La Venganza Será Terrible (oficial)

La Venganza Será Terrible en el Teatro Regina - 15 de marzo 2024 - LVST 15/3/24 

Más episodios y las canciones del Sordo Gancé y el Trío Sin Nombre y Gillespi en LaVenganzaSeraTerrible.com

  • Objetos de la casa que deberían estar en la basura
  • Mitos griegos
  • Mitos del cine que si los das por cierto, te pueden matar en la vida real

What is La Venganza Será Terrible (oficial)?

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La venganza será terrible. Buenas noches, muchísimas gracias. Aquí estamos de vuelta en el Teatro Regina con gente amiga que ha venido a vernos en este reencuentro. Voy a presentar a mis compañeros, Patricio Barton. Hola, amigo, buenas noches. Es por acá. y el artista antes llamado Gillespi. Hola, ¿qué tal? Nos han llegado unos libros de Carolina Maisonave. Está aquí presente. Aquí, a mí me tocó Cartón lleno, que es una novela, y con el Remo a cuatro manos, que es una colección de cuentos de Carolina. Muchísimas, muchísimas gracias. Ustedes han ligado también... Sí, señor. Muchas gracias. Los cuentos, así que muchas gracias a Carolina. A mí me tocó una dedicatoria. y dice estimado señor, bueno, bueno, hemos comprobado que usted se ha atrasado, ah no, esa es otra nota, otra nota que me han mandado, muchísimas gracias Carolina. Llegó o llega el espectáculo Tomátelo con Soda, qué lindo nombre para un espectáculo, Tomátelo con Soda, esto es el 23 de marzo a las 20 horas. en espacio cultural divergente. Ojo. Está bien. Si usted no es divergente, mejor que no valla. Esto dónde queda. Godoy-Cruz 1967. Es una fusión de música en vivo con actores y actrices de timbre 4. ¿Quién es? Timbre 4. Bueno, Timbre 4 es una escuela de cine de teatro consagrada que estaba ahí en la calle Boedo. No sé si habrán cambiado de timbre ahora. No, siguen estando, siguen estando. Participan Emiliano Puniale, que es el saxofonista de Ataque 77. Y hay que decir que comprando la entrada estás colaborando, loco, con la fundación Sembrano. oportunidades. Así que ya lo saben. Tomátelo con Soda, 23 de marzo, 20 horas, Espacio Cultural Divergente Godoy Cruz, 1967. Muy bien, señor. Bueno, nosotros invitamos a visitar lave porque ahí están todas las presentaciones que estamos próximos a hacer. El jueves que viene estaremos aquí en El Regina nuevamente. El 5 de abril en Canning, en el Teatro Canning, ¿se llama así? Teatro Canning. que ahí se pueden acercar gente de ese y se siente de monte grande gente de un palme a san vicente san vicente por supuesto de si va de vita un teatro fantástico estuvimos el año pasado si teatro canning con mucha suerte pensamos que si se puede repetir que no iba a ir nadie y efectivamente pensó que no iba a ir nadie yo siempre pienso que no va a ir nadie señor bueno ustedes estaban pensando en alguna cosa tramando alguna situación artística para poner en escena, nos vamos a remitir a las instrucciones que nos ha dado la radio. Yo creo que hay que seguir las instrucciones a pie y juntillas, como me decía mi abuela. Muy bien. Entonces vamos a hablar de objetos en nuestra casa que deberían estar en la basura, empezando por uno mismo. No. porque hay cosas que están... Es un buen momento para una pelea en una casa. Aquí, dice el tipo, hay muchos objetos que tendrían que estar en la basura. Sí. ¿Cuál es? Y que lo digas vos. Es la respuesta. No, muchas veces se dice, para empezar esa discusión, se dice, pero cuántas cosas que juntan mugre, esto junta mugre, y eso que junta mugre es algo que usted quiere. Claro. Por ejemplo, libros. Los que le dicen junta mugre los libros. Todos junta mugre. Todos junta mugre porque es un mundo así. Si guarda por ejemplo objetos de oro. Junta mugre. Que lo tire. Ahora le puedo decir una cosa, el mundo está yendo hacia un lugar. Está muy bien eso. No, no, no. Yo miro los fines de semana y una de estas series en un canal de cable. En algún momento apaga el televisor. ¿Durante el día? Bueno, estoy trabajando, estoy preparando materiales para traer el programa. El televisor junta mugre, lo voy a decir. Sí, bueno. y la reparte. Es un programa de acumuladores, de gente que no se da cuenta... Ah, yo creí que era de baterías. No señor, de gente que no se da cuenta que va acumulando... Ah, lo vi. Se llama Acumuladores Compulsivos. Sí. Yo lo vi también. Exactamente. Vamos a hacer ese programa acá. Sí, sí. Y ahora presentamos Acumuladores Compulsivos. Observa, Joe. ¿Qué es eso? He traído unos inodoros viejos de Minnesota. ¿Minesota es el propietario del inodoro o es el lugar? No, de la región de Minnesota. ¿Cómo es el...? La región de Minnesota es rica en inodoros. Me imagino ese sabor. Dígame, ¿cuál es el gentilicio de Minnesota? Pueden ser varios. Minnesota está bastante bien. Minosotense... El minosotero... El minosotero es alguien ya un poco degradado en su civilidad. El arte del gentilicio es atenta contra el idioma. Sí. Cada vez que uno funda un pueblo, está agregando una palabra nueva al diccionario. Por ejemplo, sanmartinense. Sí. Es esa. Claro. Y porque no le puede decir San Martíñano porque es otra cosa. No, es otra cosa. Es otra cosa. Bueno, no importa. Entonces, vamos a hablar de esto, de los objetos que deberían estar en la basura. Vamos a ver cómo empieza. Seguramente hay un exordio con pretensión. Sí. A todos nos encanta cuando nuestro hogar es cálido y acogedor. Y cada rincón... Sí, ¿qué? ¿Usted agarró el texto que correspondía al programa? Para mí no, para mí no, porque no está pudiendo avanzar. ¿Qué pasa en cada rincón? Cada rincón tiene su propio estado de ánimo y carácter. ¿Le dije? Sí. Que iba a ser un texto difícil. Para crear tal atmósfera... Ya me olvidé cuál. No importa. La de Minnesota. Hay una gran cantidad de diversos objetos. Me gusta diversos... La palabra diversos metido allí. Sí, diversos objetos, no es el mismo. Claro, para interiores y pequeñas cosas agradables. Qué bien. Sin embargo, llega el momento en que ya no hay suficiente espacio en estanterías, mesas o en el balcón y tienes que cambiar las mismas cosas de lugar para liberar espacio. No, las tienes que tirar. Bueno, pero a veces uno es... Acá se puede hablar, por supuesto, cualquier tema. Claro que sí. Ya he visto que sí. Digo, desde una perspectiva sí. Sí. Podríamos atravesar el tema a través del apego, si usted es una persona apegada... Apegada a los bienes materiales. A las porquerías, inclusive. A las porquerías. A las cosas, a los objetos, acopia. Pero también está el que por pereza acopia. Claro, por no tomarse el trabajo de tirar. De tirar, de ver qué... O también, como decía Oscar Wilde, ¿cuántas cosas tiraríamos si no temiéramos que alguien... Se apoderara de ellas. Sí, eso es verdad. Puede ser una cosa, yo junto objetos. No me lo hubiera imaginado, nunca. Junto objetos, algunos no tienen... Algunos no están ni siquiera a la vista. Sí. Sin ir más lejos, me dejaron este rosario en la puerta de mi casa el fin de semana. Sí. ¿Y quién le deja eso? No sé, pero me lo dejaron donde van las cartas. Y yo... Me pareció... Me pareció lindo y lo empecé a usar. Y así muchas cosas. El umbral de parecer lindo es muy amplio. Bueno, le puedo decir una cosa, lo que dice Barton es verdad, uno tiene apego por cuestiones sentimentales. Me siento sentimental arriba de usted. Bueno, no, no. A usted le regalan una cosa que a los ojos de todos es una porquería. Sí. Pero a sus ojos tiene un valor sentimental porque se lo regaló... una novia suya que se llama... X. X. Bueno. Y esto me la regaló X, y esto me recuerda a X, que cuando X esto, que cuando X aquello. X aquí dio. Y el momento en que X me dio esto, esto lo tocó X. Bueno, eso sí. ¿Por qué? Bueno, no, señor. No, porque estamos hablando... No se da ni idea. No, por favor. Por favor. Hay una conexión, le diría, atómica... en términos de átomos y de partícula, que estuvo el cuerpo ahí, en la cosa. Esta cosa tomó contacto con él. Claro. Y usted la guarda. Vamos a los asuntos. Empecemos por las cosas que queréis, a llamar las cosas por su nombre. Bueno, listo, listo. Una tabla de planchar, vieja. ¿Qué? Vieja. Ah, una tabla de planchar, vieja. No tengo ni siquiera nueva yo tabla de planchar. Yo como todo el mundo, plancho arriba la mesa. Bueno. Agarro una cobijas, la meto arriba la mesa y plancho. Bueno. ¿Qué tabla de planchar? Bueno, no, pero ahí... No quiero una tabla de planchar, no la puedo armar. Es difícil de armar. A veces vamos a esos hoteles que vamos cuando nos pagan otros. Sí, sí. Y hay una tabla de planchar. Siempre hay. Y la quiero armar y no lo consigo, señor. La tabla de planchar igual todas son viejas, se la venden viejas, usted compra una nueva. y ya se la venden bien. Ya tiene que asentar. Sí. Dice, hay una tabla de planchar heredada de generaciones anteriores. Qué herencia, eh. Detrás de la puerta del dormitorio o en el balcón. ¿Cómo me voy a poner una tabla de planchar en el balcón? No, no, no. ¿Me agarra la lluvia y qué? Sí, sí, se hincha porque es todo aglomerado. Sí, yo no me voy a hinchar. No, se hincha la tabla. No me tienen con esta conversación que tira esto, tira aquello. Lo que pasa es que si uno vive en un departamento, no tiene espacio, lugar de guardado, excelente. Sí, pero queda fulero de la calle, usted ve el primer piso, y ve cubiertas viejas de auto. palos, cañas. Ah, sí, cañas también. No sabes para qué crees cañas. El día de mañana querés hacer un barrilete. No, señor, como tú tú eres. O encargado. Sí, para poner al lado de la planta. ¿Y dónde tiene planta? En un departamento. Es raro, sí, pero tantas cañas va a juntar para una maceta. Bueno, sigue la tabla de planchar. No nos atrevemos a tirarla. ¿A qué se refiere? A la plancha, no a la plancha, a la tabla o sea... Ya que nuestra madre solía planchar la ropa en esa misma tabla. Bueno, listo. Me mató. Ya está, ya está, no se toca. Dice un chantaje, un chantage sentimental, señor. Claro. Una extorsión. Pero veo que no... Es claro porque mi madre le tiraba todo, no creo. que se concebre ninguno. Primero planchaba igual que yo arriba de la mesa. Claro. Mesa que debe haber tirado la mi madre. Sí, verdad. La madre tiraba todo. ¿Sabes lo qué? Es muy raro que haya una cosa que mi madre haya atesorado como un bien. Claro. La madre tiraba todo, especialmente las cosas de los demás. Ahora le puedo decir una cosa, hoy por hoy, los nuevos, los millennials, por ejemplo, millennials, centenials... Ya los millennials que ya son viejos hoy, aviso que hay varias generaciones. No, no, no, ¿qué es lo que hacen? En vez de tener la tabla de planchar, le sacan una foto con el celular y ya tienen... ¿Y qué? El recuerdo. Ah, sí, pero no guardar las cosas sino la foto de las cosas. Claro, la foto. Yo tengo acá una lista de fotos de gente. Sí, sí. A la que afortunadamente no veo más. Y un identiquit. Bien, frascos de vidrio, esto está muy bien. Hay gente que cuando termina el dulce, entonces se compra un frasco de dulce, se le termina, lo lava bien y lo guarda pensando que algún día le va a servir. No le va a servir nunca. Son hermosos. Los que estuvieron trabajando para hacer un frasco de vidrio. Pero cada vez son peores esos frascos. Antes eran lindos, ahora es un pedazo de vidrio. Le hago la siguiente cuestión. Si usted, por ejemplo, hace una mermelada casera... ¿Dónde la pone? Justo mañana iba a ser. No, creo, si hay una cosa que no voy a hacer nunca en mi vida, es mermelada casera. Bueno, ¿dónde la pone? Que a mí me trajeran ahora un contrato, diciendo, prometa que nunca va a ser determinada cosa, y elija usted la cosa, yo pondría, mermelada casera. Claro, sí. pero el frasco le puede servir para guardar muñequitos, para guardar botones. ¿Pero qué muñequitos? La mermelada casera, ¿dónde me la meto? No, bueno, la tiene tirada sobre la mesa, sobre la tabla de planchar, la tiene. Toda la mermelada, chorreada. ¡Para rama! Ahora, vio que el frasco que usted guarda, el frasco lindo, que son muy pocos, son disfuncionales. tiene una forma, por ejemplo, cónica con una boca pequeña y usted no puede meterlo en el dedo. La mitad de las cosas se le queda dentro. Se le queda dentro. O son redondos. Bueno, pasa con los hermosos frascos de perfume importados, que son bellísimos, hay diseños que parecen obras de arte, verdaderamente. Una vez que usted terminó el perfume no le sirven para nada. Bueno, tírenlo. Lo guarda vacío. Lo guarda. Lo guarda vacío. Sí, porque el día de mañana voy a ver la forma de sacar la tapa esa que está. Pero ¿cuándo es el día de mañana? Debe una fecha. Por ahora no tengo tiempo. y el perfume que usa este. Y yo que le doy al tulipán negro. ¿Y sabe qué? Hay un nuevo ejercicio para hacer con Gillespie que es meterle cosas... No, pero espere. Acabo de llegar. ¿De qué hago? Un poco de respeto. Meterle cosas en el buzón de la casa. Como él usa todo lo que le dejan. Ya le tomaron el punto en el barrio. Y cada vez que quieren deshacerse de algo, se lo meten en el buzón. Se lo dejan en el buzón y ahí aparecen frascos, rosarios... Bananas. Y todo así. Bien, continuemos con otros ejemplos. cucharas y tenedores viejos. No envejecen las cucharas y tenedores viejos. No, claro. ¿Cuánto tarda un tenedor en tornarse inútil? Es verdad, es cierto. Yo tengo un cubierto que era de mi vieja, de mi abuela. Y anda un fenómeno. Yo tomo el tenedor, por ejemplo. Pincho un gnocchi, ¡pum! me lo comí. ¿Cuántos años tiene este tenedor? Noventa. Quería comprar uno nuevo. El gnocchi es nuevo. ¿Qué gana con el nuevo? ¡Nada! Lo mismo. No, además cuidado porque el tenedor viejo, el de su abuela... Sí. Con todo respeto yo hablo de él. Sí, sí. No como usted hace de la mía. Sí. Es un tenedor pesado. No escatimaban material. No señor, no es como lo de ahora que los dobla pincha usted y se dobló el... Que se doblan. Se le doblan los... Se doblan cuando usted hace demasiada fuerza para manipular algún alimento. se dobla el tenedor, queda en ángulo recto y usted a lo mejor le quiere hacer, quiere esgrimir un argumento y le hace así con un tenedor doblado, pierde muchísima fuerza. Usted dice por ejemplo, hay que librarse del Estado, cualquier cosa, se lo dice con un tenedor que señala para el otro lado. Lo tengo visto. Y el tipo dice, me parece que no. Una bolsa llena de bolsas, hay que tirarlas. Ah, la bolsa llena de bolsas. La bolsa llena de otras bolsas. ¿Qué pasa? El día que necesitan embolsar cosas para tirar... Para tirar los frascos que usted guardó. Hoy yo necesitaba embolsar unas cosas. ¿Y dónde estaba la bolsa? Las habían tirado. ¿Voy a obrir? Sí, pero llega un momento. Esta bolsa que nos dio la querida oyente escritora, esta yo me la guardo. Claro. Sí, guardas el libro más que la bolsa. Yo también el libro. Bueno, se la doy al señor, pero esta bolsa... No, pero yo la quería llevar. Para colgarla de un clavo y meter las bolsas de plástico que nos llegaran en virtud de las compras que hacemos en distintas casas de comer. Yo no uso bolsas de residuos, uso bolsas que voy reciclando. Ah, qué bien, usa las bolsas de polipropileno que contaminan el ambiente. Sí, señor. Para el año 2070 va a ser imposible dar tres payos sin enredarse una bolsa de plástico en la gamba. porque el señor no compra las bolsas biodegradables por ahorrar. Lo que pasa es que hay que... Antiguamente nuestros ancestros, ¿por qué tuvieron una casa, un buen pasar? ¿Por guardar bolsas de vaciura? Porque sus antepasados también las tenían. No, señor, porque le daban un uso, un valor a todo. Yo todavía conservo frascos de esos de mermelada con miles de tornillos y tuercas que el día de mañana... Sí, bueno, pero ¿cuándo va? ..se pueden sacar de un apuro. A usted les falta un tornillo. Sí, lo digo a usted. No, no, no. En su casa. Y nos volvemos locos. No hay un solo tornillo en su casa. No lo encuentra. El tornillo que le falta al señor no está en el frasco que usted tiene lleno de tornillos. y nunca va a estar. Siempre a uno le falta un tornillo que no está entre los mil que le dan para aquel hijo. No está, y además es más rápido, ir a comprar otro tornillo. No, no. Buenas tardes. Buenas tardes. Si deseaba. Un tornillo. No, no trabajamos por unidad. Bien, en base de perfume vacío, justamente, no sé si lo dije o usted lo adivinó. Qué bien. Diarios y revistas. No tengo ninguno. Ahora no se acopia ya. No sale más los diarios de la revista. Sí salen, pero bueno. Me parece a mí que no sale. Yo tengo el diario de cuando asumió el doctor Raúl Alfonsín la presidencia. Bueno, pero eso es un testimonio histórico. Asumió Alfonsín en la tapa. Y usted lo lee todas las mañanas y se lo cree. Por favor, es una pieza histórica. ¿Por qué no me lo prestas? Las numerosas revistas sobre belleza y diseño de interiores una montaña de periódicos con información que alguna vez consideramos interesante. Todo eso se acumula en el balcón o debajo de la cama. Pero ese balcón se va a caer. Sí, el balcón ya... Además cae el agua sobre esa revista. Exacto, eso es lo que yo quiero decir. Y hace una pasta. Y ahí cunden, le digo... Bichos. Sí, claro. Igual siempre un papel de diario hay que tener por si usted quiere hacer fuego, precisa papel de diario. ¿De qué hablan? Del papel de diario. Veo que es muy impresionante cuando uno trae los huevos... A veces sí. No, señor. De donde los adquiera. ¿De dónde los adquiera? Sea una verdulería, una granja. Los muevo muchas veces en papel de diario. Y lo bien que hacen. Y vienen noticias viejas. Claro, que asumió Alfonso Impulso. Sí, sí, no sé si tanto. Y eso después, si usted lo guarda y si quiere hacer fuego, prende fuego. Sí, o si quiere darlo como alimento a las ratas. Bueno, la rata come cualquier cosa. Otra cosa que hay que tirar, acá eso de guardar cosas debajo de la cama me parece muy bien. Bueno, por fin. El debajo de la cama es un armario comodísimo. Para guardar los zapatos viejos, por ejemplo. ¿Para qué guardas zapatos viejos? Para el día de mañana, como dice el señor. Lo puedes sacar de un apuro. No sé de qué apuro. Porque usted no encuentra los nueve. Sí, debe estar abajo de la cama. ¿Usted tire todos los zapatos que tiene? Y después, el día de mañana va a tener que ir a comprar un par de zapatos. Y dígame lo que valen. Bueno, sí, señor. Un ojo de la misma. Está bien, pero... Lo que le digo es que debajo de la cama se pueden guardar los zapatos nuevos también. Sí, claro. O los de andar todos los días. En vez de guardarlos y después ir a buscarlos. Que yo no, usted directamente se agacha, mete la mano, o si no, agarra una escoba. Bueno, está bien. Y trae, le van a salir cuatro o cinco zapatos. Sí, y pelusas. Y dije, que utilicen los suyos y se los pone. Eso le digo... Y todo lo demás que les suene los tira para adentro. Ya le digo que eso es un juntamugre. es una oculta mugre. Quedan muchos libros a veces. Usted se acuesta leyendo, siente que el sueño lo va a vencer, agarra el libro que estábamos leyendo y lo tira bajo la cava. Después, el día de mañana quiere leer, quiere leer, meter la marxaca con zapatos. Y tiene el libro. Hay que tirar los monitores antiguos. De las computadoras. De las computadoras, sí, sí. Bueno, cajas de cartón de electrodomésticos. No tirarías jamás una. Sí, ¿cómo que no? Las cosas más lindas del mundo. Gente que actualmente forma parte de este equipo ha tenido como mejor juguete la caja donde venía un televisor. A mí me gusta jugar con esa caja, meterme dentro. A los gatos les gusta. Pero a mí me gusta. Bueno, sí, pero... Como no tengo gato. Dice, cada vez que desempackamos electrodométicos nuevos, decimos, no hay que tirar la caja... Claro. ..mientras la garantía esté vigente. Pensé que era un refrán. No, no. Cuando la limosna es grande... No hay que tirar la caja. Bueno, además la caja... Si usted la tira a veces, la pone a la puerta de su casa, usted se compró un televisor de máximo lujo y tecnología. Sí, algunos sí. Es como una sustentación. Usted pone la caja cuando diciendo... Entran los ladrones. Enseguida, a los cinco minutos... Los cinco minutos. ..tienen los ladrones. Dame todos los millones, la salaja, todo. No tengo nada. ¿Cómo? ¿No tenés nada? A mí le muestro la caja. Claro. ¿No tenés nada? Y te compraste un admiral. Sí. de 53 centímetros. Bueno, hay que tirar también eso. Estamos tirando todo, me parece. Todo hay que tirar. Una vez que empezó a tirar, no puede parar. Cuidado porque le agarra también como una compulsión. Sí, sí. Y empieza a tirar todo. Sí, y se pasa al otro lado. Y tira cosas que son necesarias. Bueno, yo vi una película norteamericana que se llama Compulsión, justamente. Ah, bueno, muy bien el título. Muy bien. ¿Quién trabaja? Los personajes se llaman Jude Steiner, a ver quién se acuerda de Compulsión, una novela muy famosa en los años 60. Bueno, no importa. ¿Esto es verdad? Todo es verdad, esto es radio. Compulsión a tirar se llama la película. Acá les pusieron otro nombre, Angustia de un deseo. Es mejor el título de acá. Mucho mejor, como siempre. Y entonces es un tipo que empieza a tirar algo que la mujer le reclama, además de espacio en la casa, más limpio. Y por ahí la mujer lo joroba tanto que al tipo le agarra como un ataque. Y empieza a tirar... Cosas que son de valor. y abre los ojos grandotes. Michael Douglas trabaja. Bueno, el elenco hasta ahora es fabuloso. Sí, le suda a todo. Bueno, mire, qué bien. Tira plata y... ¿Y cómo termina la película? Hay una partida que él agarra al perro, que él siempre lo algaricia, lo agarra y lo tira por el balcón. ¡Ah, por el balcón! Y ahí entonces la policía... rodea la casa y el tipo empieza a tirar todo, todo, todo hasta que no hay más nada en la casa. Queda vacío. Es muy bueno porque hay como un traveling, el director se te ve la casa completamente vacía, ¿qué hace el tipo? Empieza a sacar los azulejos del baño. No, está pobre. No, tira los azulejos. Y ahí es la parte que te empezás a aburrir. Y sí, por algún momento, no. Pero ¿sabes qué pasa? Se empieza a ir la gente del cine. Sí. Arranca la butaca, tiran todo. Y todo así. Bueno, yo me dormí. Zapatos viejos hay que tirarlos entonces. ¿Vio? ¿Dónde los habíamos puesto? Abajo de la cama. Para mí lo que hay que determinar es la suela del zapato. Si la suela del zapato está mal, ya no tiene reloj. Ahora, si la suela está bien y la parte de arriba se puede prácticamente... Ahora, lo que yo le digo, muchas veces los zapatos se tornan inútiles porque usted se los moja. Claro. Y los pone adentro del horno para secarlo. y el botín se hace chueco. Bueno, claro. Le queda todo duro. Le queda todo duro pero además se dobla. Y no lo enderezas más. Y no, ¿cómo va a meter eso ahí? Imagínese, ¿vió cómo se pone un pollo dentro del horno? ¿Un qué? Un pollo. ¿Un pollo? Sí, pero son zapatos los que ponen. Sí, bueno, pero al zapato... ¿Me quiere que me ponga un pollo con los pies? Tiene un agujero el pollo para calzar. Pero al zapato le pasa lo mismo. O sea, se empieza a cocinar. Sí, sí, sí. Usted está cocinando un zapato. Bueno, entonces ahí también hay que tirar los zapatos. Otra cosa que no sé lo que es. Suvenir es chino. Exacto, souvenir es chino. Hay que tirarlo. No, no, un momentito, porque el souvenir, hoy por hoy, de cualquier lado del mundo, usted va a cualquier país y va a comprar un souvenir. Puede ser un imán para la heladera. Usted es el que compra esa cosa. Usted es el que compra. Por eso le digo. todos prácticamente son de origen chino. O sea, usted puede estar en Venecia y el souvenir es chino. Es de China. Y el souvenir de China, ¿de dónde es? No hay. No es un souvenir. Pero bueno, y queda muy bien cuando uno va de viaje, estará esos pequeños regalitos, esos objetos, a los amigos, amistades. A mí me parece una cargada, que usted se vaya a Venecia. Y me regala una cosa con escarabadientes chinos. Sí, sí. Usado. Me estás tomando el pelo. Dice, los compramos con ojos brillantes y de leite infantil, pero después de un par de semanas dejamos de notarlos. Ahora, durante la limpieza, hay que desempolvar esos objetos y tirarlos. Bueno, ¿para qué lo va a desempolvar? ¿Y usted para qué se lo va a tirar? ¿Usted sabe lo que hace? Bueno, la gran revolución de todo esto la hizo Marie Condot. ¿Quería que iba a decir Mao Zedong? No, Marie Condot, que es una escritora y que se dedica a esto, a la limpieza. Y ella determinó un... No le va bien, ¿no? con los libros. Son libros de limpieza. Muchos de ellos los edita la Editorial Planeta. Ah, no me estrenen. ¿Cuántas páginas tiene cada libro? No, son cortitos. El método que ella recomienda es que uno agarre el objeto y se lo ponga en el medio del pecho. Ah, tuvo suerte. Acabo de llegar. Sí, cómo le va. Yo había comprado de otro autor, mire. Y si siente apego, cuando siente, lo deja. Si no siente nada, lo tira. Pero si yo tengo un ropero, me lo pongo en el pecho. casi aplastados. Ella dice por ejemplo... Y si no siente nada, tírenlo. Sí, bueno. Ella saca una pila de camisetas, por ejemplo, de remeras, y va probando una por una con cuál siente esa vibración. No, bueno, pero hay gente que evoca con los objetos. Hace como una... como si fuera una tarea arqueológica y de recuerdo del pasado. Sí. aman determinada melodía porque les recuerdan algo. Sí. ¡Uy, yes! ¡Ay, sentí! Ay, me encanta. Sí, es bastante lindo. ¿Por qué le gusta? Bueno, porque la primera vez que salimos... Con X. a comer X, estaban tocando eso. ¡Qué hermoso! Yo una vez tuve una discusión en el programa de Mirta Alegrán, que casi me cuesta la salud mental. ¿Esto es verdad? Todo es verdad, señor. ¿Esto está documentado? Yo lo busco en la computadora y lo encuentro. Había una cantante brasilera. Sí, ¿me puedo imaginar quién? Entonces, dice, a mí me gustan, amo sus canciones, dijo alguien que estaba en la mesa, porque me recuerda en el momento en que conocí a X. Ah, bueno. Entonces yo interviní modestamente y dije que eso no era un halago para el artista. Claro que no. El artista decía que a usted le guste la canción porque está bien hecha. Sí, bien cantada. Que suena bien, está bien cantada, bien armonizada y es artística. Pero no, porque justo la estaban tocando cuando usted conoció un tipo. Claro, claro. Ese argumento fue rechazado unánimemente. ¿En la mesa? Por todas las personas que integraban la mesa. ¿En serio? Sí, sí. Entre los que había incluso destacados músicos... ¿En serio? ..que juraron que a ellos les gustaban las canciones porque eran exactamente coherentes o con algún momento exacto de su vida. Y bueno, entonces... ¿Y hay que inserir? ¿Por qué a usted le gusta una canción? Porque justo que la escuché me estaba pasando algo que a mí me gustó. Algo importante. Yo insistí muchísimo. Pero ¿por qué? Que eso era más bien obra de la casualidad y no del talento musical. Exacto. Fue rechazado ese argumento. Bueno, bueno, sí. ¿Y la estaba la conductora del programa? ¿Algo dijo? No, estaba a favor, se manifestó, a favor de la contemporaneidad entre la obra musical y los sucesos del mundo. Bueno. Cuando la obra es exactamente contemporánea, algún suceso personal es buena. y terminó la discusión. Parece firme, el argumento parece firme. Parece firme. Qué firme. No tanto. Sí. Bueno, por... ¿Llegó al postre? ¿Usted llegó al postre? No, no, yo no comía cuando me invitaban al programa de mi tele. Hacía bien, creo. ¿Pero hacía que comía? ¿O algo? No, no, no, no, no hacía nada. No hacía nada porque yo detestaba... o temían la posibilidad de estar engullendo algo, justo en el momento en que me preguntaban si yo consideraba que el momento en que una obra se ejecuta es decisivo para su consideración. Finalmente... es muy común ir guardando cosas por aquello de... por si acaso, como dice usted el día de mañana... Es una verdad incontrazable. Sí, lo mismo que la de las canciones. Sí, sí, sí. En realidad, solo terminamos acumulando un montón de cacharros sin saber qué hacer con ellos. Si empezamos a deshacernos de todo eso, nos quedará la casa la más minimalista. ¿Y qué tiene de bueno el minimalismo? Mejor, es preferible una casa minimalista, sino una casa maximalista. Claro, imagínese. Llenos de personas que ponen bongo. No, pero es cierto que usted que junta para algún día, como dice... Yo cuando viene alguien a hacer un trabajo a mi casa... No llega nunca y usted no vive el presente. Viene una albañil a hacer un trabajo y le queda escombro, un pedazo serruchado de madera... Me guarde lo. Es que no le terminó la obra. No, bueno. Y muchas veces me dice, ¿esto te puede servir para...? Listo, lo guardo. Esta película es otra película. bien muy interesante, que hay un tipo como ese que guarda y está muy satisfecho en un momento porque piensa que ha guardado todos los objetos que alguna vez... necesarios para el proceso... claro, que pudieran ser necesarios, que está acubierto de cualquier impredeo y se enferma, se enferma y el médico le dice una escena tremenda. Dice, mire usted está listo. Mira, mira la radiografía, mira así para arriba. Ajá, dice. ¿Pasa algo, doctor? No, no, no, pará. ¿Qué? Ah, no, no, dice, no. Usted está listo, ¿eh? ¿Qué dice? ¿Qué mal es el doctor? Eh, no, no. Tómelo con soda. ¿Pero cómo no tomó con soda? ¿Tómelo con soda? Tomélo con soda y llame al espectáculo. Sí. Eh, y el tipo entonces empieza a pensar. ¿Qué? Porque todo el esfuerzo que hizo, hay como un racconto, ¿no? Sí. O sea, se ve todo que parece que anduviera mal, proyectó, ¿no? Y hacen todo una escala. Todo empieza a recordar. Escala de un tono. Sí. Y el tipo recuerda cuando encontró una goma de auto. Sí. Se ve tipo guardando el hilo de una pizza. Sí. ¿Qué detallista el director me gusta? Todo, todo el tipo de... Entonces lo mira el médico y dice... No me daría las placas de la radiografía Por si hay un eclipse Es genial, señor, la película Estamos en el Teatro Regina de la ciudad de Buenos Aires y entre las cosas que hemos acopiado... en nuestra ausencia, hay algo del pensamiento ajeno. Vamos a trabajar. con los mitos griegos. Bueno. Y acá, y esto pasa con todos los mitos griegos, tienen una estructura muy interesante, que es que están vinculados unos con otros, y que tienen una genealogía que, si bien a veces admite distintas versiones, le da un orden a las cosas que suceden, casi diría que es posible empezar a contar un mito griego por cualquier parte. te puede empezar mucho antes o terminar mucho después, porque las cosas van encadenadas y a veces es indispensable conocer de dónde arruinca el domingo. Tienen una continuidad generacional. Eso no he visto que nadie, desde luego que se ha estudiado y se ha dicho, pero que nadie tenga la prolijidad de hacer como un mapa. generacional de piel grimal lo hacen sus libros, pero debería ser más explícito. Vamos a contar este. Aquí hemos hablado más de una vez quizá, de las mujeres lémneas y del rey sísico. Ya le voy a contar, pero empecemos desde antes, diciendo que Afrodita, que es la diosa de la belleza y del amor, nació frente a la isla de Chipre, en otra isleta mucho más chiquita que se llama Pafos, mejor dicho, en el mar nació. Ahí estaba el viejo urano, que era el cielo, se había casado con Gea, que era la tierra. No le haga caso a los simbolismos. Y el viejo urano tenía la costumbre de engendrar su hijo Cronos, uno de los hijos que no hay, que el viejo no alcanzó a matar, lo pesca un día que estaba por unirse, por decirlo así, a Ajea, y toma una hoz de esa del Partido Comunista y lo castra. Somos personas verdades. Arroja el excipiente al mar. vio cómo es el mar, la espuma, vio la castración, mucha sangre, y ahí entonces me junge, no me pregunte cómo, nace Afrodita, la diosa de la belleza, y resultó que era la más linda de todas y la cazan, la cazan con efecto que era medio feo. Pero no importaba, a ella le gustaba, Efesto lo quería, pero también le gustaban otros hombres. Y era una muchacha que tenía la costumbre de ser infiel. Está muy bien. Está bien ese, no decimos nada. Acá todas las ideologías son vales. Bueno, está bien. En una de ellas se le cruza Ares, el dios de la guerra. ¿Qué, muchacho? Bien puesto, pues yo. Chao, se hacen amantes. Y todos los días. Bueno, bueno. En la misma cama donde apurillaba Efesto. Un día Efesto los ve, les prepara una trampa. La trampa era como una red que caía de improviso sobre los amantes. Los pesca, no pueden salir, los exhibe ante todos los dioses del Olimpo, los humilla. Era una de las cosas que le pasó a Afrodita, pero Afrodita era vengativa y cruel. Y se vengó de todos los que hicieron comentarios, imagínense. Llamaron a todos los dioses para que los vean. Estaban ahí desnudos, Ares y Afrodita, y siempre hay quien hace comentarios. Ella les anotó todos los comentarios. Se vengó de todos. y cada cosa que le hacía, no le caía mal, se convertía en una vengaza espanyola. Entonces, un día sucede que en la isla de Lemnos estaban ahí las mujeres y descuidan el culto de Afrodita. Descuidan el culto. ¿Qué es el culto? Sí. El culto. No la adoraban suficientemente. Ah, perfecto. Se enojó. Y las condenó a despedir un olor nauseabundo. Eso es una condena, ¿eh? Así que me andan descuidando del culto. Muy bien. A ver ahora. Cuando llegan los maridos del trabajo y dicen, bueno, vamos a dar la suelta a nuestra. Los juegos, volviendo, vienen, acto conjugal, por favor, qué sé yo. ¡Ah, soctulac! Dice. No, bueno. ¡Qué horror! Dice. Y se niegan a yacer con su mujer. ¿Por qué? Porque les pedían un... Uno no responde. ¿Qué hacen los tipos? Se van a Tracia a buscar mujeres, otras mujeres, porque las de ellos no les gustaban. Y vuelven con sus nuevas amantes, qué sé yo. Y estas muchachas hacen una reunión y resuelven asesinar a su marido. Entonces en un momento que los agarran desprevenidos... Los matan a todos. ¿Las amantes? No, no. Las amantes ya no estaban. Iban a estar y las salieron. Ah, ok. Las mujeres. Las mujeres regales. Agarran a los maridos. Descuidado. Pum. Los matan a todos. Habían hecho una reunión antes y se lo van a matar a todos o lo van a matar a todos. El olor que había en esa reunión. Pero, ypsípila. salvo a su papá, que era el rey de la isla del Lemnos, Toante se llamaba, pero en secreto lo puso a la deriva en una embarcación sin remos. Y ahí quedaron las cosas, las chicas solas viviendo en Lemnos, y en ese momento, ¿quién aparece en un determinado momento? Aparece la nave Argo. ¿Qué es la nave Argo? La nave Argo es la nave de los argonautas. ¿Por qué andaba esa nave allí? Bueno, vamos a ver qué pasó una generación antes. Había un rey, el rey Creteo, que se había muerto y había dejado el reino a un señor que se llamaba Ezon. Pero Ezon tenía un hermano, un hermanastro mejor dicho. que se llamaba Peligas. Y en realidad, Eson era el que había heredado el reino del recreteo. Estamos hablando de Yorco. y pelea hacia poderas del reino y se constituye él en el reino. Y Echon quedó ahí. Ahora Echon tenía un hijo que llamaba Ha-son, y no Jason, como dicen las películas americanas, que se había ido a educar con el Centauro Quirón al campo y volvió. Un día volvió después de 20 años. lo ve el rey Pelias y no lo reconoce. Pero ve que este muchacho, Jasón, venía con una sandalya sola y el oráculo le había dicho que desconfiara cuando hubiera un pibe con una sandalya sola. En realidad, lo que había pasado es que le había perdido por el camino. Y entonces, después, ya un... Peor todavía cuando sabe que es el hijo de su hermanastro y sospecha que viene, seguramente, a ayudar a Elzón a recuperar su reino, dice, hay que matarlo. Y le pregunta todavía, fingiendo que no lo ha reconocido, a Hasson, y si querías tú, si tuvieras que deshacerte de una persona que te va a matar. Y Hasson le dice, lo mandaría en busca del bellosino de oro. Y eso es lo que hace Peria. Lo manda en busca del bellosino de oro. Y Hasson... agarra viaje porque sabe que él puede hacer, puede cumplir una hazaña que desde el dicho parecía imposible pero él cree que la puede cumplir y para cumplirla llama a un tipo que se llama Argos y hacen una nave que también se llama Argos, una nave que tenía 50 remos y entonces se manda a buscar los 50, los 45, los 69, los historiadores o mitógrafos varían héroes más famosos de Grecia para ir con esa nave hasta Colquia, que quedaba en el Mar Negro, allá donde, en la Loma del Paizano, que era un viaje muy difícil casi imposible. Entonces convoca a muchos héroes famosos. Estaban Orfeo. Sí. Orfeo que... Toca a la lira. sino... esa Orfeo Negro. Orfeo. Estaba Orfeo y estaba Heracles. Ah, ah bueno. Heracles nada menos. Le ofrecieron ser capitán y yo dije no señor, que sea capitán, que sea el que organizó este asunto. Estaba también Cástor y Pólux, llamados los Dioscuros. Estaba Peleo que era el papá de Aquiles. Estaba Teseo el héroe de Atenas. Estaba anfiarado de que íbamos a hablar la semana pasada, un mago que formó parte de los siete contra Teba. Estaba Peneo, un tipo que primero fue mujer y después hombre. Estaba Laertes, que era el papá de Ulises, y estaba Autólico, ¿se acuerda? aquel cuatrero, que en realidad también era abuelo de Ulises. Y estaba Linseo, que era el vigía. que tenía una vista estupenda. Y había una mujer que era fortísima, llamaba Atalanta. Y estaba también Illas. Illas era el novio de Heracles, el novio de Hércules. Illas. Masculino. Sí, señor. Bueno, bueno. Acá todas las ideologías son valiosas. Y Mopso, que era un mago, y muchos más. Era como la Liga de la Justicia. Sí, era todo lo mejor. El Dream Team. Y en un momento llegan a dónde? A Lemnos. ¿Dónde estaban las chicas? Dónde estaban las chicas que habían matado a todos sus maridos, porque estos no querían yacer con ellas, a causa del olor que despedían. Muy bien, llegan los tipos, atracan despacito, este... Bueno. Y... Primero lo tomaron por una nave enemiga, las chicas, y fueron y se vistieron con las armaduras de sus maridos para ir a pelear. Pero hicieron bajar al elocuente Esquión, que con el bastón en la mano, el báculo en la mano, las tranquilizó. Dicen, no, venimos en son de paz, somos ciegos, se nos va a furar. Entonces, Ypsípila, que era la hija del rey, convocó un consejo en el que propuso que se le enviaran alimentos y vino pero que no se les permitiera entrar en la ciudad capital, Mirina se llamaba por temor a que se les acusara de la matanza y cierto tipo se van a dar cuenta, decimos sonar a nuestros maridos ¿por qué se van a dar cuenta? porque estas armaduras que ustedes usan le bailan ¿De dónde la sacaron? ¿Por qué no hay hombres aquí? Claro. Bueno, no lo dejemos. Y en la reunión aparece una vieja, Polixo, un anciano. Dice la vieja, dice, pero si no hay hombres aquí, vamos a desaparecer, no nos podremos multiplicar. lo más sensato sería que os ofrecíais amorosamente a estos aventureros bien nacidos y así no sólo pondríais nuestra isla bajo una fuerte protección, sino que además pariríais una raza nueva y fuerte". Y este consejo fue a clavar. Mira la vieja, ¿eh? Y los argonautas fueron bien recibidos. Y Psípila no le contó toda la verdad a Jasón. ¿Lo agarró? Me explicó que después de haber sufrido muchos malos tratos por parte de los maridos, sus compañeras se habían levantado en armas y los habían obligado a emigrar. A emigrar hacia el otro mundo. Al más allá. Y dijo que el trono vacante de Lemnos sería para él si lo pedía. y pero declaró que antes de fijar su residencia allí, debía completar la búsqueda del bellosino de oro. Sin embargo, Ipsípula no tardó en conversar a los argonautas para que retrasaran su partida. Cada aventurero se consiguió una o más menas de Tabanae. Ipsípula, como se ha dicho, reclamó para ella razón, lo agasajó. y ahí fue cuando concibió a su hijo Ebuneo con un bellizo nebrófono. Bueno, Ebuneo llegó finalmente a ser rey del emnos y una generación después le dio vino a los griegos durante la guerra de Troesa. Los demás argonautas también engendraron muchos hijos y si no hubiera sido por Heracles, se hubieran quedado siempre allí. Pero Heracles se había quedado vigilando la nave. y pasaron, pasó un tiempo yo que no volvía, me cansé. Y agarró y empezó a golpear todas las puertas. Y si no fuera por Heracles, nunca hubieran recuperado el bellocino. Obligó a los hombres a volver a la costa y esa misma noche se embarcaron para Samotracia, donde fueron iniciados en los misterios de Persefone. Más tarde, cuando las chicas de Lemnos descubrieron que Ipsípila había violado su juramento y había salvado a Toante, bueno, la vendieron como esclava al rey licurgo de Nemea. Bien, a todo esto el pibe Euneo llegó a ser rey y cuando lo hizo, ya siendo más grande, una generación después, purificó la isla de aquella matanza con unos ritos que se... Ahora bien, los agro-anautas ya oíjeron, vamos no, siguieron navegando y cruzaron el el esponto de noche porque había un rey, la humedonte que hacía sonar a todo lo que pasaba, bueno, y llegaron a un territorio que era el de los doliones. que eran gobernados por el rey Sísico. Desembarcaron, lo recibió el rey Sísico, meta, justo se estaba cazando el rey. ¡Mira qué casualidad! Llegan justo, venga. Meta escabio, meta vino, bla, bla, bla. Eh... Buah, terminó la fiesta, vámonos, cordial despedida. Gracias por todo, adiós, blue, se van. Si van, los agarra una tormenta. Y los manda, navegan sin rumbo, y van a parar a otra playa que en realidad era la misma de la cual se habían ido, pero en la oscuridad, la noche, no se dan cuenta. Tampoco los doliones se percataron de que eran los argonautas. Creyeron que trataba de un ataque de piratas y atacaron a los supuestos invasores. Chao. Chao qué? Se matan entre ellos. En la batalla los argonautas asesinaron a varios doliones. Recién al amanecer se dieron cuenta del error y quedaron sobrecogidos al haber caído entre los muertos al raíz sísico. Qué noche de casamiento. Después lamentaron su equivocación. honraron a los muertos, Pero Clite, la viuda de Sísigo, que se había casado aquella noche, llorcó. Bueno, qué desastre. Explicación hebemerista del mal olor de las chicas. En aquellas regiones se trabajaba con glasto, una sustancia que se usaba para tatuajes. Todavía, ya en nuestro tiempo... en el siglo XIX en la región de Norfolk. los tipos que trabajaban, los tipos y las muchachas que trabajaban en este asunto, con el glasto, se casaban entre ellos porque nadie soportaba el hedor. El glasto era pegajoso, se pegaba mucho en las prendas de vestir. Quiere decir que aquel hedor no era por una venganza de Afrodita. sino que provenía simplemente de la ropa sucia. ¡SUSCRÍBETE! Estamos hoy con nuestro ciclo de los Jueves del Regina, en la ciudad de Buenos Aires, nuestra locación, nuestra casa en la ciudad de Buenos Aires, donde existiremos el próximo jueves aquí. Próximo jueves aquí. 8 y media de la noche. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. Mitos del cine que si los das, por cierto, te pueden matar en la vida real. de desmascarar de una vez... de una vez esta industria de la mentira... pero no es la mentira, es la fantasía, el arde... le digo cosas... usted sabe que algunos actores tienen dobles... y si, por supuesto... una escena riesgosa... por supuesto, usted tiene que hacer... usted lo ve a Ricardo Darín, por ejemplo... si... tirándose a una catarata... si... No, por supuesto, lo hace un profesional. Mucha vez les parecido. Parecido o le ponen una peluca de Ricardo Darín, una nariz de Ricardo Darín, unos ojos de Ricardo Darín. ¿Por qué no se tira de Ricardo Darín? No, porque no sabe nadar, Ricardo Darín. Ah, bueno. Pero entonces, ¿con qué cara puede decir después la escena siguiente... ¿Viste cómo me tiré? No, porque lo filman. Ricardo Darín mojado. Lo mojan. Claro, lo mojan. Y le hacen un plano. Darín tiene la siguiente virtud. Cualquier parlamento que diga, uno lo da por cierto. Sí. Entonces te dice, ¿viste cómo me tiré? Bueno, ahora le digo una cosa. ¿Cómo se tiró este muchacho? Por ejemplo, una gran película de Hollywood. Tienen un actor que le pagan 10 millones de dólares, 20 millones de dólares. ¿A dónde? En una película de Hollywood. No pueden permitir que ese actor se tire al río y muere. Ah, o sí. Claro. Bueno. pero digo, es una superestrella, entonces preparan varios dobles de rio que corran con la suerte. Sí, en algunas películas se mueren 5 o 6 dobles. No, no es así señor. En el hundimiento del Titanic se ahogaron 50.000 extras. Más que en el Titanic de verdad. Porque hay escenas que hubo que hacerlas de nuevo. Claro. Porque no estaba bien la luz. Mire, en el Titanic, usted que está en contra del artificio del cine, ¿lo filmaron toda la película en una bañadera, en un departamento cualquiera, como de Villa Trespo? Sí, y se notaba. No, no sé si se notaba. Sí, se notaba. Estaban los dos con el agua hasta acá. El Leonardo DiCaprio y la mena esta. Hablaban. Si no nos vemos más. que se do en este océano que nos rodea, por allá atrás se ve un cartel que dice Ferrum. No, no, no. No señor. Se trata de tener cuidado de todas las cosas, pero por supuesto Leonardo DiCaprio tiene un doble que es muy parecido a Leonardo DiCaprio. Claro, vive con él. Bueno, no sé si vive con él. Acá dice que hay algunas cosas que te dicen... en las escenas de supervivencia que son falsas. A ver. Por ejemplo, el pescado recién atrapado lo comen crudo. ¿Y qué? Acá dice que no. Que enseguida, si fuera verdad, si te comieras pescado recién cobrado... Sí. tendrías problemas con los intestinos, buenas tardes, sí, y por los efectos de los organismos patógenos... y después las bacterias. Bueno, no te arriesgues. Cocina el pescado en el fuego primero. Pero espere, esto es la fantasía, la ficción. Bueno, pero te están acomodando un consejo. Claro, sí. Yo vi una película que cuando no tenían que comer, pescaban y enseguida les metían, si comían el pescado crudo, mal. Te agarran unos retortijones. Sí, señor, pero la película no va a decir, Porque hay mucha gente que lo toma en serio. Igual, otro ejemplo. Hay muchos que dirán el sushi tiene pescado con el hilo. Claro. Pero perdón, es un error porque el pescado con el que se hace el sushi primero se congela y el congelamiento del pescado mata de alguna manera. Mata las bacterias. Sí, pero... Adiós. Pero imagínese que si usted está filmando una película de náufragos y los tipos tienen la prolijidad de congelar el pescado, para después... No, pues no tienen, salvo que estén en el Ártico. Pero ademas, pero no, esa película no se puede ni mirar, señor. Pero yo no estoy hablando de las películas, justamente. Claro. Lo que queremos decir es que la gente vea toda la película todo lo que quieran. Pero no la crean. A la hora, por ejemplo, usted piensa que una cueva es un lugar adecuado para hacer una fogata. No. Te llega a prender fuego en una cueva y por ahí el fuego calienta lo que hay por arriba, las piedras que hay por arriba y eso altera, no sé qué. Y se cae toda la... Se le cae la cueva. Vio que en las películas de Hollywood contratan gente para hacer fuego, escenas de fuego. También hay tipos especialistas que le prenden el fuego. y con un encendedor. No, señor, ¿sabes que son? Bomberos, pero bomberos traidores. ¿Cómo? Bombero, el bombero lo apaga el fuego. Sí, esto van a prender. Lo último que tenés que hacer es llamar a un bombero para que prenda fuego. Sin embargo, a las películas que me gustan a mí, es que hay un tipo solo en calzoncillo que recorre 800 kilómetros y se tiene que arreglar como pueda. Sí, señor, me encanta esa película. Bueno, a ellos no les permiten llevar encendedor. No. Así es el juego. Entonces yo nunca agarré un palo y... Sí, un palo contra una piedra. Pero yo y usted sabemos que el tipo agarra el palo, empieza así, lo filma, no... Hace que está cansado. Sí, cortan. Cortan, viene un tipo con el cendrón, lo prende, otra vez... Menos mal que lo prendí después de una hora y media. Y sí. Bueno. Señor. Después el tipo pensar, dice, que estoy aquí en esta selva. completamente solo. Voy a ver, le da una iluminación. Que yo no tuve nunca ninguna foto que me sacara. Usted se imagina que está todo el equipo. Sería lindo una segunda filmación. Muy divertido, ¿no? estoy completamente solo en esta selva. Van hacia atrás, lleven todas las cámaras, los camiones, el directo, los cocineros, que están preparando ahí un asado, mientras el tipo hace como que se come un alacrán que encontró. El alacrán es de goma. El tipo dice, estas son proteínas, termina la escena, lo escupe, y va y se come una hamburguesa. Qué escena que hicimos, eh. Sí, sí. Preparate, dice que ahora te vas a tener que tirar por la catarata. Sí, sí, tírenlo nomás. Al doble. Bueno, ¿qué otros engaños? La profesión de doble, ¿cómo se paga en la Argentina? ¿Está peor paga que la de estrella? Peor paga que la del actor, ¿no? Sí, por supuesto. Si no, los actores se tirarían ellos. Bueno, sí. Lo que pasa es que el cine argentino no utiliza tanto doble. No, tiran a los actores. No, el cine argentino... Orson Welles decía una cosa interesante. Él decía que él prefería no tener mucho presupuesto, porque con mucho presupuesto se podía todo. Y entonces, si... era más difícil buscar metáforas, buscar... y formas de comunicación más sofisticadas y menos evidentes. Entonces si vos tenés todo, ahora agarrás con prazo un transatlántico, lo hacés chocar contra un iceberg y lo filmás. sino el hundimiento del Titanic lo tenés que filmar de otra manera, con ingenio. Con lo que tiene a mano. Con lo que tiene a mano y a veces no tenés mucho a mano. He visto algunas películas sobre el Titanic que todo era un diario así, se hundió el Titanic. Claro. Y se horraban toda la filmación. Todo. En el Atlántico Nord. Varios titulares, todos juntos. Acá dice... Cuidado, ¿eh? Cuidado cuando te hacen una herida, te aplican un torniquete, te morís. ¿Es la vida real? ¿En la vida real te morís? En la vida real te morís. Pero entonces no sirve. Si te interrumpe la circulación, echa un picho. ¿En serio? Yo quería que funcione. Claro, yo no lo creo. en los programas de supervivencia, no solamente que usted vea una película con argumentos, sino que es directamente de supervivencia. Supuestamente tenés que aprender algo. El espectador dice usted? Bueno, las cosas que aprenden están todas mal. Están todas mal. Porque son mentiras, no les he acabado de decir. Por ejemplo, el agua hervida no es segura para beber. El hervido... Qué lindo apodo el hervido. Ahí viene el hervido. Ahí viene el tipo, un tipo blandito. Como chorizo de puchero. Después del segundo arbor le pusimos el apodo. Por eso se dice de algunas personas, que ya están grandes, que no se cocina en el primer arbor. Bueno, no importa cuánto tiempo hierva el agua fangosa, Si tiene muchas partículas de barro, no es seguro beberlas. No es seguro beberlas. Por lo tanto, antes de hervir, filtrala el agua, loco, a través de un paño limpio, al atardecer. Toalla, camisa, puede ser un calzoncillo. Sí, tiene que estar limpio. Qué bueno sería una película más realista sobre esta supervivencia. Se me ocurre un argumento. ¿Están filmando una película de supervivencia? y se pierden de verdad. Me gusta mucho este comienzo. Se pierden de verdad. Y se alejan de donde están los cocineros, el director, el camarógrafo, todos los tipos, los esparos. Y se pierdan. Y quedan los tres protagonistas. Y empiezan a hacer todas las cosas que hacían en la película para sobrevivir y no les sale a ninguno. No les sale a nada. Claro, porque dan todos trucos. Por ejemplo, se tienen que comer un escorpión y nadie lo quiere porque no les pasa. ¡Bua, tu acara! Bueno, ahí está y filtran el agua con un calzoncillo. Uno se saca el calzoncillo. Uno, el mejor actor. Porque no importa cuál. Yo diría el más limpio de los tres, eso sería lo adecuado. Yo tengo aquí... No tenemos una toballa, dice uno. Sí. Para filtrar el agua. que está llena de barro, no importa, dice. Yo me sacaré estos calzoncillos. No me gusta la película esa. Pero aquí lo filtra, ¿por qué no se saca cada uno el suyo? ¿Para qué? Y porque hace cada uno su saquito de té. Porque sin calzoncillos podría ser atacado por los bichos. Muchachos... Pan con pan, comida de son. No es momento ahora para andar diciendo cosas así. Muchachos... Tenemos que ver la manera de salir de esta trampa. ¡Debemos salvarnos! Sí, nos salvaremos. ¿Y saben qué? ¿Qué? Armaremos un trío musical. Sí, ya puedo verlo. La marquesina en la avenida Santa Fe. Sí, las luces del centro. Incluso veo una babosa. ¿Una babosa? Yo creo que yo lo equivoco a los fundamentos. ¿Cuál es la babosa? Bueno, una actriz que no quiero nombrar. ¡No, señor! La novia del hervido es esa. En el trío musical. Ah claro, sí. Tenemos que hacer esa película. Qué hermosa esa película. ¿Sabes cómo se llama? Tres contra el destino. ¡Oh! Superviviendo. Me gusta más. Superviviendo. Claro. Con Víctor Heredia entre otros. Bueno, extraordinario esto. Muy completo. A mí me gustan también instrucciones para cuando viene una avalancha. Correr. De nieve. Correr. No, o sea, ya... Hay que ponerse a resguardo. A resguardo de dónde? De que están en su terreno. No, porque seguramente habrá otra roca, una fija. No hay, señor, todo nieve acá. ¿Y entonces qué hacemos? ¿Estamos perdidos? Corre y levanta bien la mano. ¿Y qué pasa? ¿Para qué? Si la mano le queda afuera, usted hace ceñas. ¿Y a quién le hace ceñas, señor? Como decís. Para que vengan los rescatistas. Le queda un dedo, porque solo sobresale un dedo, y no saben si es el dedo de Ricardo Darín o del doble de Ricardo Darín. El doble sí. Porque vio que los dedos también los tienen parecidos, los dobles, todos parecidos. Qué buena escena se me ocurre. Queda en una avalancha, queda fuera. El dedo de Ricardo Darín y un dedo o dos del actriz. Es genial. Y se comunican. Estaban enamorados. Y se comunican. Uno le hace venir. No, cómo le va eso. Y después... No, señor. Qué gran escena. Eso es una película. Y después terminan las dos manos juntas, digamos. Sí. Y se va alejando la cámara. Eso, se va alejando. Se va alejando, se va alejando, se va alejando. Se ve la montaña asomada. Se ve la montaña, todo el paisaje ártico nevado. Pues se ve que todo es un estudio. Claro. Se ve a campanelas, sentado en una silla. Y al cocinero que estaba haciendo las cosas. Y al cocinero que estaba ahí. Extraordinaria idea. Hay que firmarla. hay que firmarla. ¿Cómo era que llamaba? 3 contra el destino. Es mucho mejor que 4 contra el destino. Siempre es mejor 3 que 4. Siempre. ¿Por qué se cree que estamos aquí? Señores, vamos a hacer una breve pausa para dar comienzo al bailongo. Muy bien. Y para finalizar, dos palabras bastan. Gracias. oficinanerd.com pasión por el podcast