Si se queda dormido escuchando La Venganza Será Terrible por la radio, ahora también podrá quedarse dormido escuchándolo a cualquier hora en formato podcast.
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La venganza será terrible. Buenas noches, amigas y amigos, aquí comenzando con este programa. Muy contento de estar todos juntos aquí. Bueno, tampoco se me arrime así. Estamos juntos, pero ¿por qué se me arrima así? Yo también me arrimo, porque es un momento de celebración. Cuando estamos juntos, es un momento de celebrarlo. Yo que practico nudismo, quiero tener mi campo energético. Qué raro, porque creíamos que queríamos un abrazo. Mi campo energético libre. Usted sabe lo que es el aura. Sí, claro, el aura. me han dicho... el aura o laura? No, este es el aura. El aura, sí señor. Y que es como una cosa que uno tiene alrededor. La luz que emana. No, la luz que emana. Hay gente que lo ve a simple vista en el agua. Y hay máquinas para fotografiar. En simple vista no veo ni a la persona. Yo tampoco. Pero hay máquinas para fotografiar el agua. Pero son cuentos chinos. Eso es para sacarle plata a la gente. A mí una vez me sacaron una foto. Exacto. ¿Y qué le salió? Que salía una cosa cualquiera, unos colores, porquería. Me cobraron mil pesos. Sí, porque había una época que estaba un poco de moda. Estaban en el centro cultural San Martín, ahí en la entrada. Viene un tipo que era medio no sé qué. Pero claro, usted lo conoció. Sí, sí. Y entonces entre otras cosas que te vendía, te vendía una foto de Laura. Me parece de una charla. Yo tenía. Pero de otra. Una charla abierta dio o algo así. No, creo que lo atendía uno por uno. Sí, yo me acuerdo. A mí me hizo inventar una enfermedad porque yo estaba sano. y yo le dije que estaba mal de los ojos al tipo. Entonces me hizo como un visaje y me curó. Yo era más mentiroso que él. Bueno, lo que pasa dice que si usted la tiene oscura, algo está mal y si usted la tiene clara, está bien. Está bien, es energía, luminosidad. Eso te puede solamente la salud o te puede. digamos pronosticar el futuro. No, todo, la energía. Es una mirada holística del asunto. Qué bien. Claro, esa es la palabra. Yo creo en eso. Bueno, por eso le digo. Hasta que voy creo. Claro. Cuando voy ya veo cosas que me hacen no creer. Y pero claro, porque empieza a pensar demasiado. y a racionalizar. Pero cuando te cobran mil pesos la foto. Claro, el que le cobra pensó demasiado cómo hacer el negocio. Bueno, como quiera que sea, buenas noches. Buenas noches, cierto? No nos saludamos. Buenas noches. Qué lindo compartir hoy el programa. Pero digo sí, compartir y digo respetar el espacio vital. Sí, sí. Que consiste en usted se abre de brazos. se abre de piernas como la divina proporción de Da Vinci si señor está el tipo ahí como para tajar un penal si bueno y vio que le hizo la circunferencia es un redondo el perfecto eso es lo que usted tiene que respetar la distancia con el otro para relacionarlo Pero según dónde? Pues si te van en colectivo. No tiene forma. Si el tipo no me empuje porque... Leonardo da Vinci, qué sé yo. Le va a meter una piña. Sí, si le da toda la aplicación. Además de la divina proporción, además de Laura, además de las personas que curan mirándote... Sí. ¿Cuáles son los temas de esta noche? Bueno, creo que las autoridades nos han enviado un temario. Sí. De todas maneras, se aceptan sugerencias del público también, porque nos pueden pedir. Bueno, cada tanto, algún oyente nos supiere. ¿Por qué no hablan y mencionan un tema que estamos ocultando? Bueno, acá me han mandado, recién acá va a llegar, está calentito el papel. Ah, mire. El calzado, concepto y objeto. Bien. El calzado. Fundamental, eh. Tanto en el plano más banal como en el plano más esotérico. Perfecto. ¿Hay un plano esotérico del calzado? Hay un plano esotérico del calzado y incluso un plano mirando al futuro. ¿Cuál será el calzado del futuro? ¿Qué podemos esperar de un calzado inteligente? Un zapato inteligente. Parece raro, ¿no? Bueno, sí, pero mire, es la prenda por excelencia al calzado. Se ha transformado. Sí, se ha transformado. Se ha transformado. Es la vedette de la indumentaria. Lo más caro, lo más vistoso. Yo se lo digo como nudista. Bueno, claro, bueno. Usted va, por ejemplo, desnudo, pero con zapato. Yo voy desnudo y calzado. Claro. Bueno, tampoco. Sí, señor. adelante nuestro porque lo dice usted o se lo dice no no no por favor autobombo lo que yo le digo es cuando se hace la gran maratón que es un espectáculo digno de verse la de tanti en córdoba es tanti o tanti es tanti es la maratón nudista Por supuesto, todos los participantes es nudo, pero... Es mixta. Sí, por supuesto. No, bueno... Eso es un detalle que ni se perjudica. No, digo, porque una cosa es que todos hombres de alguna manera... No, es nudismo, no es... El estar... Hombres y mujeres, bueno, ya es otra cosa eso. es nudismo. Bueno, pero usted va a decir algo acerca de los zapatos. Y corremos todos con zapatillas, las zapatillas puestas. Y sí, claro. O sea, mucho nudismo, mucho nudismo, pero están con zapatillas. No, lo que pasa es que trepan por ahí un cerro. Claro, hay piedras, pisamos cardos. ¿Por qué pisan Cardo? Porque no ven por donde caminan. Hay en el camino, en la sierra. Es silvestre la maratón. En peperina pisamos también. Y hay partes así, digamos, que usted tiene que arrastrarse en cuatro patas. No, bueno, a veces... Claro, es muy de campo la cosa. Sí, de campo. Hay que trepar. Hay lugares que... Hay que trepar, porque trepar desnudo no es fácil. Por eso. Si lo digo yo. y están todos uno atrás del otro, trepando. Sí, claro. Además, tienen arriba a uno... Sí, claro. Claro, usted lo tiene que ayudar de abajo. Sí, es cierto. ¡Cállese! Claro. Pero es el contacto con la naturaleza, ¿no? Sí, es extremo. Estamos desprovistos... De ropa. Bueno, sí. Pero iba a decir de máscara. ¿Qué es la ropa? ¿Y el número a dónde se lo pintan? Claro, para saber quién gana. Sí, usted sabe que no sé dónde lo pinta el número. Y lo pueden pintar en la espalda. No sé si lo pintan o le dan una... Entonces no está tan desnudo que digamos. Ya se puso zapato, ahora un número. Se puso una pecherita. Claro, ya está. Igual lo importante no es ganar. Es competir. Pero igual tiene que saber. No nos importa. Entonces, ¿para qué corren? Para eso ni siquiera den la orden de largada. Corremos. Corren uno para cada lado. Ni siquiera hay un camino determinado. Los lindos cuando terminan se juntan todos. Me dijeron que comen empanadas. Tenga cuidado, comer empanadas de nudo es peligroso porque por ahí están muy calientes, usted las muerde y le cae el juguito Un chorro de jugo Y le quema la carne No, colaboramos todos en hacer el repulgue cuando llegamos hacemos entre todos Yo no le como una empanada todos de nudo con el repulgue encima Haciendo repulgue todos de nudo Y si que quieren que haga también. Y sí, porque da un asco. No le pones miedo al aceite hirviendo. Pero el nudismo se practica en todo momento, consiste en tener la vida común y corriente, pero sin ropa, todo igual. Usted qué hace, toca el piano? Mueve, no toca el piano desnudo. Usted qué hace? Toca la trompeta. Toca la trompeta desnudo. ¿Cuál es el problema? Bueno, ninguno, pero hacer empanada no es lo mismo. Bueno, ¿se cuidará el que las tiene que freír nada más? Bueno, el tema es el calzado. Sí. Si usted quiere comenzamos ya. Nosotros consideramos los zapatévigos, los zapateros, que los zapatos son la puerta de entrada al mundo. Es una metáfora difícil de agarrar, ¿no? Sí, sí. No tiene por dónde manipularla. El zapato como una puerta. Es difícil, ¿no? Es difícil, más bien, el zapato es lo que golpea una puerta. Dice, los zapatos son más que simples piezas de cuero o tela que protegen nuestros pies. Son un vehículo que nos lleva a través de la vida. Cada paso que damos nos lleva a nuevas aventuras. Es por eso que no debe tomarse a la ligera el calzado. Me vas a llorar con lo que está diciendo, porque es hermoso. Igual estoy de acuerdo. Porque decía que los pasos que da una persona a lo largo de toda su vida forman un dibujo. Que, por supuesto, nadie conoce, pero lo forman. Sí. La elección del casado, vamos. Por ahora, con lo más pedestre. Sí, está bien. Al elegir un par de zapatos, no sólo estamos considerando la comodidad y el estilo, sino también quiénes somos y cómo queremos presentarnos al mundo. ¡Sí, señor! ¡Claro! No estoy de acuerdo. Y yo tampoco estoy de acuerdo. Estaba esperando que alguien diga que no estaba de acuerdo. Yo tampoco estoy de acuerdo. Usted espera que otro diga. Para usted decirlo también. Espero que alguien hable y al más tiburón le doy la razón. Ah, el señor. Yo tampoco estoy de acuerdo como el señor. Para mí, el zapato no se tiene que usar más. No me refiero al calzado, me refiero al zapato. Bueno, pero acá está diciendo otra cosa. El zapato, como lo conocemos. El zapato es algo que quedó incómodo. Le duelen los pies cuando usa el zapato. Bueno, esto está, yo había conseguido. unos clientes para el programa que lo iban a oficiar, en este momento se acaban de marchar. Y han arrojado un zapato. Unas buenas zapatillas de categoría, bien cómodas. Reemplazan los zapatos. Cuando decimos zapato decimos todo. Hay zapatos, hoy hay una cruza de zapato-zapatilla. Incluso le voy a decir que me ha pasado a mí en estos días. siento como una culpa que me impide usar zapatos de cuero. Es interesante también. Entonces como tampoco quiero ir en zapatillas al Colón. Claro. Entonces busco algo intermedio. Exacto. Que tenga la comodidad de las zapatillas, pero también la elegancia del zapato y que no sea de cuero, pero sea algo que se le pareja. Y la verdad es que no encuentro. Sí, pero hay. Son muy caros. De cuerina ecológica hay con unas suelas de goma blandísima. Y la puedo usar con traje. Sí, inclusive en su anunciante frustrado. Sí, sí, esos tienen. Ahí tienen. Porque me estoy por cazar. Bueno. Bueno, ahora lo dijo. Al fin. Y entonces, imagínese, si yo voy al casamiento con zapatos de cuero, yo tengo ganas de invitarlo a Paul McCartney. Bueno, ¿por qué? ¿Irá? ¿Irá a Paul McCartney? ¿Paul McCartney? No sé, creo que no. Invitarlo puede invitarlo. Pero si el tipo se entera de que yo uso zapatos de cuero de vaca... No va. Ah, no va. No va. Paul McCartney yo creo que se viste de traje y se ponen unas zapatillas blancas de... Sí, de esas de jugar a la bocha. Sí, de jugar al básquet. Y bueno, sí, pero ahora hay muy símil cuero. Sí, claro. Existe esto, ¿no? Sí. Bueno, ahora, esto de que el zapato es cómo nos presentamos ante el mundo es discutible. Sin embargo, muchas madres y abuelas jugaban... a los postulantes a novios y hijas y nietas por los zapatos. Estoy de acuerdo con ellas. Cuando veían que un tipo traía los zapatos sucios o augereados, a ese no lo querían para novios. Sí, es así. De hecho, la señora Mirtha Legrand... Sí señor. A los hombres le siguen mirando los zapatos. Vio que si a usted lo invitan. Mira lo primero que tiene. Yo cuando me invitaba, en un tiempo me invitaba mucho. Sí. Le pedía prestados zapatos a Rolón. A Rolón. Bueno, sí. No, los de Rolón. Si Rolón es un ejemplo, es el hombre ejemplo. Pero es cierto que unos buenos zapatos ya arrancan un... una vestimenta de categoría. Ya arrancó bien. Ahora, si el zapato es lindo, es muy lindo, ¿por qué? ¿A qué llama lindo? ¿A usted le gusta zapatos llamativos? Por ejemplo, de cuero de cocodrilo... No, no, no. Pero hay un zapato hecho realmente por un... Sí, sí, por un artesano zapatero. Yo tengo unos zapatos... Los del tango son hermosos. ¿Te los recuerdas? No me digas que no son hermosos. Sí, bueno, pero están todos cocidos a mano. Sí, sí, sí. Todos esos zapatos de tango son hermosos. No los uso nunca, pero los tengo ahí. Bueno, ¿a qué dice? Consijos para elegir el mejor calzado. Al elegir un par de zapatos, la comodidad... ante todo. Bueno, entonces miren los zapatos que tengo. Claro, es no enojota. Si, incluso están un poco rotos, pero eso respira. Y eso le iba a decir. El zapato si está un poquito usado, mejor todavía. Había gente que se hacía blandar los zapatos por otras personas. En serio. Millonarios. Millonarios que tenían empleados que cuando se compraban zapatos días para hablar de Arcelor. Bueno, eso es muy, muy feo. Sí, porque a veces uno la pasa mal. Por ejemplo, tiene un casamiento y se casa. Y estrena Zapatos ese día. No, no hay que hacerlo. Y bueno, pero uno no tiene zapatos. Yo ahora si usted se casa, me voy a tener que comprar. No tengo zapatos. Y yo también voy a tener que comprar zapatos para ir a la fiesta. Va a haber un crecimiento en la venta de zapatos. Todos los invitados van a tener que comprar zapatos. Está bien, pero avisé con tiempo y una semana antes yo empiezo a usar los zapatos todos los días para tener los bienes a noche. Bueno, acá dice. O sea, que tiene que estar y ser cómodo. Todos los que dijimos acerca de la belleza del zapato, ¿a dónde va? Yo cuando escucho a alguien que va caminando, tac, tac, tac, con las suelas de madera, ya me duele a mí los talones de verlo. De verlo me duele a mí. Dice, prueba antes de comprar. Y claro, si no. Sí. Eso es lo malo de ir a comprar zapatos, que hay que probarlo. Sí, además que... ¿Cuánto? Usted compra una remera, más o menos sabe el tamaño y se la lleva. Pero el zapato sí hay que probarlo. Uno lo tendría que probar uno o dos días, ¿no? El rato ese que camina por ahí. Claro, porque ese es la trampa del zapato. Usted lo prueba, ¿cuánto lo va a probar? ¿Dos minutos? Lo prueba y va hasta el espejo y vuelve. Y después, el primer día que se lo pone usted, hace media cuadra y ahí aparece el zapato en su verdadera malevolencia. A usted le duele todo. Y no lo puede devolver. A mí me pasa que yo el problema es que tengo la gorma ancha. Ah, bueno. Bueno, en vez de largo... A ver su pie. Ah, sí, miren lo que... En vez de largo el pie... Ya que lo ponga la cabra. ¡Ahí está! ¡Bueno, señor! ¡Oh, bueno! Es una tortuga. ¿Y el quinto que tiene acá qué es? No, es... Muy bien, bueno. Bueno, entonces al principio me queda... cómodos pero el pie se ve que se quiere expandir para los costados y me empieza a doler, me empieza a doler donde están los cordones Claro, pero yo veo acá que tiene algunos callos usted también. Sí, y sí. Me dio callor. Sí, por ahí sacando los callos, limándolos, le sacamos dos, tres centímetros de pie. Sí, puede ser. Sí, yo creo. El señor es un afamado pedicuro. ¿Qué tal? ¿Cómo le va? No, bueno, la verdad que me... A mí me gusta decir que soy podólogo. Ah, bueno, bueno. son palabras parecidas, pedicuro, pederastas... No, no tiene nada que ver. No señor, el pedicuro es podólogo. El podólogo es al pedicuro lo que el paisajista es al jardinero, una cosa así. Ah sí, conozco ese chiste. Sí, hay una cosa aspiracional más... Lo que pasa es que en el caso mío, no sólo es el callo, sino que el dedo gordo se monta al otro. Ah, mire, lo tiene montado. ¡Ey, espera! Claro, se me fue doblando el dedo gordo, diagonal. Sí, ahí está, ¿no? Arriba del otro. Pero además los tiene casi pegados, es ya como una misma cosa. Claro. Le digo que a veces se me pegan, yo los despego. Ah, tenga cuidado. Tiene que ponerle, aunque sea un nylon, entre dedo y dedo. Porque si no se le van a fundir. Claro. Un dedo con el otro. Y después se funde el hueso también, porque el hueso da la vuelta y le calcifica con el otro hueso. Sí, sí. Va a llegar un día que va a ser un... usted va a tener cuatro dedos. Claro. Sí. Sí, en su caso es severo. Bueno. Usted no sé, tendría que andar en sandalias, en verdad. Bueno. Al que dice, considera el tipo de actividad. ¿Cómo el tipo de actividad? ¿Caminar? ¿Qué va a hacer? Sí, pero si, por ejemplo, yo estaba pensando los aquellos que son viajeros, que les gusta viajar por el mundo. Hay mucha gente que se dedica a que disfrutan mucho de viajar y van a una ciudad, supongamos como Roma. Y las zapatillas son importantes. Sí, bueno, tiene el calzado. Va a tener que caminar todos los días. Calzado de treking. Tiene que llevar zapatillas. Sí, sí. Y bien. Y bien como. No voy a llevar los zapatos de tango. No. Pero hay calzado específico de trekking. Ah, bueno, bueno, bueno, bueno. Que son como unas botitas a veces. Y eso es muy apto para parece que escalera, subir, bajar, si lo que quiera, montaña, cualquier cosa. Acá hay una cosa rara, doctor. Sí. Dice mide tus pies regularmente. Cada tanto mídase las patas. ¿Para qué, doctor? Porque cambia el número. ¿Va cambiando el número? Va cambiando. Por supuesto que cambia si usted tiene 5 años y después tiene 26. Claro, o sea, ahí le cambia. En la edad adulta también cambia. En la edad adulta también porque además se le inflama, se le hincha. Claro. Como el señor. Como el señor. Si usted tiene un trabajo de parado, vio que hay gente que trabaja de parado. Vigilante de provincia. Y bueno, ¿sabes cómo le quedan los pies? Claro. o esos tipos de vendedores ambulantes que tienen que caminar casa por casa tocando el timbre. Sí, pero más al que está atrás de un mostrador parado. No, bueno, acá el problema es otro. que no sé cuál es. ¿Cuál es el problema? Explíquemelo porque yo no lo sé. Bueno, no, el problema es que a veces, sobre el texto de ir por lo estético, que quede bien, sí, nos aprisionamos los pies y terminamos con un problema. Aquí está lo que yo buscaba, que es esto. Hay personas que sienten pudor. por calzar un número demasiado grave. Esto pasa con si lo que calzan... Claro, y entonces le dicen a Zapatero dos números menos. Pero tanto, ¿cuánto calza? Y prefieren... y calzan poner el 48. Ah bueno, una señora que calza el 48. Bueno, pero eso ya es especial. No sé, ¿hay 48? No sé, yo nunca vi. Yo creo que hay jugadores de basket. Pero se los mandan a hacer. Sí, claro, imagínese. No vamos a tener una zapatilla esperando que venga un jugador de basket. Lo que sí es cierto es que ahora hay muchas mujeres que calzan bastante. Yo no sé si esto pasaba antes. Pero cómo puedes decir que les creció el pie a la mujer. No, pero de calza 40, 40 y 41. A mí me gusta la mujer de pie grande. Bien, por eso. Pero no porque me gusta que tenga el pie grande, sino porque las mujeres que yo conocí que tenían pie grande eran lindas. Está muy bien, claro. Se comete un error porque es una correlación, no una relación de caucha efecto. Y a eso le llaman pensar, diría. Pero bueno, a eso le llaman pensar. Sí, exactamente. Castillo tenía esos pensamientos que eran en realidad supersticiones. No se las puedo repetir ahora. No, claro. Pero hacía un correlato entre, por ejemplo, el tamaño de la nariz de una dama y alguna otra cosa. Sí, sí, sí. Podía ser el tamaño de otra parte del cuerpo... Me acuerdo. ..o un hábito... Sí, o cualquier cosa. O detalles menores. Y él lo presentaba como casos comprobados. Claro. Toda mujer que circula por la avenida Córdoba... Pero comprobado del mismo modo que los hinchas de fútbol. Dicen que cada vez que nos dirige el árbitro fulano, perdemos. Claro. Bueno, la altura del taco, cuidado. Sí, bueno, eso es bueno. Hay muchas personas que para... Ganar sentímetros. ..ganar algunos centímetros de estatura, usan unos tacos de 10 centímetros. Y después vienen los accidentes y los lamentos. Yo no lo veo mal. Me parece que cada uno tiene derecho a usar los tacos que quiera. Es peligroso. Sí, igual el taco aguja no se usa ya mucho. No, no, pero hombres. Hombre. Ah, de hombres. Sí, hay zapatos masculinos. Vendemos, buenas tardes. Buenas tardes. Vendemos zapatos. El levantor se llama. Ah, bueno. Y cuánto más? Usted me dice. No, pero usted me dice. Tenemos estos, son 5 centímetros más. Es mucho. Este 6 centímetros más. Uy, pero. 7 centímetros más. Pero es mucho. Pero parecen zancos directamente. Son, en cierto modo. ¿Hace doler el pie o es anatómico? Un poco sí le va a doler. ¿Y me parece que...? No, ¿sabes qué hacemos nosotros también? No sólo levantamos el taco. levantamos la punta también con una plataforma para que no se note hay que usar pantalones largos que le cubran prácticamente todo el zapato pero uno queda con las piernas demasiado y tiene que levantar más las piernas para caminar o no poco si no todo es miel sobre el juego no bueno si además me imagino que deben ser pesados para que yo creo que si pues todo goma más y esa suela bueno pero juega a bueno pensamos en todo son muy caros. ¿Cuánto vale más o menos? Cada centímetro de más es un incremento del 10%. Bueno, pero depende de qué valores. ¿10 centímetros? ¿10 centímetros? ¿Es el 100%? 100%, el doble. Sí, pero de qué valores... ¿De qué mires 10 centímetros más? Bueno, está bien, sí, es verdad. Pero ¿de qué valores estamos hablando? Porque estamos hablando de lo que cuesta un par de zapatos elegantes en el mercado. Bueno, uno sacó el galen a hablar de zapatos. 200.000 pesos. 200.000 pesos el par, por supuesto. Y sí, que le va a vender uno. Y que camina con un pie solo. O sea, que 10 centímetros, usted me lo cobra 400.000 pesos. Exactamente. Es abusivo, me parece. Esa es la marca del Zapa, el modelo es la más abusiva. Bueno, por favor. Sí, es abusivo. El levantor, abusivo. Bueno, atención. confía en tu instinto, dice. Sí, claro. ¿Qué tiene que ver el instinto? Vení a comprar un par de zapatos. Tengo el instinto mamario. No, tiene razón el informe. Ustedes van a esas casas de deporte, supongo, hay muchas zapatillas. Hay una que le gustó de entrada y después por ahí el vendedor le dice, no, le conviene esta, le conviene la otra. No, no me gusta. No me dice que le guste a usted. Exacto. ¿Por qué no me quiere vender la que me gustó a mí? Bueno, lo que pasa es que ¿qué número necesita? ¿Qué? ¿Qué número necesita? 48. Ese modelo viene hasta el 36. Hasta el 36 nada más. Eso es para niños. Es una edición limitada. Bueno, atención porque aquí vienen los riesgos ocultos de los zapatos. Aunque los zapatos pueden llevarnos a lugares emocionantes... ¿Qué tiene que ver zapatos con el nuevo? ¿A dónde te llevan? No es que te llevan, que son las botas de siete leguas. ¿Qué clase de poeta somos? Es como un castelo al final este también. Somos nosotros los que llevamos a los zapatos. Tiene razón, claro. Lo único que falta, que los zapatos me se ven a mí. Es un pretexto ese. De personas que van a lugares inadecuados y después le echan la culpa al zapato. Y así a los autos, a la línea colectiva, a todo le echan la culpa. Claro. es un riesgo. Causan ampollas y rozaduras, hasta los tacones altos que ponen en peligro nuestra estabilidad. Cada par de zapatos tiene su propia lista de desafíos. Y acá dice... el futuro del calzado. Yo quería llegar. Eso, bueno, se está invirtiendo. Ya está aquí. Mucho dinero las marcas se están invirtiendo en mejorar el calzado, sobre todo el peso. Hay zapatillas de última generación prácticamente no pesan nada. No sé si me gusta. Bueno. Por ejemplo, usted quiere matar una cucaracha. Sí. Le tira un zapato y no hace nada. Nada, como un papel. Claro. No, pero no le tiene un zapato a la cucaracha. A los gatos le tira el zapato a la gente. Claro. A medida que avanzamos hacia un futuro, cada vez más tecnológico. Claro que sí. No se avanza hacia un futuro. Claro, se avanza y ya. El futuro es algo que se ve, pero no se va hacia él, porque no se llega al futuro. Claro. Cuando uno llega a un lugar, es el presente. Bueno, muy bien. El mundo del calzado también está experimentando una revolución. Exacto. ¿Cuál sería la otra? Porque él dice que también. De zapatos inteligentes. ¿Qué le dije? Tomá. que moniterean nuestra salud Sí, señor. a estas zapatillas impresas en tres dimensiones que se adaptan a la forma de nuestras patas. El futuro del calzado promete ser tan emocionante como innovador, dice. Sí. ¿Qué quiere decir todavía? A mí me gusta decir buenas noches ¿Qué tal? ¿Cómo le va? ¿Cómo anda? Antes que me olvide, una forma de progreso del zapato, el zapato se pone solo. Bueno, sí, y que vienes y usted lo llame y viene, porque a veces no se encuentra. Por ejemplo, no la encuentra. A usted le chifla, tiene un silbato, y el zapato viene caminando. Ya lo puede hacer ir al lugar. Están abajo de la cama entre un montón de zapatos. Claro. Bueno, pero hay una cuestión. que tiene que ver con los chips electrónicos, que hoy lo pueden poner en cualquier lado. Y esto de que le controla la salud. es sencillamente un chip que le toma la presión arterial, los latidos y pulsaciones del corazón. Todo. Le da, ¿sabe qué? La dirección. La temperatura. La temperatura también. Aparece la dirección de los lugares en donde usted ingresó. Claro, por el GPS. O por el zapato. ¿A dónde fue con esos zapatos? Está toda la historia de dónde fue. Todo. En Ayacucho y Paraguay se detuvo como dos horas. Bueno, ya hay porque el celular es eso. Sí, sí. Bueno, pero eso trasladado al zapato. ¿Qué te pareció el hotel las tres medias luna? Sí, sí. Bueno, yo les decía que a mí me gusta decir en los congresos, en las ponencias que me invitan a disertar, que el futuro de la zapatería es como el de la ortodoncia. Ajá, qué bien. Porque la interacción de un zapato con la ortodoncia es clásica. No, usted dice, ¿qué hacemos los ortodoncistas? Porque yo soy ortodoncista. Ah, qué bien, no sabíamos que además era... Soy ortodoncista, pero... Y zapatero. Y, claro, zapatero estoy experimentando en el diseño de vanguardia del zapato y en lo que viene. Ya, zapatero. Entonces nosotros le tomamos el molde a la boca y hacemos los dientes, vamos a decirlo en criollo? Sí, es perfecto. Lo mismo con los pies. Le vamos a tomar el molde a su pie. y le dices el zapato perfecto. Perfecto. A medida para cada cosa, sus necesidades. No, así lo que te criaste como era. Históricamente, usted sabe que hasta el siglo 18 los zapatos eran los dos iguales. No había zapatos izquierdos. Claro, no había. Acá así de recto. Derecho y chao. ¿Qué querés? Es esta sofisticación de que uno en la izquierda y otro en la derecha. Párentelo y chao. tampoco sería... Había grandes y chico. Como ahora. Bueno, sí, pero continúe, por favor. Bueno, entonces usted va a llegar a tener su zapato personal e intranferible y van a ser recetados los zapatos. Claro. Ah, otra cosa, hay que ir a hacerse la receta al médico. Que le autorice la preparación. Ya son recetados. Muchos ya son recetados. Sí, señor. Para jugar al fútbol, yo sé de un lugar, unas plantillas, que vas y el tipo te mide el pie y después la encargás y te la entregas y te cobras como recetada. Está perfecto eso. Sí, bueno, porque son... Y es un, como dice usted, un... Un ortodoncista. No, un pedículo. Ah, sí, o un podólogo. O lo que sea. Sí. Bien, acá dice, los zapatos en el mundo escolar. En la escuela. Sí. Se llamaban 7 vidas unos zapatos que usaban cuando era chico. Eran todos iguales los zapatos. No, eran todos iguales. Sí, eran, con cordones y las chicas tenían uno que parecía una tirita. Que era con una tirita por alrededor. Sí, con un botoncito. Pero hoy van con zapatillas. Sí, no sé de los colegios privados de categoría. Esa superstición del zapato como indicador de una categoría superior a zapatilla, evidentemente ha pasado. Y ha pasado y se ha invertido. Se ha invertido porque creo que cuesta más caro una zapatilla. Cuesta más caro un buen par de zapatillas que un mal par de zapatos. Sí, sí, y que un buen par de zapatos también. También, sí, sí. Sí, pero antes, ir con zapatillas a la escuela era un poco... No digo mal visto, pero... ¿Cómo vas a ir en zapatillas? Ajá, bueno, bueno, bueno. Pero bueno. A mí no me gustaban... los que bautizaban las zapatillas, uno caía con zapatillas nuevas, ¿se acuerdan? Ah, sí, las... ¡Blanca! ¡Ah, sí! ¿A qué se le ocurre, señor? Y sí, bueno... Había una zapatilla blanca pero a diez segundos. Sí, se la estrenaban los compañeros. Se la estrenaban, pero era obligatoria en mi colegio. Sí, para deporte. Para deporte. ¡Ah, claro! Tenían que ser blancas. ¡Blanca! Tenían que ser blancas para gimnasia, ¿tiene razón? La arroña que tendrían las mías. ¿Por qué tenían que ser blancas? ¿Por qué no se hicieron eso? ser blanco los guardapolvos. Bueno, una cosa. Son convenciones. De todos modos lo del guardapolvo siempre me pareció bien porque en una manera... Sí, pero podría ser gris el guardapolvo o azul. Pero los guardapolvos grises... no está mal, no está mal el blanco. Bueno, no importa, no estamos hablando de guardas. Igual está en este segmento nostálgico. recordé cuáles fueron mis mejores zapatos, lo que recuerdo con más cariño. Y eran bastante raros. No serían de charol, ¿no? No, eran de cuero marrón, de un marrón parecido al dulce de leche. Los niños usaban zapatos marrones, ¿no? Sí, todos marrones. Marrón parecido al color del dulce de leche, quizás un poquito más claro que el dulce de leche. Y tenían, eran mocasines. Y tenían como un flequillo de cuero recortado arriba. Pero eso ya era de grandes. Sí, yo era adolescente. Estaba muy de moda eso con una cosa así. Y arriba tenían como dos florcitas también de cuero. Eran horribles. Eran horrible esas malas. Ya que estamos con nostalgia, algo que todavía puede ser que esté en alguna zapatería clásica, que es el banquito del zapatero. Claro que sí. Es un banquito muy bajo. que pone a zapatero en una situación inferior. Sí, sí. Casi arrodillado. Y tiene un plano inclinado donde el cliente pone zapato para que el tipo te lo hace. Y el tipo abre las piernas y se siente ahí, le mete el pie entre las piernas y el tipo te mira, hace comentarios. Sí, sí. Me acuerdo perfectamente de ese banquito. A ver, no sé si estos me... ¿Cómo los ve? No, esto igual sede, después sede. Sí, porque me aprietan un poco. Sí, le aprieta. No, pero yo le mejoro un número más. No, olvídese porque es sede. Pero no ves que se le marca la punta. Mira, me marca, está aún, mire la uña. Miren la punta del dedo. Se ve la uña. Está haciendo fuerza contra el cuero. Perdón, ¿usted quién es? Yo soy un compañero de él de trabajo. Vieron juntos. Pero claro, le reconozco. Él me acompañó porque yo si vengo solo, me encajan cualquier cosa. Claro. zapateria pero viendo que lo que pasa es que ese número la oferta es por ese número si usted pide uno más ya no entra en la oferta y vale tres veces más está reventando el dedo en cualquier momento le sale de afuera si lo ponemos en la orma y lo vemos, lo vamos a buscar mañana no bueno pero imagínese yo no lo puedo tener ahí en la orma todo el tiempo déjeme que lo voy a caminar un poquito vaya ahí hasta el espejo Pero mire cómo camina. Un poquitito más. Sí, vaya. Voy a salir para ver el color a la luz del sol. Bueno, está bien, claro. Sí, a ver, vaya. La gemo. Vámonos, vámonos. ¡Vamos, vamos! ¡Ey! Se fueron. Bueno, esto sucedía muy seguido. No, pero... Era probar los zapatos a la vereda. Bueno, pero por eso le prueban uno, no le prueban los dos. Yo creo que el otro se lo dejan sin cordones. El otro se lo dejan sin cordones adentro del tarro. Sí, sí, sí. Está en la caja. En la caja con los papeles adentro. Qué rico olor hay en esa zapatería. El cuero y la caja. Porque es cartón. Cuero y esos papeles de seda. Sí. Todo un aroma rico. Madera. Sí, señor. Y... No hay más eso. El zapatero... de señoras, usted como zapatero de señoras. Sí, ¿cómo le va? Me imagino que habrá tenido muchas aventuras porque es una situación que llama el romance. Usted abre las piernas, la mujer deja en sus manos el pie. Sí, sí. Usted so color de indagar cómo le queda el zapato, le puede tocar el pie. Sí, pero no solo eso, por ahí la mujer. Yo mujer. me tocan el pie, momento. Y bueno, todas han leído la cenicienta también, ¿no? Claro. Ver al príncipe azul que es el que pone el zapato. Claro, buscando una que calzaba el 33. Porque además el zapato presentado a la dama es presentado además de una forma solemne. Sí, tiene razón. Es como si uno ofrecio una empanada. Sí, pongamos por caso. No es que se lo dejan ahí. No, no, no. Como uno ofrenda. Es presentado, es tratado con cuidado, luego es elogiado, ella es elogiada. ¿El uso del talco? ¿Cómo es el protocolo del talco? No creo que ya no hay más talco en las zapaterías. No, las zapaterías no. Lo que pasa es que antes las plantillas eran de cuero también. Claro. Hoy por hoy las plantillas son de toalla, pero antes eran de cuero y sí, por ahí el pie se pegaba a la plantilla. El talco era fundamental. Sí. Bueno, pero hay que usar medias para probarlo. Hay que usar medias a un uso discreto. Yo, por ejemplo, como zapatero, viene alguien sin medias y no le pruebo el zapato, el calzado. Sí, pero yo traje las medias de toalla. Miren lo que son. Póngaselas. Ahora, vio que algunas... A pie desnudo no le puedo probar. No, claro. No le entra al zapato. Y además viene... ¿De dónde viene caminando? Claro, de Luján. Claro. Tengo el pie un poco traspirado, por eso me traje las medias de toalla. Sí, viene patinando en la grasita. Vio que hay, o había, no sé, casas de deporte, sobre todo, que le prestaban un par de medias. ¡Totalmente debe haber todavía! ¡Te prestaban una media! Sí, que se la puso en la media del pueblo. Sí, sí. Y entonces usted ahí tiene una referencia para ver si el calzado le va bien. Y después el calzador. El calzador. Le regalaban un calzador. Antiguamente, creo que lo fue. Con la publicidad de la zapatería. La zapatería y en algunos hoteles había... Había, sí señores, Victoria, en el Radisson había unos calzadores de colores muy lindos. Sí, sí, sí. Y yo debo tener algunos por ahí. Sí, sí. Ahora ya no, porque estamos en... Bueno, estamos racionalizando algunos servicios. No, bueno, es que arrazonaron más que porque no se usa el calzador. Claro, también sí. Sí, no se usa. ¿Qué se usa en lugar del caso del dedo? El dedo, pero el dedo... El zapato inteligente debería tener una forma de apertura novedosa. Claro. Para que uno no tuviera que hacer tanto lío para ponerse el zapato, señor. Sí. Entre que te agachas, entre que tenés que poner el dedo, que por ahí no entra, qué sé yo. Pero el dedo es anchísimo. va a la cabeza. Hay mucha gente en los Estados Unidos, cada año 72 mil personas mueren por distintas aficiones hijas del acto de ponerse los calzados. Bueno, creo que ha sido demasiado extenso este informe. Pero muy completo. Bajen las patas de la mesa porque no me parece hacer el programa. Bueno, bueno. Muy bien. Bueno, veamos, hay algunos mensajes que han... que han llegado al WhatsApp de La Venganza, que es 11-658-55580, y, como siempre le decimos, ingresen a lave porque ahí pueden también dejarnos mensajes, ver dónde son las presentaciones del programa con público presente y tantas otras cosas. Hola, querido Ale, Barton y Robin. ¿Quién es Robin? ¿Será usted? Bueno. dice estuve viendo la nota que le hizo Pedro Rosenblatt, fue una nota muy emotiva para mí quizás porque lo quiero mucho y verlo siempre buena persona en sus pensares y en sus anhelos siempre ayuda nos ayuda. por cómo habló de la empatía que deberíamos tener como recurso o herramienta ante tanto discurso lleno de egoísmo, siempre en los pocos momentos que tenemos para poder aflojar con el laburo, tratamos de escucharlo desde aquí, en las montañas de Catamarca. Muy bien. Le decimos muchas gracias, le mandamos nuestro amor y nuestros mejores deseos. Muchas gracias. Adriana y Daniel. Este mensaje es para Patricio, para agradecer la información del cebo para hormigas. Ah, cebo para hormigas. Hablamos en otro momento de eso del cebo. Bueno, cariños a los tres, soy Silvia de San Martín. Aquí dice, le piden al maestro fruta amarga, esto lo dice Martín, y desde Bariloche se lo pasamos al maestro. Acá May y Javi desde Montreal, Canadá. Los escuchamos todas las noches, nos alegran la jornada. Quiere saber si alguna vez hemos hablado de los Nibghis o Guileacos, que son tribus rusas. No, no tenemos mucha información, pero podemos indagar. Nos escribe Ale, que es un río cuartense viviendo en Montreal. Mira vos. Dice, ojalá... Pero este es otro también. El mensaje que acabo de leer es de personas que viven en Montreal. Ah, mira usted. Quiere decir, siguiendo con este pensamiento, que todos los oyentes de este programa viven en Montreal. Sí, señor. Nos dice que ojalá algún día puedan venir, que lindo sería. Dice, en un programa hablaron de Franz Lis y de los mechones de pelo que le daba a las seguidoras. o que le pedían. Bueno dice me acordé de un dato de otro podcast que escucho que se llama The Lateral Show que al tipo le pedían tantos mechones de pelo que se compró un perro con un pelo parecido. Puede ser claro, imagínese. Cada uno que le pide un mechón, usted se lo da, va a terminar pelado. ¿Qué más? Nada más. Hola, los escucho desde Miami. Conozco a Dolina desde mi niñez, cuando un buen amigo escritor cubano me la regaló y me dedicó uno de sus libros, no de los del cubano, sino de Dolina, que era Crónica del Angel Gris, hace bastante. Ahora, los libretistas quisieron que volviera a encontrar... que los volviera a encontrar a través de Andrés Buenafuente, que mencionó el programa. Dice, no los espero por Miami, porque en este páramo del reguetón no viaja la cultura, dice Asucar. No. Buenas noches para todos, soy Maburicio de Córdoba. Si Gilepi dice que Nápoles está cerca del Etna, corrijan los mapas y los libros porque Gilepi siempre tiene razón. Era el Vesubio, bueno. Es lo mismo. Bueno, todo es lo mismo. Como dice mi hijo, es lo mismo. Buenas noches muchachos, escribo desde el Valle de Punilla, Córdoba. Quiero ir a verlos a Buenos Aires. Bueno, se tiene que fijar en lave Y ahí está la fecha, porque no tenemos el calendario aquí en la cabeza. Los informes del baño no estarán completos hasta que no hablen de los baños secos. Sería muy interesante escuchar sus recomendaciones, dice Débora. Sí, otro... yo tengo una amiga... Dicen que funciona eso. .. cuya casa tiene un baño seco. Es como una especie de talco. Es como azerrín. Azerrín, claro. Pero esto es un sistema... no es muy para la ciudad. Esto que le digo es en Navarro, provincia de Buenos Aires. Claro, claro, claro. Allí donde sí. Y... hay lindos campos por Navarro, es una zona muy linda. Acá les habla Lucas, un vengador viviendo en Iquique. Me gustaría que Alejandro hablara sobre el cuento El Fin de Jorge Luis Borges. No sé cuál es. Seguramente lo he leído, pero no lo tengo presente en este momento. Bueno, ¿quieren hacer una pausa? Por favor, por lo que más quieran. Continuamos en La Venganza Será Terrible. Recuerden que pueden ingresar a lave y consultar allí la fecha de nuestras presentaciones en los teatros. Lo mismo que suscribirse a nuestros canales de YouTube y Spotify. Lave Vamos a hablar esta noche sobre la famosa competencia de Remo que tuvo lugar durante el viaje de los argonautas. Ah. Era Ackles, que formaba parte de la tripulación, al principio por lo menos, desafió a todos para ver quién era capaz de aguantar más tiempo remando. Ahí iban todos los superhéroes. Los superhéroes. Lista. Acasto, el hijo de Pelias. Hector, Admeto, Anfiarao, el mago del que hablamos, ¿se acuerdan? Argo. que fue el constructor de la nave, Atalanta, que era una dama, Augías, el dueño de las caballerizas que limpió Heracles, leo algunos nada más, Castor, uno de los dióscuros. A ver. Heracles de Tirinto, que lo hemos nombrado, y Las, que era una amiguete de Heracles, una especie de novio, la Aertes, el papá de Ulises. Esto es interesante, porque siempre se dice que los argonautas, la historia de los argonautas, ocurrió una generación antes de la guerra de Troza. Aquí tenemos... muchos padres, uno es la Ertes, y otros, Orfeo el poeta, nada menos, que según parece cantaba. Aquí tenemos otro, Peleo, Peleo era el papá de Aquiles, que luchó también en la guerra de Trola. Estaba Pollux, que era el hermano de Castor, pero hay muchos más. se dice que nunca antes ni después se ha reunido una tripulación tan valiente. A los argonautas también se lo llama Minias, porque se llamaron de vuelta el alma de Frixio, nieto de Minias, y el bellón del carnero, ¿no? Fueron los que estuvimos hablando en estos días. Sí, el bellocino de oro. Y él, el jefe de la expedición, que era Hazón. Y provenían de la sangre de las hijas de minias, por eso le hacían también los minias. Bueno, volvamos al desafío del remo. Una vez iniciada la competencia, a ver quién aguantaba más remando, muchas horas, dale, qué sé yo, la hicieron del siguiente modo. Todos remaban, el que se cansaba abandonaba y el tema era quién quedaba último. y al final quedaron solamente Hassón, los dióscuros Castor y Pollux, que eran los mellizos, eran también, casualmente, hermanos de Elena de Troya, es decir, los tres eran hijos de Leda. Y el otro que quedó fue Heracles y todo lo demás se habían ido cansando uno por uno. Después la fuerza de Castor empezó a disminuir y Pólux, el hermano, viendo que sólo había un modo de hacerlo desistir, abandonó su remo nada más que para que el hermano pudiera descansar. Sin embargo, Jasón y Heracles siguieron remando y haciendo avanzar la nave, sentados en lados opuestos estaban. hasta que cuando llegaron a la desembocadura del río Quío, en Misia, Jasón se desmayó. E instantes después se rompió el remo de Heracles. Este miró a su alrededor con ira y asco, y todos los compañeros volvieron a empuñar los remo y vararon el argo, la nave, a orilla del río. Bueno. en realidad ganó Heracles, pero se le rompió el remo, si no hubiera seguido remando. Mientras preparaban la cena, Heracles fue a buscar un árbol que le pudiera servir para hacerse un nuevo remo. Entonces arrancó de raíz, así era Heracles. Agarró un abeto y lo arrancó de raíz. Pero cuando lo arrastraba de vuelta para llevarlo... campamento se dio cuenta de que su escudero, Ilas, había salido una o dos horas antes en busca de agua a un estanque cercano y todavía no había regresado. Y que Polifemo, otro de los, se llamaba igual que el Cíclopero, pero no era Cíclopero, también había salido a buscarlo. Ilas... había sido el favorito de Heracles desde la muerte del papá de Guilas, que se llamaba Tío de Amante, rey de los Driyopes, a quien Heracles había matado por haberse negado darle un boye de labranza. Heracles era así, te pedía un boye de labranza, no se lo daba y te mataba. Y después vos eras el hijo del tipo que había matado y él te favorecía. era un poco difícil. Claro, claro. Bien. Bueno, empezó a gritar, ¡Hilas, hilas! No, bien, aclaro. Penetró en el bosque y encontró a Polifemo. ¿Quién le dijo? Dice, oía hilas que gritaba pidiendo ayuda, corrí hacia el lugar de donde procedía su voz, pero cuando llegué al estanque no vi señales de lucha, ni con fieras, ni con enemigos de otra clase. solo estaba su cántaro de agua abandonado junto al estanque. Heracles y Polifemos siguieron buscando durante toda la noche y obligaron a todos los misios. Qué gracioso, ¿no? Que el gentilicio de misia sea justamente misio. El misio quiere decir enlunfardo, pobre... Sí. También, miciadura es una palabra derivada de micio. Rango micio es bajo rango. Filo micio es novio pobre. El cuento del filo micio es el cuento del novio pobre. Claro, un filo... El novio pobre que le dice a la novia que ahorren para los muebles, entonces la novia le pasa... Los ahorros los guarda él. Sí. Y un día desaparece. Claro. Ese es el cuento. Le hizo el filoosmiso. Bueno, siguieron buscando toda la noche y no lo encontraban. No encontraron a Ilas, aunque obligaron a todos a que se unieran a la búsqueda. La realidad eran que Drio Pé y sus hermanas, las ninfas del lugar, se habían enamorado de Ilas. Lo habían seducido y lo habían convencido para que fuera a vivir con ellas en una gruta situada bajo el agua. Ocurrían esas cosas en los mitos griegos. Los dioses del mar, los tritones, el mismo... el mismo Posidón, muchas veces raptaban personas que les gustaban y las llevaban abajo el agua. Y Posidón vivía bajo el agua, pero también... salía y respiraba. No me pregunte cómo hacía. No, bueno, porque a cada rato tenía que salir. Bueno, el caso es que no lo encontraron. Al amanecer empezó a soplar una brisa favorable y, como no aparecían ni Heracles ni Polifemos, aunque todos gritaban sus nombres, los de la nave de largo siguieron viajando. A Heracles nada menos. A Heracles nada más, más poderoso de todos los héroes que viajaban allí. Se quedó, era, recién empezaba el viaje. Habían estado en dos o tres lugares nada más. Esta decisión provocó fuertes protestas y cuando el Argo se alejaba de la costa, varios de los argonautas acusaron... a Hasson de estar abandonando Heracles para vengarse de su derrota en la competición de Remo porque los griegos eran así rencorosos, no rencorosos, competitivos, lo que llamaban el agón, la lucha sin enemistad, eran competitivos, hacían juegos y entonces le daba bronca cuando perdían. Incluso intentaron hacer, digo los argonautas, que Tiffis diera la vuelta a la nave. Pero bueno, aparecieron ahí Calé y Cetes, que eran dos hermanitos que se las traían, e impidieron que la nave volviera a buscar a Heracles. Por este motivo Heracles luego los mató en la isla de Tenos, donde puso una enorme piedra tan valiente sobre su tumba. Se los mató y los enterró. Después de amenazar con devastar el país de Micia, si sus habitantes no continuaban buscando a Islas, vivo o muerto, Heracles... reanudó sus famosos trabajos, los trabajos encomendados por el rey Euristeo de Misenas. ¿Eran 7? Trabajos que había interrumpido eran 12. Ah, 12. En realidad, en principio eran 10 y después le agregó dos más, diciendo que había dos que no se contaban. Era muy tramposo Euristeo. Bueno, Polifemo, que el otro que había quedado de a pie. se estableció ahí cerca del estanque de Pegas, construyó la ciudad de Crío y allí reinó hasta que los cálibes originarios de Caldia lo mataron en una batalza. En honor a Heracles, los habitantes de ese lugar, los Mícios, siguen ofreciendo sacrificios una vez al año a Islas cerca de Pegas. Parece que el sacerdote del lugar pronuncia tres veces el nombre de Ilas en voz alta y los devotos hacen un simulacro en el cual lo buscan por el bosque. La verdad es que Ilas, el novio, digamos lo de una vez, de Heracles, no fue encontrado nunca. Y así fue como se quedaron de a pie Heracles, Polifesmo. y el pobre Ilas que nunca apareció. Linda historia esta. ¿Capaz que está vivo? Por ahí está todavía. Ahí debe estar. Ilas, el novio de Heracles. ¿Esa isla dónde queda, más o menos? No lo sé, no lo sé. Yo creo que queda en el Mar Negro. Yo creo que ya habían pasado el el espon. Siempre, todo esto queda... El viaje de los argonautas empieza desde Grecia, Maregeo, cruzan el Esponto, y entran al Mar Negro, y toman la costa norte del Mar Negro. Ahí, el punto de llegada era Colquide, que hoy en día es Georgia, que fue una de las repúblicas soviéticas, donde casualmente nació Stalin. esa es más o menos la geografía. Quiero decir que este punto, que no lo tengo claro, puedo averiguar exactamente, debe ser, como era una de las primeras, claro. un poco antes o un poco después del elesponto, ahí el estrecho del bósforo, debe andar por ahí. ¿Con qué canción podemos ilustrar esta competencia de remo? ¿Qué competitivos? propongo escuchar un tango que canta Ignacio Corsini y se llama saludó y se fue. Ah perfecto, a medir. Es justamente lo que hizo Isla, me voy hasta el estanque, hasta luego y se fue. Y no lo vieron más. Adelante. Continuamos en la venganza, será terrible, señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. Instrucción es para hacer una declaración de amor. Nos escriben muchos jóvenes tímidos, dicen quiero declarármelo a una señorita y no sé cómo hacerlo. Ahora debe estar más difícil eso. Siempre fue difícil. Sí, pero ahora... Porque la declaración, si usted falla ahí, a pesar de que venía todo el viento a favor, una declaración con demasiadas palabras o... Por ahí se complica todo. Usted ya venía, usted en contra de la declaración. ¿Ah, sí? Y es rara la declaración. No, es superflua. La declamación. Es superflua y además es invasiva. Yo creo que... El devenir de los movimientos hace que no sea necesario. Claro, claro. Usted quiere que se le acerque a una mina, generalmente es impertinente. Sí. Si usted tiene que decir, mira, te quiero decir algo que quizás no esperes, qué sé yo, es que de algún modo hay un paso que usted se está saltando. Sí. Usted se está postulando para... Está acelerando... Está acelerando un proceso. Está siendo impertinente. Así que retírese por favor. Por favor. Y suélteme. Yo recuerdo cuando era adolescente, iba caminando con varios amigos, delante nuestro, en la vereda, varios metros adelante, iban varias chicas, de las cuales una me gustaba. y todos nos pusimos de acuerdo, en realidad me convencieron a mí de que fuera y me le declarara a la que me gustaba. No le puedo creer. Sí, y yo aceleré el paso y cuando estuve cerca dije, ¿querés salir conmigo? No, me dejó. Y claro, fue rápido todo. Y volví. Pero está muy bien. Claro. Mucho peor hubiera sido, mira, tengo que decirte. Claro. Ah, claro. Pues a ver. ¿Crécele conmigo o es extraordinario? No, me dijo. Yo nunca me atreví. Claro, pero en los chicos era más habitual, porque si no, uno después lo va aprendiendo el otro. Pero se usaba la carta también. Sí. Bueno, vamos a ver qué dice aquí. Declararse no es sólo una cuestión de palabras, sino también de gestos y acciones. Bueno, acá está diciendo justamente que no hay que declararse. La elección del momento adecuado, ah, sí, hay que declarar, el lugar apropiado, la preparación previa, pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Es fundamental tener en cuenta la personalidad y los gustos de la persona a quien se dirige, ¿qué sabemos? No, claro, si uno se diera tantas cosas, pero a veces... Claro, dice, bueno, primero conoce a la persona. tómate tiempo para conocer los intereses, gustos y valores de la persona que te interesa. esto te permitirá adaptar tu declaración de manera más efectiva. Bueno, sí. Ahora es una falsedad total, porque usted la investiga, le hace todo un trabajo de inteligencia para decirle lo que ella quiere escuchar. Pero ¿y qué es lo que quiere escuchar? No sé. ¿Acaso usted le está haciendo un ofrecimiento? Pero no le va a decir usted si a ella le gusta la torta de ricota. Claro. No le va a decir que... ¿Usted está interesado en yacer con ella? Claro. No en comer torta de ricota. Así que tiene que ser. por lo menos tiene que ser rápida una declaración. Para mí lo peor es la declaración de alguien que conoce a la mena y que tiene una cierta relación de amistad. Eso es lo peor. ¿Y por qué? ¿Cómo pasa de la amistad al otro? Y ahí es donde vienen los incisos tales como, mira, tengo que decirte algo, vos sabés que desde hace algún tiempo, etcétera etcétera. sobre seguro porque usted es seguro que le va a decir que no pero tiene pero por lo menos tiene esa amiga suya y usted le tiene que decir esto no pero no es porque nunca lo agarró la mano y nunca le dio un beso en un rincón y ella fuera entonces porque usted no le gusta claro no se hace siete años y nunca quizás no se le ocurrió a ella le hubiera dado múltiples señales. A veces, ¿sabe qué? Es tan fuerte la relación y es tan fuerte la expectativa del amor que quizás fue mucho para ella. Usted es mucho, fue mucho. No vi nunca eso. Nunca fui mucho para nadie. Entonces... Y muchas veces fui poco. A los ojos de ella, a los ojos de ella en ese momento. es otra cosa. Pero ahora hay todavía una circunstancia peor que la amistad que es compañero de trabajo y ahí se da mucho, ahí se da mucho porque ser compañero de trabajo produce una aciduidad que sin embargo no está sostenida por una profundidad. Claro, ve todos los días y a lo mejor no sabe ni su segundo nombre. Sí claro claro claro. hay una contiguidad, una metonimia, y usted se acerca en nombre de esa cercanía, se acerca en nombre de esa cercanía previa. Y ahí está mal. A veces hay situaciones de complicidad por ser compañeros de trabajo. que usted interpreta como que... Se puede confundir. Que le están dando vía libre. Ahí es donde más se puede confundir. Claro. Y ahí es donde se reciben, porque además a muchas mujeres no les gusta. relacionarse con compañeros de trabajo. No, y a los hombres tampoco. No es el mejor lugar. No es una buena... No, bueno, espérense. No me va a negar que es cómodo. No, pero a la larga... Sí. A la larga todo es horrible. No, pero no es... No, pero sobre todo no es cómodo. No, claro. Por sobre todo no es cómodo. Sobre todo si las cosas no van bien y tiene que seguir trabajando. Como fueran es un problema porque... Y si van bien también es un problema. No, lo peor es ser amante clandestino de una compañera de trabajo. Ah, bueno. Por ejemplo, un tipo es casado y se le ocurre tomar como amante a una tipa que trabaja con él. Está loco. Sí. Sí, y yo creo que hay miradas, gestos. y guiños, y guiños, y guiños. Bueno, a mí si me guiñan el ojo... ¿Qué qué? No sé yo la frase. Pero digo que... que complican todo. ¿Qué estás queriendo decir? No, porque si... Dígalo de una vez. Porque si son amantes, pero deudantes del trabajo, no se dan bolilla. están perfectos. Sí, pero a veces sobreactúan. Sobreactúan, no se dan borrillas, qué raro, ¿eh? Claro, claro, son los que peor se llevan. ¿Tú te peleaste con esta tipa? ¿Qué te pasa? Claro, claro. Ni la saludaste cuando... Es extraño eso. A mí me gustan esas situaciones desde el punto de vista... Sociológico. No, artístico. Para obras de teatro, películas. La mujer lo va a buscar al trabajo, al tipo. ¡Jojojo! y la otra tipo está ahí en la fotocopiadora y mira de reojo. Claro. Y el tipo está sudando tinta. Sí, sí. Es horrible todo esto. Bueno, vamos a ver adelante. A ver qué dice. Elige el momento adecuado. Un momento y un lugar en que ambos estén cómodos y relajados. Si estamos como irrelajados es que ya me declaré de alguna manera. Claro. ¿Qué me voy a declarar? ¿Es que cuando la típa está en la cama conmigo? Sí. ¡Sí! Qué difícil. Bueno, podría ser. Podría ser. Evita las situaciones comprometedoras que pueden poner a otra persona en una situación difícil. Rechazo. ¿Sabe cuál es una situación comprometedora? un regalo, por ejemplo, inesperado. O sea, usted le regala un ramo de flores. Eso es horrible. Y ella se lo tiene que aceptar, pero no quiere andar con usted. Bueno, eso es... No, eso es horrible. Claro, gracias por las flores, pero... Claro, gracias por las flores, pero ni hablar de heladas. No, yo, si soy ella, digo, gracias por las flores, se las voy a regalar a mi mamá. Horrible. Termina todo de la peor manera. ¿Qué declaró que no las voy a usar? ¿Qué le parece a este una declaración de amor a una dama que usted sabe que tiene novio? No es porque podría agregar también que usted conoce al novio. No. Pero usted sabe que tiene novio. Porque ya lo dijo en algún momento. En algún momento lo dijo porque es compañera del trabajo, en el novio la viene a buscar algo. Y usted se declara igual. La verdad es que me gustas tanto que te lo tengo que decir. Yo sé que bla bla bla, pero... Que tenés ahí... Yo sé que X pero Y. Pero qué quieres, qué quieres... ¡Qué difícil! ¿Cómo le suena a usted esto? A mí me suena mal. Es que todas las declaraciones están mal. Claro. Están mal todas. ¿Y qué pasa si ella le dio a entender que tenía novio, un novio inventado? No, no. Porque no quiere que usted avance. ¿Por qué no va a querer que... ah, porque no le gusta? Porque no le gusta. Entonces inventó un imaginario novio. No hacen eso las mujeres. No, es demasiado enrollado. Ah, porque... Lo mira con asco y ya está. Sí, sí. Pero hay tipos que hacen eso. Bueno, el rechazo. Uno de los mayores temores al hacer una declaración de amor es el rechazo. Es el único temor. ¿Qué otras cosas le van a hacer? ¿Se van a envenenar la sopa? Había un compañero mío que se declaraba a todas cuanto podía. y lo recibía muchísimo. Y claro, por esas políticas malísimas. Y después decía que decía, a mí qué me importa. No, hombre. Cuando lo rechazaron. Es horrible. Había una política que era... tirarse en todas las piletas y por ahí algo ligaba. Sí, sí. Ese era el caso. Es importante, queridos amigos, estar preparado para aceptar la respuesta de la otra persona, sea cual fuere. Sea cual fuere la otra persona o sea cual fuere la respuesta. La respuesta. No, no la respuesta. Y no tomarla como un reflejo de tu valía personal. Y sí, es un reflejo de tu valía personal. No, no. Pero la cara... Y te dicen que no, es porque no sos suficiente para eso. Claro. Roberto, yo no es que a mí me das asco, pero seguramente hay otras chicas que les debe gustar. Vas a encontrar en otra categoría. Bueno, no sé. Ahora, está bien, ¿qué pasa en ese momento? El tipo se tiene que ir inmediatamente o hace de cuenta que acá no pasó nada y pide una botella de champagne. Olviremos todo esto, mala mía. Pero ¿cómo sigue? No, pero la noche es horrible. No, yo me voy del trabajo. Claro, no lo puedes. Ya es horrible. Por eso hay que elegir el momento. Si se va a declarar, porque estamos hablando de eso... Un momento que tenga una vía de escape porque si le quedan dos horas por delante. Claro, claro, estar en el tren por ejemplo, rumbo a Mendoza, sentado uno al lado del otro, no. Hágalo en una esquina cosa que usted tenga una vía de escape. O usted acaba de pedir la entrada en el restaurant y todavía tienen que comer toda la cena. No, no, es... Es claro, es en el postre al pagar. Sí, pero bueno... No solo la cuenta y... Te quería decir algo. Vos sabés que... vos me gustás. Mire que a veces tardan en entrar en la cuenta. Una eternidad. Tardan mucho entrar en la cuenta. El tipo por ahí si la mena le dice que no, dice, por supuesto pagamos a él. Claro, sí, sí. Es una porquería ese tipo. Tiene esa chance. Bueno, vamos a ver. En el mundo hay distintas costumbres para declarar. Ah, mire. En el Japón... La discreción es valorada. Claro, que no se note nada. Las declaraciones de amor suelen ser sutiles y simbólicas. Por ejemplo, el tipo se acerca a la mena y le hace... No, gestos no, señor. No, quiero decir, alguna... Pero supongamos... Alguna gestualidad simbólica, por ejemplo, se arrodilla. Sí, no sabemos, cuando no lo dice el informe. Por ahí es una pétalo, le regalo un pétalo de una flor. Eso me gusta, eso es simbórica. Que haya un símbolo de la declaración y que no haga falta verbalizarla. Exacto. Y que siempre uno tenga la salida de decir bueno, feo. una cosa poética. Sí, si ella le da un beso al pétalo de la flor quiere decir que... Pero de algún modo en occidente también. Bueno, pero continuo con esto de Japón. Dice, son gestos delicados y regalos significativos. Por ejemplo, el Día Blanco, que es un mes después de San Valentín. permite a los hombres corresponder con regalos a las mujeres que ya lo habían ansequeado de antes. Pero eso no es una declaración. Ellas ya son payasadas. No es una declaración eso. En Francia, hay una rica tradición de expresión amorosa. Suelen ser poéticas las declaraciones apasionadas, inspiradas en la literatura y el arte. Un ejemplo icónico, están locos lo que van a decir. Es el beso francés. ¿Cuál es? Un beso profundo. Ah, bueno, bueno. Una muestra de afecto que se considera una forma de arte en sí misma. Bueno, pero... ¡No es mentira! ¿Cómo se va a declarar con un beso para el C? Lo mismo que si usted se declarara tirándose encima de la mega. Lo que pasa es que, si ya llama declaración a otra cosa, a veces... se consuma el hecho de ese modo. Claro, eso se llama atropellar a una mina. Claro, claro. Pero a veces se va dando la situación. ¿Cómo le va a dar un beso así a la compañera de su trabajo? Que es lo que tiene que ocurrir. Bueno, por eso. Así es como ocurre. Uno se pone novio así, está hablando y le toma la mano a la mina, empieza a decirle alguna cosa y la mina no se suelta, se acerca de la perreabana y cuando quiera acordarle un beso y ya está. ¿Qué crees que le... En Buenos Aires a los 9 días del medio agosto. ¡Muy bien! ¡No, que se en broma! Tienes razón. Dice, en la India, en la vibrante cultura de la India, ¿cómo puede ser una cultura vibrante? Se está todo temblando. ¿A qué se refiere? Las declaraciones de amor están impregnadas, una palabra muy fuerte, de tradiciones religiosas y sociales. y dice, por ejemplo, canciones. Ah, mira usted, como una especie de... Son vehículos... Está muy bien, la serenata. La serenata, claro. No está mal la serenata. Estaba pensando. Porque puede tomarse como una pura serenata. Y ahí le das a la mena la ocasión de decirte que sí. Sí. O agradecerte la canción. O agradecerte la serenata. Y nada más. Y estamos todos contentos. Muchachos esta noche iremos por los barrios Bueno hoy no estoy tan bien para cantar, pero esa era una linda... La vieja Serenata es un lindo bal que a veces cantamos. Pero que se le pongan en la puerta de la casa a cantar, exponiéndola a todo el barrio. Pero tiene los usos, yo he visto. Para mí es resultado opuesto. Según dónde viva la mina, si la mina vive en la vereda Santa Fe en un 7º piso, más tiene el C, ¿no? No se entera la mina de que... No, no se entera y además usted se lo lleva por delante el CC. Sí. En Italia, en la China, a ver en la China qué hacen, están influidas por la tradición y la historia del país. Blá, blá, blá. Por ejemplo, el Festival de Kiksi. también conocido como Día de los Enamorados chinos. Bueno. Ya no de todos los enamorados chinos. Sí, son muchos iguales. Sí, claro. es una ocasión importante para expresar amor y afecto a través de intercambios. Ese es el Día de San Valentín. De todo lo mismo. No hay ninguna manera. El amor es lo mismo en toda parte, señor. Y la declaración no sirve en ninguna. Y esos norteamericanos que van al partido de béisbol y se ponen a rodillas o cosas así. Pero eso para... Y los enfocan... Compañeros de colegio me gusta. una declaración por cartita en cuaderno, letrita, y que dice, ¿me querés? Respuesta era mira, quizá. No le parece extraordinario. Sí, porque le deja abierta la puerta. Eso es muy bueno. Y eso sí sirve. Claro, porque ustedes... No, no, no, mira, tengo que decirte, no, no, no. Eso está bien, porque le da una esperanza, si usted es mera, reporta bien lo que fue. Pero la cartita está bien. Se usaba mucho en la escuela la amiga mensajera. Sí señor. La que se sentaba con ella. Sí, entonces ella iba y venía. Adelantaba el pronóstico. Cómo estaba el asunto. Claro, sí. Entonces eso estaba muy bien. Y traía la información. Claro, claro. Anda tranqui. Sí, sí. este... gusta de claro. Entonces ustedes ya ahí ya tenían... Eso es genial, claro, porque si no había reciprocidad no pasaba nada. Estrodilario, extraordinario. Eso sí. Nos decíamos por el apellido. Qué cosa. Bueno, entonces esa declaración es válida. Y estamos a los... jóvenes estudiantes a comunicar incluso de la primaria, porque ya uno en la primaria empieza con eso. Es mejor en la primaria que en la secundaria. Ya, en la secundaria uno empieza con el cinismo y sonamos. Pero mandar una cartita, arrancar una hoja de cuaderno, me querés firmado Barton. ¡Oh! ¡Tal Reef! firmado Fernández. Ahí me gusta el panorama. Yo conservo de esas notitas que me han escrito y cartas. ¿En serio? ¿No las tuvo que... ¿Usted conserva eso? ¿No las tuvo que desechar? Siempre las guardé. Por órdenes de arriba. Una persona que yo admiro a partir de ahora. Nunca pude guardar absolutamente nada. No fui capaz de guardar nada. No tengo ni un solo recuerdo de nada. ni de la infancia. Muchos me han sido robados. Sí. Muchos, muchos me han sido robados. Pero grabaciones que he tenido, cartas hermosas, todas me han sido robadas o han sido profanadas. Qué feo, ¿eh? Muy feo, sí. No tengo, si no, pésimos recuerdos de esas pérdidas. Claro. muchas de las cuales se deben a intervención de tercera persona. Claro, eso es horrible. Claro que sí. Celos, por ejemplo. Sí. ¡Celos! Pero yo le hablo inclusive de cartas de la niñez, estoy hablando de cartas de quinto grado, sexto grado. Lo felicito. Y tiene un montón de eso. Lo felicito. Y me parece un lindo cierre para este... Para este ataque a las declaraciones que termina de un modo tan emocionante. Pausa. Y para finalizar, dos palabras bastan. Gracias. oficinanerd.com pasión por el podcast