Si se queda dormido escuchando La Venganza Será Terrible por la radio, ahora también podrá quedarse dormido escuchándolo a cualquier hora en formato podcast.
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La venganza será terrible. Muchas gracias, buenas noches. Por fin estamos aquí embragado. Gracias, muchas gracias. Nos han tratado muy bien. Me han nombrado ciudadano ilustre. Miren lo que será. Me hacien en un sencillo acto. Bueno, pero la verdad es que... Claro. Recordé en una ocasión en que fui nombrado ciudadano ilustre y cuando me iba me paró la cámara. Sí. Y casi me llevan preso. Y acá todo dicen lo mismo. Bueno. Que son ciudadano ilustre. Bueno, anteriormente en esta misma y hermosa sala ha estado Felipe Piña y hemos comprobado que la gente que vino a ver el espectáculo de Felipe se ha quedado. No, no es la gente. Se ha quedado en realidad son todo el público de Felipe Piña que no se ha ido. No, es que no los dejaron salir porque las puertas están cerradas. Así es. De manera que bueno, muchas gracias. han venido por lana y saldrán trasquilados. Si ustedes quieren podemos contar como hace Felipe. Él extiende sus espectáculos. ¿Qué cosa extiende? Y sí, porque tiene que durar una hora y media. Igual que los libros. Le obligaron a hacer Historia Argentina en segunda parte. Pero si ya está. Y bueno, pero empezó a agregar. A Belgrano lo hizo vivir como 90 años. Pero así no vale porque se distorsiona la historia. Y bueno, pero ¿qué crees? Me dijo. Abrió las manos y ¿qué crees? No, bueno, no. La verdad. Bueno, levante la mano el que se quedó después de haber visto a Felipe Piña. ¡Allá! Lo he dicho, todo el mundo. ¡Era verdad! Todas las personas. Ya nos agarramos cansados a todos. Sí, siempre agarramos los públicos cansados. Sí, sí, todo. Cansados incluso de otras cosas que no son el teatro. Sí, claro. Cansados de la rutina, cansado su marido. Sí. En fin. Hartos. Miren, hay gente llorando. Dígame entonces, ¿qué cosa podemos anunciar hoy? aquí en Bragado siendo un día tan especial, ¿no? No es un día en el que acostumbramos a actuar. No, es cierto. Cierto, un domingo. Y ¿sabes qué? Le tengo que agradecer a la gente de Bragado, a la organización de este evento, porque me cambió el domingo. ¿Por qué se lo cambió? Me cambió el domingo. Por un fiat duna. A esta hora parezco un trapo de piso. Y si está hecho, trapo de piso. Realmente, parece un trapo rejilla. Bueno. Cambió de trapo. La semana que viene estaremos el viernes en el Chacarera de Buenos Aires y muy pronto ya en el teatro Hélios del Palomar y en Bernal nos vamos a presentar también. Yo voy a estar en Rosario el fin de semana que viene, el sábado y domingo, con... nuestro amigo Dario Steinz-Reiber, en un encuentro que se llama Ponele la conversación infinita. No, Ponele, no, es el título. Se llama así, Ponele la conversación. Él habla de filosofía y yo le digo, tienes razón, ¿cómo sabe usted? Listo, ya está. Si usted quiere... ¿Hay información que usted tiene ahí para dar, digo, aprobada? No, no tengo ningún informe. No, no, el tema aprobado por las autoridades. Ah, sí, sí. Miren, siete consejos. ¿Siete? Sí, cuidado. ¿Nunca me dieron hasta ahora siete consejos? No, en realidad pueden ser más o menos. Ah, bien. Consejos sería mejor para tener dos novios. Atención, las damas. Para tener dos novios a la vez. Difícilísimo. Y que no te sorprendan. Difícilísimo. Es muy difícil. Para mí. Más en este momento en que la tecnología ha venido a estropear cualquier clase de engaño. Sí. Te tiene en el bolsillo a la policía. Sí, sí. Y le dice que el ciudadano ilustre. Sí. Vamos a ver. Atención. Se deben aceptar... las consecuencias de los actos, sobre todo cuando alguien sale herido. ¡Pesamos mal! ¿Se lavó las manos el autor del informe al principio? Ya empezó a ponerse en contra. La infidelidad no distingue géneros ni preferencias sexuales. Sigue filosofando. Hombres y mujeres, bla bla bla. Algunas veces uno es infiel porque busca en otra persona lo que no tiene en la propia pareja. Mentira, después lo voy a demostrar. Pero muchas otra veces, muchas más. Mentira. Por pura diversión. ¿Qué es esto que uno busca en otro que no tiene? Esos mentiras. Todos los seres humanos, hombres y mujeres, no quiero hacer distinciones, tienen todo lo necesario para... ¿Para qué? Para estar con otra persona. Bueno, pero usted está con la persona uno, dice el informe. Y tiene todo. Y hay cosas que usted no encuentra la persona uno. Por ejemplo, no le gusta ir de vacaciones al mar. No me importa. Entonces usted... ¿Usted es capaz de dejar a una persona porque no le gusta ir de vacaciones al mar? No, no la deja. No la deja. Busca a la persona dos... Que sí le gusta. Que sí le gusta. No, y a mí qué me importa. Entonces, bueno, pero... El informe es para tener dos novios. Bueno, es para otra gente. Bien. Con esto no queremos decir... Sigue lavándose las manos. Sí, bueno, a ver. Que engañar a alguien sea algo positivo, saludable. ¿Cómo que no? No, parece que no. No. Bueno. Parece que no. Para el desarrollo personal. De hecho, existen muy pocas personas que aceptan que cometieron un error y desconocen el daño que se hizo, bla bla bla. ¿Va a llegar al final? No, no. Y yo que soy una dama, estoy dispuesta a engañar a mi marido. Se va a respetir. ¿Se va a respetir? Sí, porque no le dio todavía consejos. No es esa clase una sacre de alguien muy conocido en los alrededores de su domicilio publicó una lista de consejos para aquella mujer que pretendiera tener dos novios. El artículo se ha viralizado en redes sociales y bla bla bla. Bueno, vamos a los consejos. Mientras menos gente sepa en qué andas, es mejor. Estoy de acuerdo. Claro, usted no cuenta. Estoy de acuerdo. Lo primero es no contar. Sin embargo, hay gente que tiene dos novios o más, solo para contarlo. Y pero es un problema, porque no le va a durar esa situación. Usted sabe que la ley del secreto. ¿Cuál es la ley del secreto? Pues estás querida, mil libros. No es tan secreta. Si está en mi libro... En mi libro no hay un secreto que recita eso. Lo que explica es que cuando una persona cuenta un secreto, una confesión a alguien, esa persona que recibe el secreto, muchas veces no... tiene a su vez otra persona de confianza. O sea, ¿cuánto se multiplica un secreto? Tenemos acá al doctor Patricio Barton, especialista en secretos. Así es como cuando uno ve una cucaracha que ha visto a siete. Sí. Cuando uno cuenta un secreto, ¿de qué manera se multiplica, doctor? Mucho gusto en tenerlo aquí. Bueno, un gusto. Me han dicho que es muy prestigioso este programa. Sí, es muy prestigioso y yo fui con el señor, lo que lo invitamos, porque yo compré su primer libro. ¿Ustedes eran los que compraron mis primeros libros? Sí, el que se llama Secreto a Voces. Sí, Secreto a Voces, que fue un éxito. Bueno, el secreto también se multiplica... Yo leí también el segundo. ¿Cuál era? Menos mi vieja y mi hermana. Pero... Ese se vendía en quioscos. Claro. De todas maneras se multiplica también por múltiplos de 7, como la rata, como la cucharacha, como todo. 70 veces 7 y así. Todo de a 7. Usted le contó a uno, ese lo multiplica por 7. Ahora, a cada uno de esos 7 que le contó este, se multiplican por otros 7. Entonces, es una progresión geométrica. Es algo... Yo le diría una cosa, ¿no? Hay que tratar de buscar... un segundo novio, un tercer novio, una tercera pareja, en segunda, lejos de uno, lejos de las líneas de comunicación. Por ejemplo, si te vive embragado, si consigue un novio en mechita, lo van a agarrar, lo van a agarrar. Tiene que eludir el ferrocarril, nada del ferr Nada de él, por más lejos que esté. Pero es difícil conocer gente de otro lado. Es muy difícil, ¿cómo la conoces? Claro. Uno está atrapado por el ferrocarril, o en el caso de la capital, por una calle, por una línea colectivo, y usted, por incluso, un circuito de pizzería. siempre a las mismas pizzerías. Cuando se consiga otro novio, señora, tiene que cambiar sus hábitos completamente. No come pizza. No, usted vive embragado, muy bien, se va a San Clemente del Tuyul. Bueno, claro. Y si quiere hay tren. Bueno, sí, pero tampoco va a las pizzerías. No. Porque hay un circuito también de pizzerías. No sé, sale con un celíaco, por ejemplo. No hay forma. Y así dice, manejo de lugares públicos siempre queda en verte en... en lugares. Y sí, claro. O sea, nunca camines. Está muy bien esto. Claro. Nunca camines con el novio falso. Exacto. No saigas a caminar. Prohibido salir a caminar. No, pero es una tentación. El tipo que está o la tipa que está en un fato secreto no camina con el segundo novio. Tiene razón. Pero es una tentación salir a caminar. A mí me dan ganas. ¿Qué tentación? Me importa. A mí no me importa. A mí me dan ganas de salir a caminar. Por ejemplo, ir de vacaciones a Mar del Plata y caminar. para caminar. Perdón, ¿usted quién es? Estamos de novios, en secreto, y vos me llevas a caminar. Yo soy el co-conductor del programa, lo invitamos a usted, y yo le compré el libro. Ah, sí, sigue siendo el mismo usted. Claro, claro. Bien. Si están en la calle... Evita ser cariñosa y melosa. Es más, vale. Porque si te ven, siempre podrás excusarte, diciendo que se trata de un amigo, de tu abogado, de tu escribano. Sí. Pero si te ven en una situación, por ejemplo, si es mi abogado, ah, sí, qué raro, eh, lo que te estaba haciendo tu abogado. Bueno. Detrás de... No, es un expediente. Detrás del mostrador. Es el expediente. Hay algo que no se ha dicho aún para ver cuál es el cuadro de situación. Usted, que es esta señorita. Qué tal, cómo le va. Le dice al número 2 que es el número 2. Eso es lo que venía ahora. Ah, bueno, entonces estamos hablando de otra cosa. No, no, entonces usted tiene dos problemas. Claro que tiene dos problemas. Para mí es mucho más sano que el novio número dos sepa. sepa que usted tiene un novio número uno. Incluso es mucho mejor si el novio número dos también él tiene una novia número uno. Bueno, bueno. Entonces va a poner el mismo cuidado que usted. Eso sí es verdad, se van a cuidar los dos. Y no va a andar... Rifando el secreto. Los números pares saben y los números impares no saben. Usted cree que al tercer novio no hay que decirle nada. No hay que decirle nada. No hay que decirle de los otros dos. Exacto. y el 4. le dice de los 3. Claro, es para ordenarnos, es para tener un sistema. Hay que tener un orden en la vida. Sí, sí, no hay sistema. Hay que tener un orden en la vida, porque una puede ser muy ligera de casco, pero eso sí ordenado. Bueno, por eso. ¿Puedo salir el mismo? ¡Es un plaudere esto! ¡Y era bragado! ¿Puedo salir en defensa de las señoras infieles? ¿Usted quiere hablarle a alguna especie de persona en particular? No, no. Muchas veces las señoras son infieles por culpa del marido. No empieza... ¡Bien a hacer la demagogia! No empieza... ¡Bien a hacer la demagogia! No empieza a explicar la maldad de uno por la torpeza del anterior. Vino a hacer proselitismo. No, pero quiero decir, se sienten obligadas, prácticamente, a tomar esa decisión. Acá hay una cosa muy interesante, está un poco aparte, pero dice, jamás, pero jamás lleves un diario íntimo. ¡Más vale! ¿Qué va escribiendo? Es una provocación. Hoy estuve con Rubén. Yo he llevado diarios íntimos falsos. Claro. Falsos. Ni se me ocurriría conocer algo. Tienido diario, hoy estuve toda la tarde pensando en mi señora esposa. Claro. Y lo deja abierto arriba de la mesa. Sí, claro. contaban que Tolstoy y la mujer tenían la misma costumbre, era llevar un diario íntimo... Cada uno. No, un diario íntimo cada uno y otro diario íntimo que era el verdadero. Ah, sí. En realidad Tolstoy escribía uno para que lo pudiera leer la mujer y otro para él. Y la mujer hacía lo mismo. Claro, eso es... Extraordinario. Y a pesar de todo eso escribió tantas novelas. Tenía tiempo para escribir todas esas. Bueno, querido diario. ¿Usted tiene diario? No, yo no tengo diario, pero no es necesario hoy. Disculpeme que me... Claro, que sea el abogado del diablo. ¿Por qué no tiene diario usted? Porque nadie tiene diario. Pero igual, todas las pruebas necesarias las tengo acá en el pantalón. ¿En dónde el pantalón? A ver, no, en el celular. Ah, bueno claro. Ah, discúlpeme. Bueno, en el celular. ¿Usted saca el celular? Sí, claro. Ahí está todo. Ahí le sale todo, el hemograma completo. Trata de que si tienes diferentes novios, no sean conocidos entre sí. No te pongas de novia con un amigo de tu novio. No, no, es lo mismo que decíamos de los lugares peor. Peor. O que sean compañeros de trabajo. Eso es lo peor que puede pasar. Sí, pero la peli... No hay quien decirte, llega a su casa y encuentra a su señora esposa o a su novia con un compañero de trabajo. ¿Qué? No será usted, ¿no? ¿No será usted? No. Ah. Pero es lo peor. Sí, lo peor. A mí que me importa. Pero cuidado que los amigos del novio y los compañeros de trabajo son los más peligrosos despededadores. Claro, porque la conocen a su señora esposa. Conocen las debilidades, conocen los momentos de... Porque quién se las cuenta, usted mismo. Claro. Le dice, ay, a mi mujer le gustan mucho los merengues. Siempre dice, ay, ¿por qué no me compras merengues? tipo un día le toca el timbre a usted sabiendo que no está, está Barton, no dice su esposa, ay bueno justamente le traje estos merengues para tener una atención con usted, 10 minutos. No puede ser, tan rápiles todos. Bueno acostúmbrese a llamarse por teléfono solo lo necesario. nada más para salir, no para decir cosas. Claro. Pero uno se queda enganchado. Ay, yo estuve extrañando. Ya ves, sí. Te extraño. Esos tipos no tienen dos novias, no tienen ninguno. Sí. Pasaron 20 minutos y ya tenían. Estaba pensando en vos y no pude aguantar más. No, eso está determinantemente prohibido. No, no. No sea baboso. Bueno, pero si ella le dice, ¿qué estás haciendo ahora? Estaba mirando fotos tuyas. Rubén, ¿qué estás haciendo? Estoy escribiendo mi diario, amor. No, porque ya tengo la comida lista. ¿Qué hay de comer hoy? Hice arroz con menudos. Soy muy desgraciado, ¿sabés? Mi esposa siempre me da de comer arroz a menudo. Vení, vamos a comer. ¿Qué pasa cuando usted tiene que romper? Usted es una dama, anda con un tipo y no le gusta más. O algo. Bueno, pero eso es más fácil porque... ¿Qué va a ser fácil? Digo, entre el uno y el dos. Los novios, digamos, ilegales, son todavía más difíciles de despegar. Claro, porque si no hay... Porque si... te chantajea. Así, dice, me vas a dejar, ahora le cuento todo al que te dije. Bueno, me parece que era un cuidado total. Pero creo que hay que ser claro desde el inicio cuando... No sirve para nada. Quedamos en el número dos. Los pactos del inicio están para no ser cumplidos. Claro. Además el inicio, más que claro, es confuso. Usted qué hace en el momento en que la dama cae en su brazo y dice, un momento, antes de darte el primer beso, quiero aclarar unas cuantas. Bueno, pero... Yo a las 12 me voy. Le da un protocolo. Y si no hay que pasar, si la relación es realmente insostenible, usted se hace un ser despreciable para ella. Usted finalmente le deja ver lo despreciable que es. Deja de fingir actos nobles, deja de preparar escenas. Basta de merengues. Sí, basta. Basta de todo. Se convierte en el cerdo que es. No saluda, escupe contra la pared. Igual me toca hacer agua al diablo. Por ahí no lo deja igual. Le gusta porque es auténtico. Claro, es auténtico. Me gusta porque sí. Me encanta, me encanta cómo escupís la pared. Porque sos auténtico. Ah, cuando uno quiere ser desagradable, a lo mejor termina por agradar, como suele pasar en los medios de comunicación. Me gusta porque es así, sos sincero, sos como sos. No, eso lo dice el miserable. El miserable, claro. Dice, bueno, por lo menos soy sincero. y efectivamente te engañé con tu amiga. Ah. Pero por lo menos te lo digo, ¿viste? No, bueno, sí, pero... Soy sincero. Sí, está bien. ¿Qué crees, que te mienta? No, bueno... ¡No! ¡Quiero que no me engañes! Claro, y además me viniste mintiendo todo este tiempo, hasta hoy. Bueno, pero te lo digo. Bueno, sí. ¿Qué preferirías, que te siga mintiendo? No, bueno... Ocar, vamos. No, está bien. Vamos, vamos. ¿Vamos a dónde? No, es un decir. Ah. Bueno, continuo. cuando sientas que estás tomándole más caninio a uno de los dos novios. Claro, porque otra cosa que no hemos examinado es cuando no hay un novio ilegal y otro legal, ni uno principal y otro subsidiario, sino que hay dos novios que están compitiendo, si están de algún modo compitiendo o... No, ninguno prevalece sobre el otro. Es como un casting. ¿Qué dice la psicología sobre este asunto, doctor? ¿Qué tal? Buenas noches. ¿Qué tal? Ya nos saludó. Sí, no, yo... Es media hora que estamos hablando. Me dijeron que este programa es muy prestigioso. Sí, sí, por eso lo invitaron. No le han mentido, doctor. Bueno, me parece que estamos frente a un caso de compensación emocional. Gracias, doctor. No, pero espera que no le deje nada. Usted sopeza. Qué lindo el verbo sopesar. Yo cada vez que sopeso, escucho la palabra sopesar, pongo las manos así. Como quien está un poco cansado. Sopesa la 1 y la 2. La 2 y la 1. Y se queda con el más pesado. Y queda... hay cosas que tiene uno y no tiene el otro, lo que dijimos al principio. Uno pone en la balanza las virtudes y el dinero del otro pesa más, como dice. Y si está muy empatado. Ahí es donde, ahí es donde usted sigue con los dos. Y esa es una excusa maravillosa cuando la descubren a usted, señora. Sabe como si no... Y dice bueno... Yo estaba tratando de decidir por uno de ustedes dos, pero son tan parejas sus virtudes que aquí estoy. ¿Sos pesadas? Ya hace dos años que estoy. ¿Sabe cómo rompe el equilibrio entre uno y dos? Con tres. Con un tercero. El tercero es ese sí. le va a dar ganas de dejar al uno y al dos. Porque el tercero viene para eso. Tiene para qué hacer. Para romper el equilibrio. Es cierto que es más fácil conseguir un tercer amante que un primer. Que un crédito. Ah, pensé que iba a decir otro. Que un primer amante. No me digas. Claro, para la persona que está sola es más difícil conseguir el primero que para la que tiene... Que después... Algo acuérdese que para conseguir al tercero hay que primero conseguir el primero y el segundo. O usted empieza por el tercero. No, no, no. Lo que pasa es que después se le hace vicio. No me digas, doctor. Sí, se le hace vicio. Tendría que escuchar en un psicoanalista esa palabra. No, bueno. Lo digo en términos psicoanalíticos. No lo estoy diciendo. Vicio. Porque usted decía, mira, finalmente con uno... Listo, pasó bien, me gustó. Dos fue fácil, tres... ¿Y ahí? Claro. Los números... Es que también el amante empieza a tener una destreza y un timing Sí Que se consigue con la práctica ¡Qué malabarista! Era un semáforo Usted porque es lindo Está acostumbrado a que nunca lo rechacen. Muchas gracias. ¿Qué hacemos, doctor? Buenas tardes. Buenas tardes. Me llegan acá muchos mensajes. Gracias por la invitación. Me dijeron que es muy prestigioso. Sí, bien. Me dicen... No tengo tanta suerte y no consigo sino rechazos. ¿Qué debo hacer, doctor? Gracias. Bueno, seguramente todos tenemos hoy... Lorenza de Belgrano. Bueno, gracias, Lorenza. Todo ser humano, por más repugnante que sea... Qué lindo, qué buena onda. Qué lindo lo que me dices. No, bueno. Gracias. Tiene algún atractivo en la medida que usted... Claro. Y eso es lo que tiene que exponer. Hasta es más despreciable. Claro. a conocer si la otra persona no le dice que usted no sé le da asco por ejemplo que le dar cada bueno cómo le va a decir usted todavía tiene una posibilidad bueno por ejemplo yo no es que sea lindo como dice usted la falsa modestia tampoco vamos usted es un señor no claro vamos a empezar por ahí Para sacarme la duda, dije. Quizás que soy corpulento, soy morrudo, musculoso. Claro, claro. ¿Es qué? Sí. Parece que es medio morrudo. Sí, yo escuché eso. Bueno. Igual sí. Digamos, a veces no hay que ser tan lindo, en el caso del hombre, por ejemplo. Yo le puedo mencionar 10 hombres que no son lindos y por ahí tienen mucho éxito con las mujeres. A ver... Bernardo Nústado. Bueno, sí. No siga, por favor. No es el estado. Habló usted de arcadas? El, sí. Había un bar que está en la recoba del once que se llama Las Arcadas. Qué lindo nombre para el baile. Nunca lo asocié con la recoba. No. Así que no fui tampoco jamás. Y no, parece que hacían esfuerzo con el menú para hacer fieles a eso. ¿Dónde conviene, para ir al principio otra vez, ¿dónde conviene ir a buscar un segundo novio? Cuidado con la pregunta que le estoy haciendo porque es muy comprometedora. Pero primero le puedo dar... ¿Cómo hace uno, no para tener un segundo novio? Eso puede ser la vida, la casualidad, se lo cruza, lo choca en la vereda. Pero ¿hay algún momento en que una... Le hablo como mujer. Sí. Que una dice, yo necesitaría un segundo novio. Se tiene que inscribir... ¿En dónde? En un curso, en un congreso. No, no, no le estoy preguntando dónde lo tengo que ir a buscar. Le estoy preguntando cómo surge la necesidad y no me diga que es para encontrar en el otro lo que no tenía en el primer. Eso es lo que dice mi libro. Bueno, pero dígame otra cosa entonces. ¿Cuándo le sale a usted como mujer? Yo me tendría... ¿En qué circunstancias? cuando ya no quiere más al primero. ¿Y entonces por qué busca un segundo? Claro, busca otro. En cambio no busca otro. Porque no puede romper con el primero. ¡Ahí está! Entonces, esto de tener dos novios no es una decisión, sino que es un capricho del destino. A usted no le gusta más su marido. Y la entiendo, señora. No, no es la entiendo. Mucho gusto, señor. ¿Qué tal? Sí, cómo le va. La entiendo. Pero no puede romper. No puede romper por cuestiones morales. ¿Qué tal, morales? Hola, bien. Muy bien. Entonces, es eso el asunto. La infidelidad proviene de la dificultad para romper. Si uno pudiera romper de un momento para otro, nunca tendría más de uno. Sí, señor. Salvo en casos simultáneos así. Bueno, es una hipótesis. Usted tendría que escribir un libro y el señor no escribir más. No, no, disculpe, estamos en la feria de un libro de bragado. Y estoy escribiendo un libro sobre la ruptura. Dejense de romper. Bueno, ese es su libro. Yo escribí todo roto. Sí, bueno, vi la foto de la contratapa. Gracias. Fumbe Scheller. Sí. Fumbe Scheller. Sí, sí. Es un éxito. Y ahora quiero sacar el Todo Roto 2. que es cuando está todo más roto. Pero veo que cuando usted tiene algo roto... Sí. Eso es una oportunidad. Vio que dicen, se rompió algo, es una oportunidad para otra cosa. Sí, sí. No me dé algo roto. Eh... ¿Cuánto que piensa? Sí. Bueno, yo un plato. Bueno, un plato. La oportunidad para cambiar todos los platos. Es un símbolo de decir, listo, basta. Basta de esta vajilla. ¿Usted es muy derromper? ¿Por qué tardan tanto en responder? ¿Qué le pasa? A mí por ejemplo me gusta, me gusta muchísimo usar jeans rotos. Ahora, ¿qué hace? ¿los compra y los rompe usted? No, ya... ¿Espera que se le rompe o se lo hace romper? No. Sí. Se los compra rotos ya. Se los compra rotos. Bueno, por supuesto que la industria contempla que hay gente que se dedica a romperselo y hay otros que se dedican a todo lo contrario. ¿Cuál sería lo contrario? Lo contrario es arreglarlo. No hay contrario de ruptura. Cuando algo se rompe, se rompe. No hay vuelta atrás. Sí, lo puede arreglar, lo puede recomponer. Bueno, está muy bien eso que acaba de decir usted. ¿Sabes el consejo que yo le daría a una mujer que quiere tener dos novios? Comprase un auto. Ya empezamos con una inversión que es complicada. No está al alcance de cualquiera. Está queriendo decir que dos novios ya es un ascenso social. No, no quiero decir eso. Tómemolo, tómemolo. El auto puede servir primero como vehículo, ningún problema. Segundo como lugar, ningún problema. Es muy difícil no tener auto y tener siquiera un novio. Salvo que sea el novio que tiene el auto. Bueno, pero digo... Porque eso, el transporte público. Claro, eh. El transporte público, está en el colectivo. Con su novia ilegal. tocándole la pierna por ahí, así. O alguien lo ve a usted en el tren y dice, ¿qué hacía? Bajando en kilme del tren. Es como el perro de Montegrande que subía, que viajaba en el tren. Mire, una última cosa que es peligrosísima. El amor entre personas de un mismo edificio o de una misma vecindad, digamos, la de al lado. o el de al lado. ¡Es difícil! Es lo peor. Lo más peligroso del mundo. Es lo peor. Y si nadie lo ve. Yo me meto en el edificio. En vez de ir a mi departamento, voy al de mi novia. Se encuentra usted con el novio 1, va en el ascensor. Se detiene el ascensor, sube su otra novia. Ah, ok. ¿Qué cara pone usted? Ah, tiene razón. Yo enseguida me pongo colorado. Y bueno, claro, lo delata. Y le dice, ¿por qué estás colorado, Ricardo? Porque ando con esta señorita. ¿Qué crees, que te miento? No, bueno. Es más fácil entablar relación, no en los edificios de departamento, sino en los vecinos con medianera y con una parecita, una ligustrina. Eso es genial. Y vos la ves para el costado y la ves a la tí porque sale a regar o ella te ve a vos y vos vas a regar a hacerte ver. Claro, se va ahí. Te pones una camisa nueva. para regar, una mano sosteniendo la manguera y la otra en la cintura. Claro, muy canchero. Y mirando así, incluso cada tanto pone el dedo en la punta de la manguera y hace como unas piruetas, como unos juegos acuáticos. Por favor. Y la mina dice, quien puede lo más puede lo menos. No, no. Ese es el hombre. cuando lo ve regar al marido con desgano, esta es con desgano, hay una camisa mal abrochada y con la manguera, ya no sale agua y el tipo ni se da cuenta es con desvén, bueno la manguera es a los efectos estos de lograr un segundo novio, es una posibilidad con una ligustrina de por medio, porque usted le dice, me pasas la manguera para este lado que tengo todo seco. Claro. Dice, bueno, como no, porque usted tiene la bomba... O que si la manguera no la encuentra. No la encuentra... La mía no la encuentro. No, a veces no le llega, hay sectores que la manguera no llega. Claro. Entonces le dice, y usted, perfecto, le va dando, todo a través de la ligustrina. Y una cosa, trae la voz. Bueno, no sé. Voy a agarrar para poner la manguera ahí en el alambre tejido y le vas dando. La va pasando. Cuando quiera acordar, están los dos ahí. No sé si están así, pero... Muchos vecinos tienen un agujero secreto a través del cual se comunican, incluso pasan el uno al fondo del otro. Ah, por los fondos. Todo será por los fondos. Sí, ¿qué querés? Que te toque el timbre. No, bueno, pero... Sale a la vereda, lo ve todo el mundo. Pero ¿en ningún momento podemos entrar...? Cuando se casen. Pero cómo cuando se casen, si ya está casado con el uno... Usted casado con el otro que está regando ahí. Claro, está regando adelante. O sabe qué, cuando el uno está regando adelante... Usted va atrás. Usted está atrás. Y cuando el otro está atrás, usted va adelante. Y todo feliz. Así funciona el amor. Finalmente encontramos una solución, me parece. Creo que hemos encontrado el secreto de la felicidad. Qué barba. Era fácil. Le faltan páginas a este informe. Pero mejor. Lo que viene después es que vuelve el tipo de principio a decir pero nunca olvides que es malo engañar a alguien. ¿Cómo quiere que viva, señor, si no engaño? ¿Qué quieres? ¿Que confierse en todo? No, pero no lo estamos diciendo... No, si yo voy a bailar al Roxy, saco una mena... Sí... Y enseguida le digo... ¿Qué? Eh... Le debo 50 mil pesos a mi primo y no se los voy a pagar. No, para eso no. No hace falta decir todo, la propia vida le va a ir mostrando las cosas. Así se lo digo. Y aún así, aún si usted tuviera entre el novio 1 y el 2, y entre el 2 y el 3, algún tiempito de más, en esas grietas quizás encuentre algo del pensamiento ajeno. esta noche de enojos y castigos divinos. Atención. para comenzar casi a modo de ejemplo dos breves asuntos relacionados con los mitos griegos. El primero tiene como protagonista a Camblistes, no Cambliste, no Camblistes, como si fuera Pusistes. Parece que Camblistes era un rey de Lidia, Lidia en el sentido de país. de región. No lidias. No, no lidias. Ni Libia. No, Lidia. Lidia, pero no Lidia Pérez. No. Lidia el país. ¿Estamos de acuerdo? Sí. Bien. El rey de Lidia estaba en amistad con un tal Yardano. No Jordano. No, no. Ni Yardano. Ahora bien, este tal Yardano aseguraba que el rey de Lidia era él. Así que había dos que se disputaban el trono de Lidia. ¿Cómo recién? Exactamente. Yardano tenía poderes mágicos, a diferencia de Camblistes, y Merced, a un maleficio, indujo a Camblistes a padecer un hambre imposible de mitigar. Así dijo Yardano. No, vos querés ser el rey de Lidia, yo también. Bueno, mediante un maleficio, haré que siempre tengas hambre, por mucho que comieres. Un día, después de haber devorado todo lo que tenía su alcance, Camblistes, que efectivamente agarró un hambre, nos haciaba nunca, se comió todo, hasta el último sándwich y se comió a su esposa. ¡No! Y luego, horrorizado por lo que había hecho, imagínense, horrorizado pero no saciado, se comió a sí mismo hasta no dejar ni una amiga. Y de esta forma quedó resuelta aquella disputa. Es decir, Yardano fue el rey de Lidia. Y al comerse al mismo volvió a comer a su esposa porque ya se la había comido. Segundo caso, a modo de ejemplo nada más, todavía no entramos. Eos la aurora. fue otra que padeció un maleficio. Se la representa como una diosa cuyos dedos rosados abren las puertas del cielo para que pase el carro del sol. Su leyenda está llena de amores, o sea, cualquier ómnibus la deja en las inmediaciones. Por ejemplo, estaba enamorada de Orión. Bueno, parece que Eos se unió, por decirlo. Llegantemente al dios Ares y Afrodita que era la que andaba con Ares, se volvó a la asunta anterior, se puso celosa. Entonces según los mintógrafos la castigó y la condenó a estar eternamente enamorada por no decir otra cosa. No es un mal castigo, ¿eh? No, la verdad que... Estar eternamente enamorado no es, es peor el castigo contrario. Bueno... Todas las historias que conocemos acerca de la aurora, entonces, consisten en que estaba siempre enamorado, siempre con alguno. Estos dos ejemplos son el comienzo de este catálogo de enojos divinos y castigos. Los dioses se enojan y te castigan. Otro. Vamos a ver qué sucedió con Autoleonte. Dicen que cuando los locrios combatían... dejaban un hueco en sus filas en honor de Ajax, su compañero muerto, porque los locrios creían que el héroe acudía a luchar en medio de ellos, aún después de muerto. Un día entraron en combate contra los habitantes de Crotona y uno de estos habitantes, llamado Octoleonte, quiso penetrar en las líneas locrias justamente a través del espacio vacío que en honor a Ajax. Y entonces sucedió algo inesperado. Apareció un fantasma e hirió gravemente a Autoleonte en un muslo. Autoleonte se retiró de la batalla y notó que a medida que pasaban los días, su herida se ponía peor, se ponía. No curaba. Entonces consultó a un oráculo quien indicó que era víctima de un maleficio por haber ofendido a un héroe muerto. Bueno, la herida emanaba olores fétidos, dice la crónica, que alejaban a todos sus compañeros. Y el oráculo le dijo también que si pretendía que su herida se curara, debía ir a la llamada Isla Blanca, que quedaba en la desembocadura del Danubio. y allí tenían que ofrecer sacrificios expiatorios a Hayak y debían cantar una palinodia. ¿Qué es una palinodia? Es un canto de retractación y de reconocimiento del error cometido. A eso le llamaban palinodia. Está bueno, ¿eh? Hay muchos tangos que son palinodias. Sí, claro. Reconocen el error cometido. No supe comprender mi desesperación. La abandoné y no sabía. Errores cometidos. Casi no hay otros tangos. Bien, Autaleonte fue a la Isla Blanca, cantó los tangos que le acabo de decir y se curó y fue feliz para siempre. Pero hay otra herida que es la de Téléfo. Téléfo era hijo de Heracles. Según parece de todos los hijos que tuvo Heracles, el héroe, Téléfo era el que más se le parecía al papá. El vivo retrato. Téléfo vivía en Misia, un lugar pobre, imagínese. No señor, no tiene nada que ver. Como la misiadura, de dónde viene. Ah, viene de ahí. Y Téléfo luchó contra los griegos que iban a Troya. Hicieron los griegos una escada en Misia y Téléfo... no se quiso rendir y además a la mañana interrumpió un sacrificio que estaba haciendo a Dioniso, el dios, y lo dejó sin terminar y el dios Dioniso se enojó con él. ¿Y qué le hizo? Ahora va a ver, entra en batalla, teléfono contra los griegos que iban a Troya y mató a Tersandro, el hijo de Polínices. Pero en una de esas se le presentó Aquiles, Bravísimo. que era el más bravo de todos. Bravísimo. Téléfo quiso salir rajando que lo que hacían todos cuando se enfrentaban a Aquiles. Pero durante la persecución, Téléfo tropezó con una vidra, se cayó y Aquiles lo hirió en una gamba. Y por designio de Dioniso, que estaba enojado porque no le había completado el sacrificio, la herida se infectó igual que la de Autoleonte. Y usted le fue también a consultar el oráculo. Y el oráculo dijo, mira, la única manera de curar tu herida es que el mismo que te hirió, el mismo tipo que te hirió, te la cure con un poco de rumbre de su lanza o de su espada. Igual. Pero los griegos ya se habían ido. Se fueron a la guerra de Troza y Téléfo se quedó ahí en Misia. Pasaron los años. En fin, pasó mucho tiempo. Téléfo siguió con la herida. Pasaron ocho años. Ocho años la herida tenía un olor. Pero los griegos volvieron a pasar por Misia. color. Se presentó ante los griegos y ofreció mostrarles el camino, iban a Aulide los griegos, mostrarles el mejor camino si Aquiles consentía en curar su herida. Y Aquiles aceptó. Aplicó un poquito de rumbre que tenían su lanza, santo remedio. Telefó en conformidad con lo que había prometido, guió a la flota que llegó sin contratiempo a Aulide. y después atrozan. En realidad no sin contratiempo. Recuérdese, en Áhule, fue donde Agaménón se quedó con una calma chicha, no había viento y la flota no podía zarpar. Y para conseguirlo no dudó en sacrificar a su hija, Iphigenia, porque el mago calcante le dijo porque vos te jactaste. A Gamelón era muy de jactarse. Me dijo, yo soy mejor cazador que Artemis, la diosa de la casa. Dice, sí, bueno, ahora no hay viento. A ver, ahí te quiero ver. O si querés viento, sacrificá tu hija. Bueno, y entonces, ¿sabes qué hizo este tipo? La sacrificó. Yo la sacrificó. No, va. Yo eso lo veo mal. Bueno, así. Vale. Muy feinado. Ahí hay una nota, cuando yo leí los mitos griegos de Graves, me dice, y entonces Agamemnon sacrificó a su hija, uno, dice Robert Graves. Yo eso lo veo mal. Bueno, sí, amado. Nota del autónomo. No, no creo. Bueno, dice, contemos para terminar lo que le pasó a Dios Médez. Como sabemos, Afrodita había concedido su protección a París durante la Guerra de Troya. Y lo había hecho a cambio de historia que hemos contado muchas veces, que hubo un concurso de belleza entre Afrodita, Atenea y Hera y lo pusieron como jurado a París. Y París dijo que la más linda era Afrodita. Pero porque aceptó el soborno. El soborno era Elena de Troya. Claro que le iba a entregar a Elena. Y Afrodita le entregó a Elena, pero también lo protegía. Cuando en la guerra de Troya, París, se bateó contra Menelao, que era casualmente el marido de Elena, bueno, Afrodita lo salvó del peligro. Y también protegió a Eneas cuando iba a ser muerto por Diomedes. Y en esa lucha fue cuando Diomedes hirió sin querer a la diosa. La diosa se interpuso para proteger a Aeneas y Diomedes la irió. Al poco tiempo, bueno, los griegos ganaron la guerra de Troya, pero Afrodita, ofendida, maldijo a Diomedes, se acordó de que la había herido y lo perjudicó de la siguiente manera. Inspiró en la mujer de Diomedes pasiones imposibles de detener. repito, pasiones imposibles de detener. Es decir que Diomedes no le alcanzaba prácticamente. No, no. Bueno. A Egealéa se dedicó a engañar a su marido de tal forma que cuando Diomedes regresó a su casa estuvo a punto de ser más sacrado por los centenares Sí. de amantes que la mujer. Vio que era un vicio, vio que era un vicio. No, bueno, bueno. El tipo volvió a la puerta, salieron los amantes y dijeron, claro, pero entonces no lo engañaba la mujer. Claro, ni no. Tenía otros amantes, pero no lo engañaba. No. Por lo menos soy sincera. Sí, sí. Sí, bueno, están todos viviendo acá en mi casa. Bueno, entonces le dijeron, somos algunos de los amantes de tu esposa y tómatela porque te vamos a reventar. Insisto, no es un engaño. Y se fue. se fue Diomedes y renunció a su esposa, no de modo oficial, sino que se interpretó que el tipo ante la amenaza de los amantes salió rajando. ¿Así renuncia de su esposa? No sé, salió corriendo, qué sé yo. Bueno, puede ser. ¿Qué quiere decir renunciar a algo? No hacer nada para obtenerlo. Y eso fue lo que hizo Diomedes. ¿Cómo sigue la historia? se preguntará usted. Sí. No lo sé. Egealea se quedó con su pasión. Una pasión imposible de detener. Claro, amigos. Esa es la pasión que no se puede parar. Y sigue y sigue. Hasta que explote. Es imposible de detener. Claro, amigos. Bueno, muy bueno. Claro. es parecido, acá hay dos castigos que se parecen, el de Egealea, que sufre una pasión imposible de detener, y el de Eos, la aurora que contamos al principio, que andaba siempre enamorada por no decir otra cosa. Insisto con lo sospechoso de una pasión imposible de detener. ¿Cómo se detiene una pasión? Satifaciéndola. Y claro, quiere decir que lo que no podía hacer Egealea era satisfacer su pasión. Es insaciable, no le alcanza nada. Bueno, qué cosa. Yo no sé si la satisfacción de una pasión... consiste solamente en que la pasión se detenga. No. Para que se detenga una pasión es necesario saciarla. Bueno, pero discúlpeme. Bien. Algunos creen que el placer es que termine la abstinencia, que termine el dolor que provoca la abstinencia. Sí. Y eso es el placer. Bueno. No estoy tan seguro de todo esto, pero no importa. Hoy estamos con esta cosa, la de personas que no se conforman. con su marido, con uno, con dos, con tres, con cuatro amantes, sino que necesitan centenares. Yo voy a dedicar la charla a estas dos muchachas, a Ejialea, que tenía 100 amantes, pero... No se le pasaba. Y a Egos, que andaba... así todo el mundo estaba siempre enamorada, especialmente a Eo, que estaba siempre enamorada. ¿Qué canción podemos utilizar? Bueno. Vamos a usar como título de la canción la frase que Eos le decía a cada uno de sus amantes. Te doy todo mi amor. Continuamos, la venganza será terrible, estamos embragados señores. Sí. Embragado en la provincia de Buenos Aires, en el marco de la feria del libro, en el cierre de la feria del libro de Bragados. Llenos, completos, en el centro cultural, pero hay que decir que es todo público de Felipe Pérez. Todo público, sí. Que no han dejado salir, qué tremendo. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar el comienzo al siguiente segmento. La importancia de los simulacros se refiere... simulacros de incendios, el movimiento de los barcos, ejercicios que sirven para adiestrar a las personas para que reaccionen adecuadamente cuando verdaderamente ocurra una situación difícil. Acá dice, los simulacros son herramientas esenciales para preparar a las personas ante situaciones de emergencia. caso por caso. Por ejemplo, simulacros de incendio. Esto se hace mucho en oficinas, escuelas, edificios residenciales y salva muchas vidas. Claro que sí porque la gente entra en desesperación y no saben qué hacer. Cuando el simulacro... se aprenden los procedimientos que hay que hacer. Son simulacros que hace el personal, por ejemplo, en el colegio, los estudiantes, los profesores, los alumnos y también los bomberos. Sí, todos. Ahora, le puedo hacer una pregunta a usted. Sí, sí, cómo no. En ese simulacro, ¿los bomberos prenden fuego para simular? Hay distintas clases. Muy buena su pregunta. La verdad que sí. ¿Por qué hay distintas clases de simulacros? los simulacros, digamos, livianos y los fuertes. Los livianos... Bueno, hablamos. Claro. Hablamos nada más. Imagínese que se prende fuego esto y tenemos que hacer lo siguiente. Primero, salimos rajando. Segundo, etcétera. Bueno, sí. En el otro simulacro fuerte directamente prendemos fuego. Bueno, no, pero... Y después gritamos, sálvese quien pueda. No. Hay un protocolo. Tratamos de apagarlo. ¿Hay un protocolo para seguir eso? Sí, sí. Hay gente que estudió lo que hay que hacer. raje en lo que está más cerca de la puerta. Bueno, sí, pero por ejemplo, la situación de humo, vamos a denominarla así, vio que es un problema de todos los incendios, que le dicen... Muy buena pregunta. Muy buena. Es que no hice ninguna pregunta. Ah, bueno, bueno. Claro. El problema es que, a mí me dijeron que hay que tocar la puerta, y si está caliente... Sí. Sí, ¿qué? Si es que, efectivamente es como usted dice. No, no, señor. Les digo, si la puerta está caliente, no hay que abrirla. Quiere decir caer el fuego del otro lado. Porque abre y es peor. En ningún caso, ¿no es cierto? Si usted llega a su casa, yo llego a mi casa, toco la puerta. Y está caliente y me voy. No, bueno. Bien. Muy buena pregunta. ¿Por qué? Porque usted tiene que llamar, ir a buscar a los bomberos. ¿Veis que cuando se despresuriza un avión las asafatas le hacen... ¿Qué? Es radio esto, no hagas esto. Le hacen un gesto que se ponga la mascarilla. Primero usted... Primero que parezca que usted es un egoísta, las normas de seguridad dicen que primero sálvese usted. Claro. No, no, no diga así. Y después lo demás que reviene. No, no. Usted se pone la mascarilla y después asiste a los menores. Y después dice, ¿quién soy? Bien. Acá... Acá dice simulacro de terremoto. Esto pasaba. Bueno, los lugares que son más proclives. Nosotros estamos muy relajados. Acá en Bragado no hubo terremotos, nunca. No. Y, bueno, hubo en otra era. Aquí mismo en este teatro, vieron la película Terremotos, ¿se acuerdan? Sí, me acuerdo. Tenían muchos efectos especiales. Sí, me acuerdo que fue. Por ejemplo, los acomodadores, se ponían uno en cada punta de la fila y empezaban a sacudir las botas. No, me parece... Y entonces ahí te parecía que era un terremoto de verdad. y salía corriendo. Pero nosotros no sabemos cómo actuar. En cambio, en otros lugares... Mucha gente cree que en el terremoto tiene que quedarse bajo techo. Es el primero de los errores. ¿Cuál es el segundo? No, bueno, porque el techo se puede caer y lo aplasta. ¿Qué tengo que hacer? Preferible estar en la mitad de la calle, exactamente, y solo una grieta del centro de la Tierra podría hacer que usted... Bueno, pero ¿y si se le caen los edificios Claro, tiene que ser una calle ancha. Y la calle ancha pasa al colectivo. También, es el 9 de julio y se lo tiene que escoger. La mitad de la calle pero no quieto, constante movimiento. Pero no conviene estar... Muy bueno lo que acaba de decir. Por favor, no confundamos a la comunidad porque son importantes estos protocolos. Cuidado, una de las cosas que puede hacer uno... es fingir como el pastor mentiroso. A ver cómo es. Y decir terremoto, terremoto y no hay. No, eso es lo peor. Después la gente se relaja, cuando viene el lobo, se queda ahí y se los come a todos. Bueno, pero nosotros tenemos alerta verde, que no es alerta. Bonito color. Alerta verde quiere decir que está todo bien. Claro, verde siempre. Bueno, bueno. Verde es normal, no es alerta. Bueno. Alerta amarilla que quiere decir... Que quiere decir más... No, no. Puede haber un terremoto... Que dice... Me voy vistiendo por si acaso. Bueno. Ojo, estemos atentos. Alerta naranja. El terremoto está cerca. El terremoto no, ya está aquí, pero está en cinco puntos de la escala Richter. Y después alerta roja que quiere decir, nosotros ya no fuimos. Y alerta roja que es claro, listo, tienen que ir todos a los puntos de evacuación que ya están predeterminados. A usted qué punto le tocó de evacuación? Eh... Acá en el... No, bueno... De evacuación de cien corriendo. Es un error, lo tiene que saber de memoria. Tiene que decir, punto de evacuación... Punto cuatro. Punto cuatro, punto de evacuación. Alcina 226. No, no. Es números. Claro, es una área restringida. Bueno, la evacuación puede ser masiva. se llama la Cobra. En eventos como conciertos, festivales, y ahí son cruciales los simulacros para aprender cómo tenemos que salir rajando si somos mil. Claro, y también hay protocolos, porque están los de primera clase, son los que se salvan. Claro. Aquí en este barco, buenos tardes. Soy el capitán. ¿Qué tal? ¿Cómo les va? Les doy la bienvenida al barco. ¿Pero es cierto que se está hundiendo, capitán? No todavía. ¿Cómo todavía? Estamos zarpando con un destino hermoso, que es el sur argentino y sobre todo la zona de Témpanos. Sí, bueno, pero vamos a hacer un simulacro, ¿verdad? No es de verdad. Vamos a hacer un simulacro, así que relájense, está todo calculado. Lo único, memoricen sus puntos de evacuación. Cuatro. Bien. Alcina 221. Mal. Tiene que ser un punto concreto. Los puntos de evacuación son puertas que tienen un gomón. ¿No está marcado el gomón? Con el número gigante, cuatro. Siete. No, no es el chinchón esto, eh. Bueno, cuidado porque los simulacros a veces son demasiado perfectos. Nuestra compañía Naviera, en el último simulacro, se ahogaron 117 pasajes. No, bueno... Pero todo mal hecho. El realismo en el simulacro tiene que llegar a un punto. Como en la filmación de la película Titanic. Bueno... Yo creo que el simulacro hay un punto en donde declina su realismo, porque si no, de aquí estamos jugando. Sí, pero por ahí viene el verdadero naufragio y todos dicen, bueno, basta, terminemos. No, no. Terminó el simulacro, dice Leonardo DiCaprio con el agua hasta acá. ¿Qué simulacro? Mamerto le dice uno. Atención todos, atención. Ahí habla el capitán. Atención, habla el capitán. Estamos haciendo el simulacro en este momento de hundimiento. Van a ver a sus costados la presencia de agua. Sí, pero no es mucha agua. Está ingresando agua. El capitán, capitán, el capitán. Se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, se, Se vayan dirigiendo, señora, a los puntos de evacuación. Ya algunas sirenas están sonando. ¿Van a servir la escena o no la van a servir? No, no, no, no. Ahí estamos tocando la sirena. Por favor. Por lo menos funciona. El simulacro está saliendo muy bien. Les pido por favor que vayan a los puntos de evacuación. Cuatro... Siete... Finalmente, acá hay simulacro de ataque cibernético. ¿Qué es esto? Es cuando hackean todo el sistema. Todo el sistema, toda la computadora, de todo. ¿Cuando su cuenta bancaria no tiene plata? Nunca. Bueno, lo hackearon. No, no exactamente. ¿A qué dice? Simulacro de desalojo en aviones. ¿Cómo vamos a desalojar el avión? Hay que tener mala suerte. Hay que abandonar el avión. Estamos a 7.000 metros de altura. No, bueno, pero es cuando en un aterrizaje de emergencia muchas veces no se respetan todos los protocolos habituales de sacar las valijas. No, la valija nada. Mire, hay simulacro de... A usted se le rompió, hablábamos de cosas rotas hace un momento. Sí, cómo le va. ¿Es usted? ¿Era usted? Se rompió el tren de aterrizaje, lo cual significa que el avión se va a deslizar por su fuselaje, sin ruedas. ¿Y qué quiere que simulemos? No. Va a ser un aterrizaje, no. Por lo tanto no va a haber manga. No va a haber manga. No, pero... En el mejor de los casos no va a haber manga. No va a haber avión casi. Bueno. ¿Manga qué quiere decir? ¿Que viene el copiloto y te jetea 50 pesos? No, no. No, señor, la manga para salir del avión. Entonces, ¿cuál es el protocolo de aeropuertos? Se tira shampoo a la pista, vio que muchas pumas... ¿Shampoo le tiran? Le tiran. Ay, para mí puede ser... ¿Qué? La marca mía. No, no, no importa eso. Es verdad, le pregunto a usted como piloto. Sí. ¿Es verdad que todas las marcas de shampoo son lo mismo lo que cambia el tarro? No, bueno, creo que no es un momento para esas preguntas. Es que bueno, no es tampoco un momento para tirar shampoo a la pista. Pero escúcheme, es como... Está loco usted. Es como el camión de bomberos, en vez de tirar agua, tira shampoo... Todo una espuma. Llena de espuma la pista. Que crema de feitar palmolive. No. Pero que ese, ni fuga. O sea, eso evita que se prenda fuego. Pero usted está confundiendo simulacro con lo verdadero. En los aviones no puede haber simulacro. No, un poco sí, todo eso lo hacen. El avión ya está detenido en la pista, está toda la espuma. Entonces, empezamos con los inflables ahora. Atención al capitán, habla el capitán del avión. Sí. Arranquemos con los inflables. Sí. Sí, termine la... No, vio que dicen tripulación de cabina armado en puertas. Sí. ¿Que recién arman la puerta? No. Que ya está todo dispuesto. Entonces usted para la emergencia, cuando abramos la puerta, vamos a ir llamando por número y se tira por un tobogán inflable. Que lindo, eh. Eh. ¿De arriba? Sí, pero ya el avión aterrizó. Ah, ya aterrizó. Y están los bomberos ahí. Esperando. A mí, una vez yo... Le voy a preguntar ya que está aquí usted. Una vez yo fui con un perro en el avión. Sí, ahora se permiten. Bueno, en aquel entonces no permitían. Yo le escondí al perro, lo metí en mi bolso de mano. Está bien, un perro chiquito. Claro, entré con el bolso de mano y lo metí ahí. Por ahí empezó a ladrar el perro. ¿Adentro del maletero? Sí, era el maletero. Guau, guau, vio como ladran los perros. Sí, en general. Y por ahí viene la zafata, una bruja. No, bueno, no está permitido. Empezó... A reconocer de dónde se... Guau, guau, yo empecé también a ladrar. Sí. Para confundirla, ¿no? Y dice, acá hay un perro, me dice. Acá hay perro cerrado. Sí. Empezó a abrir. los bolsos abrimos y sale el perro. Salió. Y debe haber preguntado de quién es este bolso. Claro, y le dijo es mío, le dije. Bueno. ¿Qué quieres, que te mientas? No. Entonces... Es soportable. ¿El perro tuyo? Sí, sí. ¿El perro que está dentro? Bueno, me dice lamentablemente, me dice la tipa, el perro me la envían. Sí. Y claro, los liberales son así. Un poco incómodos. Sí. Me dice, lamentablemente está prohibido en esta aerolínea y en todas el perro. Sí, está bien. Así que vamos a tener que arrojarlo. ¿Cómo lo va a tirar desde el avión? Sí, porque no puede estar aquí, señor. ¿Son 10.000 metros de altura que está el avión volando? ¿Qué quiere, que lo bajemos a 5? No, no, pero... Pero de todas maneras yo no lo puedo... Tardaría de llegar a tierra el perro porque se va congelando y desintegrando las partes. Se muere antes de tocar el piso. Bueno, sí. Pero me parece que... Pero es la única solución. Así que... Pero ¿y usted qué dijo? Yo dije, mire, no lo podemos arreglar de alguna otra manera. Y sí, claro, claro. Se me ocurre una cosa, dormir con una jeringa el perro... Sí. Y que esté inconsciente. y cuando llegan a destino lo despiertan. El perro está prohibido en el avión, sea que esté consciente o inconsciente, me dijo la gente. Bueno, pero... Nosotros no hay diferencia. No, disculpe... De una persona consciente y otra inconsciente. Para mí... No sé si me interpreta lo que quiero significar. Sí. Pero un perro inconsciente es igual al tapado de la señora, por ejemplo. Pues ya lo tiramos, vamos a tirar el tapado también. Ah, no, bueno. Mire, yo soy de la Sociedad Protector de Animales. Ah, cómo le va, me pareció. Bien. Y ya mismo estoy elaborando un acta, porque le voy a poner una denuncia. Sí. Que me va a tener que... Espere, espere que voy a tirar al perro y enseguida estoy con... No, no, no, no. Esta línea aérea no va a existir más. Atención, señores pasajeros, habla el capitán. Ahí dice el capitán. Estamos volando a una altura de 10.000 metros y estaríamos llegando a Río de Janeiro a las 22.30. Hemos tenido un pequeño percance en uno de los motores, por eso digo, estaríamos llegando... Ah, bueno. No estaremos llegando. Es la misma bocina, un avión con bocina. Les pido por favor que estén atentos al protocolo de emergencia. ¿Van a servir la cena? En principio vamos a manguerear con shampoo el interior del avión. Pero eso es para la pista, no para el interior. ¿Los van a llenar de espuma acá adentro, encima que nos estamos...? Bueno, es el protocolo, señor. Bueno, no, pero... Me tocó al lado de un perro, me tiran shampoo y se tapó el canelavión. Atención, ¿hay un perro? Sí, efectivamente, encantado. Porque la manivela que se rompió, solamente el tamaño de un perro puede meterse por el hueco para arreglar las turbinas corriendo la manivela. Bueno, estamos salvados. Estamos salvados porque lo tengo adiestrado. Hago muchos simulacros yo con mi perro, con Sultán. Sí. Y Sultán, cualquier cosa que se parezca a un palo, tira de él. Ah, bueno. Sultán la manivela y él va. Sultán el palo y él va. Por favor pedimos la asistencia del pasajero y la mascota en la cabina del avión. Aquí estoy, yo soy el dueño. Y este? Este es el perro. Bueno, muy bien. ¡Vamos, sultán! Estamos contigo, sultán. Eh... Lo vamos a poner en un agujero que hay ahí en el fuselaje. Ajá. Y... Qué raro que hay en el agujero en el fuselaje. Y el perro va a ir a la manivela. Yo lo mando, yo lo mando. Sultán, la manivela. Exacto. Ahí va, mire cómo va. Muy bien. Es nuestro héroe. Ahí se está acercando, quiero decirle a los pasajeros que mantenga la calma, el perro se está deslizando por el interior del ala. Sí, sí, ahí lo trae. Dame, ya está. Tirole la manivela, mire. Ahí está la manivela. ¿Qué es eso? Y ahí vuelve. Pero eso es un palo. No, es la manivela. Es la manivela. ¿Estamos salvados? Estamos salvados. Muchas gracias, sultán. Lamentablemente el perro nos ha salvado, pero el protocolo es el protocolo. No, no, no. Sultán. antes de arrojarte por la ventanilla, te queremos agradecer. No, bueno. Te lo debemos todo, sultán. Adiós, sultán. Adiós, sultán, sultán. El palo, sultán. Qué va a hacer, era un gran compañero. Sí. Ciudadano ilustre. Sí. y bueno, todo lo que le parece si aterrizamos. Muy bien, póngase los cisturones, por favor, que vamos a impender el descenso hacia la pista de aterrizaje. Señores, vamos a hacer una breve pausa para dar comienzo al bailongo. Muy bien. Y para finalizar, dos palabras bastan. Gracias. oficinanerd.com. Pasión por el podcast.