Si se queda dormido escuchando La Venganza Será Terrible por la radio, ahora también podrá quedarse dormido escuchándolo a cualquier hora en formato podcast.
En lavenganzaseraterrible.com puede encontrar los episodios, etc.
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La venganza será terrible. Muchísimas gracias, buenas noches, por fin estamos aquí en Rosario. Amiga, aquí en el teatro y también a la tarde han venido a saludarme algunos amigos, ahí están Federico, Vinciguerra, Leandra Tellias que me ha traído este libro Anecdotarios recursos humanos, intervenciones organizacionales Me han regalado también de Ebel Barat, Los Perros de la Amazonas Otro amigo me visitó esta tarde, Matías Torno, y me dejó una revista con cuentos de Cortázar, de Art y de él, del propio Matías Torno. ¡Qué bien, eh! Bueno. Está muy bien, ¿eh? Bueno, muchas gracias. Así que, y me han saludado por la calle, casi me pisa un colectivo del señor, me salvó la vida. No, bueno, se puede hablar con una amiga o algo en el medio de la calle. Amiga o algo, empieza muy mal, yo diría que salgamos y volvamos a entrar. Es una muchacha que me saludo, no nos habíamos visto nunca antes y probablemente no nos íbamos a ver nunca más tampoco. Se quedan parados en esta calle que pasan todos los colectivos todos. un intento de atentado de los colectiveros. También podría ser, también podría ser. Ustedes tienen alguna novedad que comunicar a esta vasta audiencia. Bueno, no, hay gente, hay alguna información que no es para aquí, para Rosario, pero usted mañana va a estar en La Plata, no mañana, el sábado. El sábado. No empiece a dar malas informaciones. Con Darío Sztajnszrajber, ¿verdad? Sí, sí, o algo así. Acá me dicen los de su destada que ya está a la venta. Mira qué interesante, la última novela de Zuleika Esnal, es una luchadora por los derechos de las mujeres, se llama Amelia y la eternidad. Y el argumento de la novela es el siguiente, es como una ficción histórica. Y la historia de Amelia comienza en su muerte y muere. en 1955 víctima de los bombardeos de Plaza de Madro. Y después la novela transcurre en distintos momentos de la historia, por los cuales el espíritu, la energía, la conciencia, o la mente, no he leído la novela todavía, de la mente de Amelia, va transitando. Bueno, es interesante este libro, se llama Amelia y la eternidad de su destada. ¿Hay alguna otra presentación? No, después podemos darle cuenta de todo eso. No, no, después nada, señor. Ahora nada. Yo no sé si ya les pasaron los temas obligatorios para tratar en esta ciudad. No, me dijeron que esta vez tenemos entera libertad para elegir nuestros propios temas. Bueno, puede ser. Digo yo mientras leo la orden de arriba. Le esto que te mato. Bueno, hemos estado discutiendo con todo el equipo. A ver. ¿Cuál era el mejor o el peor lugar para una ruptura amorosa? ¿A usted le parece que hay lugares que son más convenientes? Sí. Segundo, segunda pregunta, ¿qué es más conveniente? Es decir, ¿qué consideramos más conveniente? Un lugar que propenda a la ruptura, que la facilite, que la disimule, que la evite. Ah, bueno. Ahora vamos a ver. Eso fue lo que les dije yo y ahí fue donde nos peleamos. con mi novia. Bueno, el tema para mí es si ya está decidido que van a romper, que están de ambos... ¿Y entonces para qué vamos a ir a algún lado? ¡No, no, eso no! Usted está siempre gastando plata de gusto. Pero, escúcheme, si ya está conversado... ¿Qué te parece si vamos esta noche al Roxy ya que vamos a romper? Claro. No, porque a veces no se puede conversar, porque muchas veces lo que se rompe ya está roto. A veces uno va a romper algo y cuando llega ya está roto. Bueno, sí señor. Entonces dice, ¿quién quiere romper si... Llegaste tarde acá. Claro, ¿para qué? Bueno, vamos a ver lo que dice este informe. A ver. Por ahí no se orienta. A continuación, un análisis de los mejores y peores lugares para llevar a cabo... la conversación crucial. Ahí está. Lo que están buscando no es romper, sino conversar. Uno rompe para no conversar y te obligan a tener una conversación de dos horas. Pero usted no puede decir chau, hasta luego y... Sí. No, bueno, entonces no podemos... Esa es la manera de romper, es lo que en mi barrio se decía, hacerse finado. te ibas, como quien contraía una deuda y no aparecía más. Bueno, vos dejaba un día y no ibas más. No, pero... Te encontraba todos los jueves con tu novia, martes, jueves, domenos, sí, qué. Un día no fuiste y otro día tampoco, chao. ¿Qué? ¿Qué? No fuiste más. Pero va a ir a su casa a buscarlo. No, no voy, me mudé. Ah. Y mi novia... A mí las novia me dejan así, de juro. Se exilian. Un día no aparecen más. Es canallesco. No, al contrario hacen bien. No. ¿Para qué vamos a seguir? ¿Para qué voy a soportar que me expliquen que ya no me desean, que no les gusto, que mi conducta les parece execrable? No. Mejor que no vengan más y listo. No, pero a veces uno necesita una aplicación que le digan. Claro. No señor. Me da asco. Usted es quien es que necesita una aplicación. Pero si no, la otra persona queda con una cantidad de preguntas sin resolver. que por ahí le queda toda la vida. Pero un noviasco no es la ciencia, Guile. Bueno, pero... No es la ciencia. Ah, voy a responder estas preguntas. A ver, Zulema, ¿por qué has dejado de frecuentas? ¿Por qué quieres romper? Y la tipa te dice, cualquier macana. Dice bueno, porque ya nuestro vínculo no es como antes, vos calculá que yo hago ahora. No le gusta más. Bueno, pero usted tiene que saber los motivos concretos. No tengo que saber, usted quiere saber. Claro, porque si usted después sigue preguntando así, ya me da ganas de cortar yo esto. No, no, no. ¿Sabes lo que le pasa a este tipo? No quiere romper. Bueno, pero... Entonces, ¿le parece que preguntando y preguntando... Es peor. por ser la decisión del otro. ¿Por qué? ¿Así? ¿Y cómo? ¿Y dónde queda? ¿Cuánto vale? Todas esas preguntas. No. Bueno, yo prefiero saber la verdad, aunque duela. Pero es que yo se la digo. Ya se la digo. Usted prefiere la mentira para que no le duela. Bueno. Mira, te lo digo claramente. Me das asco, me das náuseas. Hace muchos momentos he tenido arcadas después de darte un beso. Perdón. Asco o náuseas, porque son dos cosas de tierra. Bueno. Roberto, yo lo que te digo es que no podemos tener una cita aunque sea de ruptura y que vos vengas... ¿Quién es el señor? Es mi amigo. Porque yo... Vivimos una hora antes, yo quería venir temprano. Le dije que me haga la gamba, tuvimos un café. Y estuvimos ensayando lo que él iba a decir. No, pero... Escúcheme, ¿cuál es su nombre? Ramiro. A ver si le explica a usted, dígale, ¿usted entendió lo que yo dije, que me da asco de las náuseas, todo esto? No, no me guiñe el ojo porque no. ¿Puedo hacer una pregunta? Sí. Una pregunta. Porcentaje de 1 a 100, ¿cuánto asco te doy? 99% Es decir que tengo esperanza todavía ¿Qué le costaba así 60, 70? No podés venir además con una persona, ¿qué es el señor? ¿Un intermediario, un vedor? ¿Cuál es su rol? ¿Un amigo? Compañero mío de la oficina, no tenía nada que hacer, le dije, haceme la gamba. Yo siempre voy a mirar lo que él hace, por eso me llamo Ramiro. Bueno, señores, vamos a ver lo que dice acá. Opciones, aquí me insisten con los lugares. Un parque tranquilo. La naturaleza ofrece un entorno sereno para conversaciones difíciles. Hay lugares que son tan serenos que a uno le da ganas de romper. Sí, lo que pasa es que naturaleza, uno piensa en bosque, otro piensa en playa, otro piensa en mar, otro piensa en jardín. Acá dice aire fresco y el verde. Claro. Ayudan a suavizar el golpe emocional y la neutralidad del espacio asegura que ambos pueden marcharse sin sentir que el lugar quedó manchado por la experiencia. Cuántas cosas. el Banco de Italia y Río de la Plata. No, que ya no está. Evita días de lluvia, sí. Muchas veces, uno, por no mojarse un cacho, se queda 14 años. Sí, sí, sí. ¡Sico! ¡Sico, seco! No, lo que pasa es que me imagino dentro de un auto está la pareja, afuera llueve y es todo un clima lacrimógeno. No, sí, sí, sí, está, porque además se tiene que bajar alguien del auto. Claro, el que no es el dueño. Claro. Si usted es tan valiente para romper, deje el auto y todo. Claro, Tomás, el auto te lo dejo. Claro. El catre te lo dejo, métetelo en el cuarto. A mí me parece, ahora que dijo esto del bosque, estoy pensando que tiene que ser un lugar en donde usted, una vez consumada la ruptura... La palabra es consumada. ¿Y qué voy a decir? Desconsumado la pareja. una vez consumada la ruptura, pueda irse de cuadro por completo. Y un bosque no lo favorece porque usted tiene el horizonte. No termina de irse nunca. Y lo sigue viendo. Está a diez cuadras y se va yendo como en la película del tercer hombre. Sí. Se va yendo, yo se coten. Sí. Y está por la mitad del camino y usted ya llegó a su casa. Por eso conviene romper cerca de una esquina. Usted dobla. Dobla la esquina y chao. Chau. ¿Querés que le dé un consejo cuando usted se esté yendo? No se dé vuelta. Claro, se convierte en sal. Claro, porque usted va por la mitad del camino, se da vuelta y la mena le hace... Sí, sí. ¡Ya! En cambio, si usted no se da vuelta... Quiere decir que tomó la decisión. Claro, y ella pensará, ¿por qué no se da vuelta a él? No, peor es que usted se da vuelta... Y lo llama la noche. ¿Qué? ¿Por qué no te diste vuelta? No, vamos a decir. ¿Sabes lo que es lindo? Yo lo vi en una película. El tipo se va caminando, supongamos que dobla la esquina, ella se levanta y va para el otro lado. Y el tipo espera unos minutos y vuelve corriendo. Y no la alcanza. Bueno. eso hace falta un tren vio que la parilla no el aeropuerto el aeropuerto el tipo ya la vi tantas veces en cienas que cada vez que pasa eso me voy del cine el tipo empieza a correr a correr, a correr, como un taxi, la mina entonces todo un montaje paralelo no es cierto, ella presenta en el check in, el tipo con el taxi, la mina entra, el tipo entra al coche corriendo se sube al avión ¡Basta! ¡Peliculón! ¿Sabes lo que puede ser tremendo ahora que piensas? Una ruptura en una esquina. Usted rompió. Hasta ahora se le dio todo bien. Se va, da la vuelta a la manzana y se la encuentra. La encuentra por el otro lado. Viniendo de frente. A la vuelta a la manzana. Ahí viene. Y dice, es el destino. ¡Sí! La segunda posibilidad... ¿Dónde se va? ¿Qué se le cayó? No es para tanto. Me estoy atando un cordón, señor. Ah, bueno. Escuchame, estamos tomando una decisión para nuestra vida. Y vos atándote los cordones. Yo me voy a coser el ruedo del pantalón. Se me salió el zapato. ¿Qué quiere? La segunda opción es... Una cafetería. Un lugar con mesas bien separadas. ¿Cómo? Que bien separada. Claro, para que no escuchen los... Ah, sí, justo la van a poner para vos. Bueno. Esa cafetería. Si no están... Nosotros tenemos que poner cuantas más mesas mejor. Está bien, pero... Soy el mozo. Bueno, está bien, pero yo quiero hablar de algo privado. Están todos los comensales. Mozo, mozo, ¿es cierto que en este bar vienen a romper? Sí, ¿y qué lo diga usted? No, no, señor. Si no vamos a hacer las cosas con respeto me voy a levantar y me voy a ir. Bueno, acá dice, el ambiente estructurado, sea lo que sea, un ambiente estructurado, impone líneas. Un arquitecto. Difícilmente en una cafetería alguien grite o haga un escándalo. ¿Cómo que no? Es el mejor lugar para hacer un escándalo. O usted hace escándalo en medio del campo cuando está solo. No, una pelea en un lugar público tiene que ser bien público. Por ejemplo, cuando están saliendo del cine, están todos amontonados, qué se yo. Y vos te juro, ¿sabes qué? No te veo más. Y no puedes salir corriendo. No, no se puede ir corriendo. Están todos amontonados. Claro. Y todos miren, se meten. Queda un tipo en medio de la pelea. Es horrible. Además que usted dice con determinación, no te voy a ver nunca más. Permiso, permiso. Es extraordinario eso. Bueno, vuelvo a la cafetería. Es más fácil tomar un café claro, más fácil que en medio del campo, y salir caminando que explicarles a los vecinos por qué tu ex pareja sigue en el pasillo llorando. No sigue. Pero cómo apareció el paseo. No, esa no es mi pareja, es una señora. No, pero... Una señora que el hijo la desconoce. Sí. No la deja entrar a la fiesta de casamiento. La que vaya a 20 cuadras es mi novio. Igual yo creo que ahí el informe toco un tema clave para mi fundamental. Hay un antes y un después. ¿Cuál era el tema clave? Que si ella llora, y la pregunta es esta, si ella llora, ¿se sigue con el procedimiento o se suspende hasta nuevo aviso? Yo suspendo todo por llanto. No, pero no puede ser. A mí una gota de llanto, suspendo todo. Listo. ¿Perdón, usted iba a romper o ella iba a romper? No importa, yo suspendo todo. ¿Por qué va a suspender? Suspendo todo. Por ejemplo, me iba a llevar mis revistas, me las iba a llevar, ya las tenía en la mano. ¿Puedo llorar? Toma la revista. Es una colección de teveguía. Claro, porque uno se enternece. Uno se enternece. Hasta por ahí le dan ganas de agarrarla de la mano. Sí, sí. No, yo creo que hay que ser quirúrgico. Ay. ¿Qué tal, doctor? ¿Cómo le va? Lo estamos esperando. Porque yo tendría que hacerme una operación en equis lugar. Bueno, pero ¿qué tiene que ver? Usted dijo que era quirúrgico. No señor, una ruptura quirúrgica de cirugía emocional. Bueno, otro lugar es el que dijo usted, tu auto estacionado en un lugar privado. ¿Cómo en un lugar privado? No se puede estacionar en un lugar privado. Claro, porque es el garaje de un vecino. Claro, se le mete en el garaje y empieza a romper. pero es que en las noches se me mete en pareja romper acá. Ahora estamos hablando de una institución de ruptura que a veces no se da, porque a veces se desvanece la pareja y como dice ese fumo, no hay un hito de ruptura. Se va en degradé. Bueno, pero esto es otro asunto, acá hay un hito de ruptura. O sea, rompiste y no te diste ni cuenta. Claro, sí. O no rompieron. No hizo ni ruido. Sí, sí. ¿Sabe un lugar donde hay mucha ruptura? No. En las fiestas de casamiento. de parejas no las que se casan. No, espero que no. Claro. Sí, a veces también. De los invitados, seguro que aquí hay gente que ha roto en una fiesta de casamiento. No, si han roto no están juntos. No, no están juntos. La parte que quedó. Ah, hay parte de la pareja. ¿Saben lo que es? Levante la mano, dijo esta rival. A que él se haya peleado con su novio o novio en una noche de casamiento. Lo dicho, tengo el mismo éxito. Ahí, viste cuántos son? Sí, uno en mil. Es que en Rosario las parejas no rompen. No. Es la capital mundial del no romper. Claro. Le puedo decir por qué yo estaba siguiendo el pensamiento, me pareció muy atinado y lógico. Porque en el casamiento se vuelven a juntar personajes de otras épocas. Y ¿sabe qué ocurre? ¿Qué? No sé. Claro, hay que prenderlo porque... ¡Celos! Claro, a muchas mujeres le agarran celos porque aparecen mujeres de otras etapas. ¿Por qué dice mujeres? A los hombres no le dan celos. A los hombres más todavía, porque el hombre es más celoso que la mujer, más posesivo y más tonto también. Entonces le agarra... ¡Celos! ¡Qué lindo! Bueno, sí. A mí siempre... Las fiestas de casamiento... Son terribles, son terribles. Pero el mismo novio, porque sabe, muchos antiguos novios de la novia, mucho más que novia de novio. Pero muchos novios de la novia van a las... Yo fui a la fiesta de casamiento de más de una de mis novia, a veces no sin alegría. Pero qué va a quedar. Pero qué va a provocar. ¿Vinitaron vos, señor? Por ahí viene la recién casada a saludar. Claro. La agarra a un ex novio. Sí, le pega una apretada ahí. Bueno. Que tiene que venirlo a bomber. No, pero yo digo que cuando ya van pensando en romper en la fiesta de casamientos... Ya fueron a casamiento así mal previsto. Sí, ya va mal, ya se pelearon antes, están bastante hartos. Bueno. Y es un escenario muy propicio. ¿Qué porcentaje, doctor, rompe la primera vez que se arma? ¿O qué porcentaje aguanta 10 entreveros hasta que al fin rompe? No, la primera vez que se arma eso no es ruptura. ¿Cómo que no? Eso es escaramusa. Bueno, no sé si es escaramusa. Es carabajo eso. En un pasillo largo en un barrio bonito. ¿Qué tiene que ir a un barrio bonito? Una videollamada en caso de larga distancia, dice acá. Ah, bueno. ¿Te quieres romper con una novia que tiene en Madrid? Sí. ¡Hola! Sí. ¿Quién habla? ¿Próntos? ¿Quién es? Estela. Ahora sí, vale, soy yo. Hola, Manuel. Eh, no, hola, Manuel. Oye, ¿qué es lo que quieres? Quería conversar contigo. Bueno, apúrate, que no tengo toda la tarde. Porque estuve pensando que... Pues, ¡dile que quieras romper, hombre! ¿Y quién eres tú? Pues, no lo sé. Bueno, en caso de larga distancia, videollamada. Ahora, lugares a evitar a toda costa. Primero, restaurant lleno, el mejor lugar. Pero si dices que es para evitar. Para ellos, para mí no. Ah, no, sí. Restaurant lleno, porque cuando veo que me mira todo el mundo, yo argumento mejor. Igual que cuando me peleo en el colectivo con el coletivero, ponerle. Yo miro a los pasajeros y hago así. Se busca complicidad. Busco algunos que digan, tienen razón, tienen razón. En el restaurant también, digo. Porque vos también muchas veces yo estaba solo y vos no aparecías, eh. Y hago así a ti. Y el coletivero también, no sé. No, sí. Mira, hasta el coletivero te lo dice. Bueno, no hay nada peor que intentar romper con alguien entre platos de comida mientras las mesas de al lado escuchan cada palabra. Además, si la otra persona tiene una reacción emotiva o te arroja un plato, quedas en una posición incómoda frente a extraño. Sí, con un plato de fideos escrachado en la cara. Vi una película que se agarra la copa de Saint-Pain. y se la tira en la cara, peligroso. A mí me hicieron eso, pero no era champagne. ¿Y qué era? Se venaba. Bueno, no importa, para el caso es lo mismo. Ahora, si usted va a romper en un restaurante lleno, tiene que romper después del postre, porque si no tiene toda la cena por delante, todavía no le trajeron el plato y usted ya rompió. Claro, ¿cómo hace? A mí me hicieron eso una vez. ¿Cómo? ¿Lo hicieron, lo dejaron así? Sí, sí, sí. Eso es verdad. Todo es verdad. Todavía no habían traído nada, habíamos pedido. Entonces no habían traído nada, la tispa se enojó y se fue. Claro, estaba apurada por dejarlo. Se ve bien hermoso y trae para dos. Yo quería ir comiéndome lo que me habían traído para mí con un plato en frente de otra cosa. Y me lo tuve que comer. un silencio en el restaurante y yo me daba vueltas en el restaurante. ¡Qué horrible! El tipo comentando. Y comí lo más rápido que pude, pagué y me fui. ¡No, es horrible! Bueno, en un viaje en avión, no, en avión, porque acá dicen avión o autobús, no es lo mismo. En el colectivo te bajás. Claro, en el avión no se puede bajar. ¿Cómo haces? y ni siquiera te podés cambiar de asiento. No. Porque veo cómo son que no te lo cambian. No, porque están numerados, cada uno tiene su asiento. Bueno, estar atrapado junto durante horas, después de la conversación, es una tortuga. Una tortura. Ah, innecesaria. A mí me parecía mejor una tortuga innecesaria. Sí, sí. Porque siempre es innecesaria una tortuga. Sí. No sólo habrá tensión sino que cualquiera que los observe podría deducir lo que sucede. ¿Qué tiene que andar deduciendo? Igual que le importa, usted está concentrado en lo que está haciendo. ¿Qué me importa? Si uno deduce o no. En su cumpleaños también. ¿En el cumpleaños? ¡Mucha! Guardá estos... Esta zapatilla guardá telar. Sí, y se arruina todo. Se arruina todo. Eso es terrible. Usted tiene que soplar las venitas. ¿Cómo va a romper en el cu... Bueno, también está la ruptura en el mismísimo casamiento. Sí, claro. Pero en el propio. Sí. Bueno, sí, eso ya... Romper con alguien en un día significativo, es de más gusto. No importa cuánto necesites hacerlo. Espera un par de días. Claro. En el gimnasio... y peor romper sin dejar de sin abandonar la serie. ¿Y cómo? ¿Estás levantando las pesas? ¿Sabes qué? ¿Qué? No te quiero ver. ¡Urgh! Sí. ¡Nunca más! ¿Qué? ¡Nunca más! No me gusta ese lugar, es pésimo. Bueno, no. En la casa sí comparten el espacio, o sea, sí ya viven juntos. Y sí, bueno, sí. es lógico eso que me voy a ir a... A mí me da... yo no sirvo para eso, me parte el alma, aunque sea el que tiene que romper o... ¿Usted vino a hacer propaganda? No, se vino a hacer propaganda. ¿Qué viene a postularse? ¿Qué quiere que no esperan a la salida hoy? ¡Qué tierno! ¡Qué tierno que sos! ¡Qué imbásiles! Pregunto esto, ¿no se puede programar la ruptura? O sea, ¿ustedes se juntan, la pareja y dicen... Esto no funciona en diez días rompemos. Hoy seguimos igual. Pero que es un pagaré que le va a dar. ¿Y qué hacemos esos diez días? Todo lo normal es mucho peor. Como una despedida. Acá va ruidoso. No lo aconseja el barrio. En una boda o evento social tampoco. En medio de una actividad romántica. ¿Cuál sería una actividad romántica? Con otra. Claro, porque... La dice, mira, la verdad que como verás... Estás ya ahí, espera que ahora te digo. Sí, sí, sí. Quiere decir como corolario de una velada romántica que va a ser la última. Bueno, pero eso puede ser cuando se rompe por obligación. Ah, por un viaje. Debo irme por un viaje. Pero eso no es una ruptura, es una despedida en tal caso. Bueno. No, es una ruptura también. Es una despedida. Sí, insisto, no hay que romper. Pero si usted no estaba a favor de... Estaba a favor de la ruptura, pero no hay que... Ah, usted se quería ir. Sacralizarla. Voy, tranquilamente, cierro la puerta despacito. El portazo no está mal, eh. No. A mí me gusta el portazo. Sí, pero... Te se va y olvidate de mí. ¡Ton! Ahora, si usted se olvida sobre todo... No, no. Y al rato... ¡Ton! Sí, me olvidó sobre todo. No, no. Dejero sobre todo. Una vez que dio el portazo no puede volver. No. Sí, además como hay, así como hay inicios de pareja que tampoco tienen un hito fundacional, un inicio muy determinado, del mismo modo el final es... Pero quedan preguntas sin resolver en la cabeza. Usted otra vez con las preguntas. Porque es un programa de preguntas y rabes. Porque usted deja a una mujer, le tiene que dar toda la certeza de por qué la dejó. Así ella ya sabe. Ella lo dejó a usted, no se dio cuenta todavía. Ah, bueno, esa es otra discusión post-mortem. Sí. ¿Quién dejó a quién? Sí. Así yo te dije. ¿Me acordaste que te dije no me ves más? Y ahora venís con que vos me dejaste. Sí. Para mí siempre dejan las mujeres, primero. Otro que está postulándose para la base del teatro. Eh, vamos a... ¿A usted lo dejaron más veces de la que usted dejó? Sí. Muy bien. ¿Puedo decir yo? No. ¡Qué gana que tiene de decirlo! Creo que yo dejé siempre. No, a mí me da asco. Ya me está dando asco. Y muchas de ellas pidieron por favor volver. No, sí. ¿Y usted volvió? No. A veces sí. Ah. Pero... Mi respuesta es no sabría decirle. No sabría decirle. ¿Por qué no se dio cuenta? Porque no siempre son tan claras las relaciones. No siempre son. Usted pregúntele a miembros de una pareja ya desarticulada quién de Joaquín y a veces no están de acuerdo. Sí, sí. Y no es que estén mintiendo, sino que han leído la situación de un modo diferente. Así que yo no sé si me han dejado más, si yo he dejado más, no sé. Incluso a veces no sé si se ha producido o no la ruptura. Bueno, ahí está. Pero muchas veces. Pienso en alguien y no sé si pensarla con culpa, con deseo de verla otra vez, de no verla, con deseo de romper o de no haber roto. Es muy difícil. más cuando uno es así un poco descuidado. Claro, bueno, por eso por el todo, a mí me parece que esas parejas pueden volver. Claro. Porque si no quedó muy claro... ¿Cuántas veces volvió usted? Vamos a seguir. Hoy está lindo el programa tipo como se llama. No se está pensando en alguien que haga programas del corazón y no se me ocurre nadie. ¿Cuántas veces volvió? Sí, varias, varias. Tiene cara de volver bastante. Bueno, muchas gracias. ¿Eso fue todo? ¿Qué más quiere que le pregunte, señor? Pensé que me ibas a decir algo interesante. ¿Les parece que no es interesante volver a una antigua relación? Bueno... Que me lo diga tu amigo. volver a una antigua relación. ¡Qué imbécil! ¡Que me lo digan de otra manera! No, no quiero nada. No quiero nada. Sabe que cuando están en esos bordes sentimentales, en las fronteras entre el inicio o el final de una relación, quizás lo pueda ayudar algo del pensamiento ajeno. tiene algo que ver con el veneno. Yo he gustado el vino que adorbes el alma. Yo también fui compadre. y vamos a contar la historia de una envenenadora siciliana. Se llamaba Giulia Tofana. Era química. Una química italiana que se hizo muy famosa entre las mujeres de su época. Es bueno ser química para ser envenenada. Claro, claro. Fabricaba los mejores productos cosméticos y maquillajes del barrio. Pero tenía otro negocio más rentable. Le vendía veneno. a las mujeres para que mataran a sus maridos indeseables, que eran todos. Ah, bueno. En aquella época casi ningún marido era deseado por su mujer. En aquella época? Y en esta tampoco. Parece que la idea de fabricar venenos para maridos se le ocurrió a edad temprana. Su madre misma fue acusada en 1633 de haber envenenado a su esposo. La mamá de Julia también poseía conocimientos sobre química y Julia se crió entre boticarios. Estaba presente cuando estos tipos elaboraban sus fórmulas. Cuando la muchacha creció, ya tenía vasto conocimiento en el asunto y creó su propio veneno, conocido como el aquatofana. Julia empezó a vender el aquatofana con muchísimo éxito a todas las mujeres que deseaban enviudar. Claro, por la duda lo llevaban en la cartera. Claro, cuentan que Julia tenía una hijastra conocida como la astróloga del húngara. quien también colaboraba en el negocio, que fue trasladado de Sicilia a Nápoles y después a Roma. Julia sentía simpatía por las mujeres de clase baja, por lo que solía vender su veneno a aquellas muchachas que se encontraban atrapadas en matrimonios difíciles. La cuatofana se vendía disfrazada de maná de San Nicolás de Bari, un aceite curativo que supuestamente goteaba milagrosamente de los huesos del santo. San Nicolás tenía unos huesitos y de los huesitos salían unas gotas. Era común encontrar en las casas de la época este específico, pero poco después de que esto pasó. Les cuento la historia de la huita de San Nicolás. Después de que el santo fue enterrado en el siglo XI en Barí, botellas de maná viajaron por todo el mundo cristiano y eran un artículo doméstico popular cuando surgió el escando de la Agua de Tofara. Lo que pasa es que al marido le decían que era el licor de San Nicolás y era veneno, era... Dicen las malas lenguas que unas pocas gotas de aquatofana bastaban para matar al más fuerte de los hombres. Administrado en vino o en algún otro líquido, bueno, la mujer primero endulceaba los oídos del necio. El veneno producía un efecto... apenas perceptible. El marido se ponía un poquito de mal humor, se sentía débil, lánguido, un poco indispuesto, pero tampoco que no daba para llamar a un médico. Después de la segunda dosis de veneno, esta debilidad se hacía más pronunciada. La hermosa medea que expresaba tanta ansiedad por la indisposición de su marido apenas sería objeto de sospecha y tal vez prepararía la comida de su marido según lo prescrito por el médico con sus propias manos hermosas. De esta manera se administraría la tercera gota letal. Así funcionaba la cosa. Cualquier médico se quedaría completamente perplejo al ver esta dolencia del paciente, aparentemente simple, que, bueno, no se rendía las medicinas y terminaba mal, llegaba la muerte. Y el médico decía, qué raro, ¿no? Cosa tan rara. Bueno, hasta luego. El negocio de Julia marchaba muy bien hasta que un día... una clienta se arrepintió. ¡Uuuh! ¡No! Es lo peor que te puede pasar. Estaba llamado a hacer eso. Oiga, le encajaste el veneno y viene la tía y dice, me arrepentí, no lo quiero matar. ¡Ya le dimos la dosis! Ya está. Ya está listo. Bueno, ahí se armó el lío porque la profesión de Julia fue revelada a las autoridades. y Julia Dubuque Huir a toda velocidad del lugar. Casualmente le consideraron así lo sagrado en una iglesia. Bueno, su popularidad hizo que los ciudadanos impidiesen su arresto. Pero al poco tiempo los chismosos empezaron a decir que la tipa había envenenado el agua de toda Roma. La policía forzó la entrada de la iglesia donde estaba escondida la mujer y la sacaron por la fuerza para interrogarla. Después la metieron presa, la obligaron a que se pusiera una bota de plomo. Bajo tortura, ella confesó. Seiscientos hombres habían sido envenenados y habían muerto. a causa de los preparados de Giulia en Roma. Ocho años. Hay que decir que la declaración no se pudo comprobar debido a la amplia distribución del veneno y tampoco valía porque Giulia confesó bajo tortura. Claro. su hijastra, Girolama Espana, junto con algunas colaboradoras de su negocio, Graciosa Marina, Laura Crispolini, Giovana de Grandi y María Espínola, fueron arrestadas, o mejor todavía, arrestadas y ejecutadas en el campo de Fiori. Ejecutadas. Se les conoce. Estuvimos en el campo de Fiori. Estuvimos, sí señor. En... en 1659, pero Julia ya había sido ahorcada en 1651. Ahora bien, hay otras versiones acerca de su muerte. Una fuente dice que no murió, que vivió en la iglesia durante muchos años, sin dejar de hacer el veneno y distribuirlo a través de una red de monjas y clérigos. Otros dicen que fue capturada, torturada y ejecutada, pero no saben cuándo. incluso hay un relato que asegura que Tofana fue arrastrada de la iglesia y estrangulada y todo eso. En 1791, Wolfgang Amadeus Mozart, o mejor todavía Wolfgang Amadeus Mozart, de que lo habían envenenado y seguro de saber con qué sustancia. Dijo Mozart, el que me dio aquatofana. Era criollo, Mozart. Y calculó el momento preciso de mi muerte. Es que el aquatofana era un veneno legendario e ideal para llevar a cabo crímenes perfectos. que era insípido, inodorado y transparente, con melacua. Claro. Así que pasaba inadvertido. Su efecto podía ser regulado por quien lo administraba, permitiéndole calcular el momento de la muerte, una semana antes, un mes antes y hasta un año antes. y no dejaba ningún rastro en el cuerpo de la víctima. Claro. Cuando el marido tomaba el veneno, enseguida decía, sí, aquí me pusieron algo. Si continuamos en la venganza será terrible, estamos en Rosario señores, en Rosario al fin. Sí, y Lespi fue a romper con una novia que le dio pena, pero ya vuelve en cualquier momento. Déjeme decirle una cosa antes que nada, que vamos a estar el día 5 en Canning, en la ciudad de Buenos Aires, en el teatro Canning, y el 14 en Avellaneda, en el teatro Roma de Avellaneda. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. Sugerencias para convertirte en un veterinario excelente. Muy bien, bueno. ¿Cómo me gustaría tener un hijo veterinario? porque incluso puede curar a la familia. Sí, bueno, yo quería ser veterinario, a mí me gustaba muchísimo todo lo que era el reino animal. Claro, hay una milonga que habla del Taita Mamerto, un veterinario Pua que salvó al lungo Garúa cuando lo daban por muerto. ¡Epa! Quiero decir que también puede ejercer la medicina, ¿no es cierto doctor? No. ¿Que un veterinario puede también curar un cristiano? Buenas tardes. Gracias antes que nada por estar en este programa. No, por favor, me han dicho que es un programa muy prestigioso. Sí, y por eso lo invitamos porque además yo particularmente soy admirador de compré su último libro. ¿Usted es una señora? No, soy el compañero del programa. Ah, qué tal, cómo le va. Bueno, ¿cuál libro compró el mío? El último, Perros como hombres. Ah sí, Perros como hombres, exactamente. Bueno, ahí explico las analogías entre el perro y el hombre que prácticamente es el mismo... Es el mismo ser humano pero distinto. Claro. Menos mal que me lo aclara porque me había olvidado que lo había escrito. Ahora yo le voy a contar algo que esto es verdad lo que voy a decir. Como todo es verdad acá señor. Una vez para curarme de una conjuntivitis, porque alguna vez tengo también conjuntivitis. Claro, en cualquier estancho. Bueno, me puse por error gotas de gato, para gato. Ay, gotas de gatos. Sí, señor, ahí. Están inventando. Sí, yo tengo gatos y a veces los gatos se les hacen cosas hacia los ojos. ¿Se equivocó? Me equivoqué. las recomiendo ampliamente. Le funcionaron. Muy buenas las gotas de gato. Y algo que a la noche dice miau. Todo lo demás está perfecto. Sí, o sea que hay cosas que sirven. Claro, lo mismo. La veterinaria no es solo una profesión, es un arte. Bien. Y una vocación. ¿Sabe cuántas veces hay que levantarse a las 5 de la mañana porque se enfermó un perro? ¿Cuántas? Ninguna. Un veterinario perfecto no solo trata a sus pacientes peludos. Buenas tardes. ¿Qué tal está el veterinario? Dígale que está, dígale que llegó el peludo. ¿Tiene un problema hormonal? No. Bueno, un veterinario perfecto no sólo trata a sus pacientes peludos, emplumados o escamosos. ¿Usted es peludo, emplumado o escamoso? No sé qué elegir. También calma a los dueños. Sí, claro. Garantiza que la experiencia sea lo más placentera posible para ambas partes. Dígale que está el peludo. No, no. Primero, empiezan los consejos. Aprende a escuchar sin palabras, claro, porque los animales... El perro no puede contar lo que tiene. No, no te puede contar lo que tiene. No, pero vio que igual hay veterinarios que le preguntan, como esas personas que le hablan a los bebés que tienen un mes y dicen... Bueno, así le hablan a los animales. Claro, sí. Y usted no vio gente que va hablando con el perro por la calle... Sí. Pero hablando, conversaciones... No lo que pasa es que... No sé por qué motivo no cruzás junto conmigo. Sí, sí. Dice el perro. Bien. Los animales no hablan, pero se expresan con gestos, miradas, movimientos. El animal le hace... ¿Qué? No. No, no, no. Lo mira el gato y el gato le hace. No, no. Estoy listo. No, pero usted pone el perro en la camilla. Por ejemplo, lo pone boca arriba el perro. Y el veterinario va tocando los distintos partes. ¿Se deja? ¿El perro? Sí. No, sí, el perro. Usted ya sé que sí. Digo, el perro. Bueno, ¿me esperaban? ¿Qué tal? ¿Cómo le va? No, señor. Por favor, el peludo que se retire de pasar. le digo, se deja dar vuelta y en algún momento el perro se va a quejar, va a ser un pequeño alarido porque el veterinario sabe donde lo tiene que tocar claro No como usted que lo toca a tontas y a locas. No, sí, toca a tontas y a locas el señor. El otro día, esto también es verdad, tuve que llevar a mi perro, a mi perro es mayor, tiene casi 13, 14 años, es un perro muchísimo, hay que multiplicar por 7, da 90. ¡Habla la cuenta! Bueno. 90 años más o menos, 14 por 7. Aquí tengo la calculadora más o menos. Sí, la marca más o menos. Bueno, y ya sabía el veterinario dónde para el parlar. Para mí el tipo... Perdón esta desconfianza. Pero la toca en los lugares que sabe que va a hacer ruido y entonces le exagera el mal. le dice bueno acá hay que intervenir y le cobra, le cobra, le dice esto hay que operar ¿Cuánto sale doctor más o menos? Yo calculé 13 por 9 500 mil dólares ¿Y cuánto vale, disculpe se me parte el corazón pero cuánto vale un perro nuevo? ¿En qué? ¿Qué? 300 dólares Ah bueno Dime diez. Pero qué, por más que compre un perro nuevo no va a reemplazar al antiguo. Es lo mismo. Bueno. El que vio un perro lo vio todo. No, no. Por qué en la historia... Este perro ve conmigo la televisión. No, gran cosa. Se contaron los tres. Sí, sí. Ve a sus parientes ver la televisión. No, bueno. Bien, mantén la calma. en situaciones caóticas. Ah, si eres veterinario, por ejemplo, una situación caótica. Se pelean dos perros. Un perro lo muerde. Claro. Si le queda prendido de los garrones. Y usted nada. El perro prendió acá y usted, sí, muy bueno. Y cuándo lo notó al perro un poco raro. Y ahí está media hora hablando hasta que bueno, se banque. Disculpe, me voy a tratar de sacar el perro. Bueno, sí. Y los veterinarios saben cómo hacer que un perro afloje la mordida. Bueno, muchos perros los muerden a los veterinarios. ¿Y de qué estábamos hablando? No, pero digo... ¿Usted en qué problema? No, no, pero, Pere, se puede enojar con el animal. ¿Quién? El veterinario, señor. Claro. Pero dice, el perro no muerde por maldad. No importa, muerde igual, duele igual. No, que lo haga por bueno. Usted que es el compasivo, la novia no lo deja por desamor, el perro no muere por maldad. Se está promoviendo. Sí, señor, dajo está campaño. El perro se defiende, si a usted le clava una aguja con una jeringa, el perro se defiende. Acá dice, domina la psicología humana. Sí. Si usted está atendiendo animales, qué tiene que ver la psicología humana. Es parecido. Pero mira. Sí. Bueno, conoce el contexto del paciente. ¿Qué sería el contexto? Y usted tiene que saber si vive en un departamento, en una casa, cómo hacen sus hábitos. A mí me ha dicho que su perro sale mucho a la calle y... persigue a los carros que pasan y corre entre las patas de los caballos. Eso es muy peligroso, señor mío. Bueno, pero es un hábito perruno que tienen... ¿Usted le gustaría? ¿Qué cosa? No, cual lo que sea. No, bueno, no, pero ¿qué tiene que ver? ¿Usted le gustaría correr un carro o algo así? ¿Correr usted en cuatro patas abajo de los carros que pasan? No, por supuesto que no. ¿Ve como no le gustaría? Bueno, son 700 pesos. No, señor. Tecnología moderna, un... ¿Cómo se llama? Un psicólogo... Sí. Bueno, tiene que tener tecnología moderna, un veterinario. Un veterinario. Bueno, aquí tiene un tomógrafo. La colocación de chip. Ah, sí, sí, eso se usa. Para que no se le pierda el perro, yo con esta pinza que tengo acá, le coloco un clip allá donde le dije. Y usted siempre sabe dónde está su perro. Sí, pero si el perro, vio que el perro es de lamerse. Sí, de lamerme. No, no, no sé. Pero si se lame, se lame y se lame. Sí. No era salame. No, es selame. Y se saca... Toda la vida creí que era salame. Me voy a la fiambrenería y le digo, déme 100 gramos de salame. Nunca le dije, déme 200. No, es selame. No, el perro es el que se lame. Ah. Y quizás es... Se lambe. Sí. Llámele. Como melón y melambe. Y se traga el chip. pero el chip lo sigue teniendo. Ah, sí, pero en algún momento no. No, claro. En algún momento. Es cierto. Dice... Perdón, ahora que dije lo del amer, ¿es muy recomendable para las heridas humanas hacerse el amer por un perro? Sí, pero andá, siente el amer. Bueno. Yo lo agarro, a veces tengo alguna pequeña herida, lo agarro de atrás de la nuca. Bueno, sí, sí. Y no, me chumba, no quiere. Sí. Pero es mejor que... Andá alambiendo cualquier perro que pasa por ahí, yo que soy tu dueño, te veo de comer, no soy capaz de curarme una pequena vida. Pero... ¿Usted sabe qué? Está dejando... los perros que también... se lastiman como nosotros porque andan corriendo, hacen cosas, ellos no, no, se curan solo. Sí, salame. Lambiéndose las heridas se le van curando, se limpian, se curan todo, incluso algunos perros hasta se higienizan porque no van a un baño con la misma lengua también que... Sí, claro, ¿qué quiere que tenga otra? En ocasiones. ¿La de los domingos? Sí. No, porque... Digámoslo de una vez. La lengua de perro tiene tantísimas propiedades curativas. Yo las comía en vez de la berenjena. No. No es para comer. Pero si a usted le sale, por ejemplo, tiene una herida que se raspó. O tiene una roncha. Se hace la hambre y le cicatrizan. Le cicatrizan mediatamente. Bueno, es lo que habíamos dicho. Sí, sí. Bueno, haz de tu consultorio o veterinario un espacio amigable. Sí, ¿qué querés que te tienda los gritos? Y si el ambiente importa, incluye zonas de espera separadas para perros y gatos. Claro. Aquí yo de... Y bueno. Bien, disculpe. Utiliza aromas relajantes como lavanda y evita decoraciones intimidantes. por ejemplo camiones de la perrera. No, no, no, no. ¿Qué va a decorar? Sí, sí, sí. Bueno. Desarrollar habilidades manuales impecables. Por ejemplo, jugar al dinante con semillas de nabo. No, no. ¿Qué quiere decir esto de habilidades manuales? Y sí, porque hay procedimientos. Muchos procedimientos son manuales. A veces... Claro. Se atraganta un perro. Claro, hay que meterle la mano y sacarle de adentro... con las manos. Porque todavía no ha llegado la cancelación al mundo de los veterinarios. Vio que ahora los médicos para humanos no tocan a nadie. No, no. Yo tengo el doctor caragencial, hace 20 años que me atiende, nunca me tocó un pelo. Bueno, pero ¿y cómo lo revisa? ¿Le mandas tú? No, me revisa a otras partes del cuerpo, pero el pelo no me lo tocó. No, bueno, señor, por favor. Pero veterinario... Palpa, toca, boca, mira... Todo, a veces, sí señor. Desarrolla, ya le dije, actividades manuales, cuida tu apariencia profesional, claro, no va a haber hecho un reo, porque hay algunos veterinarios que, sabiendo que van a andar con perro, van todos fachudos, qué sé yo, no, veterinario viene de trabajo. veterinario. Si, tiene... Un perro lo agarra incluso con delicadeza y cuando termina de revisarlo le dice anda pobre animal El mundo es demasiado grande para nosotros dos. No, no sé si le dice eso. El quinceu, veterinario citando a Lorenz Stern. Eso es un veterinario. Bueno. También hay, perdón, hay a domicilio. Yo tengo una veterinaria que viene a casa. Ajá, no me digas. Es interesante. ¿Cómo la conoció? No, señor. ¿Es verdad que tiene mucha habilidad manual? No, bueno, sí. La contacté por recomendación de una persona. Señor, por favor. Va con el camisolín ella. No, ¿cómo con camisolín? Es veterinaria, ¿qué se pone? No, viene vestida de civil. Ah, bueno. Es una persona con derechos cívicos garantizados por la Constitución. Y hace todos los menesteres en la casa, que es mejor porque el animal ya está en su... está de local. Claro. No tiene que trasladarlo. Claro. No se pone nervioso. Ve claro, ve el hábito. Acá dice, aprende a decir no. ¿Quién? ¿El perro? No. Hay muchos perros que saben decir no. No, el veterinario dice no. Anda a saber lo que le propone el perro. Dice. Es tentador querer ayudar siempre, pero aceptar casos fuera de la capacidad o trabajar sin descanso puede dañar tu reputación o tu salud. Derivar a un colega cuando es necesario demuestra profesionalismo. Ponerle, le traen un león. Bueno, difícil. El león tiene una espina en la pata. Hay que sacársela, dice usted. Claro, quién se la saca. No, aprende a decir no. Claro. No, acá no. Establece, se lo manda Rolón. Establece una conexión emocional con los pacientes y con los animales. ¿Cómo se va a conectar emocionalmente? Sí, lo que pasa es que muchas veces esos pacientes, las personas, quieren a un perro más que a un hijo. Bueno, señor. Pero esos son ellos, no yo. No, bueno, pero... Otra vez me trajeron una culebra, escúcheme. Sí. Que le voy a abrazar. Bueno, pero vio que también puede acariciar a la bestia. Sí, claro. ¿A qué se refiere? No, señor. ¿Qué tal? Hace media hora que te estoy esperando. No, por favor. Saquen al peludo, por favor, de la sala. después actualízate constantemente en lo que hacemos. Usted sabe que nuestras células... se van renovando, ya por ejemplo no queda en nuestro cuerpo ninguna célula de las que teníamos hace siete años. Es verdad que cada siete años se renovan todas las células, así que nos estamos actualizando constantemente. No, pero esto es de temas. El señor que es veterinario también, atendemos perros, gatos, ratas hemos atendido. ¿Quién trae ratas para curar? No, las traemos nosotros. Ah, bueno. veterinarias evoluciona, que es una barbaridad. Exacto, usted termina de leer un libro hoy y mañana empiezan de escribir otro libro. Bueno, de hecho aquí ahora mismo en Rosario se está dando el Congreso Mundial de Veterinarias. ¿Qué tal? ¿Ha venido animales de todo el mundo? No, veterinarios que hay distintas corrientes. Sí, sí hay corrientes, señor. Hay algunos... En el hotel de la calle corrientes. No, señor, algunos están por la intervención médica de laboratorios y... Bueno, ahora por ejemplo... Y otros no. Otros directamente que... No, intervienen... Hay que echar, los animales hay que echar, ¡jura! Hay un grupo de veterinarios... que están empezando a ser veganos y... ¿Ellos o los animales? Propiciar a los animales veganos que coman vegetariano. Sí, pero las tortugas ya son vegetarianas. No, ya sé, pero un perro, por ejemplo. Comida vegana. ¿Cómo? Comida vegana para un perro. Ah, sí, sí, sí. Con verduras. Sí, ¿y le gusta al perro? No, no, porque... No nos importa si le gusta. No, bueno, el perro... Estamos tratando de hacer que se coma eso. Sí, pero me parece que es muy caro el alimento balanceado vegano. Muy caro, buenas tardes. Sí, es muy caro. ¿Tendría un alimento balanceado vegano para perros? Sí, por supuesto. Medio kilo. Medio kilo, bueno, muy bien. Es poquito igual. ¿Medio kilo? Igual. Es que es para probar. Ah, bueno. Y este, mire, el paquete chico es muy caro, es más caro que llevar 30 kilos. ¿30 kilos? Sí. Yo le recomendaría llevar 30 kilos porque la diferencia es mínima. Mire, este vale 500 mil pesos, medio kilo. Sí. Y el de 30 kilos vale 550 mil pesos. Ah, él me le de 550 mil pesos. Claro, por eso le conviene muchísimo. Igual no tengo el de 30 kilos. Últimas consideraciones, sé transparente con los costos, como ahora esto vale así, vale así, no tengo. Trabaja tu paciencia, porque el animal no es bien educado, el animal por ahí escupe y tenés suerte. El dueño tampoco se pone nervioso. Lo que nunca debes hacer para terminar. No subestimes la importancia de la higiene. con todas las letras te lo digo, I, J, H, X, Y. No, bueno, no, señor. Está bien. Un mal manejo de la limpieza puede arruinar tu imagen y poner en riesgo los animales. Evita usar términos demasiado técnicos, sin explicación. Claro. Por ejemplo, juira perro. Claro, no. No, el diagnóstico de este perro tiene la bronchiolitis. Claro. A mí hábleme en cristiano, doctor. No minimices las preocupaciones del dueño, incluso si el problema parece trivial, trátalo con seriedad. Claro. Y no le digas, mira, usted viene por esta estupidez. Esta es una apavada, claro. Lo que pasa es que le levantó un grado de fiebre anoche. No, déjeme tranquilo. Gracias. No muestres apuro, dedícale el tiempo suficiente a cada bestia y nunca ignoren tu salud mental. porque me han dicho que el 70% de los veterinarios se vuelven locos, quedan medio asonados. A veces se mimetizan con los propios animales, vuelven a la casa en cuatro patas, le ponen a rascar la puerta. ¿Usted piensa que un veterinario en su casa tiene una mascota? Yo sí creo, no una, muchas. y se lleva al veterinario que se lleva en trabajo a casa. ¿Trabajo? Llevan los pacientes a la casa. Llega el veterinario, parece un paseador de perros, solo que son distintos años. Oiga, escondete que ahí viene tu padre con... Sí. Que trajo trabajo. Están tigres, panteras... Es raro eso. Y, finalmente, ¿no creas por ver películas del doctor Doolittle? o series donde hayan animales como Lassie, Rin Tin Tin, o Cha-Yan. No, Cha-Yan es un cantante. No, pero antes fue un perro. Ah. ¿Qué fue? Era un tipo. Cha-Yan Bodhi. dice, aunque son inspiradoras estas obras, no reemplazan la experiencia. Claro, yo veía Rin Tin Tin, o Lassie, que era más importante el perro que toda la familia. Por ejemplo, me gustaría estudiar Derecho, decía el niño. consultémoslo con nuestra perra Lassie. Lassie, ¿te parece que nuestro hijo mayor debe estudiar derecho? Lo siento John. Lassie no lo aprueba. No puede dejar en manos de un perro o en patas de un perro. Bueno, en esa serie lo hacía. El perro por ejemplo lo llevaban al África y volvía. Claro, ¿y cómo volvía? ¿con el mar? ¿qué hacía? Volvía, se colaba en un Tomaba... cruzaba toda el Asia y venía por el estrecho de Beren en invierno. Usted sabe que yo leí un artículo donde revelan todos los secretos de Lassie y de otras series. A ver, cuéntenos. Y uno creía que Lassie era un perro. Eran muchos, siete. Sí, siete perros iguales. ¿Siete Lassie? Claro. Así filmaban en un lugar, en otro y en un día hacían siete. Claro. No es como, por ejemplo, Angelina Jolie. Hay una. Claro. sí, sí, bueno, mejor. Bueno, no, está bien. No, mejor no, señor. Entonces hubo un perro así, una escena, el otro... eran todos iguales. Claro, claro, por ahí un perro no quería firmar contrato, tenía otro. Sí, pero tienen que ser perros muy parecidos, son entrenados y todo esto. A mí me dijeron que todos esos perros, los dueños de los perros son los actores famosos. ¿Ah, sí? Lacy es de En serio, y Julia Robertson tres. Está clonada, Julia Robertson. Como puede ver cualquiera. Bueno, extraordinaria esta idea. Muy bien, para ser veterinario. A mí me gustaría, insisto en la idea inicial, tener un hijo veterinario. ¿Se acuerda aquella famosa obra de Florencio Sánchez? Mi hijo el doctor. Mi hijo el veterinario. es mucho peor, ¿no? Sí, creo que sí. Señores, señoras, vamos a hacer una breve pausa para dar comienzo al bailongo. Muy bien. Y para finalizar, dos palabras bastan. Gracias. oficinanerd.com pasión por el podcast