Disrupción contada por mujeres y hombres súper aventureros que no temen dar giros en su vida para mejorar su entorno y hacer negocios que a veces salen bien. Tecnología de punta hablada simple y en español, desde México. Jonathan Ruiz, columnista y directivo de El Financiero y autor de Parteaguas, es el host.
¿Qué pasa cuando tu país no te basta? Cuando sientes que tienes energía que no puedes contener, estudias una carrera profesional en tu propia nación, te va muy bien, muy bien, y luego recibes ofertas laborales fuera de tu nación, precisamente por tu talento. Te sigue yendo bien y haces un trazado de vida, hacia dónde quieres ir, pero las cosas que están a tu alrededor se imponen y hay cambio de planes. No lo pudiste evitar. Así son las cosas. Son cosas de familia. Y vas en otro destino y ese otro destino te lleva a un camino también interesante. Emprendes y de pronto, de pronto, después de haber nacido en el viejo continente, terminas como un experto en tecnología y ciberseguridad del otro lado del océano, en México. Eso le pasó a Sabas Casas. Esta es su historia. Parte Aguas, número 15. Bienvenidas, bienvenidos. A veces los errores de unos o los aciertos de otros pueden ayudar a los individuos a el propósito fundamental de su vida, lo que subyace más allá de incentivos superficiales. Y por eso, Sabas, es que me gusta que estés aquí porque, bueno, es un individuo brillante, él es responsable, nos lo va a aclarar. Yo solo lo voy a decir de manera general, como lo hemos conversado en otras ocasiones, él es experto en ciberseguridad, trabaja para una empresa llamada Accenture, que es una empresa global, internacional, con presencia pues prácticamente en todas las naciones occidentales y en muchas de las no occidentales del mundo y resuelven problemas, o sea, resuelven problemas principalmente en materia de tecnología. Exacto y consultoría. Y consultoría, eso es lo que hace la empresa. Hoy en Pero quiero enfocarme en el individuo, en Sabas. Sabas, tú eres yucateco por cariño. Exacto. Llegaste aquí desde un lugar que está más allá del Atlántico. Ese lugar es España. ¿Y en qué región de España fuiste concebido? Yo nací en Madrid, en el seno de una familia andaluza que emigró, mis papás emigraron de Sevilla a Madrid fueron los únicos de todos sus hermanos, mi mamá tenía siete hermanos, mi papá eran dos los únicos que emigraron de Sevilla fueron mis papás, ahí nacimos mis hermanos y yo todos mis primos, tengo como 23 primos, son sevillanos, todos mis tíos viven en Sevilla a excepción de uno de ellos que también luego se fue a Madrid. Y ahí nacimos, mis hermanos y yo nacimos en la capital, lejos de la familia, aunque íbamos mucho a Sevilla, de chiquitito. Íbamos a Sevilla, Sevilla es una ciudad muy parecida a Mérida, en términos de temperatura en verano. Los 42, 45 grados en verano no nos lo quita nadie en Sevilla, al igual que en Mérida. Con la diferencia, hace... yo tengo 51 años, imagínate, hace 45 años íbamos en carro desde Madrid a Sevilla en esas carreteras, tardábamos seis horas sin aire acondicionado por supuesto y llegábamos en verano sin aire acondicionado entonces tengo muy buenos recuerdos de cómo sufrió el calor de Sevilla y por tanto me siento muy a gusto en Mérida porque sufro o vivo el mismo calor pero con una nostalgia también que me acompaña de esos días. Eran días difíciles para España, estaba saliendo el franquismo, vamos no existía, estaba remotamente lejos la oportunidad de estar en la Unión Europea, era una nación diferente a la que tenemos hoy y con carencias también. Yo era muy pequeño, es cierto que la situación política del país en aquella época era compleja. Recuerdo perfectamente, perfectamente estaba en mi casa de Madrid, creo que tendría tres, cuatro, cinco años, cuando Tejero dio un golpe de estado en el Congreso de los Diputados. Yo vi eso en televisión, mi padre, mi papá se puso muy muy nervioso, yo no sabía qué estaba pasando, había un militar pegando tiros, pero también veía películas de indios pegando tiros no no no entendía lo que estaba sucediendo y efectivamente fueron momentos pues eh... compulsivos en el país sin embargo yo tengo una feliz una muy feliz infancia porque viví rodeado de mucho amor, mi mamá nos quería mucho mi papá nos apreciaba mucho, nos quería mucho también, estaba poco en casa era más una familia donde la mamá que no trabajaba se ocupaba de sus hijos me llevaba muy bien con mis hermanos, tenía muy buenos amigos, estaba feliz en el colegio, se me iba bien hacía deporte y se me daba bien, entonces yo viví una infancia muy muy feliz que obviamente fue ajena a toda la compulsión en aquellas épocas en España y en esa infancia tú estabas entre Sevilla y Madrid, y en Madrid la mayor parte del tiempo. Ok, ibas a una escuela estatal, es decir, una escuela del gobierno. ¿Cómo era la escuela en esos días? Escuela privada, vivíamos en un barrio, en una colonia humilde dentro de aquella época, de cómo se manejaban los dineros en aquella época, era una colonia humilde. Mi padre, mi papá fue estudiaba una carrera de arquitectura técnica y fue progresando económicamente a medida que van pasando las décadas y eso se fue reflejado también en la educación que nos fue dando a nosotros. Pero si bien se preocuparon por pagarnos una escuela privada, cuando llegamos a la prepa pues ahí ya entramos en una escuela pública y estudiamos todos en la universidad, ya en Sevilla, pública. Las universidades en España, las públicas son muy buenas. Haced una idea que no es tanto como en México que solamente, o sea, que todo el que quiera que su hijo vaya a escuelas, vamos a decir, donde hay un relacionamiento con personas, empresarios, etc., pues hace todo el esfuerzo posible, como pasa en Estados Unidos, a llevarlos a escuelas, a universidades privadas, perdón. En España lo normal es que todo el mundo estudie, una gran parte de la gente, de las personas estudian en una universidad pública. Solamente una pequeña parte, muy muy elitista, estudian en las universidades privadas. Por tanto, y son muy buenas, cuando sales de la universidad tienes prácticamente las mismas posibilidades de conseguir trabajo en una que en otra, a diferencia del relacionamiento. Ahí sí, el relacionamiento siempre va a ser mucho mejor en las universidades privadas que en las públicas pero en cuanto a capacidad y skills y conocimientos pues sabes muy bien preparado no? Yo estudié en la universidad en la carrera de ingeniería industrial en Sevilla y también eso fue una universidad pública. Me lleva mucho la atención tu caso porque por un lado tenías la influencia cultural musical incluso que tiene muchos los sevillanos con el pragmatismo madrileño que si bien los dos son puestos para la fiesta porque es una vamos una peculiaridad de la cultura española bien heredada por los mexicanos por cierto si es cierto que son dos fenómenos muy diferentes en Madrid está el gobierno, los bancos, en Sevilla está la vida cómo influyó eso para ti, que al final decides ser ingeniero? O sea, ¿cómo fue creándose esa vocación para que confluyera en esa decisión? Mira, yo era un niño... Bueno, me considero un niño todavía, ¿eh? A pesar de mi edad, yo me considero un niño. Me miro al espejo y digo, no sé por qué tengo la cara tan vieja, porque el alma lo tengo muy joven, ¿no? Siempre he sido una persona muy inquieta, muy muy inquieta. Por lo menos, o sea, lo han demostrado los deportes, lo han demostrado en... siempre he querido hacer cosas nuevas, que yo creo que es lo que motiva, lo que mueve a la gente hacia carreras exitosas o por lo menos interesantes, cuando menos. Cuando era pequeñito veía las películas de Madrid, donde estábamos viviendo en Madrid, y le pedí, rehogué prácticamente a mis papás que me regalaran poder estudiar en Estados Unidos la prepa. Mis papás estaban, como te he dicho anteriormente, estaban ganando cada vez más dinero, pero no estaban tan tan sobrados. Entonces hicieron un mega esfuerzo y me mandaron a Estados Unidos a estudiar el Senior High School en un pueblito que se llama Boise, Ayrahoe, de Potato State, pero yo estaba feliz. Yo cuando llegué a Estados Unidos lo primero que vi fue un señor disfrazado de indio, pensaba yo que estaba disfrazado, no, era un indio de verdad que estaba en el aeropuerto esperando a autos. Me lo pasé muy bien, eso te abre mucho la mente, el salir con esa edad, yo no apenas sabía hablar inglés, el esfuerzo que tienes que hacer es colosal. Hice, como te digo, intenté mezclar con los americanos, lo normal era que tú llegaras a Estados Unidos y te mezclaran en una cosa que se llama The Foreign Club, que es donde ponen a todos los extranjeros. Entonces, qué bueno que llegas a Estados Unidos y tus mejores amigos van a ser un chino, un brasileño, un indio, que no tengo nada en contra de ellos, pero yo no fui a Estados Unidos a hablar francés o chino o brasileño. Entonces yo hice un esfuerzo inicial, que obviamente me penalizaron mis amigos, para alejarme de esas personas con el único objetivo de mezclarme con americanos de verdad, que hablaran inglés, porque yo lo que quería era el inglés y era muy consciente del esfuerzo que estaban haciendo mis papás en términos económicos. Eso me ayudó muchísimo. Yo puedo yo recomiendo a todas las personas que si pueden salir del país cuanto antes mejor para tener una experiencia fuera del país y mejor en un idioma que no sea el suyo que lo hagan que lo hagan, porque el enriquecimiento y la apertura mental que te da ese tipo de experiencias es espectacular, es único. Entonces, eso fue la primera cosa que me abrió. Y conseguiste al final tu meta de relacionarte con tus compañeros que no que hablan inglés, vaya. Por supuesto, por supuesto, pero no sólo yo, o sea, no sabes, o sea, cualquier persona que se pone un adjetivo en la cabeza lo va a conseguir. Te puede tardar un poquito más, te puede tardar un poquito menos, pero lo vas a conseguir. Eso es la perseverancia y la tenacidad es un don que todo el mundo, unos lo tienen más, otros le tienen más esfuerzo, pero en cuanto lo asumen como parte de su personalidad, es el arma perfecta para llegar a donde quieres llegar. Si no consigues con la inteligencia consigues con la terquedad exacto exacto pero pero lo consigues y sabes donde esta el ejemplo, te voy a poner un paréntesis cuántas personas has conocido sin estudios que abrieron un bar una cantina hace con 17 años o la heredaron de sus papás un changarrito y con tenacidad, trabajo, esfuerzo y pasión pues hoy en día tiene un súper restaurante grandísimo con varias sucursales etcétera y a lo mejor tú lo ves y dices mira no tiene estudios pues mira no era la persona más inteligente del barrio de la colonia pero ahí está porque pues porque ha tenido pasión y ha tenido tenacidad y ha aprendido el negocio poco a poco ha sabido cuidarlo y ha estado obviamente allí a pie de cañón cualquiera que tenga un objetivo en la cabeza y se esfuerce en ello lo va a conseguir. Y tú lo descubriste a muy temprana edad. Estamos hablando con Savas Casas, él es directivo de una empresa llamada Accenture, que tiene presencia en Mérida, en Monterrey y en la Ciudad de México. ¡Ojo! Mérida, Monterrey y la Ciudad de México. Y esa circunstancia, ¿cómo te aproximó poco a poco hacia tu vocación? Porque era prepa, ¿qué tendrías, 16, 17 años? 17 años tenía. 17 años. Regresas tú en algún momento de Idaho a Madrid. A Madrid, exacto. Y en Madrid decides comunicarle algo a tus padres, ¿qué fue lo que les dijiste? Fíjate, no regresé a Madrid, regresé a Sevilla. Nos habíamos ido a Sevilla dos años antes. De ahí salté a Estados Unidos. Cuando regreso voy a Madrid porque hay un examen que se llamaba la selectividad, que es un examen que todo el mundo tiene que hacer antes de la universidad, que te obligan, te hacen la media de ese examen con la media de los últimos cuatro años de la prepa, y en función de la nota media de esas dos, de la media de los cuatro últimos años más la media del examen que te hacen, son dos días o tres días de examen, pues puedes ya elegir qué tipo de carrera puedes entrar o no. Ese examen para los que habíamos estudiado el último año fuera del país se tiene que hacer en Madrid, por eso regrese a Madrid. Regresé, aprobé el examen y luego luego mi papá me dijo, oye pues ¿en qué vas a hacer? ¿en qué vas a estudiar en la universidad? y yo no sabía, tenía ni idea, yo lo único que sabía es que me gustaban las matemáticas, me gustaba la física, me gustaba la química y no me gustaba el dibujo técnico eso era lo único que yo sabía, entonces claramente era una carrera de ciencias y entonces mi hermano estaba estudiando ingeniería industrial y yo le pregunté a mi hermano, oye, ¿esto de la ingeniería industrial cómo es? y me dice, pues está muy bien, mucha matemática, mucha física y del dibujo, ah pues es súper complicado, es muy complicado, dije pues esa no era mi criterio conseguí hablar con mi papá y al final me convenció de que estudiara ingeniería industrial, de hecho era la única ingeniería que había en Sevilla en aquella época existía solamente una ingeniería que no tenía dibujo, que era telecomunicaciones pero tenía que irme a Madrid y mi papá me dijo no, te quedas aquí un año, lo apruebas todo en junio, que es prácticamente imposible y luego yo ya te pago el segundo año ya a partir del segundo año te vas a Madrid. Total que al final entré en ingeniería industrial, me encantó la carrera, sí sufrí con el dibujo técnico, sí sufrí pero me encantó la carrera y me fue muy bien en la carrera, la verdad me fue extraordinariamente bien y era una carrera de seis años y me fue tan bien que en los últimos años empecé a aburrirme porque es una carrera que al final de la carrera empieza a hacerse muy sencillo y entonces era justo cuando estaban empezando las becas Erasmus, becas que daban a los estudiantes universitarios para estudiar un año fuera de su país. Tú escogías la universidad del país X, y te hacían una prueba de idiomas, y si pasabas la prueba de idiomas y tenías más o menos un expediente académico bueno, pues te daban la beca. Te permitían, básicamente, estudiar un año fuera y te convalidaban todas las asignaturas como si las hubieras estudiado en tu carrera. Yo escogí Alemania, Múnich, no tenía ni idea de alemán y tuve la suerte de... bueno, fui de los primoritos, nadie escogía Alemania, todo el mundo quería ir a Francia, Italia y Gran Bretaña. Y entonces pues había muchas plazas vacantes en Alemania, había muy pocas personas que estaban postulando por esas por esas vacantes y bueno, hacían la vista gorda con el idioma. Básicamente lo que hacían era, si te conocían, porque eran profesores de la carrera de ingeniería los que te hacían este pequeño test, ya te conocían de las clases, sabían si te podías desempeñar más o menos bien, si eras un poquito descarado, si eras un poquito extrovertido, porque lo que nunca querían era que se regresaran a mitad de año, eso era un fracaso para la universidad, que un estudiante se regresara por miedo, porque no se adaptara, porque no conociera el idioma, lo que sea. Entonces ya sabían que había tipos, perfiles, que esas cosas no iban a pasar con nosotros. Entonces me dieron la beca, me fui a Alemania un año, a München, estudié en la Fachhochschule München y me gradué con el título en Ingeniería Industrial Española y Alemana. ¿En qué universidad en España? En la Universidad Superior de Escuelas de Ingeniería Industrial de Sevilla, en España, y en la Fachhochschule München de Múnich. Entonces, con ese doble título, pues me gradué, con la suerte de que en Alemania, en aquella época, tú podías hacer el Diplomarbeit, que es una especie de la tesis, la podías hacer en una empresa y te pagaban dinero te pagaban por hacer la tesis entonces eso era impensable en España entonces pues yo cuanto me enteré pues empecé a aplicar a un montón de empresas de empresas las conocidas Siemens, Bosch, BMW, todas estas y bueno pues me escogieron en Siemens hice la tesis ahí el diploma y me quedé luego de ahí pues ya sabes, te relacionas con las personas de Siemens y al final pues acabé iniciando mi carrera laboral en Siemens en el área de telecomunicaciones, curiosamente. Déjame decir algo en torno a Siemens. Hace 100 años, la electricidad era tan novedosa como hoy la inteligencia artificial. O sea, la gente no sabía lo que eran los focos, evidentemente, porque no se había creado esa industria. Y la electricidad era lo novedoso, pero no había electricidad en Yucatán. Alguien tenía que traerla, no era tecnología mexicana. Y lo trae Siemens. De hecho, en una zona de la ciudad de Mérida, hay un edificio que todavía dice, el antiguo letrero es Siemens, porque ellos fueron los que trajeron la electricidad. Pero ahí no acaba la historia. Si has puesto atención, como la mayoría de los yucatecos, hay una comunidad alemana grande en Mérida, Yucatán. Y la razón está justamente en esa empresa que trajo la electricidad y después ya sus hijos, sus nietos se quedaron acá. Hubo un catalán muy listo que era contador público en las simens de los alemanes aquí en México. Ese contador público se apellidaba García Gineres y él pues vio la manera de conseguir terrenos y dijo yo a estos alemanes les vendo fincas, les voy a vender casas, curioso no? en Mérida no se ha visto eso de vender casas, y entonces empieza a fraccionar terrenos en una zona de la ciudad y pues les vende justamente a estos alemanes fincas muy bonitas, más o menos al norte de lo que aquellos días era la ciudad y obviamente tuvieron electricidad rápidamente y estos alemanes fueron tantos que empezaron a decir la colonia de los alemanes, la colonia de los alemanes a la colonia San Cosme se llamaba en esos días. Este catalán termina en algún momento su vida y en honor a él a la colonia San Cosme le cambian el nombre por la colonia García Ginerés que es una colonia muy cercana al centro, entre el centro y el norte de la ciudad, que es muy conocida por los yucatecos donde está el parque de las Américas. Pero digo, cuando la gente no entiende qué hace Siemens, bueno, una empresa como Siemens hace que una ciudad funcione. Hoy mismo vende las partes para que la CFE o alguna empresa grande pueda generar electricidad que usted, con la que ustedes cargan su celular. Ahora sí, entonces, estabas tú en la Siemens, ¿qué hacías ahí? En Siemens entré en el departamento de telecomunicaciones. Recuerda que acababa de salir de ingeniería industrial. Me pusieron en un departamento súper técnico, súper técnico, para analizar una cosa que se llama la señalización SS7. Ni entro, porque ya ni me acuerdo de lo que es, pero yo me acuerdo que era muy pesado, muy, muy técnico. Yo siempre he tenido un carácter mucho más comercial, mucho más extrovertido de hablar con personas, social y aquello pues no, no fue lo mío. Enseguida me moví dentro de Siemens, Siemens es una multinacional, en su día era una de las mayores del mundo, hoy en día sigue siendo una gran empresa, pero pues ha habido otras que han crecido mucho más, como Accenture. me moví a áreas más técnicas primero a la área de pre-sales y luego a la área de sales que eso me daba pie a tener una visión de qué era lo que estaba pidiendo el mercado tener un relacionamiento con clientes que era lo que yo estaba buscando y además como en el departamento en el que estaba era una de las cosas por las que me contrataron es porque yo hablaba inglés alemán y español las tres y parte de los clientes del departamento en el que estaba eran latinos Latinoamérica y España. Si ustedes están intrigados de cómo una persona con esas habilidades trabajando en Alemania vino a dar a Mérida quédense a la segunda parte. Vamos a un corte, esto es Parte Aguas, yo soy Jonathan Ruiz, regresamos. ¿Qué pasó en Siemens en ese momento en que tú cambias de actividad? Pues como te decía, empiezo a relacionarme con clientes, clientes en el área en el que yo estaba tratábamos primero Cono Sur de Latinoamérica, que principalmente era Argentina, aunque también estaba Chile, Uruguay y alguno que otro país, era vamos a decir que el núcleo potente del negocio que traía Siemens en aquella época y con España. Participé, atendí a muchos clientes de ambos, de todos estos países en Alemania, en Múnich, sobre todo en la Oktoberfest, gratos recuerdos. Aquí en Madrid hay un muy buen Oktoberfest. Sí, sí, sí, no he ido todavía pero lo tengo pendiente, lo tengo pendiente y entonces me gustó, me gustó tanto tratar con estas personas, me hablan tanto de una Argentina que yo no conocía, que pedí a la organización, a Siemens, que me trasladaran a Argentina. En aquella época Siemens traía unos programas para potenciales ejecutivos que era, tienes que estar una temporada fuera de tu país, de tu país al revés de el país de Alemania te capacitaban tratabas con un negocio de alguna parte del mundo regresabas a Alemania y entonces pues probablemente tenías un fast track para la alta dirección no entonces yo pedí eso me buscaron un lugar en en Argentina y lo que sucedió a continuación pues fue una de las partes de los momentos más tristes de mi vida y es que prácticamente me habían dado el... todavía no me lo habían dado pero me lo iban a dar ya en la posición en Argentina y en ese momento pues le detectaron un cáncer a mi mamá, cáncer que acabó siendo terminal, en muy poco tiempo lo supimos y entonces pues decidí pedirle a la organización, a Simens, que en vez de mandarme a Argentina que si por favor me pueden mandar a España porque quería estar cerca de mi mamá en sus últimos días y desde Alemania pues era muy difícil. La empresa se portó súper bien conmigo, me cambiaron la posición de Argentina, ni siquiera Madrid, a Sevilla que era donde vivía mi mamá y pues me mudé con unas nuevas responsabilidades, una posición de jefe de proyecto, también en el área de telecomunicaciones con cara a cliente y pues ahí estuve prácticamente dos, mi mamá duró dos años desde que yo llegué a Sevilla, en esos dos años yo ya había tenido a mi primer hijo que lo tuvimos en Alemania y ya teníamos a mi segundo hijo, a mi segunda hija perdón, prácticamente hice un MBA mientras estaba en Sevilla porque la verdad es que me aburría bastante con el trabajo estaba allí porque... ¿Qué edad tenías en esos momentos? ¿Qué edad tenía? Pues unos 29-30 años tendría. Lo hice en BA y lo hice con 30 años 30-31 eran 18 meses. ¿Y la relación con tu mamá era muy cercana? Muy cercana, sí, sí, era un solo, mi mamá era un solo y además fue una muerte muy fea de las que se va consumiendo la persona que quieres poquito a poco algo que no le deseas ni a tu perro enemigo pues así así murió mi mamá en aquella época pero bueno cuando murió pues pues me liberé de mi de la autorresponsabilidad que yo mismo había generado de estar con ella y entonces dije pues a volar otra vez, saca las alas y vuela terminé el MBA en seguida voy a contar una cosa que es interesante cuando yo hice el MBAI en Sevilla, pues yo me apliqué siempre, en todo lo que he hecho me he aplicado, entonces salí como uno de los mejores estudiantes del MBAI, terminando, ya mi mamá había muerto, tuve el descaro, por favor tengan mucho descaro los jóvenes, tengan mucho descaro, tuve el descaro de dirigirme al director general de la escuela de negocios para pedirle trabajo no en la escuela de negocios aquí pues este señor tiene que conocer a todos los empresarios de andalucía y entonces fui y le dije oye pues pues ayúdame a salir de simens porque prefiero ser cabeza de ratón que cola de león y entonces este señor me dijo antonio garcía se llama creo que falleció y me dice sabas nosotros no hacemos eso nosotros no le damos trabajo a los estudiantes, pero a lo mejor contigo hago una excepción. Te voy a pedir que te vayas a tu casa y escribas en un folio o en varias hojas de papel dónde quieres estar tú en cinco años y cómo vas a llegar a estar ahí, en ese lugar, tanto en lo profesional como en lo personal. Puedes poner que quieres tener dos hijos, un perro, dos casas, tres coches o vivir acá o oye pues te quiero esta posición. Escribe lo que lo que te nazca. Yo siempre he tenido bastante claras las cosas me fui a mi casa y en esa misma tarde escribí lo que quería tener dentro de cinco años al día siguiente le llamé se sorprendió por cierto me convocó de nuevo le di los documentos se los leyó y me dijo te vamos a ayudar y entonces escribió 10 cartas a 10 empresarios andaluces recomendando y de esos 10 5 me hicieron una oferta y una de ellas pues la acepté que no era en Sevilla era en Málaga y entonces pues empecé a volar otra vez de Sevilla me fui a Málaga me cambié de compañía de Málaga me fui a Granada que está todo está muy cerquita está unos 150 200 kilómetros me fui a Granada, en Granada estuve seis años, dirigí una compañía muy muy joven, no sé cómo tuvieron la... ¿De qué era la compañía? Era un, era una, un software factory de open source. Me llama la atención tu trayectoria porque vamos al final eras madrileño y decidiste trabajar en ciudades pequeñas en algún momento de tu vida. Sí es. ¿No? Contrario a lo que sucede con aquellos individuos que vienen de ciudades pequeñas y que aspiran a llegar a la gran ciudad. Claro. ¿No? Tú ibas a contracorriente. Exacto. Eh, eh, una empresa de software, o sea, es decir, de manufactura de software. O sea, estabas generando software. Sí. Pero tú eras ingeniero industrial, ¿no? De software. Exacto. Y eras además administrador de empresas, no tenías experiencia necesariamente en código. No tenía ni idea de nada, de los que miraban el puesto de director general no sabían lo que estaban haciendo. No mira, sabes que cuando un empresario, esto era un spin-off de una de una empresita que de una empresa que era muy conocida en Andalucía, que había generado un software para su propia compañía y que le sobraban siete ingenieros entonces quisieron hacer un spin-off captar un capital de Caja Granada que es una entidad financiera del sur de España y entonces necesitaban a una persona que hiciera crecer aquello aquello que en su día ni siquiera se llamaba open source, se llamaba free software, no sabes la cantidad de problemas que tiene salir al mercado diciendo que tú vendes free software porque la gente confunde free gratis con free libre. Entonces dices, ah pues me vas a dar el software gratis. No, gratis no, te voy a dar otro modelo de negocio. Lo tienes que explicar. De hecho se cambió a open source porque era un caos. Necesitaban a una persona que hiciera business development, que desarrollara negocio, que con esa idea loca de un software libre pudiera hacer negocio. Y yo creo que vieron en mí esas capacidades de nuevo, el descaro, el darle vueltas, el ser creativo con las soluciones, etc. Y no tienes por qué saber de nada, realmente te tienes que rodear de gente muy buena. Realmente esas siete personas, todas y cada una de ellas eran excelentes personas técnicas cada una buena en lo suyo y entonces empezamos a empezamos con siete personas en el año uno y crecimos la empresa bueno tuvimos premios de crecimiento la llevamos a 100 empleados en prácticamente tres cuatro años cuatro años cuatro años la acabamos vendiendo no era mía yo me llevé un bono por venta pero no por acciones. ¿En algún momento emprendiste? Después de ahí emprendí. Cuando vendimos la compañía me hicieron socio ejecutivo de la compañía que nos compró. Me aburrí muchísimo porque no estaba nada de acuerdo con el director general, con las decisiones que estaba tomando el director general de la empresa que nos compró. Y les pedí llegar a un acuerdo con ellos, salí de la compañía y ahí es donde empezó la locura de Sabas, cuando yo era un exitoso directivo, director general que había vendido una compañía que la habíamos hecho crecer, súper conocida en Andalucía, etcétera dije quiero salir de esto, fíjate que lo que había escrito en el papel se cumplió en tres años y medio, quería ser director general de una empresa de una empresa PyME en menos de cinco años cuando yo era jefe de proyecto en Siemens y en tres años y medio fue director general de una empresa de una pymes, éramos siete pero bueno era director general de una empresa, nunca dije cuántos empleados. Antes de ir con el cambio en tu personalidad en tus metas vamos a ir después del corte quiero saber que cómo fue ese puente entre ser empleado de una organización grande hacer el salto a ser emprendedor. ¿Cómo lo sentiste en ese momento? Si lo puedes explicar en un minuto. Es vértigo, es vértigo. Nada de lo que has aprendido funciona. Me vinieron muy bien los las enseñanzas de la NBA porque te enseña a manejar una compañía pero es la soledad del líder. Tomas las decisiones y aciertas, qué bueno que hemos acertado todos, si te equivocas pues eres eso, lo de la peste. O sea los triunfos son de todos, las derrotas es de uno. Exacto, exacto. Es vértigo, pero apasionante, porque te levantas todos los días con un reto nuevo, con una enseñanza nueva, ahora tienes que ser experto en innovación, ahora mañana en recursos humanos, pasado en finanzas porque tienes que negociar con el banco, luego tienes que ser institucional porque tienes que convencer al consejo de administración, luego, en fin, obviamente tienes que saber de tecnología porque eso es lo que estás vendiendo, tienes que ser comercial porque tienes que vender. Y a la par de eso eras deportista además. Y a la par de eso era deportista. Vamos a regresar con ese cambio trascendente en la vida de Chávez después de este corte. Entonces, tú, estudiante, directivo, emprendedor, deportista, ¿qué pasó en ese momento? Tu vida iba relativamente bien. Muy bien. ¿Por qué cambiaste? ¿En qué momento cambiaste y por qué lo hiciste? Lo voy a decir muy despacito. Porque no era feliz mi cuerpo me pedía más aventura otra salir de ese estado de confort entonces llegué a un acuerdo con la compañía donde era directivo me dieron una muy buena lana porque llegué a un buen acuerdo hay que saber negociar en la vida también y me fui con un amigo mío que le quiero mucho, que vivía en Lisboa y me propuso emprender con él. Él estaba ya emprendiendo y me dijo, vente y hacemos cosas juntos. Nos conocemos desde que teníamos 14 años. Hoy en día sigue siendo mi mejor amigo. Y me fui con él, emprendimos. Él tenía una idea de llevar los servicios de una empresa de telecomunicaciones relacionada con temas de SMS a Alemania o Centro Europa, pero yo tenía la espinita clavada en Latinoamérica por dos razones. La primera es cuando estaba dirigiendo la empresa que hicimos crecer a Software Factory, abrimos en Panamá, Venezuela y Cuba. pero sí, fue un fracaso brutal, pero me dio la oportunidad de ir varias veces a América y entender cómo funcionaban los negocios por allá y me encantó. Entonces tenía la espinita clavada de que quería hacer más cosas por estar. Dos razones principales, la primera es esa informalidad que se hace, se tienen los negocios en América donde el relacionamiento y la confianza en la otra parte es la que te puede llegar a cerrar un muy buen deal y no tanto la experiencia, los credenciales estoy hablando de pymes, no estoy hablando de grandes compañías, eso no existía en España, tanto, al menos yo no lo vi, esa es la primera y la segunda los crecimientos, las oportunidades que había acá eran muchísimo mayores que las oportunidades que había... España estaba... Europa estaba mucho más consolidado en términos de tecnología, en términos de innovación y sin embargo tú llegabas aquí con una innovación europea y era... Todo el mundo la quiere. Todo el mundo la quiere. Era mucho más fácil vender innovación. Estoy hablando de hace unos 13 años. Estas son las dos primeras razones. Hice un estudio durante un verano de cuál sería el país más idóneo para poder emprender una idea que traía en la cabeza. La idea que traía en la cabeza es si yo como senior, que me conoce todo el mundo en Andalucía, pudiera repartir mi tiempo y mi expertise entre varias empresas y representarlos a ellos en algún país a riesgo compartido, es decir, no me tienes que pagar dinero, yo me pago los costes, acuérdate que tenía una indemnización, me voy a este país, el que sea, pero vamos a medias con el negocio. Antes te voy a hacer una auditoría a tu empresa para saber cuál es tu contabilidad analítica, cuáles son tus costes y entonces con tu estructura de costes voy a saber cuál es la ganancia de los proyectos y eso nos lo vamos a partir por la mitad pero yo voy a hacer la venta tú haces luego el delivery entonces y entonces llegué a un acuerdo con siete empresas andaluzas todas me vine con este portafolio hacia acá creé un holding donde el único empleado de holding era ya sabas casas pero traía como a 250 personas trabajando en siete empresas detrás empecé a ofrecer esos servicios hice un estudio de cuál sería el país más adecuado para esto y salió México. Fui a un estudio complejo tipo ingenieril donde analizas un montón de variables y al final quedaron dos países Colombia y México empatadísimos con números cuantitativos y en vez de tirar una moneda al aire lo que hice fue pensar en qué haría yo si llega un domingo, qué haría el lunes si llego a Bogotá y qué haría el lunes si llego a Ciudad de México y entonces pues automáticamente es algo intangible de pues quién me puede recomendar a gente en Bogotá y quién me puede recomendar a gente en la Ciudad de México casualmente uno de los profesores del MBA era mexicano, es mexicano, le llamé me atendió y me dijo yo te puedo presentar a gente en IPADE y esa fue la razón por la que escogí México que obviamente me presentó a cientos de personas Y en el IPADE además, que es una escuela de dueños de empresas Ya la conocía yo, sabía, exacto, entonces eso fue obviamente un parteaguas en la decisión ¿en que año fue? esto fue hace 12 años en el ¿y te acompañaba tu familia tus hijos? no, la idea original es ilusamente me voy a hacer las américas dos años me regreso con ya un buen patrimonio y ya me jubilo en España que iluso era la ilusión es un grado, no pierdan nunca la ilusión por favor. Me fue muy bien pero no me podía regresar. Dos años después, o sea, sí, me fue muy muy muy bien. Ese emprendimiento que hice, vendí mucho, conocí muchísima gente, pero claro estaba en pleno augeo, no tenía sentido regresarme a los dos años, eso hizo balancear mi vida personal aquí conocí a la que soy mi esposa, que la quiero mucho, y en cuanto la vi dije pues de aquí soy ¿Es yucateca? No, ella es de Tijuana, la verdad es que me quedé prendado por ella y tenía mi trabajo aquí, la tenía allí aquí, mis hijos, yo tengo tres hijos, estaban con su madre en España, tuve que tomar una decisión difícil de vida que en algunos algunos años mis hijos me han reclamado, con razón, hoy en día por suerte pues me llevo muy bien con los tres pero pues es una decisión de vida, de nuevo tienes que tomar decisiones Por azar el desdestino un compañero mío, yo estaba emprendiendo, estaba feliz con el emprendimiento y un compañero mío que es Headhunter un viernes por la noche me pidió un favor que es, oye, ¿por qué no te presentas a una candidatura de una empresa que necesita perfiles como el tuyo? y dijimos, yo no estoy buscando trabajo, hazme el favor yo le hice el favor, tuve la entrevista el miércoles, de verdad, con la intención de no entrar en ese puesto y me escogieron. Y era VP de una empresa de ciberseguridad. Yo no tenía ni idea de ciberseguridad. Se lo dije 17 veces a la persona que me entrevistó, que era el dueño de la empresa. Pero de nuevo buscaban gente emprendedora, que tuviera garra, que haciera desarrollo de negocio, y al final me escogieron, llegué a un acuerdo con ellos, me gustó la idea, de nuevo transformé mi vida, estuve cuatro años desarrollando negocio en esa compañía y cuatro años después Accenture tenía la necesidad de crear el área de ciberseguridad en México. No sé, creo que me vieron en unas charlas, no sé muy bien cómo llegó a que me contactaran, me hicieron una muy buena oferta y empecé a trabajar en esta maravillosa empresa, esto es hace cinco años, inicié la práctica de ciberseguridad en Accenture México estando yo solo, intra emprendiendo, muy divertido, muy divertido obviamente pues echando muchas horas empezamos a crecer, crecer, crecer, crecer, hoy en día somos 350 tenemos solo en ciberseguridad a nivel nacional y yo creo que somos una de las, si no la que, una de las empresas de ciberseguridad más potente en prestación de servicios con recursos locales de México, independientemente de luego todas las capacidades que tenemos fuera de México. Pero eso es un poquito la historia de cómo llegué a Accenture y cómo llegué a Mérida fue muy curioso también estábamos en pandemia mi esposa y yo vivíamos en el polanco en la ciudad de méxico y pues cerraron todo cerraron bares cerraron lo único que puedes hacer a pasear y yo le dije a mi esposa oye por qué no porque no nos vamos de aquí no vamos a un sitio donde hay por lo menos vamos árboles no verde naturaleza y empezamos a buscar al principio nos queríamos ir como a las afueras, satélite, cuernavaca y tal, pero por un amigo que vivía aquí en Mérida, ya no, ya se regresó a Ciudad de México, pero nos habló muy bien de Mérida, nos habló de la seguridad de Mérida, nos habló de la gente de Mérida, de cómo estaba creciendo, de las oportunidades. Decidimos tres días después de tener esta conversación, venirnos una semana a Mérida, rentamos un AirBnB, vimos cómo se vivía en Mérida, que todavía estábamos medio en pandemia, me acuerdo que estaba abierta en Micaela, pero no traían, no pueden vender vino, bueno, era un poquito así, ¿no? En Micaela Marileña, el restaurante. Exacto, sí, el Oliva, toda esa calle, ¿no? Estaban abriendo, a la 47, estaban abriendo, pero no, prácticamente no permitían vender alcohol ni nada y cerraban a las 8, estábamos en esa época nos encantó a Yadira y a mí Mérida en esa misma semana cerramos, di la entrada, dimos la entrada para una casa todo fue en una semana, en una semana dijimos por qué no nos vamos de México y una semana después estábamos firmando dando el depósito para para venirnos a vivir a... o sea fue una suerte de enamoramiento nos encantó, pero ahí fue mutuo evidentemente primero con Yadira y luego los dos ya con Mary. Exacto, estamos felices los dos acá. Increíble. Eres papá, eres esposo, eres directivo, eres emprendedor. ¿Cómo te ves en cinco años? ¿Qué escribirías en una hoja en este momento? Mira, a mí me gusta mucho ver crecer a las personas que trabajan conmigo, es lo que más me gusta. Entonces me veo ayudando altruistamente a todas estas personas a que sigan creciendo desde una posición ya más cómoda y siendo consejero de empresas. Me encanta, me encanta estar en los consejos. Ya no altruista, pero me encanta estar en los consejos, entender diferentes rubros de empresas. La inteligencia artificial la sigo mucho. Por cierto que me acaban de dar ciertas responsabilidades en Accenture también alrededor de Data e Inteligencia Artificial y de Cloud. Es algo que me apasiona también mucho. Entonces, sí me veo como consejero independiente de empresas y también ayudando altruistamente a personas y a instituciones, o personas necesitadas o... bueno, en fin... aportando, entregando, devolviendo un poquito a la sociedad lo que tanto me ha dado, y sobre todo a la sociedad mexicana. Se nos acaba el tiempo, desafortunadamente, pero me gustaría que resumieras tu vida, tu circunstancia? Show must go on. The Queen. El show debe continuar. Exacto.