Tu momento Bluü

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Me mudado 3 veces en tan solo 10 meses. Me he ido de la península a una isla. Soy mamá de un peque de 4 años. Tengo dos empresas. ¿Cómo lo he conseguido y qué he sacado de todo esto? Te cuento las 5 cosas que he aprendido con tantos cambios en este episodio muy personal.

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What is Tu momento Bluü?

¡Hola! Soy Marta y me encanta hacer ganchillo, viajar, hacer fotos, bizcochos y sobre todo, inspirarte a sacar tiempo para disfrutar de las pequeñas grandes cosas de la vida. Entre mis medicinas está comer saludable, hacer ejercicio y tomar chai lattes espumosos. También soy mamá y también tengo días en los que amanezco del revés y lo único que quiero es hacerme una bolita bajo la manta. Sacar tiempo para mi no siempre es fácil, ¿pero sabes qué? no es imposible, y una de mis misiones en esta vida es hacerte llegar este mensaje.

Este podcast es el lugar en el que te animo a ponerte la primera de la lista, donde te recuerdo sin cesar que eres la protagonista principal de tu vida. Aquí encontrarás historias inspiradoras que espero te llenen de optimismo y te hagan caminar por la vida con más alegría. Eres bienvenida independientemente del tipo de vida que desees y el momento en el que te encuentres. Este espacio es para ti si quieres cuidarte y aprender a dedicar el tiempo a lo que realmente te importa. La idea es pasarlo bien mientras nos conocemos mejor. ¿Estás lista? ¡A por ello!

Marta:

Y entonces, nada, de repente fue como todo muy rápido. Pasamos de estar como ahí en la incertidumbre y en la rutina a ya está, tenemos casa, hemos firmado, nos piramos. Hola, mi nombre es Marta y me encanta hacer ganchillo, viajar, hacer fotos, bizcochos y, sobre todo, inspirarte a sacar tiempo para disfrutar de las pequeñas grandes cosas de la vida. Entre mis medicinas está comer saludable, hacer ejercicio y tomar chailates espumosos. Ahora, también soy mamá y también tengo días en los que amanezco del revés y lo único que quiero es hacerme una bolita bajo la manta.

Marta:

Sacar tiempo para mí no siempre es fácil, pero ¿sabes qué? No es imposible, y una de mis misiones en esta vida es hacerte llegar este mensaje. Este podcast es el lugar en el que te animo a ponerte la primera de la lista, donde te recuerdo sin cesar que eres la protagonista principal de tu vida. Eres bienvenida independientemente del tipo de vida que desees y el momento en el que te encuentres. Este espacio es para ti si quieres cuidarte y aprender a dedicar el tiempo a lo que realmente te importa.

Marta:

Idea es pasarlo bien mientras nos conocemos mejor. ¿Estás lista? A por ello. Hola, ¿qué tal? ¿Cómo estás?

Marta:

Bienvenida a

Marta:

tu momento, Blue. ¿Cómo te encuentras? Hace un tiempito que no nos escuchamos y es un buen momento para reflexionar sobre cómo te encuentras, si es que no lo estás haciendo a diario el preguntarte cómo estás y pensar en cómo puedes facilitarte la vida. Yo estoy en un momento en el que la palabra simplificar, porque esa es la la otra pregunta, ¿no? El cómo simplificarte la vida es una pregunta que tengo muy presente últimamente y, de hecho, el el, bueno, el año pasado fue mi palabra del año.

Marta:

Si has estado por aquí y llevas un tiempito escuchando los episodios, pues es posible que lo sepas. Fue mi palabra del año y dije que me la traería este año y la verdad es que me la traigo. Creo que es una palabra que vez me acompañe toda la vida. ¿Cómo puedo simplificarme la vida? ¿Cómo puedo simplificar todo siempre a mi alrededor?

Marta:

Porque hay mucho ruido y una sobreestimulación constante y creo que poner la intención específica ¿no? Especial a simplificarnos la mente y la vida nos ayuda a a normalizar un poco también la tranquilidad o a no normalizar el que haya tanto ruido y que sea todo tan complejo, ¿no? Creo que sí, la verdad, sería interesante hacer un episodio entero sobre el tema de la simplificación. Me gustaría profundizar en ello, me estoy dando cuenta, pero bueno, hoy vengo a hablar de otra cosa. Hoy vengo a compartir contigo, bueno, pues un poco mi experiencia en Mallorca.

Marta:

Nos mudamos mi chico y mi peque de cuatro años, por si no sabes, en noviembre, o sea, hace nueve, diez, a ver, noviembre, si no, fue noviembre, ¿no? Enero, febrero, marzo, abril, cinco meses que nos mudamos y la verdad es que tenía muchas ganas de hacer esta como esta primera reflexión con el fisio, pero bueno, voy a hacer yo una primera yo aquí, mano a mano contigo, y más adelante ya le he hablado AAA Gueño, a mi chico, sobre hacer uno juntos para hablar más del tema de cómo de, desde una perspectiva de cómo la pareja, ¿no? O la familia se, pues, puede tomar toma esta decisión de dejar un poco todo lo que tenemos allí en Madrid, lo que teníamos, para irnos a vivir a Mallorca, que bueno también es como una mudanza ya no solo de provincia sino que hay un un barco y todo de por medio ¿no? Que que hubo que coger un avión también de todo habido. Pero en este episodio quiero hablar un poco pues desde otra perspectiva, desde la mía, ¿no?

Marta:

Del qué me traigo, qué qué en estos últimos diez meses, de hecho, porque nuestra decisión, aunque llevaba mucho tiempo tomada, no se llevó a cabo hasta junio, julio del año pasado que empezó todo a moverse, y y todo lo que ha pasado en los últimos diez meses ha sido bastante potente. Y me apetecía compartir contigo algunas de las reflexiones o aprendizajes que, bueno, cinco, voy a compartir con cinco, bueno, en teoría cinco, pero seguro que salen más. Tengo cinco apuntados. De los aprendizajes de estos últimos diez meses, desde que empezamos una primera mudanza en nuestra casa, que era una casa en la que mi chico llevaba viviendo ya veinte años y juntos habíamos estado casi diez. Fue una mudanza muy potente porque, bueno, había muchas cosas ahí, muchas cosas a muchos niveles, tanto energéticos, materiales y energéticos ¿no?

Marta:

Casi casi sí, por aquel entonces me dio vida para para el fisio y una buena gran parte de nuestra relación fue fue en esa casa, y empezamos a arreglar, sacar, a limpiar y deshacernos de cosas. En junio nos mudamos a, hicimos el primer paso de, la primera mudanza fue a casa de mis padres. Nada, al pueblo al lado, digamos, ¿no? Pero esta primera mudanza fue muy importante, fue tal vez la más importante de todas, porque era la que marcaba un no hay vuelta atrás. Siempre hay vuelta atrás, ¿vale?

Marta:

En cosas como estas, pero no había una vuelta atrás ya, o sea, en el sentido de esto ya está hecho ¿no? Nos sumamos a casa de mis padres porque de esta manera podíamos pudimos terminar de la mudanza y terminar de arreglar la casa también para ponerla en alquiler, Porque la casa está en propiedad y entonces la pusimos en alquiler. Entonces la arreglamos y la dejamos toda lista y entonces pues tuvimos la suerte de poder estar en casa de mis padres durante unos meses desde la cual buscamos pues empezamos nuestra búsqueda de casa en Mallorca, en la distancia. Y claro, esta primera mudanza ya supuso un mudarnos a casa de mis padres, a la casa donde yo he pasado la mayoría, bueno, donde yo me crié, digamos, de pequeña, y con mis padres la verdad es que siempre es un gusto. Nos da muchísima independencia, o sea, tenemos una relación muy guay y bueno, y además la verdad es que estuvieron mucho tiempo fuera porque lo pasan en Almería y tuvimos también la oportunidad de disfrutar a lo mejor de de estar los los tres solos, que ayudaba también, ¿no?

Marta:

Porque al final estábamos pasando por un una movida, un movimiento a nivel de familia importante y de repente llegar tres personas a mover la rutina de mis padres, ¿no? Que llevan muchos años viviendo juntos solos, pues se movían muchas cosas y la incertidumbre de no saber cuándo nos cuándo encontraríamos la casa y cuándo nos iríamos a Mallorca, era algo que estaba siempre de fondo y y, bueno, algo con lo que había teníamos que gestionar, ¿no? De la incertidumbre del cuándo nos vamos y qué hacemos y el cole del peque y le matriculamos en esto, volvemos, qué hacemos en Madrid y tal. Y esto ya removió muchas cosas, pero sin ninguna duda había una sensación de libertad, de que viene, estamos en el camino, o sea, estamos ya dirección Mallorca totalmente, Estaba claro. Fuimos una semana, no me acuerdo, ¿en septiembre?

Marta:

Sí, en septiembre, fuimos como una semana, bueno, nos vinimos, que yo estoy ahora en Mallorca, ¿no? Pero nos vinimos desde Madrid hasta Mallorca una semana con la ilusión de encontrar una casa o ver alguna casa en potencia durante esa semana, y no vimos absolutamente ninguna casa. Ninguna casa. El tema de las casas en Mallorca, interesante. Nos lo dijeron, lo sabíamos de alguna manera, pero bueno, así fueron las cosas, fuimos, pasamos unos días en Mallorca, hablamos visualizamos, o sea, dónde aquí, allá, movimos cosas, conocimos relaciones ya con gente por aquí, el posible colegio.

Marta:

Pues una serie de cosas que, bueno, y nos volvimos otra vez a Madrid con la incertidumbre de, pues no sabemos cuándo, pero queremos que sea pronto. Nos habíamos puesto un poco como de límite noviembre de hecho, ¿no? Como, o sea, el el año lo vamos a terminar en Mallorca. Entonces, a lo mejor, pues vamos a una casa que no es la ideal, un piso, un lo que sea, pero bueno, nos movemos hasta allí y ya desde allí, pues seguiremos buscando. Y de repente encontramos una, hicimos un par de visitas virtuales y hubo, y nada, y eres muy curioso cómo a través de una cámara puedes sentir la energía de las casas, o sea, yo esto me alucinó mucho.

Marta:

Entonces, vimos un par de casas y era como no, no, no. Y hubo una además que tuve la suerte de que alguien a quien conocí por Instagram y y que ahora conozco la isla, pues hizo una de las visitas por mí y, bueno, por mí, por el fisio, por nosotros. Y y, bueno, pues hicimos así como una serie de visitas virtuales que fueron no, no, no, no, no. Y de repente aparecía una casa que no estaba en la zona donde estábamos buscando, estaba más alejada, pero entraba dentro de nuestro presupuesto, era una casa genial. Estaba como, es una casa además vacacional, en el sentido de que podíamos alquilar la casa, pero solo hasta abril.

Marta:

Porque Lugo ya es vacacional y los precios se multiplican al mes, ¿no? Entonces, digamos que es de corta estancia, ¿vale? Que esto se hace mucho en Mallorca, puedes alquilar la casa durante los meses de invierno, pero luego en verano es otro rollo, ¿no? Y nosotras nosotros obviamente estábamos buscando una casa de larga estancia, Pero al ver esta casa dijimos, oye, si vamos a esta casa estamos allí en una casa que entra a nuestro Presu, tenía, bueno, si no has visto por stories era muy chula la casa, muy chula. Y y oye, está un poco alejada de la zona, pero nos puede valer perfectamente para buscar, bueno, vale perfectamente para buscar una casa desde allí, queremos hasta abril y bueno, y entonces fue como, pues, decidido, firmamos todo esto sin verla, firmamos contrato a la distancia, todo bien y fue como que además me acuerdo que hubo una vez que el fisio me dijo como oye me han contado una historia o visto una historia no sé qué de que te hacen el lío y que luego vas y que no está la casa y yo vamos a ver No sé, yo, vamos a ver, digo, esto esto no, esto no está pasando, ¿vale?

Marta:

Digo, esto no, pero bueno, si te sientes tranquilo, yo busqué la dirección, vi la casa y estaba la casa por Google Maps, le dije mira la casa está aquí, está la dirección que dice, las fotos todo cuadra, o sea, es como yo, no sé, yo sentía, digo, esto no, que a ver, que luego también uno tampoco espera que le hagan el lío, ¿no? Pero era como no, no, no, esto, no sé, el de la movilidad y tal, que no, que sí, que lo hacemos todo, lo hicimos a distancia. Y yo estaba muy tranquila, la verdad, que cada uno vive estas cosas a su manera. Y entonces nada, pues, fue como de repente pasamos de estar en nuestro día a día, el niño estaba yendo a un cole, nosotros estamos teniendo nuestra vida en Madrid, un niño seguía trabajando en la clínica ¿no? Y yo seguía trabajando y estábamos en Tranquila y de repente de un día para otro fue como, hay que irse.

Marta:

O sea, en una semana, no me acuerdo cuánto era, pero una semana hay que estar ahí, hay que, o sea, es como hay que moverlo todo. Y fue como básicamente, porque teníamos el alquiler desde tal una fecha determinada y para, pues obviamente irnos cuanto en cuanto empezábamos a pagar queríamos disfrutar de la casa. Y entonces, nada, de repente fue como todo muy rápido, muy rápido. Pasamos de estar como ahí en la incertidumbre y en la rutina a ya está, tenemos casa, hemos filmado, nos piramos. Y la gente era como, pero ya, ¿os vais?

Marta:

Y mis ya, sí, sí, sí, no, es que ya ya ya está, o sea, hemos encontrado la casa, hemos filmado, nos vamos. Y entonces ahí lo que hicimos fue que yo me fui primero con el coche y me hizo muchísima ilusión, fui fui yo sola en el barco, fui hasta Denia creo que fue, la memoria de los detalles pequeños, no los retengo, pero sí que fue Denia y de Denia, Denia yo creo, y de Denia a no sé si fue Valencia da igual. Cogí el ferry por la noche y estaba lleno de camioneros, me acuerdo, eran tres semanas y fui y nada y llegué y llegué a las cinco de la mañana a la casa o a las seis era completamente de noche y me acuerdo de aparcar enfrente de la verja de la puerta, abrir el coche y me vino un olor, o sea, delicioso a fresco, a campo, a humedad, no sé, a las plantas y las flores que no sé los nombres, el pelo también olía como maravillosamente bien me acuerdo de este primer impacto, el silencio de la noche, el cielo completamente estrellado y y la dueña de la casa se había olvidado de dejarme la puerta de la verja abierta, con lo cual nada, yo estaba feliz, fue como vale, escribí creo que es que es que a las seis de la mañana, no sé si escribí un inmueble era no, pero fue como claramente, porque me dijeron te dejamos las llaves en tal sitio, y yo claramente tengo que saltar la valla.

Marta:

Así que nada, salté la valla recordando mi mis años de adolescente donde me salté vallas, me salté una valla, la valla de la casa y así fue como entré a mi primera casa de Mallorca saltándome la valla, digo, como me ve alguien a las seis de la oscuridad total aparcando un coche negro aquí y saltando una valla, no sé qué puede pasar, pero nada, no pasó nada. Cogí las llaves y entré en casa, YYY el fisio y el bizcocho llegaron unas horas después que vinieron en avión. Y esa fue nuestra llegada a nuestra primera casa en Mallorca, que sabíamos que era temporal, pero claro, bueno, todo esto, claro, el fisio en Madrid organizando todas las cajas. Habíamos organizado una furgoneta que nos traía todas las cajas. Su camilla, Que él es fisio, por si no lo sabes, es fisioterapeuta.

Marta:

Pues su camilla, aquí está. Aquí la tenemos en el salón todavía. Y trajimos la Y entonces lo organizó la pues es que esta fue otra historia larguísima en la cual no voy a entrar, pero fue tremenda. Total, que conseguimos que llevaran todas las cosas, las metieron en la furgoneta y se las trajeran en un ferry y llegaban al día siguiente, ¿vale? O sea, el fisio y el enano cogieron el avión y llegaron el mismo día que yo, pero luego lo que eran todas nuestras cosas llegaban al día siguiente.

Marta:

Llegar a esta casa era una especie de sensación como una mezcla, ¿no? Por un lado, es de, ah, por fin estamos en Mallorca, Ya hemos llegado, venga, ya, vamos a vamos a acomodarnos un poco, pero claro, no, porque tenemos que encontrar casa, tenemos que seguir buscando casa. Casa. Y entonces empezó nuestra siguiente aventura, en la cual nuestra garaje estaba llena de cajas, íbamos sacando cosas según las que íbamos necesitando, íbamos abriendo maletas con la ropa del momento y cajas de la cocina con la casa. Lo bueno es como era vacacional tenía todo, ¿vale?

Marta:

Tenía toallas, tenía, la verdad es que fue una gozada encontrar esta casa. Tenía toallas, tenía todo el tema de la vajilla, tenía todo, ¿vale? Las camas, todo muebles, todo. Entonces pues eso genial pero sí que había cosas que teníamos por ahí que íbamos sacando y tal y me acuerdo que unos, un cuando llevábamos un par de meses fue como, o sea, nuestro garaje es una locura porque están como todas las cajas, imagínate, algunas abiertas vacías, otras abiertas desordenadas, medio llenas, medio no. O sea, quiere decir como que era todo un poco loco.

Marta:

Y un fin de semana dije esto le voy a poner orden a todo y volví a revisar todas las cajas una a una, a volver a ponerles el nombre por todas las lados de las cajas, las puse, las coloqué todas súper bien para ver bien lo que estaba, y como que dije necesito tener todo esto bien ordenado porque pronto se acerca nuestra tercera y última mudanza, por lo menos en una buena temporada, y quiero tener esto esto ya preparado, ¿no? Y y fue interesante, de nuevo, la búsqueda de casa, porque claro, no habían casas, es que no habían. Y mirar, o sea, ve ve es que no, hay muy pocas, no no es que no habían, hay muy pocas casas y la mayoría ni siquiera llegan a las aplicaciones, ¿vale? O a las inmobiliarias, digamos, para que tú te enteres. Muchas de ellas son a través del boca a boca.

Marta:

Y claro, entonces era como tenemos muy poca red, tenemos red y era yo a todo el que veía, o sea, el paradero, la gasolinera, me daba igual. Yo hablaba de, estamos buscando casas, estamos buscando a tu también. Pues, pues que encima era esta, ¿no? Yo también un montón de gente buscando casa, era como madre mía. YYY fuimos a ver, ¿cuántas fuimos a ver?

Marta:

Puede que tres. Ahora mismo me acuerdo de, no, sí, tres por lo menos, vimos tres yo creo en tres meses, o sea, era como, además era una historia, porque tú escribías a las casas y tardaban, a veces no te respondían, tardaban en contestar, era como, pero ¿por qué? No estás alquilando tu casa. No quieres alquilarla ya, yo quiero alquilártela, o sea, y luego te respondieron y te decían, sí, dentro de una semana o dos semanas, o sea, ni siquiera era la visita, es mañana. Es como, ¿otra semana vas esperando para ir a ver si esta casa es la casa o no?

Marta:

Era tremendo el tema, y y luego encima ibas a ver la casa y era de e. No, es la casa. El fisio, además si es que entraba y era de No. El fisio, en cambio, era como muchas veces era pero sí puede ser, podemos subir aquí y yo, a ver, por poder se puede. Quiero decir, tiene paredes, tiene un baño, tiene una cocina, tiene camas, o sea, una habitación, o sea, por poder puedo venirme a vivir, ¿vale?

Marta:

Pero una de ellas, el tren casi pasaba literalmente por encima de la casa, tal cual. O sea, yo estoy ahora grabando este podcast y cada cinco minutos tengo un tren pasándome por encima o tres minutos. No, gracias, este, no. O sea, aparte de ya no del podcast, sino yo, mi salud mental, como no. Otra casa era como, o sea, tenía, ahora si queremos vivir aquí, estos baños, pues tal vez le ponemos una bomba y rehacemos el baño, pero claro y vamos a invertir nosotros en el baño porque la casa vale molaba.

Marta:

Yo entré, no me no quiero, o sea, molaba, pero no, a mí había algo que me decía que no. Y Guenio en cambio era como que sí, esta casa me le encantó esa casa y yo, ¿en serio? O sea, era muy grande, tenía mucho jardín, tenía muchas posibilidades, pero era para mí era demasiado compleja. Y yo, o sea, hola, quiero simplificarme la vida, y una casa sencilla y simple ayuda. Entonces, era como, madre mía, y los baño, y fue como, bueno, a ver, me puedo ver viviendo en esta casa.

Marta:

O sea, había un momento en el que era de, vale, tiene muchas cosas, o sea, tenía muchos checks, muchas cosas de sí, esto lo he pedido en mis deseos y mis sueños y visiones de la casa, sí, sí, sí, sí, sí, pero había algo que me decía que no, y los baños eran tremendos, terribles, terribles, terribles, uno de ellos era terrible, el baño principal, el nuestro, Era como, ostras, es que y el déficit además es muchísimo más escrupuloso que yo, era como no puedo entender que esta esto tú lo apruebes. Es como a ver, no si nos mudamos a qué reforma en el baño, es como, dios que mudarnos a una casa, invertir en una casa que no va a ser nuestra, puedes llegar a veces a un acuerdo con el propietario, pero no siempre es así, no siempre están abiertos, habría que hacerlo, o sea, o sea, hay que arriesgarse al alquilar la casa para luego llegar a un acuerdo, para que luego digan que no, para que luego entonces tú pones el dinero complejo. No, no, no lo termino de ver. Igualmente, lo dimos todo por esa casa, O sea, lo dimos todo.

Marta:

Y nos quedamos como dos dos familias y seleccionaron a la otra. Nos dijeron que les había resultado muy difícil elegir y que habían elegido la otra porque había llegado primero. Y eso nos nos rompió, porque yo además era como jolines, yo no quería esta casa. Yo en primer lugar no quería esta casa y ahora de repente que sí me la quitan, era esa sensación ¿no? De me quitan esta casa y fue como no es, no es, bueno, no es.

Marta:

Luego fuimos a ver otra casa, de hecho fue en el otro orden, vimos la del tren, y claro el fisio, y luego, bueno, hubo una tercera casa que no estaba nada mal. El tren pasaba, pero bueno, por encima no, pero por al lado al lado al lado, muy cerquita. Y y tenía un par, o sea, la cocina de Java era muy antigua. Era también de, aquí tenemos que arreglar cosas. No mucho, no tanto, pero alguna cosa sí.

Marta:

Y esa casa también fuera. Y hubo un momento en el que Fisio me decía, Marta, o sea no puedo, no puedo con este estrés, esta incertidumbre, ¿me puede? Y no paras decir que no a las casa, porque no eran ya las que veíamos, sino los anuncios que veíamos que decía no, no, serían muy pocos, y yo era, el poco que salía era no. Y yo, claro, este es uno de los aprendizajes, ¿vale? Al que voy a llegar más adelante.

Marta:

Pero yo le decía, no, no, no, y bueno, le decía, confía para que va a llegar, confía. Entonces, hubo un momento en el que el fisio me dijo vale, ya sé. Queda quedaban dos meses para que nos quedase, para que se terminase el contrato que teníamos en la casa en la que estábamos. Me dijo, te doy un mes. Te doy un mes en el sentido de paz mental, porque él me estaba machacando, se automachacaba y manchan machacaba a mí con hay que encontrar casa, hay que encontrar casa, se acaba el tiempo, se acaba el tiempo.

Marta:

Entonces, dijo como te doy un mes y me doy un mes de paz de venga, ¿vale? Si dices que no, acepto, vamos a ver lo que hay, pero dentro de un mes lo que aparezca lo cogemos. Y yo vale, venga trato de hecho, nos dimos la mano. Y y entonces empezamos a buscar una casa desde desde más calmados los dos y y ahí es cuando apareció la casa. Y cómo apareció la casa fue muy interesante.

Marta:

Porque vi un anuncio y la casa estaba fuera de donde el radar, porque una amiga mía me había dicho no estáis mira está vuestra casa está fuera de donde estáis mirando. Y otra historia aparte, ¿no? Entonces dije, bueno, entonces abrí radar y apareció una casa, y le dije ostras, mira qué casa más bonita. Era muy sencilla, muy bonita, una casa de campo con terreno y reforma, completamente reformada, que esto es una historia, porque todas las casas en general son casas antiguas de campo que no están aisladas para hacer un frío que te pelas, o sea, nos pasó en la casa que estábamos, estaba casi todo aislado y pasábamos frío y aparte la humedad y bueno un montón de cosas Y fue como, ¿está reformada? ¿Está nueva?

Marta:

¿Casa en el campo? Sí, vale, está más lejos de lo que habíamos pensado, pero oye, vamos a verla. Y entonces yo lo mandé un mensaje a través de la aplicación, un contacto, dije hola, nos gustaría, eran como las siete de la noche, algo así. Así. Bueno, de la tarde, era de noche por entonces.

Marta:

Estábamos interesados en la casa y entonces, pero dije al fisiotío llama y llamó. Y entonces la de la inmobiliaria le dijo tenéis ah sí sí total tenéis mascotas y le dijo sí tenemos una gata lo siento pero no los los dueños no quieren gatos. Y fue como, ¿qué dices? Porque normalmente siempre decían que no a los perros, pero a los gatos no. Y fue como en serio.

Marta:

Y él como bueno, tal, no sé qué, y como bueno, ya está. Y yo como ya estoy con él, si no es la casa, no es la casa. Pues si es el gato, por el gato, pues es que no es la casa, por el gato, lo que sea, me da igual. Ya está, pues no está. Y al día siguiente, por la mañana recibo una llamada, y resulta que es un compañero de la inmobiliaria que está respondiendo al mensaje que yo le había escrito, mandado por escrito.

Marta:

Y cuando me dice, le digo, ah, vale, no, pero es que ayer por la tarde ya habló una compañera tuya con con mi pareja y nada es que tenemos una gata y entonces pues como que parece que los dueños no hice no claro no vale yo y a mi compi hablando con vosotros tal no no no no no ya lo siento pues y yo no te preocupes de esta igual. Como estaba fuera del radar yo pensaba digo, pues no es la casa, tiene que ser más cercano y digo y que no es, no es y yo no te preocupes no pasa nada, pues ya está. Una pena no entiendo o sea mi hijo de cuatro años es más peligroso que mi gata, pero bueno cada cada propietario con sus normas sabes está bien por alguna razón este tío era como, no, me está dando mucha pena, me está dando mucha pena, no porque a ver la gata y cómo cómo es, pero y es casera y tal y cuánto tiempo tiene. Y me dice, y yo, pues sí, le contaba y tal. ¿Y cómo sois y cuéntame?

Marta:

Entonces yo me dice, a ver, ¿podéis ir a ver la casa ahora? Y yo, ¿ahora? O sea, esto lo nunca he visto, porque normalmente era, ya te digo, una semana. Y yo, y el fisio se había ido a llevar al cole, al enano al cole, eran como las nueve, nueve y algo, y le digo, sí, porque, por supuesto, yo, sí, sí, claro, a ver, mi chico viene ahora, pero en cuanto llegue de dejar al enano podemos ir. Vale, pues voy a intentar que los propietarios cuadren y tal, y bueno, no sé por qué este este este chico, porque, la verdad, a la casa ya la habían venido a ver gente, o sea, no sé por qué.

Marta:

Hubo un feeling, algo había ahí, y fue como, venga, sí, que lo organizamos. Y acortando mucho, terminamos viniendo a ver a la casa, en menos de una hora estábamos viendo la casa, los propietarios habían conseguido venir también, y vimos la casa y fue como, sí, o sea, es que es sí. Entramos al baño, nos miramos el oficio y el aire fue como, sí, esta es la casa, queremos esta casa. Y salimos y claro, el tema de la gata, el ah, bueno, el de la inmobiliaria fue como, ay madre. Bueno, vamos a ver qué pasa.

Marta:

Y entonces nada, pues hablamos aquí en el salón con los propietarios y les contamos un poco sobre nosotros, le le sí, y y les dijimos que estábamos muy interesados en la casa. Y entonces nada, pues ahí pasó todo el pasamos todo el proceso porque ahora cuando alquilas una casa tienes que pasar por el seguro para el esto de riesgos para ver si eres apto tus rentas y bueno esto es como vamos un test de como que te hacen un examen muy profundo digamos para para ver si eres apto o no para alquilar la casa, ¿no? Si tienes solvencia y todas estas cosas, pues como que ahora mismo es súper estricto el rollo. Y entonces, bueno, pues nada, yo justo me fui a Madrid y fue como vale pues nada mandamos toda la documentación tal no sé qué nos lo curramos bastante y nada yo me fui a Madrid justo esos días a trabajar Bueno, nos fuimos de hecho los tres a Madrid y yo estaba trabajando y estaba súper pendiente. Y de repente ya pasó el fin de semana y estaba ya sudando.

Marta:

Era como por por favor, que nos digan algo ya de la casa, y el lunes ya por la mañana me escribe el yo le escribí y le dije, oye, ¿cómo va? Y me no sé, bueno, me llega un mensaje y me dice, hola Marta, yo ¿qué tal? ¿Sigues queriendo la, seguís queriendo la casa? Y yo, sí, me dice, pues es vuestra, y fue como, yo sí le escribí al fis y le llamé y digo tío tenemos la casa tal. Y entonces nada pues ahí empieza nuestra tercera aventura.

Marta:

Estamos en Madrid y era volver a volver a Mallorca y en dos días nos teníamos que mudar, o sea, tal cual. Porque llegábamos a final de mes y organizamos para que los de la casa, bueno, para hacer la mudanza lo antes posible, ¿no? Dejar de pagar la otra casa lo antes posible y pagar esta casa, tenerla ya lo antes posible asegurada. Y nada, tercera y última mudanza. Y llegamos aquí y la verdad es que ha sido, bueno, a ver, maravillosa la casa, o sea, es como, sí, llegamos al principio y empezaban a fallar cosas y era como, ¿por qué?

Marta:

¿Por qué están pasando estas cosas con la casa? O sea, no, no, no, no, no, no, tal. Pero la verdad es que hicimos una limpieza de la casa energética, estas cosas en las que nosotros creemos y valoramos mucho. Hicimos una limpieza, hablamos con la casa, bueno, hicimos una serie de cosas, también con los propietarios y tal, y como que desde de aquí, desde entonces, no hace ya unas semanas en las cuales estamos encontrando por fin la calma, y está la casa que todavía no está, digamos, decorada o montada, pero es como, madre mía, necesitábamos aterrizar realmente y asentarnos y respirar para luego, para empezar ahora, ya desde la calma, porque, bueno, luego es el tema del cole del enano, ha sido otra historia para otro episodio que no voy a contar porque no vale el no, o sea, no no no entra aquí, ¿vale? No tiene sentido entrar, pero como que han pasado muchísimas cosas en muy poco tiempo, bastante intensas, de muchísimo movimiento, y entonces, bueno, me apetecía mucho contarte y dejar aquí como esta historia de cómo hemos llegado hasta Mallorca y todo este recorrido los dos diez últimos meses, obviamente muy resumidos, porque como te digo han pasado muchísimas cosas y hemos estado, la vida nos ha retado en muchas cosas, pero por encima de todo nos ha dado mucho, o sea, mucha abundancia, una casa maravillosa, salud, felicidades, ¿sabes qué?

Marta:

No, en ningún momento hay una queja, porque la verdad es que estamos donde hemos elegido y hemos confiado, y este es el primero de los de, bueno, es uno de los aprendizajes, el primero era otro, pero voy a empoceder por el de confiar. Después de haberte contado todo esto, cuáles son las cinco cinco de los aprendizajes, que son muchos más, pero cinco de los aprendizajes que quería compartir contigo. El primero de ellos es confiar. Confiar, yo en la vida confío constantemente, confío a veces, a veces dudo, a veces tengo miedo, a veces tengo inseguridades y a veces me cuesta más creer, pero es algo lo que a lo que me agarro muchísimo el confiar. Confía Marta, confía.

Marta:

Y al fin, sí se lo decía todo el rato. Gueño confía, nuestra casa está ahí, no está llegando todavía porque se está preparando, todo se está preparando, ¿vale? Y se estaba preparando de hecho la estaban terminando de arreglar y tal, o sea, cuando estábamos buscándola. Entonces era como confía porque las cosas al final yo creo que es importante tomar las decisiones y elegir las cosas desde la calma y desde el saber que sí, desde el sí, desde el sí desde dentro y no desde el sí, desde el miedo, desde el sí porque si no nos quedamos sin casa, sí me da igual acepto esto que no es lo que deseo pero porque lo hago desde el miedo, desde la preocupación, ¿no? Y es como todavía tenemos margen, vamos a confiar en los tiempos que nos está marcando la vida, y en que lo que tenga que ser será, ¿vale?

Marta:

Porque, por supuesto, si no hubiésemos encontrado esta casa, pues habríamos encontrado otra casa que a lo mejor no se habría ajustado, pero habríamos encontrado una solución, ¿vale? Pero una solución buena que se acople a nosotros y que no nos haga renunciar a cosas que son importantes. Y esta casa la dejé desde el sí, desde dentro, desde entramos en la casa y fue como, sí, es esta, es esta la casa. Y entrar en esta casa así, pues, es lo suyo, porque luego encima empiezan a pasar cosas y es como, si has entrado con la duda y es como es que no teníamos que haber cogido esta casa, pero yo al revés fue como, no, no, algo, ¿sabes? Algo está queriéndonos decir la casa.

Marta:

Hay que hablar con ella. Y porque esta casa es nuestra, o sea, este es un sí, o sea, tú y yo vamos a entendernos. Entonces, qué importante es confiar para tomar las decisiones desde desde la confianza. Es que no lo puedo decir de otra manera, y no desde el miedo. Una segunda una un segundo aprendizaje, porque claro, con todo esto que cuento, ¿no?

Marta:

Y siempre que está en mudanza la gente, ¿no? Me decía, joder, ¿qué tal? Suerte, suerte con la mudanza. Yo en ningún momento he vivido todas estas mudanza como, y estas tres mudanzas y todos estos cambios y todo, como una pesadez. No, por supuesto que he tenido momentos de cansancio físico o no lo sé, o sea, de, pero pero es que lo que es la mudanza en sí, yo lo he elegido.

Marta:

O sea, yo he elegido este camino junto con mi chico, lo hemos elegido juntos, hacer estas mudanzas, pasar por todo esto, o sea, lo hemos elegido. Entonces, es como con toda la ilusión que tengo, porque por fin estamos haciendo algo que hemos deseado hacer durante tanto tiempo, la ilusión me mueve, o sea, me me mueve todo, me hace que mi que las mudanzas, que el cansancio físico, que el trasnochar, que las cajas arriba, abajo, cargar cajas, lo todo lo que conlleva, que si los cambios de colegio, que si tal, buscar la casa, no que si los cambios de colegio, que si tal buscar la casa, no encontrarla. Al final, para mí la ilusión de todo este proyecto que hemos construido juntos me ha dado la energía para para hacerlo feliz, o sea absolutamente feliz. Entonces como yo siempre decía la ilusión me mueve, la ilusión me mueve. Entonces, es un aprendizaje en el que me doy cuenta de, jolín, pues cuando he elegido yo las cosas y las elijo desde la ilusión, puedo con todo, es que puedo, puedo mover, vamos, camiones, por poner un ejemplo.

Marta:

El tercer aprendizaje es, olé, un buen compañero de aventuras, porque, vale, si lo haces solo, pues estupendo y maravilloso, pero si lo haces acompañado, por favor, que sea con un buen compañero y la verdad súper equipo. Es que esto nos ha unido más todavía, porque es construir algo juntos, es hacer realidad un sueño juntos y hemos estado trabajando el equipo como nunca al final, ¿no? No sé si lo sabes yo alguna vez he contado, incluso en el siempre, siempre he dicho siempre me gusta y nos gusta recordar que somos un equipo porque muchas veces en las parejas se caen en una dinámica de rivalidad. Es muy curioso esto no, de como si fuésemos enemigos hay que discutir a ver quién tiene la razón, a ver quién sabe más, a ver quién no, más y mejor. Es como no, somos pareja, somos un equipo, estamos aquí para ir juntos uno al lado del otro y hacer, o sea, caminar pum pum pum seguidos uno al lado del otro y hacernos puerta y trabajar juntos en esto ¿no?

Marta:

Estamos construyendo juntos nuestra vida al final. Entonces, el yo mi anillo, que tengo un anillo que me regaló el fisio cuando de camino al hospital cuando estaba yo con las contracciones íbamos a iba a dar a luz, me regaló un anillo que dentro tiene grabado con mi letra además curiosamente que me hizo el lío yo no lo sabía y pone equipo aguacate dentro de mí del anillo grabado Y la verdad, un buen compañero de aventuras, en época de mudanzas, en época de cambios, en época de muchísimas incomodidades, qué importante es tener un buen compañero. Y hablaremos de en otro episodio juntos sobre esto que hemos, sí, que estamos haciendo mano a mano, porque yo sé que, bueno recibo preguntas sobre esto constantemente sobre cómo lo habéis hecho y juntos y tal y creo que es interesante hacerlo desde la perspectiva de la pareja. Así que, vamos, mi tercer aprendizaje es, bueno, mi tercer aprendizaje realmente sería de wow, qué pedazo de equipo somos, qué buen compañero elegido, qué qué maravilla, o sea, da gusto es que cada día me enamoro más. O sea, por supuesto que hay días en los que le daría dos patadas en el culo, pero en reglas generales le amo cada vez más.

Marta:

Es así, es una realidad. Un cuarto aprendizaje es, y viene un poco acompañado, ¿no? Es vamos a echar un extra de paciencia con a todo, vale, o sea, vamos a ser más benevolentes de lo normal con el peque primero, o no primero, con nosotros mismos, con yo conmigo misma, con mi pareja y con el peques de tenemos que darnos ¿sabes? Una dosis extra de paciencia y de entendimiento, y de que si alguien a lo mejor salta más rápido de lo normal, entender y tener una paciencia sobre todo con el enano, que la verdad es que el enano lo ha, o sea, no podemos tener absolutamente ninguna queja sobre él porque se ha acoplado a lo que ha lo que hemos vivido y a lo que estamos viviendo muy bien, y sí que hubo un momento en el que, bueno, estaban ocurriendo ciertas cosas no que le veíamos, y ahora como es normal, o sea, es normal, acabamos de llegar a Mallorca, están pasando un montón de cosas, él está experimentando un montón de cosas y es normal al final, ¿no? Que de alguna manera las canalice de una forma u otra, y entonces tuvimos un extra de paciencia, que básicamente se tradujo en muchos cambios de cama.

Marta:

Y la verdad es que de hecho hubo un momento en el cual tomamos la firme decisión y le le hablamos, Aquí recibí la ayuda de mi amiga, de Ainhoa, que es pedagogía y es una crack, que bueno, una serie de consejos, y utilicé las palabras exactas que ella me dijo y es alucinante porque desde entonces en los dos últimos meses creo que hemos cambiado la semana una vez, Dos. Así que eso, o sea, así nada, pero extra de paciencia, extra de paciencia en pareja, en familia y con una misma. Eso en realidad siempre viene bien, por supuesto, hay que tener la paciencia, pero un ese añadido de extra cuando estás pasando por una época de cambios importante, creo que hay que recordarlo, ¿vale? Así que si estás en un momento de cambios, de incomodidades, de incertidumbres, tanto sola como en pareja, quiero que por favor te asegures de que estás siendo más paciente contigo misma y validando mucho más tus sentimientos de, ¿vale? O sea recordándote constantemente que tus sentimientos son válidos y tratándote bien ¿vale?

Marta:

Y voy a llegar al último, al último aprendizaje, que es el de descanso, y este es el qué importante es darse un tiempo para aterrizar las cosas. A mí me encantaría tener el salón ya decorado, tengo cosas pensadas, mogollón, o sea, pero también el porche, pero es como qué importante es, vamos a llegar y vamos a descansar, vamos a que de verdad todo el no preparas un té y que el té al final termine de caer, repose, y esto lo hemos hecho quedándonos en casa durante la semana santa, vaciando cajas y ordenando cosas, pero sin preocuparnos mucho. La habitación del enano es la que está la primera, pues es que menos te está como un mes sin sin cama, pero bueno, pero pues eso, como que es lo importante ahora, ¿no? Pues lo importante es descansar, que Elena no esté bien, que esté todo cubierto y que estemos nosotros dándonos el tiempo que necesitemos para descansar, aterrizar de no de esta última mudanza, sino de los diez últimos meses. Entonces, parar, descansar y darnos este tiempo que nos estamos dando ahora es súper importante, y ya llegará el momento en el que empecemos y retomemos el venga, de aquí ¿no?

Marta:

Es como reposa y ahora es como venga otra vez a a remover, o mover las cosas, a a estar más en una energía un poco más masculina de hacer de venga y a decorar y esto y vamos a comprar esto y tal. Qué cosas hemos hecho, Hemos de hecho, bueno, le hemos hecho un gallinero a las gallinas que esas olas tienen su casa instalada casi mejor que la nuestra, casi no, pero tienen ahí su casita ellos ellas y hemos hecho también la mesa del comedor, pero no tenemos ni banquetas, por ejemplo. Y está bien, está muy bien, o sea, es momento de darnos este tiempo para recargar energía, ubicarnos, asentar, disfrutarnos, y disfrutar sí de la familia desde un lugar ya de de la certidumbre, si se puede decir, de la certeza ¿no? Hemos estado en muchísimo, muchísima incertidumbre durante muchos meses, y eso quieras que no, a nivel mental y emocional, pues supone una carga, y aterrizar y vivir y vivirnos, vivir y vivirnos sin esa incertidumbre, la verdad, es un gusto. Así que en esas estamos.

Marta:

Y bueno, pues aquí voy a dejar este episodio en el cual ha sido un episodio muy personal en el que he compartido contigo pues parte de esta aventura, de los comienzos de esta gran aventura que lleva tanto tiempo ahí queriéndose manifestar, y por favor, y por fin, y por fin, por favor, por fin se ha manifestado, se ha materializado. Espero que que te haya gustado además conocer estos aprendizajes y que te sirvan tanto si estás, no hace falta tener tres tres mudanzas en diez meses para que estos aprendizajes se apliquen realmente. Basta con una o basta con un momento en la vida de cambios a lo mejor en los que te pueden ser de ayuda. Así que bueno, te mando un beso muy grande y espero que te haya gustado mucho este episodio. Nos escuchamos en el siguiente.

Marta:

Hasta luego.

Marta:

Y hasta aquí el episodio de hoy. Espero que te haya gustado y que te haya a seguir construyendo una vida a tu manera. Si disfrutas escuchando mi podcast, te estaré muy agradecida si subes una reseña en la plataforma que sea que me estás escuchando. De esta manera, no solo estarás agradeciendo mi trabajo, también estarás ayudando a que el podcast llegue a otras personas, y quién sabe, tal vez entre mis episodios están las palabras que necesitan escuchar. Pásate por MarthaBlue punto com para disfrutar de todo mi contenido, y te espero en el perfil de Instagram del podcast, donde estarás al día de todos los episodios y donde encontrarás más contenido relacionado con hábitos y autocuidado, ya sabes, pues todos los entramajes de detrás del podcast.

Marta:

Busca en Instagram podcast punto tu momento blue para estar al tanto de todo. Muchísimas gracias por acompañarme hasta aquí. Que tengas una feliz mañana, feliz tarde, feliz noche, lo que sea lo que sea, pero feliz. Te mando un beso gigantesco y nos escuchamos en el próximo episodio. Hasta pronto.