"No podría haberlo hecho sin ti, Finn", dijo suavemente, "o sin creer en mí mismo".
Disfruta de cuentos suaves e imaginativos diseñados para calmar y captar la atención de los más pequeños. Cada historia utiliza un lenguaje sencillo y cautivador, con temas reconfortantes, ofreciendo una experiencia de escucha sin anuncios ni interrupciones.
Se publica un nuevo episodio cada día, trayendo nuevas aventuras para hacer de cada historia antes de dormir algo especial.
HabÃa una vez, en un bosque mágico de estrellas, vivÃa un niño curioso llamado Arlo. Le encantaba explorar los bosques centelleantes, su corazón siempre lleno de asombro. Un dÃa, mientras Arlo deambulaba por los árboles iluminados por las estrellas, descubrió un brillante amuleto de girasol colgando de una rama. "¡Qué hermoso!"susurró suavemente, colocándolo con cuidado alrededor de su cuello. De repente, una pequeña voz gritó:"¡Hola!"Arlo se volvió para ver a un simpático pez payaso nadando por el aire, dejando un rastro de burbujas detrás de ella."Soy Finn", dijo con una sonrisa. "¡He estado esperando a alguien especial para que encuentre ese amuleto!"Los ojos de Arlo se abrieron con sorpresa."¿En serio? Pero, ¿por qué?"preguntó con curiosidad. Finn se rió y dio una voltereta juguetona."¡Porque tiene la clave para mantener nuestro bosque de estrellas brillando! Pero necesitamos tu ayuda, Arlo. ¿Vendrás conmigo en una aventura?" "¡Por supuesto!"exclamó Arlo, rebosante de emoción. Tomados de la mano y la aleta, Arlo y Finn nadaron a través del bosque de estrellas, maravillándose con las luces titilantes. Pero a medida que se adentraban más, las estrellas comenzaron a desvanecerse y los árboles se oscurecieron."Oh no", susurró Finn preocupada. "¡El bosque de estrellas está perdiendo su luz!"Arlo apretó la aleta de Finn con seguridad."No te preocupes, encontraremos una manera de salvarlo", dijo valientemente. Pronto descubrieron un antiguo pozo de los deseos escondido entre los árboles. Al mirar dentro, vieron una sola estrella parpadeante en el fondo. "Ese es el corazón del bosque de estrellas", explicó Finn. "¡Si podemos alcanzarlo, podemos pedir un deseo para restaurar la luz!"Arlo asintió con determinación."¡Lo haré!"Tomó una respiración profunda y comenzó a descender por el pozo, aferrándose con fuerza al amuleto de girasol. El pozo era profundo y oscuro, pero Arlo perseveró. Bajó más y más, el amuleto brillando suavemente para iluminar su camino. Justo cuando sus brazos se cansaron, llegó al fondo y acunó suavemente la estrella parpadeante en sus manos."Por favor", susurró Arlo, "¡que el bosque de estrellas brille una vez más!"Cerrando los ojos, pidió un deseo de todo corazón. En un estallido de resplandor, la estrella pulsó con energÃa renovada. Arlo observó con asombro cómo flotaba hacia arriba, arriba, arriba, fuera del pozo y hacia el cielo. El bosque de estrellas cobró vida con una luz deslumbrante, cada hoja y rama brillando como mil soles. Finn vitoreó con alegrÃa mientras Arlo salÃa del pozo, una sonrisa triunfante en su rostro."¡Lo hiciste, Arlo! ¡Salvaste el bosque de estrellas!"exclamó, girando por el aire. Arlo irradiaba orgullo, su corazón lleno de alegrÃa."No podrÃa haberlo hecho sin ti, Finn", dijo suavemente, "o sin creer en mà mismo". Tomados de la mano y la aleta una vez más, Arlo y Finn bailaron bajo las estrellas centelleantes, sus risas resonando a través del bosque encantado. Y desde ese dÃa en adelante, cada vez que el bosque de estrellas necesitaba un poco de luz extra, Arlo tocaba su amuleto de girasol y recordaba la magia de la perseverancia y el poder de la amistad. Mientras las estrellas titilaban en lo alto, Arlo sonrió con satisfacción, sabiendo que siempre atesorarÃa esta extraordinaria aventura y las lecciones que habÃa aprendido. Con un corazón lleno de amor y un espÃritu lleno de coraje, sabÃa que todo era posible en el maravilloso mundo del bosque de estrellas.