Diccionario sonoro que recoge los nombres, historias y lugares protagonistas de la emocionante aventura que representa la música contemporánea desde su creación a la actualidad. Más información: march.es/contemporanea
MINIMALISMO
Del inglés ‘minimalism’, de ‘minimal’ (mínimo) e ‘- ism’ (- ismo: doctrina, sistema), “tendencia estética e intelectual que busca la expresión de lo esencial eliminando lo superfluo”.
¿Un estilo de música? En realidad, más bien una filosofía. Como en otras artes, también en la creación musical se impone esa idea del ‘less is more’. Menos es más, que dice el arquitecto germano-estadounidense Mies van der Rohe al referirse en un artículo al filósofo Richard Wollheim quien, a su vez, se refiere al pintor Ad Reinhardt cuando, en 1965, acuña el término “minimal art”.
El ‘minimal’ conoce su apogeo entre 1965 y 1968, aunque su consagración como movimiento artístico llega en 1966 con la primera exposición conjunta de artistas –como Donald Judd, Robert Morris, Carl André, Dan Flavin y Sol LeWitt– en el Jewish Museum de Nueva York bajo el nombre de Primary Structures. Por entonces, Nueva York ya le ha robado a París la capitalidad artística, la sociedad occidental vive un ‘boom’ económico y una fuerte crisis de valores, y Estados Unidos se confirma como la potencia más rica y poderosa del mundo.
Bajo ese contexto de las artes plásticas, se produce de modo natural la traslación, o mejor la ampliación, al arte de la música. A través de una misma búsqueda de pureza en la expresión se busca refutar la vanguardia, desproveerla de complejidad, crear bajo la premisa de la mayor claridad y la menor información posibles. Simplificar.
La Monte Young es uno de los compositores pioneros del minimalismo musical. Su ‘Trio for Strings’, pieza compuesta durante el verano de 1958, atestigua su obsesión por Webern, por la música medieval y por la no-occidental, y por esos sonidos de ‘drone’ que le habían impresionado en su infancia. Es, para muchos, la piedra angular del minimalismo musical estadounidense.
¿Qué hace de esta obra algo tan especial? Que nunca antes en la historia de la música occidental se había compuesto una obra completamente en base a tonos largos sostenidos. He aquí una obra serial estricta, exenta de corpus melódico y pulso rítmico: solo acordes silenciosos e inmóviles, separados por silencios de la misma duración. “Es difícil decir cómo empecé a componer por primera vez tonos largos sostenidos, salvo que sentí realmente la necesidad de hacer eso”, explica Young.
Dentro del minimalismo se desarrollan varias corrientes y, en esta diversificación, el repetitivo es el más conocido. Aquí el reduccionismo se apoya en los elementos de repetición y evolución. Una repetición que no es necesariamente exacta con una escritura que se basa en los motivos, no en la recuperación de un tema. Esta tendencia nace con Terry Riley que, tras su estudio de las músicas orientales, se expande a través de su obra ‘In C’ [En do], de 1964.
Otra de sus obras paradigmáticas es esta ‘The Descending Moonshine Dervishes’.
Es obligado mencionar, dentro de la facción repetitiva del minimalismo, a Philip Glass. En su ópera ‘Akenatón’ se puede escuchar cantar durante seis minutos la misma letra, “a”, en diferentes tonos y repitiendo una única estructura musical…
…Y es interesante referirse también a Europa, donde la composición no es necesariamente proclive a lo repetitivo. Las rusas Sofia Gubaidulina y Galina Ustvólskaya, por ejemplo, se relacionan con el minimalismo místico; campo en el que también podríamos hablar de Arvo Pärt.
A principios de los 80, surge una nueva tendencia que el crítico musical Kyle Gann identifica como «postminimalismo», término acuñado por Robert Pincus-Witten en 1971. El término alude a obras que, aunque conservan rasgos del minimalismo, tienen que ver muy poco con esta tendencia en su forma original. Se caracteriza por un pulso constante, el uso de un lenguaje diatónico de efecto tonal –sin caer en la funcionalidad tradicional– y, en cuanto a intensidad, la carencia de un climax. Así pues, según Gann, la obra que suena, ‘Time Curve Preludes’ compuesta entre 1978-79 por William Duckworth, utiliza una gran variedad de técnicas postminimalistas que son reflejo de una transición.
Una obra paradigmática del minimalismo es, sin lugar a duda, ‘Music for 18 musicians’, obra escrita por Steve Reich entre 1974 y 1976. Es el primer intento del compositor de escribir una obra para conjuntos mayores, con más ejecutantes, en busca de un mayor alcance de los efectos psicoacústicos que tanto le fascinan. Escuchamos la sección tercera A.