La Venganza Será Terrible (oficial)

La Venganza Será Terrible en el Teatro Regina - 5 de abril 2024 - LVST 5/4/24 

Más episodios y las canciones del Sordo Gancé y el Trío Sin Nombre y Gillespi en LaVenganzaSeraTerrible.com

  • Peligros que debe afrontar un peatón
  • Historias de monjas que dieron a luz
  • Consejos para encontrar la felicidad en las pequeñas cosas de la vida

What is La Venganza Será Terrible (oficial)?

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La venganza será terrible. Muchas gracias. Muy amables. Buenas noches, aquí estamos en el Teatro Regina, como suele ocurrir algunas veces. Voy a presentar a mis compañeros, Patricio Barton. Hola, amigo. Buenas noches. Es por acá. Y el artista antes llamado Gillespi. Me pregunto... ¿Qué fantasmas discurren por los pasillos desiertos de vuestras mentes? Ay, ay, ay, hoy tuve una reunión deliciosa. ¿Deliciosa? Qué bien, eh. Sí. Nunca oí la palabra deliciosa aplicada a una entrevista. Bueno, no, una reunión, la reunión de trabajo, mi desayuno de trabajo diario con las autoridades de la radio. Uh-huh. Estaba delicioso, sí. Sí. Bien, ¿y qué le dijeron? ¿Vamos a estar el día 13 en Luján, en el teatro Trinidad Guevara de Luján? Hemos hablado de la conveniencia de que tanto nosotros como los oyentes peregrinemos a Luján. No es que vayamos a Luján, ni siquiera que vivamos en Luján. No, no, no. Es peregrinar. Incluso es como el camino de Compostela. Exacto. Me han dicho a mí, le gulello desde la iglesia, que si uno vive en Compostela... no les sirve para nada, porque si no estarían llenos de dones. Claro, no vive nadie en Compostera. Todos viven en otras partes y llegan. En Luján sucede lo mismo, se trata de llegar a Luján y de ese modo conseguir que la divinidad nos proporcione algunas gracias. Sí, atención, vamos, 1930 vamos a estar entrando por el arco de entrada de Luján. ¿Hay un arco? Nunca lo vi. Nunca lo vi, pero... Ahora, bien, el otro día yo he hecho una pregunta que no fue respondida. ¿Cuál? Bueno, ¿cuál es? Una pregunta teológica, si se quiere, que es que si uno va con otra obligación, que no es la de cumplir una promesa, o sea, te vas para cumplir un trabajo, ¿la promesa se da por cumplida o no? La respuesta... Porque el cura podría decir, pero usted viene a Caluján porque va a actuar en el teatro. De manera que la promesa que hizo la doy por no cumplida y si usted quiere que la virgen los beneficie con algún milagro va a tener que volver... No, pero no es así. Tengo entendido que la bondad de la Iglesia no puede entrar en una mezquindad de esa categoría. Bueno, lo va a ayudar igual. Perdón, ¿usted quién es? El sacerdote. Ah, mire usted. Qué poco, la verdad. Ante el mostrador. El altar. Usted me parece que no es sacerdote. No podemos andar haciendo milagros a tontas y a locas. Estamos incluso ajustando los dones que proporcionan los milagros. Estamos restringiendo los milagros a lo estrictamente necesario. Como viene ocurriendo desde hace por lo menos 1500 años. Disculpenme, eso no son milagros. Es el peor momento para escatimar en milagros. Ahora tenemos los milagros. Me han dicho mis padres, si ustedes hacen milagros en la buena. Claro, hay que hacer en la mala. Son milagreros de la buena, hay que hacer milagros en la mala. Lo que sí le digo, padre. Sí, hijo. es que yo sé bien que no se trata todo el tiempo de pedir, pedir, pedir, pedir, de parte de los feligreses y los feligrinos. Porque el santo cuando está pedido, se pastela y dice, más sé, no me doy nada. Por eso, sacarata no es infinito, usted tiene que elegir los milagros que va a pedir, no son 500 milagros. Pero no son milagros, a veces pide un sándwiches de milanesa. En muchos casos es un milagro. Pero yo entiendo, padre. Sí, hijo querido. Que se trata de recibir, pero también de dar. ¿Usted tomó la comunión? Por supuesto. Otro día le voy a contar... Hoy lamentablemente estamos cortos de hostias. Sí. Bueno, pero... Escúcheme, se puede partir porque se comparte. Bueno, pero así no vamos a ninguna. Vio que no se la dan más en la boca. ¿Y dónde se la dan? ¿Cómo? La hostia... ¿Se está confesando? No, señor. La hostia no se da más en la boca, se da en la mano. Entonces, usted la mete en el bolsillo. Usted pone la mano, extiende la mano, se la ponen y se la lleva a la boca. antes usted abría la boca, se la ponían y se arraba la boca. Tengo entendido que... Había otra manera de vivir. Me parece que son reglas nuevas por el tema de los virus, las enfermedades que se transmiten. No, es con el cuento del sienes, viste. Otra cosa que se me ha consultado mucho es si se puede hacer media promesa en la peregrinación. Ir a Luján, pero no desde Buenos Aires, sino desde la mitad del camino. Bueno, pero si usted sale... Y arreglar, digamos, solicitando un don menor. Es difícil de mensurar eso, porque usted sale de Merlo, por ejemplo. ¿Qué hay no más, Merlo? No sé si es mitad de camino, Merlo. Un poco menos. Menos, está más cerca de Luján. Moreno, no, no. Más lejos. Está más cerca de Buenos Aires. Moreno, debe ser. Bueno, Moreno. ¿Usted qué quiere pedir? Dígame a ver qué... Bueno, yo... Estoy entre dos pedidos. Padre. ¿Qué? ¿Ahora es el padre él? Se trata de sujetos inconstantes este programa, señor. Me están volviendo locos. ¿De qué programa se cree que estamos? Bueno, me están volviendo locos. Usted está acostumbrado a esos programas donde todos son siempre los mismos. Bueno, señor. Con los resultados que todos conocemos. Cambien los roles. Dime, hijo. Sí, padre. ¿Ibas a pedirme dos deseos? una camioneta y el amor de una mujer. El amor de la mujer. No de una mujer indeterminada. Ah, bueno. De una cierta mujer que ya le identificaré cuando sea pertinente. No, ahora es pertinente. No, no. ¿Usted quién es? Yo soy el monaguillo. Ahora es pertinente. Pero el monaguillo no opina, hijo. O sobrino. Bueno, pero estoy ayudándolo al señor, no se atreve a decir, las características de la mujer, para que nosotros podamos enfocar la energía, como debe ser. No, para, enfocar la energía enfoco yo, que soy el que está con el celibato y toda la cuestión. Hablando de celibato, se trata de una mujer casada. Bueno, no, eso es un sacramento. ¿Cómo un sacramento? Ah, el matrimonio. El matrimonio es un sacramento. Y por lo tanto no lo podemos partir, eso, Nos vamos a separar a nosotros. Usted siga. Usted siga porque... Hagamos de cuenta que no dice nada. No, bueno, no. A mí me tiene que decir el nombre y apellido de la sujeta. No se sabe si es casada. La camioneta es nueva. No, no. ¿Sabes, hijo, tú no tienes que pedir una camioneta concreta? sino, ¿para qué quieres la camioneta? Dime para qué quieres. Para llevar a esta mujer a pasear. Pero no necesitas una camioneta para eso. Claro, puedes llevar de la mano. Bueno, pero ya entré en de andar molestando a la Virgen. Voy a pedir una camioneta que es más amplia. Puedes pedir algo para trasladarte y que el yugo... ¿El yugo? Sí, el yugo. Disculpe, padre. No, una bicicleta, no me va a arreglar con una bicicleta, padre. Pero no se trata de arreglar, dijo. Vengo desde perro de rodilla. Hay que ver lo que Dios tiene disponible para ti. Ahora, si no eres agradecido, no sabes pedir, querés la marca último modelo, querés una sujeta con nombre y apellido... Bueno, pero... Cuidado, cuidado, que hay muchas religiones. ¿Usted me está amenazando? No, no. ¡Ah, parece! Un momentito, señor, voy a hablar... un poco con el sacerdote, ¿pueden ser? No hay ningún problema. Sacerdote pleno de gracia. Sí. No me gusta este hombre. Entro con malos modos, no lo veo totalmente cristiano, hay unos agujeros negros. Que tire la primera piedra el que esté libre de pecado. Ni siquiera eso, ni siquiera ese pequeño milagro. Un segundito más que estoy hablando con el padre. Me parece incluso que... Dijo, hay muchas religiones. Eso no me gustó nada. Eso fue una amenaza, una compadreada. Perdón, ¿vos para quién estás jugando, hijo? Hace diez años que vengo a la iglesia. ¿Diez años, homo a Naguillo? Ya está, se... Déjeme hacerle unas preguntas muy concretas para saber si... Sí, por favor. Es verdadero. Te autorizo. Muy bien. Sí, señor, ¿cómo es su nombre? Eh... bueno... ¿Por qué duda tanto? Ah... Porque no sé si ustedes nos van a usar este dato para alguna clase de extorsión. Por favor, esta es la casa de Dios. ¿Cómo es su nombre? ¿Cuál es mi gracia? Sí. Tirar cuetes en los velones. No, no, no, el nombre. El nombre. Marcelo. ¿Marcelo? Tengo ganas de hacerle una pregunta. Hágala. Le voy a hacer una pregunta muy concreta. libro del apocalipsis. Párrafo 4. No hay párrafo, serio. ¿Querrás decir...? ¡Esperen! ¿De qué va a avanzar? Punto inciso 15. todos irán, plin, plin, plin, a los brazos de Plín. ¿Cómo se completa la frase? Todos irán de rodillas a arrojarse en los brazos de la lujuria. ¡Correcto! ¡No, cómo correcto! Señores, vamos a estar en Luján, efectivamente. Sí, el día 13, que es sábado, porque esto puede desorientar a algunas... Sí, claro, sí. Mira si van a estar un sábado. Sí, vamos a estar un sábado en el Teatro Trinidad Guevara y atención también a la gente de Pilar, que vamos a estar el día 26. Toda esta información, inclusive las presentaciones aquí en el rellena de los jueves, está en lave Última información, que aquí está no está en la venganza y es nueva. El día... 12 de abril que viernes, viernes que viene, en el Hotel Clarich he de participar de la gesta titulada Clarich Literario. El Hotel Clarich queda en Tucumán 535, esto será a las 20 horas y ha de entrevistarme Natalia Hidalgo y permita el ingreso público, la entrada será completamente gratuita. Me encanta. Como si pudiera ser parcialmente. Parcialmente gratuita, es una entrada barata. Una charla acerca de libros, autores. Sí, porque hay un ciclo... de buenos escritores que en este caso hacen una excepción y me entrevitan a mí. Y qué lindo es el Hotel Clarich. Muy lindo. Es un hotel clásico. Así que pueden ir, viernes 12 de abril, a las 20 horas. Ahora nomás, falta muy poco. Falta muy poco. Saludo a toda la gente del Clarich. que incluso me han prometido sándwiches de miga. Bueno, muy bien. Señores, basta de prolegómenos y vamos al tema que nos ha impuesto la Dirección de la Ruta. peligros que debe afrontar un peatón en una metrópoli considerable. El peatón corre peligro en todo momento, apenas sale a la vereda. Todo el tiempo. Según el país... ¿Cómo? Según en qué país. Yo en Italia está lleno de carteles, un poco ofensivos para el peatón. ¿Por qué? Ya que se refieren a él como il pedone. Il pedone es una heladería parece. No, es el peatón. ¿Por qué dice que según los países? Porque hay algunos países donde prácticamente no hay autos. pero hay otros países donde no hay peatones, por ejemplo en la ciudad de los ángeles solo hay auto y pasan autos y no había nunca una persona, eso me han dicho que según usted dijo aquí hay autos como se dice... eléctricos, sin comando, sin tripulantes la gente no va a los lugares se limita a mandar su veí directamente usted con el celular manda el auto a una cafetería por ejemplo le pasa por delante a una mina que a usted le gusta, le pasa por delante de la casa a cada rato, para no tomarse ese trabajo que a veces... Es tedioso. Insume largas horas de paciencia, usted manda el auto y le pasa y le pasa y ya está cumplido. Sí, pero ella tampoco está en la calle. No, no, ella que antes se asomaba, ahora tiene una cámara que lo regista a su auto y le pasa por enfrente. y ella mientras está con otro en la cocina mira y se mira este trabajo que se está tomando. Ahí va el Chevrolet. El muchacho del Chevrolet. Bueno acá dice primer peligro baldosas rotas eso es una guerra que podemos hacer incluso en la ciudad de Buenos Aires lo digo sin ningún tapujo bueno acá se carga usted la ciudad de Buenos Aires tiene muchas baldosas rojas sin ningún tapujo sí o sea queda el agujero son baldosas sin tapujos y viene así claro las veredas con baldosas rotas son lo primero que te encontrarás al abrir la puerta de tu hogar qué sabe dónde vivo El Tiguarroma, está toda rota la veredad. Pisar una baldosa floja puede hacerte caer de bruces o generarte una esguince de tobillo que no te deja... hay unas cosas que no tienen ningún sentido. Por no decir cuando está lloviendo y nos empapamos al pisar una baldosa floja que tiene agua o un charco. Como era... Había una milonga muy fea que se llamaba... Igual que baldosa floja, salpico si alguien me pone el pie... Y continúa. Hagamos un bloque de canciones horribles, por ejemplo. Esta es una... le gustaba mucho a la gente en un tiempo, pero para mí no, uno está mal en decir esto. ¿Por qué está mal? A mí no me gusta especialmente... Vamos a las plazas... ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! Bueno, lo que pasa es que es de una sencillez. Claro. La letra. Pero para un cumpleaños. Es como un mazo de cartas con dos barajas. Sí. Prácticamente lo único que dice es, vamos a la playa o... Sí, bueno. Bueno, está bien. Es algo. Choque con runners. ¿Con quién? Hay muchos runners. Muchos runners dando vuelta y corren... solamente para atropellar peatones. Aquí hay que señalar que las víctimas preferidas de los runners y de los ciclistas que andan por la vereda, desordiendo los consejos, son las viejas. Bueno, ¿se refiere a las señoras de edad mayor? Claro. Y la vieja acostumbra a sentarse en la vereda. Y sí, porque se cansa. No se cansan, señor, se sientan en la vereda solo para atravesarse en el camino de los runners. No, señor. ¿El runner? ¿Usted es runner? No. ¿Usted es vieja? Estoy a mitad del camino. ¡Qué bien! Entre el runner y la vieja. ¡Qué linda biografía entre el runner y la vieja! Así me dicen cuando voy a jugar al fútbol los marcos. Bueno, pero el runner, ya que está tan atlético, tan entrenado, ¿puede esquivar a la señora de edad mayor? Por supuesto que sí. Saltar por encima de la poltrona. Ya puede tomar como si fuera un cono. ¿Vio que ponen conos para hacer ejercicio? Sí. Bueno. Que pongan vieja. ¿Tres viejas en vez de tres conos? Claro. Bueno, practican los runners, su actividad, por las calles y veredas, donde circunan los peatones, con otros menesteres, menesteres que no son el deporte. Caída por mascotas, la gran proliferación de mascotas, sobre todo de perros, bla bla bla. Y si no va a haber que otra mascota, un plato nos molesta. El peligro del perro es que te muerda. Sí, eso los perros... Pero los perros entre sí también se relacionan a veces, se olfatean, se enriedan las correas... Se acoplan... Sí, incluso... Sí, ha llegado el caso. Bueno, los peatones también. Bueno, no, pero no en la vía pública. No siempre. Ahora el runner. quizás sea gente huyendo de perros que están corriendo. No puede ser. Y no es que no elige esa rana. Hay una cosa que sucedía mucho en el Gran Buenos Aires. A ver. En las veredas, siempre oscuras, árboles, y con jardines humildes que dan a la calle, siempre tienen un perro... Todas las casas tienen uno o dos perros. Todas las casas tienen uno, que están como escondidos. Sí, claro. Y cuando el peatón en la alta noche viene caminando por ahí, e ingresa en el sector que el perro tiene marcado como suyo. Sí. en el silencio del barrio, usted... Y le salta, ¿sí? Y usted pega un salto que cae en el medio de la calle, donde una camioneta, con dos personas, se lo lleva por delante. Finalmente se te cumplió el deseo, hijo mío. Sí, así es. Ahora vengo a pedirle por la vía del peatón que se me atravesó en el camino. He venido en camioneta, eso sí. Se genera un efecto contagio de perro a perro. Claro, ¿por qué? Porque cada casa tiene un perro. El perro tiene un ladrido que es de alarma, es más bien agudo. Aquel que lo sabe escuchar es tipo... Mucha caramba. Bueno, y el resto de los perros de la vecindad dicen... ¿Qué pasó? ¿Qué pasó? A eso era que decían, yo no lo sabía. Le preguntan algo. Un perro que habla. Bueno. ¡Wow! No, no. Siempre dicen lo mismo, qué pasó, qué pasó. Todos dicen qué pasó, qué pasó. ¿Hablas para eso? Sí. Parecen humanos. Ni el código de ellos. Bueno, yo estoy a favor de todo peatón. Bien, vamos todavía. A mí me gusta ser peatón. Me guste, estuve leyendo un artículo hace poco donde se hablaba de Baudelaire. de situacionismo y se hablaba de lo que en francés se llama el flâner. Sí, el flâner. El flâner. El tipo que se manda a caminar sin propósito determinado. Sí, fantástico. Y sin teoría previa, diría yo. Algunos intelectuales saben lo que buscan, son los peores. Claro, porque solamente recogen los frutos que convienen a su teoría previa y los otros los dejan ahí. En cambio, el intelectual Flaner no está convencido de nada y va a buscar a ver qué lo encuentra. La aventura. Va a buscar a ver qué lo encuentra. Cuando empezó el hipismo y el rock argentino se llamaban los náufragos. a naufragar. Entonces, sí, van caminando por la calle y paraban en cualquier bar, por ahí se quedaban hasta las 3 de la mañana, después iban para otro lado. Así son también las obras de teatro itinerantes, en donde utilizan la ciudad como referencia, como escenario, pero también como hecho artístico, y van buscando por distintas calles, hasta que uno no sabe, y está bien, no debe saberlo, cuál es el actor. y cuál es el público. Eso está muy bueno. Eso es lo que se busca. Acá también hemos buscado ese efecto muchísimas veces y no, no lo conseguimos. ¿Pero por qué no lo conseguimos? Bueno, por muchas cosas, por ejemplo, el público ha pagado su entrada y los actores no. Eso a la larga influye. Bueno, vamos a ver otro peligro. El de los perros ya está. Sillas y mechas en la vereda. Sí señor, queja a munícipe. En la ciudad de Buenos Aires ya no se puede andar por la vereda, señora. Porque están las viejas, pero... No, porque están los bares que han utilizado la vereda. Es una cosa muy europea esa, de que el bar es la vereda. Usted trata de entrar en un café. Sí, es muy pequeño el café. En París pasa eso. Esto va a la vereda y hay muchos mesos que ya andan los tipos ahí. Y dice bueno, voy a entrar. Y no hay. No hay adentro. Está la barra y hay un tipo. Ni siquiera a veces. Y solo la vereda. Bueno, acá sucedió, como todos sabemos. que le han ganado terreno incluso a la calle. A la calle. Está permitido un poquito. Un poquito, un poquito, pero hay algunas calles donde los autos no pasan, no hay despachos. Y automovilistas que suben un poquito al sector de la vereda que ha sido destinado a las mesas del bar y con gran frecuencia, acá según dice... 25 víctimas al día. ¿25? Mucho. A tipos que están tomando un café con la señora que acaban de seducir. Muchas veces, no sé si le pasó, esto sucede a veces en Palermo, usted estaciona el auto pero no puede abrir la puerta. ¿No ocurre en ningún otro lugar? No puede abrir la puerta porque hay una mesa con gente. Claro, que lo mira además. Sí, lo mira. Como diciendo, ¿cómo se atreve a querer abrir la puerta? Claro. Usted tiene que bajar por el otro lado y salir. Claro. que acumulan camionetas a gran velocidad. ¿Sabe lo que sucede? Nosotros somos la Cámara Argentina de Urbanismo y Desarrollo de Tránsito. Estamos desalentando... ¿No lo echaron ustedes todavía? Todavía no, acá no recibí nada. Fíjese mañana en el e-mail. ¿Están desalentando? Con gran éxito. Sí, sí. Estamos desalentando el uso del automóvil. Eso me parece muy bien. que el cable contamina. Un auto usted solo, en cambio nosotros vamos... Vamos 70 en una misma cama. Entonces se trata de desalentar al automovilista. Sí, sí, sí. A mí todo lo que sea desaliento, estoy afabotado. Bueno, por eso. Y creo que ya poco lo estamos logrando, ocupando todas las calles. No faltan todavía, ¿no? Noté que pusieron como unas balas de cañón que emergen de la... Claro, hay que darles duro. Que emergen de la vereda. Son para que no estacionen los autos, ¿verdad? Claro, y para que no puedan transitar por ahí. Estamos trabajando en una norma general que dice Está prohibida la circulación de automóviles en todo el territorio nacional. Muy bien. En un tiempo habíamos prohibido el estacionamiento en todo el territorio nacional. Y ahora es la circulación. Las dos cosas se pueden hacer, entonces va a haber que tirar los autos al mar. Entonces, ¿desde qué desaparece? El auto. Claro, si no puede circular ni estacionar, obviamente, para qué lo que tiene. Serán arrojados al océano Atlántico, todo el parque automotor. Los carteles también son peligrosos. de LED que tienen imágenes en movimiento. A mí me confunden, a veces me hacen caer. Bueno, pero porque se queda mirando. Bueno, y te marea eso. Sin embargo, el accidente clásico del peatón en el humorismo comercial es que el peatón cae en un agujero, que cae en la calle, que da la alcantarilla, y que no ve. Es muy gracioso. Cuidado con la gente que va mirando el celular y no te ve. Eso es lo peor de todo. Sí señor, estamos hechos unos zombies, por favor. Paran en el semáforo, viene el cruce peatonal y toda la gente mirando para abajo, nadie mira para los costados y uno es el que tiene que terminar cuidándolos a todos. No veo que ahora está el semáforo de piso que tiene las luces en la vereda. Esto está en el centro de Buenos Aires. ¿Puede dejar el celular un segundo? Estamos conversando. En el centro de Buenos Aires, usted tiene la calle Florida, de pronto, el espiatonal tiene que cruzar una calle que no es espiatonal. Y le pusieron el semáforo bajo para que lo vea. No, nunca vi eso. ¿Por qué? ¿Hace cuánto que no va a la calle Florida? Veinte años. Bueno, no había celulares. Está en esos semáforos. Entonces, si usted va a cavís bajos, o usted es melancólico. Sí, mira para abajo. Y va cabizbajo. Se salva de que lo atropeche. No se hagan ilusiones sobre mi melancolía. Yo voy cabizbajo, doctor. Sí. Porque tengo una cabeza pesada. Ah, bueno. Y entonces... Sí, sí. Tengo una actitud que parece melancólica y estétrica. Hay cabezas que llegan a pesar 5 kilos, esto es científico. ¿Una cabeza? ¿Cuál es el peso de la cabeza? Dime, señor, 5 kilos. Cuando hay gente que dice... Es muy inteligente. Tiro la cabeza, mire qué pesa. A veces en la película que viene el ladiador con la cabeza así, no sé si la puede llevar así. Una cabeza promedio, yo creo que debe pesar 2 kilos. No. Con hueso. Un niño. Es como un pedazo grande la cabeza. Más de dos kilos. Yo vi una película donde ahorcaban a un malandra, a un delincuente, que tenía la cabeza muy pesada. Y quedaba la cabeza abajo. ¿Cómo? Claro, metían un saltado en la orca, en vez de quedar los pies para abajo, como tenía la cabeza tan pesada, la cabeza que se iba para abajo y no se ahorcaba. Pero, ¿cómo? Quedaba pataleando hacia arriba. Claro, pero el cuerpo quedaba para arriba. El cuerpo no pesaba nada al lado de la cabeza. Bueno, no sé, estaba así... Y finalmente... Y no, fue el final de la orca. Claro. Después no, no, no, directamente al no poder cumplir la pena. Creo que es así la ley. Si por ejemplo a vos te condenan a la silla de ley, y justo cortan la luz, chao. Chao qué? Estoy saludando al Ministro. No, le estamos por favor en uniforme. Yo creo que lo reprograman para otro día y... No sé, a mí me gustaría, lo lógico sería que la ley fuera así. Y bueno, se suspende. Si cortó la luz, vaya con Dios. Le dicen al tiempo y te sigue matando. No, pero es como que si en la cárcel no le anda la cerradura, liberen a todos los presos. No, bueno, es raro. Es así, lamentablemente es así. A mí me parece extraño eso. Yo como director aquí de la prisión de Alcatraz... ¿Usted es director de la prisión de Alcatraz? La verdad que nos hablaron muchísimo. Yo lo sentí nombrar en revistas. ¿Usted es el señor Gumi? Sí, efectivamente. Ah, bueno. Tiene el nombre de Gumi, tal golosina frambuesa. Ahora, ¿mr. Gumi, cuánto se le escaparon a usted? Jamás se me escapó nadie. ¿Estás seguro? No. ¿Acaso no me recuerda? que eras... TU Yes. ¿Y tu hermano? ¿No me recuerda? Los hermanos Wyoming. Mr. Cummings. ¿Con qué verdad? Cuando salió el carro del lechero. Lo abamos por muerto. Pensamos que el carro del lechero se había hundido. Menos mal que aclaró que Alcatraz está rodando de agua. Este brazo de mar que conecta la isla con San Francisco. Es muy peligroso para los carros de lechero. Pero... No para nosotros. Liberamos los caballos, quedó la carcasa de madera y como usted bien sabe, la madera flota. Nos subimos arriba y llegamos hasta la costa. Fabricamos una lancha. Lamentablemente los voy a detener. Ha prescripto todo, pasaron más de 20 años. Sí, aparte hay otro tema. ¿Cuál es? La cárcel de acá atrás ha sido clausurada. Me han dejado a mí estas habitaciones para que residiera. Ah, bueno, Gummi, ¿usted está residiendo en la cárcel? Sí. Pero son muchas celdas. Sí, duermo cada día en una de ellas. Son 365 celdas. Bueno, literalmente, entonces, un día en cada una. Así es. Y tengo incluso una prefabricada. para los años viciéstol. No, bueno, bueno. Que este año lo habrá usado. Con mi hermano nos prometimos volver para recordar cuando pasaran 20 años el día que nos fuimos y recordar a todos los que nos hicieron bien y a los que nos hicieron mal. Recuerdo que muchas veces los metíamos en el agujero. Ah. No sé si me interpretan. Más o menos. No solo lo interpreto, sino que lo recuerdo. De día o de noche. Era lo mismo. En el agujero la escuridad es tal, etc. Quizás usted esté pensando que vinimos con sed de venganza. Sí, eso es lo que estaba pensando. Pues bien. Usted recuerda... que se nos apresó por un robo de un banco, Así es. más de dos millones de dólares, que no pudieron encontrarlos, estaban escondidos en algún lugar. Claro. Cuántas veces les he preguntado, ¿dónde está el dinero, Guayamen? Se terminaba. Y siempre la misma respuesta, fuente o vejuna, señor. Sí. Pues bien, hemos decidido volver y usted se va a llevar una sorpresa. ¿Ya me la llevé? Mire lo que tengo en la mano. Sí, ya veo. No, en esta mano. Es un paquete. ¿Un paquete? Mire, sí, tan pequeño y hay 2 millones de dólares, es increíble. No, es para usted, es una parte del botín. Sí, los cordones. No, señor, el otro paquete, por favor. 20 dólares. Bueno. ¿Hoy por ti, mañana por mí? Está muy bien. Acepto. Como ves, estoy retirado, jubilado, degradado. Y he caído en la corrupción, justamente cuando son 20 dólares. Pensábamos que había caído antes. Sí, también. Pero ha prescripto. Bueno, en verdad... vinimos a vivir con usted, vinimos a instalarnos aquí. Sí. Seremos felices todos, los tres. Porque si hay algo que recordamos... El amistad, las charlas nocturnas, esas noches que nos quedábamos desvelados... Las noches de verano con sus estrellas brillando. Sí, puedo verlas ahora. Los sabios consejos que nos dio. El rumor de las olas muriendo contra los peñascos de la costa. El océano diciéndonos la libertad no importa, la libertad está dentro. El croar de los batrassios. No hay batrassios. Ya me parecía. Y de tanto en tanto, con algo de la música y el mar que trae pensamientos, llega algo del pensamiento ajeno. Nos hablaremos esta noche. unas historias de monjas que dieron a luz. el cura del primer bloque. Hoy estamos muy blasfemos. Sí, sí. El primer caso es el de Josephine Rosenthal. Allá por el año 1742, en el monasterio de Hohenbart, en Alemania, la monja Josephine Rosenthal quedó embarazada. Pero ella... aseguraba que eso era imposible porque según decía, nunca había tenido sexo con nadie. Bueno, está bien. Entonces, imagínense, la sometieron a distintas indagaciones, pruebas, exámenes, y esas pruebas dijeron que la monja tenía razón. que no había tenido sexo con nadie, o que no había evidencia de que había tenido sexo con nadie. Todo aquello parecía una locura o quizá un milagro. Josephine Rosenthal fue trasladada al consejo de Benedicto IV, no, es Benedicto XIV en el barrio. ya tenía 8 meses de embarazo y así continuaron sometiéndola a estudios para asegurarse de que nunca había tenido sexo porque es muy fácil decir nunca tuve sexo con nadie. Sí, sí, bueno, y en este caso, porque estamos hablando de Alhóver, sería de trascendencia mundial, imagínese. Al concluir con las revisaciones, se afirmó que la monja había recibido una inmaculada concepción y el evento se consideró sagrado. Claro, claro. Muy bien. Todos empezaron a ver a Josephine Rosenthal como una santa, y en aquella capilla la monja dio a luz. Lamentablemente, el niño que tuvo murió minutos después. Era una hija. En realidad, la que se murió fue ella. Bueno, lo dices ahora. Me llaman mucho darles esta noticia, pero me llegan desde la radio, correcciones. Bueno, es fundamental. Era un cuarto difícil, pero la que murió fue la mamá. Bueno, listo. Ya me había encariñado lo con él. Y la hija que tuvo Josefine fue llamada María Rosenthal. y fue muy bien recibida entre las monjas, pero no tan bien recibida por el Papa Benérico XIV, ya que al momento del parto se dieron cuenta de que el suceso no era tan milagroso como les había parecido. Se enteraron de que Josephine era hermafrodita, una condición muy rara, que es una persona que posee los dos sexos. Ahí los griegos inventaron este nombre. El ser este Hermafroditos era hijo de Hermes y de Afrodita, compone ese nombre. Y para los religiosos aquella característica era demoníaca. Pero hay algo más. María, la hija de Josephín, también era Hermafrodita. Y, bueno. al pasar el tiempo María Rosenthal fue humillada y acosada constantemente por monjas, sacerdotes. ¿Verdías? ¡Malfrodita! No, no, no lo decía. Que veían su nacimiento como obra del demonio, incluso le impedían que saliera del monasterio. La tenían ahí encerrada. Y la gente del pueblo se enteró de lo ocurrido. ¿Para qué? Sí, porque se... Siempre murmuraban. El pueblo murmuraba. El Malfrodito... Murmullo. Comentarios por lo bajo, plateada de River, San Martín. Bueno, muchas gracias. Trataremos de terminarlo antes posible. La gente del pueblo empezó a temerle, incluso a odiarla. A causa de esta malavida, digamos, María empezó a escribir un libro. ¿Qué es lo que haría yo? Bueno, pero ¿por qué? Si yo tuviera dos sexos... y la gente me hostigara de este modo tan sonoro, yo me pondría a escribir un libro. ¿Pero y qué pondrían el libro? ¿Y qué la vida de la confesión es de una hermafrodita? Soy hermafrodita. Claro, porque son muy pocos los casos en el mundo. Muy pocos. Y narraba en su diario todo esto que le acabo de decir, las humillaciones, los malos tratos. Ahora bien, aquí viene la parte siniestra de la historia, y lo otro, ¿qué era? No, espere. para que la gente no abandonase la fe por culpa de lo sucedió con María. Ya sabe cómo es la gente. Cualquier episodio lo hace cambiar de religión. Las autoridades eclesiásticas hicieron un plan para que la joven muriera a los 33 años, al igual que Jesucristo, lo cual evidentemente acrecentaría la fe de las muchedumbres. Y bien, este macabro plan llegó a oídos de María, se enteró, que no quería morir a manos de la iglesia, pero sí quería morir, así que decidió suicidarse. Parece que se hizo un corte profundo en el cuello y se mató. Lo que María no sabía es que ella estaba embarazada. Bueno. Vamos de milagro en milagro. Estaba embarazada de ella misma, por las características. No, ¿cómo de ella misma? ¿Qué es esto? Y posiblemente sí. ¡Eres mafrodita! ¡No necesitas! No ser mafrodito no necesitamos andar perdiendo tiempo con imbéciles. ¡Qué espectáculo digno de verse! Bueno. Después de lo ocurrido, los sacerdotes... En el parto murió también... ¿Quién? El bebé que... Ah, el bebé. Que no, en fin. Entonces, las monjas y los sacerdotes le quitaron la cabeza a María, la embalsamaron a la cabeza y la guardaron en una caja, junto con una cruz, un candado y algunos de sus escritos. Terminó la historia. ¿Cómo? ¿Embarazados? Segunda historia. Estupefactos. Esta es mucho más linda. En 1578, una monja sevillana, de 17 años... ¡Qué lindo! Bien. Llamada Teresa de la Concepción, mostró signos de embarazo. ¿Eh? Teresa ingresó en el convento de Magdalena a los 9 años. y con el tiempo se convirtió en una monja ejemplar y en una muchacha hermosa. Las demás monjas envidiaban su cuerpo y su belleza. Ahora bien, un buen día empezaron a percibir en ella, bueno, el bulto de la preñez, pero estaban en un convento de clausura, lo que impedía cualquier ingreso de extrán. Bueno, al crecer la panza y no poder ocultar la situación, de tan angelical y tan buena que era la niña, pensaron que aquel suceso solo podía ser obra de un íncubo maligno. Hablamos de íncubo. Ayer. Sí, no, ayer creo que no. O antes de ayer. Creo que hace cuatro años. Fue antes. Que había accedido a ella como acceden los íncubos, en el sueño, con un encantamiento. Ahí no más la inquisición se puso a investigar. Primero interrogaron a Teresa y allí la priora del convento se dio cuenta que Teresa ignoraba por completo cómo venían los niños al mundo y carecía de la más mínima educación sexual, como suele ocurrir en los conventos. Bueno. Pero la inquisición siguió con sus pesquisas. se interrogaron a todas las monjas del convento y algo le llamó la atención en una de esas monjas. Había una hermana con la voz muy gruesa. Ya me voy imaginando. ¿Cómo se llama usted? dijo la ingestición. Laurita. ¿Laurita? dijo. tenía un poco de vello en el mentón, se llamaba... No, Laurita de la Cruz. Ordenaron examinar a Laurita y cuando lo hicieron se horrorizaron al descubrir que no era Laurita, sino Laurito. Sí, y no era ormafrodita tampoco. Era... Parece que cuando tenía 15 años, el tío de Laurita, Antonio López de Talavera, Antes de partir hacia América, lo vistió a Laurito, de doncella, le dejó una buena adota económica para que ingresara como novicia y allí permaneció el muchacho, imagínese, joven viviendo entre las monjas, sin llamar la atención hasta que el embarazo de su compañera vino a mancharle el pendiente. Cuando lo interrogaron por el detalle de su voz, se negó a quitarse el hábito, porque ya se había acostumbrado a la vida de monja. A mí me lo daba desde chico, es monja. Sí, bueno, qué bandas, comprensiones. Pero usted es una en esa y monja, señor. Bien. Una vez que se disipó esta enigma, Sorteresa se excusó diciendo, les digo la embarazada, ¿no? se cuso diciendo que ya no había tenido sexo, sino que había concebido en un sueño. Bien. ¿Ah? ¿Mintió, eh? La monja. ¿Le creyeron? Bueno, pero ¿mintió? No sé. Bueno. A veces parece un sueño. Bueno, pero... El joven fue encerrado en otro convento, pero se logró fugar. Me parece que terminó bien esta historia. ¡En honor! a estas dos hermanas, gritaremos bien fuerte ¡Halelúsa! Continuamos en La Venganza, será terrible, estamos en Buenos Aires, en el Teatro Regina, mañana estaremos en Canning, en el Teatro Canning y el 13 como hemos dicho, en Luján. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. Consejo para encontrar la felicidad en las pequeñas cosas de la vida. Muy bien. ¿Cómo? No, no, no. es que usted es muy ambicioso y quiere las grandes cosas, en las pequeñas cosas está la felicidad. Un helado... Bueno, depende que helado. Hay helado y helado. Y hay felicidades y felicidades. Sí, sí. Un rato de paz, una caminata, una buena compañía. Terminó la nota. Bueno. ¿Vio que hay niños que tienen un palo? He visto sí. Y con un palo hacen un mundo. Claro que sí. También lo he visto. Pueden jugar a todos. Todo el mundo está concentrado en ese palo. Y hay un niño que tiene todos los últimos regalos, juguetes tecnológicos y es infeliz. Mami, yo he visto lo contrario. El feliz es el niño que trae todos los juguetes y los infelices son los del palo. No, pero bueno. Acá se trata de ir con las pequeñas cosas, como nos va a enseñar... Claro, ante la ausencia de las grandes. Bueno, me imagino que nos va a enseñar el informe a valorar las pequeñas cosas. Sí, es un informe que viene directamente desde la fiscalía del mundo. Bueno. Si los dueños del mundo quieren eso... que encontremos la felicidad en las cosas pequeñas y que sintamos placer en cumplir las obligaciones más arduas. Sí. De esa manera funciona lo que se llama el mundo. Bueno. Mira, gente van a trabajar todos los días, cobran su sueldo y empiezan a jugar con un palo. Bueno. Pero este informe va a contramarcha de esa visión que usted tiene. No, este informe ha sido entregado directamente por la oficina directriz del mundo entero. Bien, pero uno se puede revelar a este mundo que plantea usted. Se puede revelar disfrutando de las pequeñas cosas. Pero eso no es revelar. La rebeldía. Eso es lo que quiere la dirección del mundo. crea que se revela, se perciba como rebelde ¡Claro! y no haga más que cumplir exactamente sus órdenes En Japón ¡Ah, bueno! Es el mundo Si ya empezamos con exotismo No, no, no ¿Sabe cómo se enguelga? Van y trabajan todo el día ¡Eso es una mentira! Es la huelga... Yo le pregunté a un japonés que viva abajo de mi casa y que resultó ser chino ¡Es chino! ¡No tiene nada que ver! Y me dijo que eso de la huelga a la japonesa era un embeleco de los propietarios de fábricas de neumáticos para que sus operarios hicieran huelga trabajando más. Pero ahí dicen que trabaja más, sobreproducen y después no tienen aquí a inventarles las cosas. ¿Y sabe qué pasa cuando echan a un japonés de trabajo? Se queda a trabajar gratis toda la vida. Se llama... ..Arraquiri. Despido a la japonesa. Todo lo japonés es así. Sí, es así. Para grandes y grandes desatinos no hay como los japoneses y los chinos. Bueno. Bueno, vamos a ver los ejemplos que pone aquí. Dice, disfruta de los pequeños placeres sensoriales. Eso, por ejemplo, mirar. ¿Qué? Mirar. Ah, sí, puede ser. Mirar con los ojos. Puede ser. Me acuerdo siempre de Charles Woyer. Sí, pero... ¿Usted qué es lo que mira? Porque Charles Waiye un poco que espiaba. Bueno, ¿a qué se refiere a mirar paisajes o ir de vedolla? Mirar. No. Disfrutar de los dos ojos que le dieron a usted. Sí, sí, se los dieron. ¿Por qué esa meticulosidad? No, bueno, pero digo... Es como la canción Malagueña. Sí, ¿qué? Qué bonitos ojos tienes debajo de esas dos cestas. Bueno, bueno. Quién es ese? Qué información superflua. Bueno, pero digo, los dos ojos que... Dónde se quedan las dos cejas y una nariz le dio... Debajo de esas cejas sería más... Ni siquiera, ¿no? Ni siquiera. Dónde quiere que estén los ojos. Mucha gente... Habría que limitar a qué bonitos ojos tienes. Incluso repetirlos. Qué bonitos ojos tienes, qué bonitos ojos tienes. Es mucho mejor que debajo de esas dos cejas. Bueno... ¿Y cómo sería la ceja debajo de los ojos también, a modo de ojera? Sería extraño. Ojera peluda. Como unas ojeras peludas. Claro, la ojera peluda. La famosa ojera peluda de la que tanto se habla. Usted llora y es mucho más dramático porque se le inunda. Claro, pues a alguien le mojan las cejas. Pero escúcheme, no tiene sentido porque las cejas las puso el creador o la naturaleza. No, no, son dos cosas distintas. Otra vez los temas religiosos. Por el tema de la lluvia, para que no le caiga la lluvia en los ojos. Ah, era por la lluvia. O por el sudor. No sé, parece que por la lluvia. O por el sudor también. Ahora, en el desierto no tienen cejas, los tipos nacen sin cien. No, no llueven nunca. Ah, pero sudan. Sí, sudan más, claro. Claro. Bueno, dice, hay que mirar. No, acá habla de pequeños placeres sensoriales. Bueno. Usted puso como ejemplo la mirada, pero también está en un baño relajante con velas perfumadas. Sí. Usted disfruta de... bueno, vio que hay cada aroma... la aromaterapia, sugiere una emoción o una predisposición, por ejemplo. Por ejemplo... ¿Hay un aroma a la banda que sugiere? Eh... perfume... No, no. Está muy bien, a usted cada cosa le sugiere lo que es. Te ve la luna y le sugiere la luna. plantea una predisposición a la inspiración poética. Sí, pero no con ese criterio. No. Y después hay aromas que predisponen al encuentro erótico. Carne, por ejemplo, olor a carne. No, el olor a carne, no. Usted es un animal. Que huele. Sí. Si no, las carnicerías estarían. Bueno, es un escándalo. Esa es una idea, vacanales. Pues sí. Estarían llenas de gente. Claro, y no es así. Bueno, pero usted con la vela, usted prende una vela. ¿Cómo se va a bañar con una vela? La vela la tiene alrededor, a la luz de la vela, usted se da un baño de inmersión, que se lo puede dar a... solo o acompañado. La proliferación de velas alrededor de situaciones es propia de los 70, 80. Es muy del cine, ni siquiera de los 70. Muy del cine. A la gente le encantaba imitar aquella escena con Madonna. La vi. Y... Juan Penn. No, no. El actor era este tipo que trabaja en Pobres Criaturas. Will and the Fog. Muy bien. Era eso. Llega el tipo y la tipa lo está esperando. rodeado de velas, centenar de velas. Y entra el tipo como pisando huevo. Imagínese, la mina está ahí desnuda en medio del velamen. Sí, es un asador. Claro, y el tipo en ese momento está factidiado con las velas. Claro, tanto... Ya llegó fastidiado. Sí, bueno, pero escúcheme, está Madonna y ¿qué me viene con vela? Bueno, sí. Como si lo importante fueran las velas. Pero es importante... ¿Allá vienen las velas de Ayolas? No, señor. Hablaban, y era mentira, que Santiago Gómez Cú había equivocado el Parlamento que acabo de recitar. Y en vez de decir, allá vienen las velas de Ayolas, dijo, allá vienen las bolas de Ayolas. No, no. Pero aquí todo eso, ¿viste la escena? La luz de las velas, el tenue calor, ella esperando. Las imágenes dibujadas al contraluz. Sí, señor. Sin mucha definición. Bueno, usted hace cargo de las velas. Bueno. Lo que no imagino es la situación previa. Claro. Que es prender las velas. Ira a comprar las velas. Fue a comprar las velas primero. Bien, después... Yo creo que primero se desnudo. No, ¿cómo va a ir desnuda a comprar las velas? No, antes de prender las velas. Allá las trajo, sí. Las trajo, se desnudo y empezó a prender las velas. La prende vestida. te agachás para prender una y te agarra fuego la otra. Igual desnuda se agachó 120 veces, como lo sabe cualquiera. Además que se le apaga una, tiene que volver a la primera. Claro, tiene que volver a la primera. Las velas a veces, al recibir algún ventichelo, algún airecito que entra por algún chifle. Se apagan. Bueno, pero que se le apague una. Deja la pagada. No es problema. Deja la pagada. Y ahí se acostó. Después, les pareció que tenían mal aliento, se levantó, se cepilló los dientes y así horas, porque tardó mucho la foga. Igual les puedo decir una cosa, por más romántica que sea la escena cinematográfica. La idea de que ella esté ya desnuda desde antes, a mí no me gusta eso. Bueno, vaya a ser, me quedo yo. ¿Qué quiere, que se pieza de vestir? A sacarse el traje sastre en medio de 120 velas y no saber dónde tirar cada cosa por temor a armar un incendio. Pero cuidado que es todo de lycra, así bien lejos. Ya está desnuda, tirada ahí, y uno qué. Bueno, vaya así. Bueno, muy bien. Placeres sencillos. Si consideramos un placer sencillo encontrarse con Madonna rodeada de 120 años, no quiero pensar cuáles serán los complicados. Era por bañarse. Bien. Después, practica el autocuidado regularmente. Por ejemplo, supónganse que no viene Madonna. No, no, no es eso. El autocuidado es una forma... Usted lo invita a una fiesta, a un asado. Usted ve que hay chorizo, mollejas y dice, voy a comer muy poco. ¿Hasta ahí llega su autocuidado? Voy a comer muy poco, algunas cositas. Y listo. No está mal. ¿Vio? Ir asados a no comer sería una de las cosas. Usted puede hacer un viaje introspectivo. Palau de adentro, digamos. Claro, que lo podemos ejercitar ahora mismo. Y nos tomamos 20 segundos para ver cómo estamos. Recorremos nuestro cuerpo. Usted es el profesor. ¿Sí? Sí. Me pareció verlo en una iglesia, vestido de cura. No, bueno, pero... Veo que tiene los mismos rasgos. Esos son los dos, los 10 semanas tiene trabajo en otras religiones. Está bien, la primera vez que venimos... Son las velas de la iglesia, las de Madonna, las traje todas de allá. Primera clase que venimos y... Con la misma vela que fue hasta Luján. Bien. Mentalizamos. A ver... cada uno hacia su interior. Y podemos... Veo luces. Estoy viendo luces. Sí, es que están las luces. Bueno, bueno. Tratemos de ser introspectivos. Bueno. Y vamos a navegar por nuestra sangre. ¿Nuestra qué? Nuestra sangre. Ah. Nuestro delta de sangre. Por favor, qué impresión. No me gusta nada. A mí me nombra la sangre. No, pero ya... Que son las venas, nuestros ríos que llevan vida de aquí para allá, del corazón hacia el cerebro, del corazón... ¿Asia? No, no me quite el ojo, no. No se puede... No, señor. ¡Asia a un lado, al otro Europa! Mire, si no vamos a tomarnos en serio los temas, yo no voy a levantar y no voy a ir de este programa. Hay una responsabilidad civil frente a esto. Acá me temo que los consejos son todos el mismo. ¿A ver? Sí, todos. Aprovecha al máximo los momentos de tranquilidad. Es lo mismo. Lo mismo que disfruta de los momentos de paz, lo mismo que encuentra alegría en las situaciones simples. Confórmate con poco, todo eso. Acá dice... Vamos a ver, abraza a los animales, por fin algo positivo. Sí, señor. Cuando yo digo, oigo, abraza a los animales, quiere decir abrazo a los animales. Sí, sí, sí. ¿Qué gana con eso? Es la pregunta. No, la energía que emana un animal bien criado y bien educado... No, bueno, no, pero bien educado el animal, estamos hablando de animales. Bueno, pero quiero decir, contagia, hay incluso terapias, por ejemplo, equinoterapia, es una de ellas, podría mencionar 10. Bueno, menciones las, tenemos tiempo. Felinoterapia. Menciones las 10. Equinoterapia. Uno. Dos. Equinoterapia. Señor, simioterapia. Sí. Mono. La gente va y abraza a un caballo. y se empieza a curar de enfermedades. ¿Es creer o reventar? Sí, sobre todo reventar. Es así, incluso los hospitales se están siendo demolidos para construir caballerizas. No de ideas. Bueno, y último, dice, ábrete al mundo. Claro. Puede haber felicidad en todas partes. Es verdad, en todas partes. En todas partes. Por ejemplo, en el transporte público. Sí. Estás en el bullicioso metro rodeado de extraños cuando de repente alguien te cede su asiento con una sonrisa genuina. No lo vi nunca. Bueno. En ese momento sientes un cálido destello de gratitud y conexión humana. Esta pequeña muestra de amabilidad. ¿Cuál? Esta. Etcétera. Bueno, a mí me logró conmover, la escena me conmueve. Yo me he convertido a esta especie de religión, de la inacción, de lo poquito. Pero hay algo que me parece el mensaje central para quedarnos con una idea. En una época se decía, tírala que vuelve. ¿Cómo? ¿Tírala que vuelve? Tírala que vuelve. ¿En qué época? ¿A qué sitio? Eso ya no son placeres tan sencillos. ¡No, señor! Tírala que vuelve. Sí. Sí. Vaya usted. ¡No! El que se agacha a la ley. ¡No, señor! Quiere decir que, si usted tiene buena onda, y la comparte, la misma buena onda le viene. ¡Y si es otro engaño! ¡Porque bueno! La dirección del mundo. Y si lo que hagas vuelve. Exacto. Entonces uno hace, hace, hace. Usted, por ejemplo, pasa una persona, usted la ve humilde, le da dinero. Bueno, eso está bien. ¿Vio? A los 10 minutos le suena el teléfono, es un contrato de millones de dólares. Bueno, sí. Es quizás, simplificó un poco la idea. El concepto está. Sí, sí, sí. El concepto está. Yo incluso estoy escribiendo un libro que se llama así, como era el que se agacha... Tirá la que vuelve. Tirámela que vuelve. No. Tirá la que vuelve. Y es esta historia. Bueno, claro. La historia de alguien que le da una propina a alguien, una ayuda. Una ayuda. Y... No termina de llegar a la casa y llama el teléfono y dice quién es. Bueno, vamos a ofrecer un contrato de varios millones de dólares. Termina que el tipo no acepta. ¿Lo acepta? No acepta, claro. ¿Y por qué? Porque considera que entonces la buena acción que él hizo era interesada. William Dafoe hace el personaje. Ah, bueno. Y la última escena es con Madonna. Sí, con Madonna. El tipo mira a la cámara como diciendo... Te dirá la que vuelve. Señores, vamos a hacer una breve pausa para dar comienzo al bailongo. Muy bien. Y para finalizar, dos palabras bastan. Gracias. oficinanerd.com pasión por el podcast