Diccionario sonoro que recoge los nombres, historias y lugares protagonistas de la emocionante aventura que representa la música contemporánea desde su creación a la actualidad. Más información: march.es/contemporanea
MÚSICA NO OCCIDENTAL (2ª PARTE)
Las músicas no occidentales forman parte del cambio producido en la música en todos sus parámetros. De una temporalidad guiada a una cíclica (como en la música de los 'gamelanes'). Del serialismo a la exploración de la estructura armónica del sonido (como en los compositores espectralistas, investigadores de los cantos difónicos de Mongolia o Tuva). De la exploración de nuevas técnicas instrumentales aplicadas a los instrumentos occidentales (como el mismo Boulez reconoce en sus escritos). De un ritmo único a una multiplicidad de ritmos simultáneos o a otro tipo de pulsaciones (como en el estudio de la música con trompas de los 'banda linda' de Centroáfrica, esencial para entender a Ligeti). Entre estas músicas resaltan varias que se han convertido en verdaderos hitos: entre ellos el 'gagaku' japonés (estudiado y aplicado en la estructura tímbrica y temporal de varias obras de Varese o Stockhausen, entre otros).
JAPÓN hereda el concepto chino de 'yayue' –música cortesana– para asociarlo al 'gagaku'. Esta práctica es la música clásica más antigua de Japón y una de sus artes escénicas primigenias. Caracterizado por sus largos cantos lentos y su mímica coreográfica, se trata de una 'performance' que aúna danza y música, y obedece a contextos ritualizados. Influido por los acontecimientos políticos y culturales ocurridos a lo largo de los distintos periodos de su larga historia, el 'gagaku' se sigue transmitiendo de maestros a aprendices en el Departamento de Música de la Agencia de la Casa Imperial.
El 'gagaku' se basa en la música nativa –'Kuniburi no Utamai'–, tanto sintoísta como de la corte imperial, en la música basada en la poesía popular –'Utamono'–, y en canciones propias de otros países como China y Corea. Esta práctica desarrolla dos escalas musicales propias, por lo que los instrumentos que interpreten este género tienen que afinarse según las mismas.
El 'Heike-biwa' es un género musical narrativo donde se relatan historias de las guerras Genpei –'Heiké monogatari'– mientras se toca la 'biwa' –instrumento derivado del laúd–. Este instrumento se toca con un plectro llamado 'bachi'; y, al igual que el 'gagaku', tiene sus propias células vocales y su propia estructura tonal.
El 'shakuhachi' es un instrumento de viento, una flauta de bambú de cinco agujeros que es introducida en Japón en el siglo VIII como parte de la orquesta del 'gagaku'. Sin embargo, su desarrollo permite otras posibilidades técnicas, que propician el desarrollo de un repertorio propio. Este repertorio se llama 'Honkyoku' y se divide, a su vez, en 'kinko', piezas más ornamentadas y microtonales, y 'tozan', piezas tocadas entre varias personas, creando una sonoridad de cuartas o quintas paralelas.
El compositor japonés contemporáneo Torū Takemitsu sirve de ejemplo de unión entre la música occidental y su instrumentación, y la instrumentación japonesa.
CHINA. Dos conceptos: 'yayue' y 'suyue'. Durante la Dinastía Han (221 a. C. - 206 a. C.), Confucio distingue la música que favorece el buen gobierno y, por tanto, se asocia a los intelectuales y la corte –'yayue'–, de la música vernácula –'suyue'–. Asimismo, el 'ch’in', instrumento de cuerda, pertenece a la tradición musical 'yayue' mientras que el 'Zheng', también de cuerda, pertenece al 'suyue'; por lo que, en el desarrollo de la música China, cada instrumento tiene asociado un tipo de repertorio.
La 'pipa' es uno de los instrumentos más conocidos, viene de la familia del laúd y, aunque nace como instrumento de acompañamiento, a partir del s. XIX se independiza como instrumento solista y, en consecuencia, se genera mucho repertorio nuevo. Se diferencian las piezas por su temática –militar o civil– y su duración entre 'daqu' y 'xiaoqu'. Las piezas civiles suelen tener un carácter más refinado, y las militares, menos melódico, ya que narran conflictos bélicos de su historia.
Una de las características más reseñables de este instrumento son sus trastes, que permiten introducir intervalos microtonales como elemento distintivo.
En buena medida, las músicas no occidentales han impactado entre los compositores occidentales a partir del desarrollo de las grabaciones sonoras. Si bien las primeras grabaciones de tradiciones musicales no occidentales fueron registradas en cilindros de cera y discos de 78 rpm, y su difusión estuvo dirigida a especialistas y universidades, en las primeras décadas del siglo XX empezó a ser posible adquirir discos de músicas tradicionales africanas, clásicas de la India, centroasiáticas o de los sistemas musicales de China y Japón. Muchas clases de conservatorios –por ejemplo, las de Messiaen en París– se beneficiaron del análisis de los discos y transcripciones a notación occidental de las músicas clásicas de China, Japón, Turquía o Irán. Así se estableció la relación entre la etnomusicología y la composición.
Algunas de estas grabaciones de campo se realizaron con etnias africanas. Así llega a estudiar Steve Reich las polirritmias de los 'ewe' –a partir de una publicación académica de Artur Morris Jones en 1959– o la polifonía vocal de los pigmeos en Centroáfrica. Una de estas grabaciones de campo realizada con el pueblo 'baka' en Camerún cierra este documental.