
Hay dos platos distintos
Ah, bueno
Pero conviene tener más de una empanada
con el papelito
Para seguridad
Sí, sí
Pero claro, lo que pasa es que
la tipa se come la primera vez
¿Querés ser mi novia?
Dice no
Y...
Y después se come otra empanada
y vuelve
¿Querés ser mi novia?
¡No!
¡No!
¿Esta de qué?
¿Esta de canacuchillo?
Acá habla de pizza en esto, ¿eh?
Bueno
¿Y dónde la pone la...
También puedes hacerlo con cupcakes
Yes
Que contengan las letras indicadas
Un helado
que en la parte interna de la tapa
contenga la pregunta
Todo lo que se te ocurra
Sí
Son muchas cosas, ¿no?
Y...
Y nada más
Puede ser una propuesta playera
Lo que pasa es que
si fue hasta la playa con usted
Claro
Y usted no se dio cuenta
si querés ser su novia
Claro
Pero de culpa es mi
Están arriba del médano
desnudos los dos
Sí
Y usted le escribe con el dedo
en la arena
Sí
¿Querés ser mi novia?
Y ella con el dedo del pie le dice
Sí
¿Ya lo ves?
Me vine hasta San Clemente
una semana
con vos a la misma habitación
del hotel
todo
Claro
Y me preguntó si está papada
Y finalmente en una fiesta de karaoke
Una canción
Invitarla a cantar
y hacer un dúo
Pero usted tiene que cantar
Sí, no, pero el karaoke
no hace falta cantar
Canta arriba del dúo
Es un juego
Pero ¿y qué?
Le canto una canción
que se llama
¿Querés ser mi novia?
Claro, tiene que encontrar
alguien que pregunte eso
Claro
Hay un tema, hay un bolero
que se llama
que dice
Somos novios
Pero ya son
Ya son
Bueno
¿Querés ser mi novia?
¿Querés
ser mi novia?
Linda
¿Querés ser mi novia?
¿Querés ser mi novia?
¿Querés ser mi novia?
¿Querés ser mi novia?
¿Querés ser mi novia, mi amor?
Decime
que sí
que sí
¡Qué imbécil!
Creo que es momento
de la música en serio
Señores, vamos a hacer
una breve pausa
para dar comienzo
al bailongo
Muy bien
Y ya llega
al Teatro Cervantes de Quilmes
nuestro querido
y nunca bien ponderado maestro
El Sordo
Arnaldo
Gansé
Y acompañan esta noche
a nuestro querido maestro
los integrantes del trío
sin nombre
Manuel Moreira
El señor
Maratina de Caco
Dolina
y su babosa
Y el licenciado
mente académico
Alento Mera
Muy buenas noches
maestro
Buenas noches
al trío sin nombre
Alento Mera
Alento Mera
Alento Mera
Alento Mera
Muy buenas noches
al trío sin nombre
Buenas noches
al trío sin nombre
Alento Mera
Alento Mera
Alento Mera
Alento Mera
Alento Mera
Alento Mera
Alento Mera
Alento Mera
Después lo hablamos
No sé qué
Cristian pide
Rezo por vos
Bueno
Bueno
Tema de Charlie García
y Espineta
Sí, sí
Bueno
Para Cristian
Sí va con percusión
bailando
Ven domita luz
desensocarda en mí
Y lo deje todo por esta soledad Y veo revistas en la tempestad
Abracé la cruz al amanecer
Rezo, Rezo, Rezo por vos, Rezo, Rezo por vos,
Morí sin morir y me abrace al dolor Y lo deje todo por esta soledad
Ya se hizo de noche y ahora estoy aquí Mi cuerpo se cae, solo veo la cruz al amanecer
Rezo, Rezo, Rezo, Rezo por vos, Rezo, Rezo por vos,
Y juré mis heridas y me encendí de amor Y quemé las cortinas y me encendí de amor,
de amor sagrado
Y juré mis heridas y me encendí de amor Y quemé las cortinas y me encendí de amor,
de amor sagrado
Rezo, Rezo, Rezo por vos, Rezo, Rezo por vos,
Qué lejano dolor de cosas viejas Deja el vano llorar del acordeón
Un sonido de valse que se queja Me despierta la palabra incierta del ayer mejor
Paisajito de llullos y de olvidos Con su ruido de sapos y el zanjón
Y en la muda quietud de aquella puerta La mano blanca y muerta que fuera al damón
Notar los dormidos detalles que sueñan en una tarjeta postal
Colcando su harina en la calle nos hace la luna, su vieja sería
La casa del patio querido, la gente sencilla y el viejo rosal
Me devuelve en el barrio perdido como una amarilla tarjeta postal
Tus caminos abriéndose entre berros, con vecinos charlando en un portón
Y los grillos moviendo sus encerros son recuerdos que regresan tristes con el acordeón
Paisajito de llullos que yo añoro con el lloro pequeño de este par
Y en la esquina brumosa que no existe tu voz pequeña y triste me vuelve a buscar
Notar los dormidos detalles que sueñan en una tarjeta postal
Colcando su harina en la calle nos hace la luna, su vieja sería
La casa del patio querido, la gente sencilla y el viejo rosal
Me devuelve en el barrio perdido como una amarilla tarjeta postal
Don't let me down
Don't let me down
Don't let me down
Don't let me down
Nobody ever loved me like she does
But she does
Yes, she does
I guess nobody ever really dawned me
What she dawned me
She dawned me good
Don't let me down
Don't let me down
Don't let me down
Don't let me down
I'm in love for the first time
Don't you know it's gonna last
It's a love that lasts forever
It's a love that's no bad
It's a love that lasts
Don't let me down
Don't let me down
Don't let me down
Don't let me down
Don't let me down
Con el codo en la mesa mugrienta
Y la vista perdida en un sueño
Piensa el tano domingo polenta
En el drama de su inmigración
Y en la vieja cantina que sueña
La nostalgia del vecchio paese
Desafina su ronca garganta
Ya curtida de vino carlo
En la violeta lava
Lava, lava, lava
Lava sul campo que le chichuñaba
El azul jeans que guardándole estaba
El también piensa en su soñado bien
Desde aquel día
Muy lejano ya
Que con su carga de emoción saliera
Como la violeta
Que lava, lava
Canzonita del pago lejano
Que idealiza la sucia taberna
Y que brilla en los ojos del tano
Con la perla de algún lagrimón
La prendió cuando vino con otro
Encerrado en la panza de un buque
Y es con ella metiendo patuque
Que consuera su desilusión
En la violeta lava
Lava, lava, lava
Lava sul campo que le chichuñaba
El azul jeans que guardándole estaba
El también piensa en su soñado bien
Desde aquel día
Muy lejano ya
Que con su carga de ilusión saliera
Como la violeta
Que lava, lava
Muy poca
Bueno, vamos por los colores entonces
Usted habla de violeta
Acá piden zapatos de gamús azul
Y todo así
Elvis
Puedo tocar la pandereta
Traje maracas
Mejor pandereta
Well, it's one for the money
Two for the show
Three to get ready
Now go, go, go
Don't you stay
For my blue suede shoes
Well, you can do anything
Stay off of my blue suede shoes
You can knock me down
Step in my face
Standing my name all over the place
Do anything that you wanna do
But oh, oh, honey
Lay off of my shoes
But don't you stay
For my blue suede shoes
You can do anything
Lay off of my blue suede shoes
Blue, blue, blue suede shoes
Yeah
Blue, blue, blue suede shoes
Yeah
Blue, blue, blue suede shoes
Yeah
Blue, blue, blue suede
You can do anything
Lay off
for my blue suede shoes
You can lick me from an old fruit jar
You can do anything that you wanna do
But I need all my shoes
Don't you step on my blue suede shoes
Yeah
You can do nothing but laugh at my blue suede shoes
Uh-huh
Blue, blue, blue suede shoes, yeah
Blue, blue, blue suede shoes, yeah
Blue, blue, blue suede shoes, yeah
Blue, blue, blue suede shoes, yeah
You can do nothing but laugh at my blue suede shoes
¡Ya!
¡Yes!
Señoras y señores, irrumpen en el escenario del Cervantes de Quilmes
la dorada trompeta de Guillespie
¿Qué les parece hacer Blue Moon de los años 40?
Sí, sí, sigamos con el color azul
Sí, seguimos con el color
Vamos
¿Qué les parece hacer Blue Moon de los años 40?
Sí, sí, sigamos con el color
Vamos
¿Qué les parece hacer Blue Moon de los años 40?
Sí, sí, sigamos con el color
Vamos
¿Qué les parece hacer Blue Moon de los años 40?
Sí, sí, sigamos con el color
Vamos
¿Qué les parece hacer Blue Moon de los años 40?
Sí, sí, sigamos con el color
¿Qué les parece hacer Blue Moon de los años 40?
Sí, sí, sigamos con el color
Vamos
¿Qué les parece hacer Blue Moon de los años 40?
Sí, sí, sigamos con el color
Vamos
¿Qué les parece hacer Blue Moon de los años 40?
Sí, sí, sigamos con el color
Vamos
¿Qué les parece hacer Blue Moon de los años 40?
Sí, sí, sigamos con el color
¿Qué les parece hacer Blue Moon de los años 40?
Sí, sí, sigamos con el color
Vamos
¿Qué les parece hacer Blue Moon de los años 40?
Sí, sí, sigamos con el color
Vamos
¿Qué les parece hacer Blue Moon de los años 40?
Sí, sí, sigamos con el color
Vamos
¿Qué les parece hacer Blue Moon de los años 40?
Sí, sí, sigamos con el color
Vamos
Bueno, maestro, hay que baldear aquí
Sí, vamos a cantar nuestra última canción
Es la canción literaria, ¿no es cierto?
Sí, un homenaje diría, ¿no?
Primeramente, el primer homenaje es al público presente
que nos ha soportado con estoicismo
Así que esa es la primera dedicatoria
La segunda es a un gran escritor
Sí, señor
A un gran escritor al que todos le debemos algo
Yo no le debo nada, discúlpeme
Bueno, no me arruine el homenaje
Que casualmente está aquí presente en la Feria del Libro de Kilo
¡No es la Feria del Libro de Kilo!
Caramba
Bien, vamos a ver qué podemos hacer
Yo voy a buscar aquí un...
Un instrumento de viento
¿Le gusta?
Sí
Entonces, esta canción tiene un nombre
Sí, es el nombre del escritor justamente
Es el nombre del escritor
Pero no lo vamos a decir
Para que al descubrir la gente
el nombre estalle en una ovación
Bien
O tal vez no, en realidad
Muchas gracias a todos
Un gran, gran abrazo
Mempo, Mempo, Mempo, Mempo Sardinelli
Mempo, Mempo, Mempo, Mempo Sardinelli
Mempo, Mempo, Mempo, Mempo Sardinelli
Mempo, Mempo, Mempo, Mempo Sardinelli
Mempo, Mempo, Mempo, Mempo Sardinelli
Hit the road, Jack, don't you come back no more, no more, no more, no more
Hit the road, Jack, don't you come back no more
What you say?
Hit the road, Jack, don't you come back no more, no more, no more, no more
Hit the road, Jack, don't you come back no more
Oh woman, oh woman, don't treat me so mean
You're the meanest old woman that I've ever seen
I guess if you say so, I gotta pack my things and go
That's right
Hit the road, Jack, don't you come back no more, no more, no more, no more
Hit the road, Jack, don't you come back no more
What you say?
Hit the road, Jack, don't you come back no more, no more, no more, no more
Hit the road, Jack, don't you come back no more
Hit the road, Jack, don't you come back no more, no more, no more, no more
Hit the road, Jack, don't you come back no more
That's right
Hit the road, Jack, don't you come back no more, no more, no more, no more
Don't you come back no more
¡Adiós, maestro!
¡Adiós, maestro!
¡Adiós, maestro!
¡Adiós, maestro!
¡Adiós, maestro!
¡Adiós, maestro!
¡Adiós, maestro!
¡Adiós, maestro!
¡Adiós, maestro!
Y para finalizar, dos palabras bastan.
¡Gracias!