Contemporánea

El sonido del compositor, saxofonista e improvisador neoyorquino se expande en mil direcciones, y comprende desde el jazz heterodoxo y de influjo improvisatorio hasta el punk y el funk. Él es el motor del jazz moderno, experimentador incansable en la reinvención constante de su propia obra.
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Has escuchado
Cobra (1987). Guy Klucevsek, acordeón; Arto Lindsay, guitarra eléctrica; Elliott Sharp, guitarra; Zeena Parkins, arpa [et al.]. hat ART
Filmworks XIII: 2002 Volume Three. Invitation to a Suicide Moon Moods (2002). Marc Ribot, guitarra; Rob Burger, acordeón; Erik Friedlander, violonchelo; Trevor Dunn, bajo; Kenny Wollesen, vibráfono, marimba y batería. Tzadik (2002)
IAO: Music in Sacred Light. Invocation. Beth Anne Hatton, Bill Laswell, Cyro Baptista, Greg Cohen, Jamie Saft, Jennifer Charles, Jim Pugliese, Mike Patton, Rebecca Moore. Tzadik (2002)
New Traditions in East Asian Bar Bands. Hu Die (1986). Zhang Jinglin, narración en chino; Bill Frisell y Fred Frith, guitarras eléctricas. Tzadik (1997)
Once Upon a Time in the West (The Big Gundown: John Zorn Plays the Music of Ennio Morricone) (1985). Melvin Gibbs, bajo eléctrico; Jody Harris y Robert Quine, guitarras eléctricas; Orvin Aquart, armónica. Tzadik (2000)
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Selección bibliográfica
ALARCIA, Óscar, Universo John Zorn. Libritos Jenkins, 2020
BRACKETT, John Lowell, John Zorn: Tradition and Transgression. Indiana University Press, 2008
—, “Some Notes on John Zorn’s Cobra”. American Music, vol. 28, n.º 1 (2010), pp. 44-75*
DRURY, Stephen, “A View from the Piano Bench or Playing John Zorn’s Carny for Fun and Profit”. Perspectives of New Music, vol. 32, n.º 1 (1994), pp. 194-201*
FÉRON, François-Xavier, Tzadik: L’esthétique discographique selon John Zorn. Les Presses de l’Université de Montréal, 2015
GOLDBERG, Michael, “John Zorn”. BOMB, n.º 80 (2002), pp. 32-37*
MARTÍN GONZÁLEZ, Pablo, “No disparen sobre el pianista: influencias de la novela y el cine negro en el jazz de John Zorn”. En: La expansión del género negro. Editado por Àlex Martín Escribè y Javier Sánchez Zapatero. Andavira, 2020
TROYANO, Ela, “John Zorn’s Theatre of Musical Optics”. The Drama Review: TDR, vol. 23, n.º 4 (1979), pp. 37-44*
WINDLEBURN, Maurice, John Zorn’s File Card Works: Hypertextual Intermediality in Composition and Analysis. Routledge, 2024
 
*Documento disponible para su consulta en la Sala de Nuevas Músicas de la Biblioteca y Centro de Apoyo a la Investigación de la Fundación Juan March

What is Contemporánea?

Diccionario sonoro que recoge los nombres, historias y lugares protagonistas de la emocionante aventura que representa la música contemporánea desde su creación a la actualidad. Más información: march.es/contemporanea

John Zorn

Compositor, saxofonista e improvisador (Nueva York, 1953).

La educación musical de John Zorn –miembro de una familia judía de Queens– comienza en casa: sus padres y hermano son entusiastas oyentes de jazz, música clásica, ‘doo wop’, country y rock ‘n’ roll. Estas músicas que escucha desde su tierna infancia –y otras que suenan en televisión, como las que acompañan a los dibujos animados– van a marcar, en gran medida, su gusto y ulterior contribución como compositor.

En su adolescencia estudia guitarra y flauta. También toca el bajo en una banda de surf. En Webster College, en St. Louis, donde estudia composición, empieza a escuchar ‘free jazz’. Deja una mella especial en él el disco ‘For Alto’, que en 1969 publica Anthony Braxton con piezas de saxofón dedicadas a sus amigos y a distintos músicos, entre ellos Cecil Taylor o John Cage. A este trabajo debe Zorn la elección del saxo alto como instrumento.

Zorn empieza a estudiar composición en 1970, entrando en el mundo de la música por múltiples puertas, pero con el jazz y la contemporánea –ha escuchado mucho y bien a Cage y Stockhausen– como ejes. Otras referencias decisivas son compositores nacionales como Charles Ives y Harry Partch, la cultura judía, la cinematografía sonora de Ennio Morricone o las melodías de Walt Disney. Algunas de estas sonoridades se encuentran en la primera entrega de su discografía, ‘First recordings’ 1973, que pone en circulación años más tarde a través de su propio sello.

Terminados los 70, Zorn deja la universidad, se muda a Manhattan y se mete en el mundo de la improvisación jazzística. Tras una serie de composiciones con nombres deportivos como ‘Baseball’, ‘Curling’, ‘Golf’, ‘Cricket’, ‘Pool’ o ‘Archery’, aparecen obras que llaman la atención de público y crítica, como ‘Locus Solus’ de 1983 y ‘Cobra’, del año siguiente.

‘Cobra’ propone un juego de improvisación libre para un grupo de doce improvisadores musicales y un apuntador, basado en un sistema de tarjetas y señales que indican a los ejecutantes qué deben hacer. En cada interpretación la pieza puede sonar radicalmente diferente. ‘Cobra’ es una asociación de improvisaciones a partir de un cierto caos regulado. Lo que escuchamos es un posible resultado.

Algunas de las obras más renombradas del neoyorquino son homenajes que se publican en estos años, como ‘The Big Gundown: John Zorn Plays the Music of Ennio Morricone’, ‘Spillane’ (tributo al autor de comic y novela negra) y ‘Spy vs. Spy’, dedicado a Ornette Coleman.

El neoyorquino monta la banda Naked City, que concibe como “taller para probar los límites de la composición (e improvisación) en un estilo tradicional de rock”. Junto al guitarrista Bill Frisell, Joey Baron, el bajista Fred Frith y el teclista Wayne Horvitz, Zorn rinde homenaje a bandas sonoras de películas en unos discos, y en otros revisita piezas de compositores como Debussy, Charles Ives, Olivier Messiaen y Aleksandr Skriabin.

El sonido de Zorn se expande en mil direcciones, y comprende desde el jazz heterodoxo y de influjo improvisatorio hasta el punk y el funk. Publica, además, su primera recopilación de bandas sonoras, ‘Film Works 1986-1990’ –primera entrega de una serie con su obra incidental en películas, cortometrajes, animaciones o anuncios– que con el tiempo va a rebasar las dos docenas de volúmenes.

Zorn radical y excesivo, rompe moldes. Nunca se queda demasiado tiempo en el mismo lugar. Painkiller es el nombre de un nuevo ensemble de vanguardia dedicado a la fusión de jazz y metal. Masada, un cuarteto de jazz que incorpora las ideas melódicas de Ornette Coleman –en quien Zorn nunca ha dejado de fijarse– a la música folclórica judía.

En 1995, pone en funcionamiento su propio sello, Tzadik, que atesora centenares de obras propias y de Bill Laswell, Wadada Leo Smith, Steven Bernstein, Dave Douglas, Eyvind Kang, o Milford Graves.

John Zorn, motor del jazz moderno, creador ‘underground’ desde las vanguardias, experimentador incansable en la reinvención constante de su propia obra. Esta –que comprende trabajos desde la música aleatoria al ‘noise’, de las piezas de cámara a los sonidos abstractos, de los conciertos para piano a la música infantil– ofrece la máxima dificultad a la hora de ser antologada: sus álbumes rebasan el centenar.

“Estaba cansado del enfoque totalmente intelectual y seco que se estaba imponiendo en una gran parte de la música contemporánea”, dice. “Quisiera ver al ‘avant-garde’, la música experimental aceptada como un género por y en sí mismo. Me gustaría ver secciones de música experimental en los grandes almacenes.

“La música se escribe sola. Basta con no interponerse” –John Zorn.

Cerramos este episodio con un fragmento de ‘Hu Die’, pieza de John Zorn nombrada e inspirada en una de las actrices más populares de la China de los años 30. La grabación es parte del disco de 1997 ‘New Traditions in East Asian Bar Bands’. La narración corre a cargo de Zhang Jinglin; las guitarrras, de Bill Frisell y Fred Frith.