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Diccionario sonoro que recoge los nombres, historias y lugares protagonistas de la emocionante aventura que representa la música contemporánea desde su creación a la actualidad. Más información: march.es/contemporanea
Síntesis granular
Técnica de producción de sonidos basada en la premisa de que un sonido puede dividirse en diminutas partículas, granos o cuantos.
En virtud de este procedimiento atomista –que es, en primer lugar, una manera de ‘entender’ el sonido– encontramos un concepto de este sonido y su manipulación que nos lleva a la física cuántica. El término “síntesis granular” se atribuye a Iannis Xenakis, que en 1959 compone la primera pieza con base en sonidos granulares y en 1960 desarrolla la primera teoría compositiva de los granos sonoros.
Por otro lado, a partir de su teoría de los cuantos acústicos, el húngaro Dennis Gabor –Premio Nobel de Física en 1971 por demostrar de forma práctica la holografía– postula que nuestra percepción auditiva se lleva a cabo simultáneamente en los dominios temporal y de frecuencia.
Concebimos el sonido a partir de pequeñas explosiones de energía encapsuladas en una envolvente y agrupadas en conjuntos mayores. Su organización se determina por dos métodos principales de distribución temporal: sincrónico y asincrónico. En el sincrónico, los granos son disparados a frecuencias más o menos regulares para producir sonidos con un periodo de altura particular. En el asincrónico, se generan aleatoriamente las distancias entre estos granos para producir una nube sonora.
Reducidos al átomo, los granos son entidades sonoras de una duración de 10 a 100 milisegundos. Esta concepción de partículas permite visualizar y concebir el sonido y los métodos en que este es construido a través de programas y aplicaciones que brindan una perspectiva del fenómeno sónico nunca vista.
Horacio Vaggione, compositor en 2012 de la obra ‘Piano Hertz’, explica que crea esta pieza a partir de una colección de sonidos cortos que él mismo ha tocado al piano. “Grabé estos sonidos”, cuenta, “con la intención de extenderlos digitalmente para propiciar la creación de múltiples clases, algunas conservando rasgos morfológicos y dinámicos de los sonidos originales, otras representando mutaciones radicales”. “Todo el material de origen ha pasado”, explica el argentino sobre la obra que escuchamos “por un proceso de convolución "prismático", una técnica digital donde se aumentan los atributos morfológicos”.
El compositor canadiense Barry Truax es, además de uno de los ideólogos del paisaje sonoro, un especialista en la síntesis granular.
Él desarrolla en 1986 la primera implementación en tiempo real de esta técnica, produce la primera obra hecha con base en sonidos pregrabados, y se convierte en el primer compositor en explorar el área entre la síntesis granular sincrónica y asincrónica. Lo hace en la pieza que está sonando, ‘Riverrun’.
‘Riverrun’ crea un entorno en el que la estasis y el flujo, la solidez y el movimiento, coexisten en un equilibrio dinámico. La metáfora es la del río, no solo por su condición heraclitana –siempre permanente pero siempre en movimiento– sino por ser contenedor de innumerables gotas y fuentes. Lo mismo ocurre con el sonido en esta composición que se basa en la 'unidad' más pequeña posible para crear texturas y masas más grandes. Todo el sonido en la pieza está en un estado de cambio constante, como el sonido ambiental en general y el del agua en particular.
Lo que escuchamos es la deconstrucción y reconstrucción de pequeñas unidades o 'granos' de sonido, generalmente con densidades muy altas (100-2000 granos/seg). Cada grano tiene una frecuencia y una duración definidas por separado. Cuando todos los granos tienen parámetros similares, el resultado es un sonido con tono y amplitud modulada, pero cuando se permite una variación aleatoria en un parámetro, se introduce un componente de ruido de banda ancha.
‘Riverrun’ es, por cierto, la primera palabra de la novela de James Joyce ‘Finnegan's Wake’.
“Bajo el nivel de la nota anida el reino del microsonido, de las partículas sonoras. Las partículas microsónicas han permanecido invisibles durante siglos. Los avances tecnológicos recientes nos permiten sondear y explorar las bellezas de este mundo antes invisible”, leemos en las notas del álbum ‘Point Line Cloud’ del compositor y programador Curtis Roads, autor también del libro seminal ‘Microsound’. En ‘Half-life, part I: Sonal Atoms’, pieza de 1999 contenida en ese álbum, nos adentramos en texturas que exploran las relaciones entre diminutos fragmentos sónicos, yuxtapuestos, superpuestos y manipulados en la más mínima de las escalas de tiempo. Uno de los logros más vibrantes y sensuales del canon post-musique concrète para cerrar este episodio de Contemporánea.