La Venganza Será Terrible (oficial)

La Venganza Será Terrible - 16 de abril 2024 - LVST 16/4/24 

Más episodios y las canciones del Sordo Gancé y el Trío Sin Nombre y Gillespi en LaVenganzaSeraTerrible.com

  • Lou Salomé: una mujer muy hermosa, muy inteligente y muy aficionada a los triángulos amorosos
  • ¡Mamá, me gusta la vecina!
  • Consejos para alojarse, de forma sana y saludable, en un hotel
  • ¡Mamá, quiero darle celos a un chico!


What is La Venganza Será Terrible (oficial)?

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La venganza será terrible. Buenas noches, muchas gracias. Aquí estamos en el Caras y Caretas con mucha gente amiga. Vamos a saludar inmediatamente a Patricio Barton. Hola, amigos. Buenas noches. presenta el artista antes llamado Gillespi. Hablaremos hoy de una mujer muy hermosa, muy inteligente y muy aficionada a los triángulos amorosos. Hoy será un día de triángulos amorosos, pero uno de los vértices era siempre el mismo. Nos estamos refiriendo a Lou Salomé. En realidad se llamaba Louis-Franç Salomé. Nació en 1861. Venía de una familia aristocrática alemana que vivía en San Petersburgo. Su papá era un general amigo del zar, del zar de Rusia. Lú pasó su infancia en una residencia cercana al Palacio Invierno y, si no, se iba en una dacha, una especie quinta que tenían en el campo. Era la más chica de cinco hermanos. La primera aventura amorosa que no llegó a consumarse fue con el pastor Hendrik Dilot. que era un predicador protestante, quizá el más importante de Rusia. Con él tuvo sus primeras clases de filosofía. Parece que Gilot era demasiado afectuoso. Muy bien, muy bien le decían. Gilot se enamoró de Luz Salomé hasta el punto de que planeó divorciarse de su esposa y casarse con ella. Era muy chica, Luz. Un día Gilot le preguntó redondamente si no quería ser su amante. Escúchame, le voy a preguntar una cosa. ¿Su amante? ¿Lo puedo hacer? No. Bien. Lú se negó y no lo vio más. Bueno, está bien, claro. A los 18 años Lú se fue a Zurich para ir a la universidad. Dice el cronista que Luis Salomé solía sentirse... Fuertemente atraída. ¿Cómo? Fuertemente atraída por la figura de un mentor mayor. Seducía a los eruditos, pero después los maltrataba un poco. Dice la crónica. Detenía a los embates del sabio enamorado y al mismo tiempo se entregaba a compañeros menos diestros. A ver, a ver, a ver cómo se dice. La tipa seducía al maestro... y después agarraba viaje con el más sonso de los alumnos. Está bien, va a ir. En Roma, durante el invierno de 1882, Lou visitó a la feminista Malvida von Meisenberg. Allí conoció al protegido de Malvida. En realidad es Malvida. Malvida von Meisenberg. Y conoció al... protegido de Malvida, el filósofo Paul Rie, que tenía 30 años. Rie era hijo de un hacendado prusiano que había perdido todo su dinero en el Escolazo y había acudido a esta chica a la Malvida para jetearla, para pedirle un guita. Lu y Rie pasaron por Roma y luego de varias excursiones, el Rie le declaró su amor. Dice, te amo, le dicen. Bueno, pero a ella no le gustaba nada el tipo. Y Luz Salomé le habló de un ideal de hermandad sin sexo. Dice, mirá, Paul, no te acerque, no te acerque. La hermandad sin sexo sacó un palo que tenía. Paul Rea dijo algo así como, muy buen, ¿qué va a hacer? Aceptó, aceptó la amistad. Era un modo de estar cerca. La habrá pensado el tipo quizá un día se caiga el techo y algo sucede. Lou le habló de un sueño que se repetía con frecuencia. Y en aquel sueño ella se veía con dos tipos en un apartamento repleto de libros y flores. Y este Paul Rigg entendió, o creyó entender, o le convino a entender... que este sueño quería decir que ella en realidad quería estar con dos hombres. No, bueno... Y le dijo, mire, usted lo que está soñando es muy sencillo. Sí. Usted quiere estar con dos hombres y uno soy yo. No, no, no. Ahí me pasaste. Entonces directamente convocó a un tercer personaje para que viniera a vivir con ellos. Sí. Y le escribió a un amigo. Este amigo se llamaba Federico Nietzsche. Ah, Nietzsche. Che, Nietzsche. Ah, no vas a creer lo que pasa. Rehe sabía que Nietzsche aceptaría una propuesta de ese orden porque era un hombre a quien cualquier on-news lo dejaba en la cercanía. Hacia poco había roto su relación con Richard y Kossima Wagner. Ah. Eran amiguetes, pero se habían peleado. Nietzsche efectivamente aceptó la propuesta de Rehe y Luz Salomé. Se encontraron en la Basílica de San Pedro en Roma, mirá qué lugar. Cuando Nietzsche vio a Luz, también se enamoró. Sí. Me enamoré. Se inclinó galante ante ella y le preguntó, ¿qué estrella nos ha traído hasta aquí con ese tono? Y le propuso rápidamente matrimonio. Para, dice Re, por Re. Le dice, momento, el pacto no incluye este pedido. Bueno, dice Nietzsche y aflojó. Se armó un trío entre ellos y ellos lo llamaban la Santísima Trinidad. Ahí abundaban los besos, los cruces intelectuales, pero no más. Ah, loco. Viene así. Llegaban hasta los besos. para sellar su pacto con un retrato. Como marco, él hicieron una carreta de granja donde Rege y Niste aparecieron situados allí donde se ataban los animales de tiro. En la parte de adelante. Alrededor del brazo de cada uno se ató una cuerda que sujetaba Lu a modo de rienda. Ellos estaban como bueyes y Lu Salomé como carretera. y ella impuñaba también un látigo. ¡Mirá vos! Ahora empiezo a entender. En octubre de 1882, los tres pensaron en establecer Ménage en París. Sin embargo, Lou, preocupada, más que nada, por la intensidad de los sentimientos de Nietzsche hacia ella. Claro, claro, estaba enamorado. Claro, me quiere demasiado. Comenzó a inclinarse por el otro, por Rie, que parece que era más tranquilo y afable. Nietzsche aceptó que debía perder a los dos, tanto a Samada como a su mejor amigo, y se les pidió de ellos para siempre. Y luego siguió un cruel intercambio de correspondencia. Ustedes destrozaron mi vida, mangas sinvergüenza, qué se yo. Influido por Lisbeth, su hermana, la hermana de Nietzsche, Nietzsche desarrolló una intensa animadversión contra Luz. decía que era un mono manoliente, amenazó con suicidios, alardeó de sobrevivir a una sobredosis de opio, más tarde su dolor lo llevó a una pronunciada misoginia. Lu no olvidó a Nietzsche. presentó sus trabajos al crítico George Brand, que comenzó a divulgarlos. En los siguientes cinco años, Luz Salomé y Paul Rhee vivieron rodeados de un grupo de intelectuales en Berlín. Las relaciones sociales se centraban en Luz, que era llamada Excelencia, mientras que de Rhee decían que él era la Dama de Honor. Luz atormentó a Rhee, permitiendo que hombres brillantes la cortejaran. El edatipo le daba pifia levantándose hombres brillantes en el roxy. En 1887, Lu quiso casarse con Karl Andreas, un famoso orientalista, especialmente erudito en la civilización persa. Ella le pidió a Ri que se quedara para formar un nuevo Menájatra. Ri se negó. No solo se negó, se mató. No. Se mató, sí señor. Lo encontraron en un río suizo. Había saltado desde un acantilado. Bueno, algunos dicen que se cayó también. Bueno, bueno. Cuentan que Karl Andreas, el otro, fanatizado por sus estudios, parecía un monje oriental, parecía. La manera como se dijo Alú fue violenta. Ajá. Así son los monjes orientales. Un día se presentó en la puerta de la casa de su amada, cuando vivía todavía con Paul Rhee y se declaró. Lú lo rechazó. Entonces, enojado, Andrés tomó un cuchillo y se lo clavó. Él mismo, ¿eh? Se lo clavó en el pecho. Y semejante determinación, por no decir locura, convenció a Lú. Sí, pero... Eso sí, eso sí, nunca falla. Este es enzarta una cuchilla en el pecho y dice, ah bueno, está bien. Y Lú dijo que la sangrienta Azaña confirmó que estaba destinada a casarse con él y se casó. No, mejor dicho no. Impuso algunas condiciones. Se casaría si podía mantener su libertad y lo que era más importante, si no... O sea, la condición era que no tuviera que hacer el amor con él. Otro cuchillo. No, no. ¿Puedo decir algo? Una de las peores condiciones para un matrimonio. Claro. Andreas aceptó a regañadientes. Alguna vez quiso unírsela por la fuerza, pero nunca pudo. Para tranquilizar a su esposo, Lou contrató a una tal Marie, que representaba el papel de esposa suplente para Andreas. No hay homenaje. Ahora eran Lou, la esposa suplente, Marie y Andreas. Los tres vivieron confortablemente. Y Marí tuvo dos hijos de Andrés. Lo bautizaron pirulo y eran felices los tres. Un día, Lú se enamoró de otro muchacho. En 1897, un amigo en común de Andrés les presentó en Munich, nada menos que Rainer María Rilke, que entonces tenía 22 años. No había escrito. Rilke la cortejó con la misma resolución que antes se había demostrado Andrés, solo que no ofreció su sangre. Contó que tras haberla visto en una primera oportunidad, andaba siempre con un ramo de rosas caminando por toda la ciudad, temblando de impaciencia ante la posibilidad de encontrarla por azar en alguna parte. Andaba con un ramo de rosa, y si la encontraba, este ramo de rosa es para usted. Pero no la encontró. En el final la encontró, pero en una reunión y se le declaró y ella lo aceptó. En Múnich vivieron entonces Andreas, Lu y Rilke y fueron felices. Ella y su esposo Andreas se encargaban de corregir las poesías que escribía Rilke. Por su parte dicen que Andreas había adoptado una estrategia. Había elegido entre todos los pretendientes de su esposa el hombre con quien mejor se llevaba él. Claro. O sea, la elección de Rilke también había sido de Andreas. Pero el trío se unió todavía más cuando en 1899 se embarcaron en un largo viaje a Rusia. Entre los recuerdos más interesantes, los tres pudieron reunirse con León Tolstoy. y conversar con él. Andréa se mostró encantado cuando el escritor ignoró a Salomé y a Rilke y lo interrogó incesantemente sobre Persia. Era un pequeño triunfo ante su joven y cercano competidor, especialmente ante Rilke. Bueno, cuando Luke cumplió 50 años, porque el tiempo pasa, ¿no? Sí, sí. Acudió al Congreso sobre psicoanálisis de Weimar en 1911. Ya había escrito 10 novelas, un estudio sobre Nietzsche y docenas de artículos sobre una gran variedad de temas. La relación con Rilke había terminado. Rilke murió joven en 1926, no tan joven, en su lecho de muerte, ¿no? Y no fuera, tipo. Por entonces, Andreas vivía solo en Gotinga, esperando que su mujer se reuniera con él en algún momento. En aquel Congreso, ¿no es cierto? En el Congreso de Psicoanálisis de Weimar, 1911, Luke conoció a Freud. Bueno, lo sedujo. Y siguió con aquella costumbre, porque, además de seducir a Freud, enamoró también a uno de sus discípulos. El médico croata Victor Tavsk, que Lúbvig era Tavsk, como amante lo enfureció a Freud. Y escribió sobre Tavsk como un ave de rapiña. Pero bueno, se sometió a este nuevo homenaje, esta vez en casa separada. Algunos dicen que Lúvig en realidad se había propuesto seducir a Tavsk para acercarse al maestro. ante quien el discípulo, bueno, podría presentarse. En 1913, no, en 1913, Lú puso fin a su relación con Tosk, pero este muchacho desesperado se castró. Disculpenme. Bueno. El otro ya tenía el cuchillo en el pecho. Sí, claro. Este insistió. Pero no, este se castró y después se pegó un tiro. Ah. No, no iba a ser al revés. No. Bueno. No. Lu empezó a estudiar psicoanálisis, claro. Sí, sí. Tengo un novio. Hubiera empezado antes. Lo abandono, se castra y se mata, yo empiezo a estudiar psicoanálisis. Freud, que sentía devoción por ella, le facilitó pacientes. Le mandaba a los que no estaban muy locos. Se los mandaba a ella para que practicara, como hace Rolón. Bueno... En algún momento se pelearon, porque ella adhirió a las ideas de Adler, que eran vapuleadas en el terreno freudiano, y Lou llegó a ser psicoanalista de Ana, la hija de Freud. Cuando sus relaciones con Freud terminaron, Lou regresó a Gotinga con quién? Con el marido, Carla Andreas, hasta que el orientalista este murió en 1930. El ascenso de los nazis fue muy difícil para Luh, ya que Lisbeth Nietzsche, la hermana de Nietzsche, visitada por el propio Hitler, comenzó a difundir el rumor de que Luh era finlandesa y judía. Lisbeth odiaba a Luh, dirigía los archivos de Nietzsche... y lo se usaba para modificar sus pensamientos, los pensamientos de Nietzsche, con el fin de hacerlo parecer un nazi. Bueno, algunos trabajan por ese lado, lo mismo que pasa con Wagner. Odiaba a Liesbeth Alou porque ofrecía un punto de vista de su hermano, Nietzsche, completamente distinto, que no respondía en absoluto a la coyuntura hitleriana. En 1937, en Gotinga, a los 76 años de edad, a causa de una falla renal. Inmediatamente después de su muerte, en 1937, la Gestapo confiscó sus papeles y su biblioteca. Algunas cartas con sus amantes ilustres pudieron salvarse y fueron fuente de la historia que contamos. También hay... Creo que hay un libro, ¿no? la correspondencia de Luz Salomé nada menos que con Germán Gese. Así que es muy interesante esa correspondencia. y bueno, ya hablaremos un día de eso. Linda historia. Muy linda. ¿Y cuántas celebridades literarias, intelectuales? Así que hemos pensado ilustrarla con este tango que alude a estos tríos y se llama Tres Esperanzas. Claro. Tres Esperanzas canta ahora Jorge Vidal. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. Mamá, me gusta la vecina. Esto puede pasar, eh. Eso puede pasar. Esto puede pasar. A mí me ha pasado muchísimas veces. A veces a uno le gusta una persona que está del otro lado del mundo y a veces está al lado. La mayoría de las veces te gusta la del lado porque la ves más veces. Pero ¿usted se enamora de lo que ve más veces? Socorro. No. Bien, posibilidades para levantarte a la vecina, vamos a decirlo. En criollo, así. Yo creo que hay que tener una muy buena estrategia para que la relación no vaya hacia el lado de la amistad. Ah, no, eso es terrible. A lo mejor que, decirle un momento. antes que empecemos a hablar. La para en la calle. Si, si. Si no me conoce, yo no la conozco. Si. Y le dice, lo que yo no quisiera es que esta relación vaya paralela de la amistad. No, bueno, no, no. Que se va para un lugar y el tipo paralela. Eso es horrible, ¿cómo lo va a decir? Eso es extraordinario. No, sea bueno, pero no. Yo mina, a mí un tipo me dice, eso me enamoro. No, eso lo tiene que ir cuidando en toda la estrategia. Bueno, a ver qué dice acá. Dice, yo creo que hay que diferenciar entre la vecina que vive en tu edificio, siendo este un consorcio, y la vecina más común que es la de la casa de al lado. La de la degustrina. A lo sumo de enfrente. Sí. Acá hablan del edificio. Bueno. Y dicen, el pasillo. Busca permanecer mucho tiempo en el pasillo. Bueno. ¿Pero con qué excusa? ¿Qué es un florero? Y no sé, por ejemplo corriendo y tomándose el tiempo. No. Yo creo que limpiando el pulo... No, sabe lo que puede hacer si usted está en el mismo piso, esto es para los edificios, ¿no? No, o abajo, para esperar que baje. Bueno, en el hall, no, pero si no está... No, en el mismo piso. Si es una vecina del mismo piso, usted mira por la mirilla y vio que hay una visión bastante amplia por ahí. Sí, sí, se llama Ojo de Pescados. Bueno, ¿ella? No, es la mirilla, señor. Son esas que tienen 360 grados. No, 360. ¿Cómo? No tanto, pero tiene mucho ángulo. Y cuando la ve salir sale usted. Sale usted. ¿Pero con qué excusa? No importa, salí. Lo puede hacer una vez. No, el primer logro es que te salude. ¿Y de qué manera? Es así la cosa, acá no dice nada eso. No sabe nada. Hacer que te salude. ¿Y de qué forma? Pasa... Al principio... cruzás. Como un saludo mínimo, no muy explícito. Si la tipa por ahí te hace una m... La próxima si, buenas tardes. ¿Y ella? Buenas tardes. Bueno, bueno, bueno. La siguiente vez, buenas tardes, ¿qué tal? ¿Cómo andas? Bien, gracias, gracias. Y así poco a poco, sumando de alguna palabra, sumando ya la acostumbrás a saludarte. Por ahí algún día ella te saluda primero. Sí, claro. Esto lleva años. Bueno, bueno, bueno. Se muda, antes se muda. Me mudé por el idiota que me saludaba toda la mañana. Esto es lo primero, porque si no vos tenés que atracarla de un modo invasivo. En cambio, buenas tardes, ¿qué tal, cómo le va? Bien, bien, aquí estaba y ahí ya empieza una conversación. Ahora, otros lugares para encontrarse es... Va a sacar la basura. Ahora no se puede porque... hay como unos tachos, es distinto, pero antes salíamos a sacar la basura. Claro, en el barrio, sí, a la noche. Y uno aprovechaba para flexionarse, ¿no? Salía otro y uno se quedaba, cambiaba unas palabras. Sacando la basura, sí, quedó la basura, ¿no? No, bueno, señor. Algo así, un comentario así, con toda la basura que hay en el mundo. se van acostumbrando, usted le toma el tiempo a ver a qué hora saca la basura. Sí. Y usted sale un poquito después. Pero ojo que está ya perfilando hacia el lado de la amistad. No, no, no, no. Usted habrá tenido la precaución de decírselo ya. No, no, pero no le puede decir. Ya vio que son conversaciones que no... Acá hay una cosa que está buena para los edificios de departamento. Dice, ¿tu piso está por encima del suyo? y ella y tú también, hueca las cosas en el balcón, agarrá una prenda tuya, tirásela... y que quede enganchada en la soguita de la tienda. Un calzoncillo. Lo primero tiene que estar limpio. Tiene que estar inmaculado y nuevo el calzoncillo. No le voy a tirar un calzoncillo de eso que ya está todo vencido. Y tiene que tener puntería, porque si lo tira otro balcón, tira todos los calzoncillos. Directamente lo das por perdido. O va a ir, disculpe, le tiré un calzoncillo a la de arriba y siguió viaje. No, el peor viene otra y le dice, ¡ay, esto será suyo! Perdón, ¿este calzoncillo es suyo? Sí. ¿Cómo se dio cuenta? Porque hay 50 que cayeron en el pulmón del edificio. Todo el mundo me tira calzoncillo. De todo el edificio. También, si usted tiene espíritu romántico, le puede escribir en el calzoncillo algún mensaje. ¿Y qué le va a poner? Le va a poner... Bueno, ojalá que este calzoncillo no se encuentre... Pero si no cuelga el calzoncillo con una caña de pescar, lo va a bajar. Pero ella por ahí lo está mirando. Y que aparezca en el campo visual de ella por la ventana. Bueno, ahora si usted vive arriba, también lo tira. Es un poco más difícil. Sí, vive abajo. Abajo, claro, y ella arriba. Claro. y ahí va, si no quiere un cazóncillo puede ser una camisa. El ascensor. El ascensor es un muy buen momento, uno tiene 30 segundos para definir. O si no arregla con el portero, para que esté vigilando, cuando yo me suba con esta mina, vos me abrí la puerta de abajo y se para el ascensor. Sí, vale señor. Y te doy 30 pesos. Bueno. ¡Qué barbaridad! ¿Cómo le va? Se detuvo el ascensor entre los pisos. Atención, ¿soy el portero? Sí, sí. ¿Era esa la mina o es otra? ¡Gracias! Bueno, si no el tipo se va a dejar. Escúcheme. Claro. Me tuve tres horas encerrado con mi tía. También está ir de frente a Marge y tocarle el timbre. Con un regalo, va. Con algo. Con un regalo, está muy bien. Una flor. No me parece buena idea. Y sale el novio. Sí, sí, puede pasar. ¿Y usted qué hace con la flor? La señora de morrones, ¿vive acá? Sí, es mi mujer. No, no. que justo se llama... Justo se llama Morrón. Qué puntería que tiene usted. Bueno, si deseas conquistar a una chica de tu barrio, tienes que saber algunas cosas de ella. Ah, ah. Si ya tienes los datos de a qué hora sale, como yo le he dicho, etcétera, esperala en una esquina y cuando llegues te haces el sorprendido. ¡Oh! Sí. Las saludas y conversas. Esto es genial, esto me gusta. Sí, no hagas preguntas difíciles, por ejemplo. No. ¿Cómo se llama el desierto que está en el centro de la ciudad? No, preguntas que involucren la vida de ella. Claro, tiene que decir, ¿qué casualidad justo nos encontramos... ¿vas para el departamento? ¿Usted es la del ascensor? Bien. Amigos en común, no, amigos en común no vale. No hay amigos en común. No, quizás del mismo edificio. Casero, qué sé yo. Del mismo edificio pues. No sé, nadie tiene amigos en común. Ehh... No, bueno, consultá, a ver si la conocen en el barrio, si te dicen que le gusta ir al cine. No creo que te digan eso. ¿Quién le va a decir? Eso ya no. Cuando uno, en el barrio, son maldicentes, pregunta ¿y qué sabe destaminar? No te dicen que le gusta el cine. No. Le dicen otra cosa. ¿Sabes cómo le gusta el cine? No. Usted tiene que mirar la bolsa. ¿Ya de entrada? Cuando viene de hacer las compras. Usted ve que compró arroz integral, un poco de tofu. Sí. Y dice, ¿esta es vegetariana o macrobiótica? ¿Te gusta el arroz? Mejor hablarle de cine que de macrobiótica. Si te dicen que sí, o te dicen tus amigos que les gusta ir al cine, ¿Qué? Le empezás a hablar. ¿Dice qué? ¡Qué barbaridad este... ¿Quién? Este... Robert Refford. Pero Robert Refford ahora, no sé. La última película que vi era con Robert Refford. Bueno, está con el cine independiente, vio que también puede ser. Cine independiente. Bueno, si te gusta algún... o le gusta a ella un cantante en especial. Escuchando la música que ella escucha. Claro, escuchar la música que escucha. Y vos... ¡uh! Mirá, le gusta... Luis Miguel. Y usted empieza a cantar, ¿no? Las canciones... Más disimulado. Usted era culpable de toda la infiel... La letra no la vas a ver, pero más o menos. De toda la infiel... Usted llenó mi alma... De amargo su mi... Por los pasillos, así, cantando. Usted es como un rueco... Y ella qué es? Y por ahí la mina sale... Y yo... Perdóneme si la molestaba, estaba cantando una canción de Luis Miguel. Y la mira y le va a decir... ¿Y qué dice? ¿Cómo? ¿A usted le gusta Luis Miguel? Claro. Ahora, si no le dice nada... y te digan, ¿por qué no me preguntas si me gusta Luis Miguel? No, no le dice nada. Ahí se queda de evidencia. Tiene que esperar, si no le preguntas no tiene interés. Y ahí le empieza a decir, Luis Miguel... Tengo dos entradas, dice usted. Tengo dos entradas. ¿Dónde toca? Para Luis Miguel, no, no, para el Sr. Urquiza. Ah, bueno. La de Robert Refford. No, dan una de Robert Refford. A las chicas les gustan los muchachos que se preocupan por su manera de vestir. No creo. Por la manera de vestir del tipo. Del tipo, claro. Los lechuguinos les gustan. Si desea sorprender a tu vecinita... No me gusta el tono que está empleando. Bueno, bueno. Usted le agregó el tono. No tiene el tono. No, la palabra vecinista. A mí no me diga vecinista, dice la media. Bueno, entonces tengo una apariencia más cuidada. Arréglate antes de salir. Usa un perfume agradable. Échese un buen medio litro de tulipán negro. Bueno, lo sé, señor. Pero tienes razón, porque imagínese que va todos los días a verla. Tiene que estar cada día con un modelo distinto. No puede andar con un pullover de eso. Bueno, pero es difícil. Del tiempo de la inundación. Pero usted tiene una prenda para cada día. Pero hay gente que anda siempre con el mismo. Lo mismo que si por ejemplo usted suele ir a jugar a la pelota con los amigos y vuelve todo transpirado o cuidado, porque cuando vuelve por ahí se encuentra con ella. Y le dice, uy, mirá. Bueno, pero está bien, se encuentra con un deportista... Sí, güey. No, pero usted no parece un deportista. No. No es un poligrilo. Yo cuando venía, o cuando vengo, a jugar a la pelota, no parezco un deportista. Parezco un desgraciado. Por ahí se encuentra cuando usted viene a jugar a la pelota con ella y ella dice Anda con el asesor, yo espero que sigues Después, acá dan consejos de que uno se convierta en admirador online y yo no creo, porque si estamos hablando de vecindad para eso si estamos online da lo mismo que bien en la china la tipa pero el vecino amable a las chicas les gusta sentirse protegidas y queridas Y ya entraron en confianza, pero todavía no te animas a decirle lo que sientes. ¿Pero cómo? ¿A decirle lo que sientes? ¿Cómo se levanta a mí este tipo? No, va a ser raro porque apenas... Porque apenas dice, te amo. No es así. 100 horas quemados le dice a ella. Sí, sí. ¿De dónde saliste? Sí, es raro. Yo le voy a decir cómo hay que hacer. A ver, a ver, esto me interesa. Yo le voy a decir cómo hay que hacer. Sin libreto, sin libreto. Primero, hay que buscar la costumbre. Lo primero que le dije, que se acostumbre a que vos sos un tipo que la saluda y ella también. Sí, bueno. Entonces ya se formó una pertenencia. Vos sos un vecino que la saluda. y ella te saluda. Entonces, tenés derecho a hablarle. Hay que mejorar, hay que ir mejorando la performance de saludo. ¿De qué forma? ¿Hasta un límite? Con el tiempo, buenas tardes, ¿qué tal? Bien. Hola, hola. ¿Qué tal, cómo te va? Bien. ¿Sí? Bien. Bueno. Hasta que después, por ahí un día, le estudias los horarios. Sí. Y... Trabajas en horario de oficina. Y las trayectorias. Entonces, por ahí vos vas... y te haces el que vas a tomar el mismo colectivo que ella. Sin tener que tomarlo. Te pones a esperar el colectivo, tal. Llega ella. A la parada. Hola, ¿qué tal? ¿Cómo te va? Nada. ¿Nada? Estoy nada. Qué mal, eh. Sube el colectivo, nada. Usted va para otro lado, va al fondo. Que se yo. Pero por ahí, si da... Lo hace varios días. Sí. Un día se sienta al lado. Tiene que estar en el asiento de ella al lado. El día se sienta al lado. Y ahí hay que hablar. Y qué dice. No importa. No importa, tiene que... Algo que usted lleve a la mano. Y se lleve cosas raras. ¿Qué es eso? ¿Te molesta este ramo de flores o esta? hasta que la tipa se acostumbró a que usted habla. Le habla, le pregunta cosas y ahí va viendo. Usted, en todo este momento, se tiene que dar cuenta si la mina está interesada en usted. ¿Cómo? ¿De qué forma? Sí, si lo mira, si no lo mira, si le contesta, si no le contesta. Si no le contesta, el saludo. Chau. No, no, no. Bueno, bueno. Si hace arcadas, es que no. Bueno, señor, por favor. Pero así se va acercando de a poco, tiene que hacer... Para mí esto no se acercó nada todavía. Sí, pero... ¿Sabes que en una de esas sí? En una de esas usted... ¿Cómo hace para invitarla? Lo que tiene que hacer usted es darle ocasión de si ella... No me digan claro. No, no, si ella... Escúcheme bien porque esto le va a servir. A ver. Usted le tiene que proporcionar la ocasión de que si a usted le gusta... la mina puede hacer algo sin que parezca descabellada. Eso es lo más que uno puede hacer. No puede hacer más que eso. O sea, si la mina no gusta de usted, eso no, por más que usted haga lo que haga, no la va a levantar. El mensaje suyo es, aquí estoy, aquí estoy, si usted gusta de mí, no se lo dice, pero el mensaje que usted le trae está emitiendo, si usted gusta de mí puede seguir la conversación. Yo, gustoso, le guiaré por un camino que de ningún modo va a ser humillante para usted. Esa es la cosa. Y ahí está, ahí está, por ahí un día la mina le empieza a contar algo. Mira, yo trabajo, toco la guitarra así, que a mí me gusta mucho este, el otro y empiezan a hablar de terceras cosas. De terceras cosas. Y ahí, con mucha paciencia, con mucha paciencia, un día le dice, ¿tomamos un café? Un día, un día, falta mucho. Y ahí dice... Dele, así de paso. Pero nunca le dice, te quiero decir algo. y siempre estuve enamorado, nunca, eso no tiene que suceder, nunca. Ni siquiera cuando ya están... Ni siquiera, la cosa es que suceda sin que usted se lo tenga que decir. Va a suceder, si ella quiere va a suceder y si ella no quiere, no va a suceder. Así que déjese de tirarle calzoncís. Bueno, bueno. Bueno, qué le parece si ahora que nos hemos puesto de acuerdo, pasamos a la parte musical dedicada a todas las personas que viven al lado de nosotros. Les quiero decir que hay una ventaja en vivir al lado. ¿Cuál es? O una desventaja, quizá. Te gocen. ¿Cómo? Si viven contiguamente... Sí, pegado. Sí, sí. No es bueno eso. En metonimia no es bueno. ¿Por qué? Porque escuchen todos los ruidos y puede haber ruidos degradantes. Ruidos que no hablen bien de usted. Ningún ruido habla bien de usted del otro lado de la pared. Podría ser que sí. Usted, por ejemplo, lo viene a visitar a alguien y finge que es una persona famosa. por ejemplo viene Rolón, Rolón es una persona famosa, pero viene por ejemplo un amigo suyo y dice así como que sos Ricardo Darín, porque? porque? dice el tipo, y porque estoy levantando en la mina de al lado cuando... me escuche que yo converso como vos sos Ricardo Darín, va a decir este tipo conoce a Ricardo Darín, ja ja. Bueno, dice, quédate tranquilo, dice su amigo y entra. ¿Qué hace? Dice, soy Ricardo Darín. No, pero no, pero no. No le va a servir. ¿Cómo lo va a decir si ya lo reconoce cualquiera? Usted diga, ¡ah, pará! Soy Ricardo Darín. Para, escúchame una cosa. Ahí está. Tienes que... como a disimulo. Vengo de hacer una película. Ah, sí. ¿Qué tal? Ricardo. ¿Qué película venís de hacer? Vos sabés el éxito que estoy teniendo en todo el mundo. ¿En serio? Sí. Aparte nos ganamos premios en Europa y me adelantaron el primer cheque. 500.000 euros. ¿Por qué no aprovechás y me pagás los 100.000 que me debes? Justamente venía a hablar de eso. Ah, bueno, a ver, vamos a contar. Te voy haciendo, si querés te hago un cheque. No, para mí. La palabra es sagrada. Aparte, te quería contar una cosa. Sí. Me compré una casa. Espectacular. Con pileta, con quincho. Y te quería comentar otra cosa. Sabes que me separé, ¿no? ¡Shh! ¡Toy separado y solo! No. Chau, hasta luego, Ricardo. Hasta luego. Pausa. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. Consejos para alojarse de forma sana y saludable en un hotel. ¿Cómo dirá usted? ¿Sana y saludable? Es que los hoteles no son demasiado limpios tal como parece, son muchos los gérmenes que comparten habitación con nosotros. Sí, no sé. Si yo le dijera que no nos hables así... habitación, usted se desmayaría. Esto es muy cierto. Si uno pone una cámara y ve cómo limpian un hotel, lo limpian en cinco minutos. Claro, pero además hay cosas difíciles. Y chau. Chau. Estoy saludando a alguien. No, señor. Por favor, continúe con esto. Hay muchos ácaros. Sí. Ácaros. Sí, pero los ácaros no hacen nada. Sí, ¿cómo que no hacen nada? contagian, andás a ver qué podredumbre. ¿Usted cualquier cosa que sacuda? Sí. ¿En un hotel? No, señor, en cualquier parte. Salen ácaros. Por todos lados. Veo que agarro una alfombra. Si lo mira... ¿La sacude? Si mira con un microscopio. El aire. Yo todos los días me pongo a mirar el aire con un microscópico. Y ácaros. Bueno. Si pudiera mirarse su propia mano. Ah, puedo mirar. No, no. Con una especie de microscopio o con un microscopio. ¿La ves a esta? Vería todos los gérmenes que carga sobre ella. Bueno, por todo eso hay que... Hay una serie de consejos para hacer de nuestra estancia. Sí. No, para... nuestra estadía en el hotel muy placentera y también saludable y segura, bla bla bla. Primero, lleva tus propias sábanas. Ay, puede ser. Lleve la cama también. No, señor. Ve que os he sacado una valija. Ahí está, ¿qué trae ahí? Ya lo veis, en mi sábado. No. Llevo una valija sola y ya tengo que llevarla a Sábanamea. Dice, podría parecer excesivo, pero no se imagina usted la cantidad de gérmenes y alérgenos que... Sí. En todo caso dice, lleva ropa interior de manga y pierna larga. Yo cuando voy, por ejemplo, con mi amante, con mi novia, ¿por ahí va a un hotel? Claro, vamos a un hotel y yo siempre camiseta de manga larga, calzoncillo largo. Bueno, pero señores, no va a ir con mamelucos a un hotel. Y por ahí me dice, ¿cómo te presentás así? Claro. Y yo le digo, ¿qué querés? que me contagie con... alérgenos bueno pero usted va de luna de miel con su novia discúlpeme que me pregunte no le importa señor puede ser luna de miel, puede ser un fin de semana una escapada pero en algún momento aparece quien? el deseo erótico si Bueno, somos gente grande, efectivamente, en algún momento, y eso me lo dijo mi novia. ¿Vos querés que me aparezca el deseo erótico con esa pilcha? Sí, sí, es difícil. Bueno, y dice... es para reducir al máximo el contacto con la ropa de la cama. Está bien, pero puede ser un pijama tranquilamente. ¿Puede ser un pijama? No sé. Puede ser un pijama. ¿Y no hay algún rayo, alguna cosa, para echarle a la cama y desinfectarla? No, de todas maneras... ¿Un té, una cosa así? Los gérmenes, muchos mueren a altas temperaturas, entonces, si usted la calienta... Sí. ..antes de acostarse... Eso es lo que generalmente hago. Y bueno... Después tiene una noche tranquila porque... Claro. Los gérmenes... Ah. ¿Qué? Acá dice, use la cama solo para dormir. No trabaje, no coma, no vea la televisión, nada. ¿Y qué hago? Si la televisión está frente a la cama, ¿cómo hago para ver la televisión? De parado. Parado, señor. Después, solicita, si hay en el hotel, una habitación libre de alegrías. De alergias. De alergias, debe ser. De alergias, lea bien. Ah, y en los hoteles, yo nunca vi. ¿Cómo son? Buenas tardes. Buenas tardes. Yo quisiera que hiciéramos conmigo, su esposa, una habitación libre de alergias. Bueno, ¿cómo no? Porque los dos tenemos reacciones alérgicas constantemente. Y le tenemos muchísimo miedo a los gérmenes patógenos, todo lo que sea ácaro, chinche... Bueno, no, chinche es igual no. No hay, pero si ustedes son tan alérgicos, nosotros la habitación libre de alergias, no tiene cama, no tiene cortina, no tiene alfombra. Bueno, bueno. Y ¿dónde dormimos? ¿Dónde dormimos? Para eso no veníamos. No, bueno, pero ese... Quedamos parados ahí en el piso. Es una experiencia... No, salió. Un rancho. Es una experiencia de hormigón armado. Sí. Que... es digamos amigable con las alergias para personas que tienen muchas alergias. Bueno, pide una habitación en el tercer piso o más arriba. Ya en otro orden de cosas, ¿sabe por qué? La mayor parte de los robos ocurren en la primera y la segunda planta de los hoteles. ¿Para qué? Para que se escape rápido el ladrón. ¿Para qué va a subir? Claro. 70 pisos. Después tiene que bajar con el botín 70 pisos. Para eso trabajo. No, bueno, señor. Pero usted tiene, por ejemplo, la suíte presidencial en nuestra cadena de hoteles. ¿Qué tal? Está en lo más alto, está en el piso 70, 75. Claro, ¿para qué? Para tener una vista panorámica. la gente de mucho dinero va ahí, primero y segundo, no? son las habitaciones más básicas. No, dice, no la pidas más arriba de la séptima. Ya que las escaleras de los bomberos llegan hasta el piso 8 nada más. Después vas allá al piso 8 te tenés que tirar. No. Acá dice así, señor. Los bomberos no tienen manguera larga para llegar a... Estamos hablando de escalera, no de manguera. Bueno, sí. Tiene la manguera larguísima pero no llega el tipo con la escalera. Entonces, ¿qué hace? ¿Usted que baja por el lloro? Le sobra manguera al tipo. ¿Y qué hace? Desde otro edificio, le tira desde otro edificio con la manguera, señor. No soy bombero, usted sabrá. Después, siempre elige un hotel antes que un motel. Sí, bueno esto sí, el motel es el hotel típico que está al costado de la ruta, que tiene un tecito para dejar el auto. Claro, y ahí el ladrón está muy cerca. Sí, esa es la ruta. Pasa ladrón por la ruta con un auto. A veces el dueño del motel. Y además, siempre en los moteles suceden crímenes. Cuando hay un ladrón... Señor, por favor. Cuando hay un asesino que acaba de cometer un crimen, va y se mete en un motel. Y enseguida cae de acá y lo agarra. Pero entonces... Y yo no quiero estar ahí, señor. Bueno, está bien. Dice, si va a ser tardar varios días, reserva un hotel con piscina o gimnasio. ¿Para qué? Para combatir el agarrotamiento. ¿Cómo el agarrotamiento? Sí. No, no, bueno, bueno. ¿Qué es el agarrotamiento? Me parece que se le agarrota a los músculos. Sí. ¿Cómo se agarrota? ¿Garrota de Ipanema? Comprueba si hay chinches en la cama, antes de deshacerla, para evitar las picaduras. Muchas veces entre las sábanas se meten al fondo las chinches. ¿Qué le hace a la chinche? Sí, la chinche, en el fondo de la cama. ¿Por qué va al fondo? ¿Qué sabe la chinche? Para esconderse, para que uno la descubra y viene a abrir la cama, la besa la chinche ahí, no. Abajo de todo, abajo de todo. Muchas veces uno encuentra, abajo de las cosas que perdió. Sí, por ahí una media encuentra. Una media, 10 pesos. Pero cómo puede ser, señor. Tienes que airear la cama cada mañana. Sí, bueno, qué sé yo. Comprueba que en tu equipaje no lleves chinches a llegar a casa. Claro. Claro, las chinches se pueden meter adentro de la valija. Se meten adentro de la valija, bien al fondo. Y viajan, a lo mejor miles de kilómetros. Sí. de su casa y nos dice a nosotros que tenemos la chincha en el hotel, porque este hotel no tiene chincha. Acá desde que vine el primer día me estoy rascando contra la espalda. Bueno, no sé. No sé si son chinches o pulgas, porque cuando me miré la pantorrilla tenía como pecas. Bueno, sí señora, pero usted es una señora, ¿no? Sí. Le cabe alguna duda. estoy con un vestido de solero. Sí, sí, sí, bueno, por eso le veo. Miren las piernas, las tengo todas, parecen pecas y se mueven. ¿Estas son las piernas? ¿Estas? Sí, señor, las piernas. ¿Las de abajo? Bueno, para mí son pulgas. ¿Se le mueve? Sí, se mueven las pecas. Bueno, sí. Usted tiene medias, no, ¿no? No con las piernas desnudas, señor. Vale. Enciende una vela, claro, una vela sancalletana. No, otra cosa. Perfumada en tu habitación, para purificar el ambiente y eliminar el olor de las anteriores visitas. Sí, incluso... Claro, si uno recibe mucha gente en la misma cama y eso. le pones una buena vela aromática. Yo recomiendo incienso, porque además genera un clima místico hasta de meditación. Sí, listo. No tiene usted que explicarle de quién es el olor a su siguiente visitante. Se cheque olor a que acá quién estuvo. Dice, es esta vela... Aromática. Aromática que he prendido en honor a San Cayetano. Humedece el aire seco con la ayuda de una tetera. ¿Y dónde saca la tetera? la lleva con usted, que quiere que le déme una tetera. No, no es por eso digo, es incómodo. Puede llamar por teléfono y la puede pedir al bar. Claro, hay. Pero también tiene chinches, ácaros y todo, las teteras de los hoteles. No, justamente no, porque el té caliente, ¿cómo le va? Mata todo. Mata todo, toda la chinche, toda. Lleva un par de chanclas de goma y utiliza en el baño eso, para prevenir el hongo. Sí. El lsd. El jugador es el cordobés. El hongo Martínez. No, bueno, porque usted sabe que humedad más calor igual hongo. Ah, sí. Qué bueno. No, pero aparte las chancletas son para que el pie no toque el piso. Usted sabe, sí. Le agarran lo que se llama piel de atleta, que es una enfermedad... Sí, sí, incluso se va propagando, puede tomarle todo el pie. Te puede tener pie de atleta en el hombro. Jajaja Sí, es un hongo señor, es así. Aléjate del jacuzzi del hotel. Sí. Pueden contener bacterias infecciosas, te agarra una bronquitis también. Y además, como es de inmersión y las personas se meten desnudas, está en contacto con... Bueno, sí. Ahí sí, porque se meten bien adentro los gérmenes patógenos. Y salen ahí como pedradas. Y porque están adentro de los caños del jacuzzi. Está todo ahí. Y apretan el botón, parecen una maratón cuando los... No cuelgues en la puerta de la habitación del hotel. El cartel no moleste. ¿Por qué? Para eso está. No, porque los ladrones saben que no estás. No, que estás dentro durmiendo. Ah, no, al revés, haga la habitación, ese no cuesta. Ah, claro. Límpiame la pieza. Barréme la pieza. Sí, pero el hotel está lleno de ladrones, no te dicen. Sí, lamentablemente parecen hoteles, justamente porque son hoteles de mucha jerarquía, ¿los ladrones a quién le van a fanar? ¿A un poligrillo? No. Vienen a fana acá. Pero todos los pasillos llenos de zorro. Ahora me extraña porque abajo hay un conserje en un mostrador. ¿Que no los ve entrar? Bueno, pero ya sabes cómo son los conserjes, ¿no? ¿Cómo son? No sé, señor. ¿Vulnerables a la extorsión, a la coima? Yo no lo quería decir, pero lo dije. Acá vos les das diez mangos al conserje. ¿Diez pesos? Y te da la llave maestra. Pero hombre... Ah, pero entonces es un ladrón el conserje. Está entongado también. Bueno, no lo quería decir. Bueno. Es cómplice de los ladrones. Buenas tardes. Sí, ¿usted es el conserje? Sí, señor. Sí, somos una pareja de jóvenes. No tenemos buenas referencias suyas, ¿eh? No. Estuvimos leyendo en internet. Y... De otros turistas. ¿Y a qué vino a provocar? ¿Por qué no se va? ¿A mí qué me importa? ¿Venir de vacaciones? Pero una habitación a prueba... A prueba de chorizo. Bueno, tenemos las más estrictas normas de seguridad. Sí, eso mismo decían en internet. Todos los que vinieron les robaron. No, tenemos la habitación supersegura plus. Ah, sí. La segura lo llevaron presa. No tiene puerta. Ah, ¿no tiene puerta? Una habitación sin puerta. Pero entonces es menos segura, entra cualquiera. No, no. No hay puertas, todo pared. Y hay un juego... ¿Y cómo tramo? Un juego de pasadizos con pequeñas ventanas que hacen que usted pueda acceder. Un juego de espejos. No, no, no, no, empiece a cargar. Usted, esos son trucos. Usted está entangado con los chorros, escuchamos decir. ¿Usted cómo lo puede decir eso? ¿Cómo lo puede comprobar? Porque yo soy chorro, ahí está. Somos chorros, no se lo entienda. Ah, hubiera empezado por ahí. Sí, sí, bueno, pero queríamos... De pronto me asusté. Queríamos que usted nos facilite el acceso a la suite presidencial. Bueno... Porque queremos afanarlo al presidente. Bueno. Va a ser difícil. 10 pesos me tiene que dar. Por cabeza, ¿eh? Ah, 10, 20 sirve a ser. Sí. 20 pesos. Listo, estamos los dos cubiertos, ¿no? Escúcheme, tiene que hacer rápido el trabajito. Sí, lo hacemos en un minuto. Usted sabe o le tengo que indicar el camino de dónde es? Último piso. Último piso, ¿no? Sí, último piso. ¿Con esto me sirve para abrir la puerta? Esa es la llave maestra, abre todas las habitaciones. Bueno, muy bien. Bueno, hasta luego. Keve, escúcheme después a ver alguna gentileza, a ver si se acuerdan de los que estamos laburando acá todos los días. Me cobraste 20 pesos y encima... Estás queriendo un porcentaje. A ver los que ponemos lomo acá todos los días en el lobby de los T.V. Ahora enseguida venimos. Bueno, hasta luego. Sí. Misión cumplida. Bueno, que lo disfruten. Gracias. ¿Vuelvan pronto? Sí, sí, sí. ¿Cómo anduvo todo? Bien, bien. Bien, nos afanóis a nosotros. Jajaja. ¡Aplausos! Música de fondo Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. Mamá, quiero darle celos a un chico. ¡Celos! ¡Qué divino! ¡Extremendo! ¡Qué bien musiquizado! ¿Tú, joven borrega, le quieres dar celos? a tu novio. Qué feo, con qué propósito. Y con el propósito de que él la ame más. Claro, a veces se engancha más. Claro. Uno no ama más a alguien celoso, al revés. Usted es porque es una persona así, muy estructurada, pero el verdadero enamorado se pone loco de celos. Claro, es como un anzuelo que le clava definitivamente. Claro, más ama y más celos tiene, y más celos tiene más ama. Mmm, qué horrible. Entonces la mujer... coquetéa todo eso y acá hay un informe y una lista de consejos para que tú o joven borrega pongas muy celoso al estúpido de tu novio Incluso me permito hacer un comentario muy breve ¿el celo sirve cuando no se sabe si el tipo está enganchado por ejemplo? Ah claro, todavía no se formalizó a lo mejor la relación Porque se debate entre dos mujeres Se insidua y entonces dice, le voy a dar un poco de cielo. Claro, hoy salgo con un amigo y ahí el tipo se defiende. Y acá dice, bueno, mira, vamos. Primero, coquetear discretamente con otros chicos. Un poquito nada más. ¿Qué tal? Y el cerebro masculino empieza a gritar, ¿quién es ese imbécil al que voy a destruir? Nunca debería, sin embargo, someter a tu novio a este tipo de sufrimiento. a menos que seas una horrible persona. Ah, entonces sí. ¿Y entonces en qué quedamos? En verdad, sí. ¿Lo hacemos o no? Una cosa que le da mucha bronca al tipo es que te rías de un chiste que hizo otro hombre. ¡Uy, qué bronca, qué bronca! Bueno... Jajajaja. Ay, es genial, Ricardo. Claro, porque el tipo se llamaba Pascual Angulo. Jajajaja. Qué maravilla. Qué ocurrente eres, Héctor. Por eso nunca tienes que invitar a sus cumpleaños a payasos. Jajaja. Porque todo se ríe. Claro, se ríe de lo que dice el payaso. Sí, claro. O ver como se llama. No. programa de televisión gracioso. Sí, ¿cómo cuál? ¿Y qué? Nunca vi ninguno. Pero se va a poner celoso a la televisión, ¿no? Pero, a ver. Bueno, ir a un antro o bar en una noche de chicas. Esas salidas que hacen las chicas solas, ¿no? Porque las probabilidades de que llegue otro hombre a levantarte son muy altas. Claro, claro, claro. Y tu chico. odiará pensar en esa hipotética posibilidad. Claro, nos vamos a bailar con las chicas. Incluso hay striptease en el show. Y bueno... Y este tipo... Se muerde. Sí, sí, sí. ¿Y a mí qué me importa? Hay strippers. No está enamorado de verdad. Bueno, señor, ¿qué le importa? El tipo que está enamorado de verdad se recontra más de celo. ¿Y qué hace? ¿Y qué y va? Va, le aparece. ¿No podés venir en el show de strippers? No, pero él se esconde atrás de un árbol en frente y espera a que salgan. A ver si sale chamullando con alguno o algo. Si no sabe qué, si es un show de strippers. El novio se tiene que conchavar como stripper. Se presenta... ¿A dónde me dijo que iba? No señor, se presenta para el trabajo. Pero qué se hace, se hace pasar por un stripper el tipo. Sí, sí, se hace pasar, no sé, consigue el laburo. Consigue el laburo de stripper. Labura de stripper. Y después le da celos él. Porque le dice, mira mi amor, tengo un montón de trabajo, la verdad. No, pero no hay que tener característica. Hay que saber bailar. Bueno, bueno. No eligen a cualquiera. No, hay que saberlo. Salvo que sea un lugar... de ínfima categoría. Sí, cualquiera. Miren, hay mercado para todos. Sí, hay para todos. Yo un día fui a uno, la verdad que era muy barato. Sí. Era un bar nocturno. Un bar, como el que dijo el señor. Y estaba Dorio de Stripper. Bueno, sí. Bueno, es decir, está trabajando justo en un espectáculo erótico. Sí, está en un espectáculo cercano a eso. Bueno, otra cosa. Me dijeron que está muy bien Dorion. Tenemos que ir a ver qué cosa. Dorion, el espectáculo erótico, él no se exhibe, sino más bien son poemas. de alto contenido erótico. Sí, pero lo dice... recita en medio de toda gente desnuda, de una orgía... Sí, sí, sí. Y está Dorio recitando y nosotros le están pasando bombas, señor. Claro, el Dorio que está ahí, que recita. Está vestido, Dorio, con un sobre todo. Yo vi atorrencialmente en la estancia del mojón. Jajaja. Claro, en un espectáculo de Muscari, de José María Muscari. Se llama Sex, todo el espectáculo. Bueno, después, Enamorarte de los Famosos. Ah, emocionarte con Brad Pitt, por ejemplo. Claro, dice, ay, que le ponga un póster de Brad Pitt. Por eso, por eso los novios odian a las celebridades. Sí, bueno, pero... Porque las novias, ay... Yo creo que para el celoso es peor un tipo cercano, un compañero de la oficina, que Brad Pitt. ¿Qué estás mirando? Es una película de Brad Pitt. Ah, ese otario, dice el tipo. Claro, claro. Es verdad que también hay mujeres celosas de chicas que aparecen en la televisión. Claro, ¿qué está mirando a esa tipa? No sé qué le ven a esa Scarlett Johansson. Bueno, sí, pero usted sabe lo que puede hacer, le digo a la dama, ¿no? Sí. ¿Qué quiere dar celos? Usted le dice, ¿le gusta Brad Pitt? pone un póster gigantesco en la casa de Brad Pitt y al lado un portarretrato de mala muerte, chiquito. Con el tipo. Con el tipo, pero al lado para comparar. Con el tipo tomando mate. Y que vea bien el contraste lamentable que hace el tipo con Brad Pitt gigante. Sí, bueno, pero eso ya es una tortura psicológica. Bueno, ya le da la dimensión de cada uno. Ahí sí se va a poner celoso. Después, mandarse mensaje de texto con otros hombres. Ah, ¿cómo puede ser eso? más. Claro, eso es tremendo. ¿Qué problema hay, mi amor? Son los compañeros de la oficina. Son buenos, pero ¿qué te dicen cosas? Sí, justo le estaba poniendo, ¿qué desubicado sos que me mandás un mensaje a las 12 de la noche? Claro. ¿Por qué se manda foto de él? Porque es una foto para hacer un trabajo que tenemos que hacer mañana. Ah, bueno, entonces sí. Después tener un mejor amigo también da muchos sesgos. Sí. Tu chico siempre creerá que alguno de los dos se quiere acostar con el otro. Sí. Bueno, qué problema hay que tenga un amigo. Vos sabés que una vez por semana yo voy con Tony a tomar un café. Pero a mí me parece que uno de ustedes dos se quiere acostar con el otro. Inclusive los dos. O incluso podría ser que los dos. Me parece que los dos. Después, usa estos días de vacaciones para salir con tus amigos. Bueno, pero cada vez está por los peores. Ya más que celos... Me he sido muy tolerante. Sí, los días de vacaciones también con los amigos. Bueno, pero no. Pero vos vas con amigos, yo no salgo con amigas. Ahí está. Bueno, pero... Y bueno, podés salir con amigas. Bueno... ¿Qué me estás queriendo decir? No, no, no, te estoy queriendo una cosa de que nosotros somos amigos con él desde la época de los muchachos. Somos compañeros de la secundaria, por eso. Y no es que nosotros vamos... ¿Vos qué te crees que nos vamos con dos locas más? Hacemos un asado. Sí, a pasear por ahí. Bueno, estoy muy celosa, que no es lo que quería. Yo quería ponerlo celoso a mi chico. También mencionar los buenos momentos que tuviste con tu ex. ¡Qué feo! Eso es terrible. ¿Y por qué pasaste tantos lindos momentos? ¿Por qué no te quedaste con tu ex directamente? Bueno, ya sabes, ya te conté cómo fue. Sí. No tiene nada que ver. Sí, pero... Pero quedaste canchadita. No quita que pasé buenos momentos. Sí, también. Cuando hay un buen momento, es un buen momento. Y después no. Bueno, pero Beatriz, cada vez que ves una escena de un beso en el cine, me decís, ay, cómo besaba Ricardo. Ah, sí, porque así besaba Ricardo. Era prácticamente un actor. Bueno, pero entonces, no sé, imagínate... Era un actor, además. Cuando vas a una fiesta sin él y subes fotos en Instagram. Eso es terrible, porque él está viendo... También él está en Instagram. Y ve... Todas las fotos. Y se imagina cuál puede ser la próxima foto. Claro. Claro, porque está en una foto y vos le estás sonriendo a uno. Sí, con dos copas de alcohol. Sí, abrazándote con uno, así, brindando. Bueno, eso basta para poner celoso a cualquiera. Y el texto abajo de la foto dice, viva la vida. Y dice... Y muera mi novio. Otro truco que sirve para poner celoso a un hombre es ignorarlo. Hasta ahora es lo que vino haciendo. No, pero así. Inhorar, no contestarles los llamados. No contestar lo que preguntas, o no contestarles los mensajes, los llamados. Le clava el visto. ¿Qué pasa? ¿Por qué no me contestas? Claro. Nada. Pero pasó algo. Usted más que darle celos, prácticamente lo dejó. Puso tanto esfuerzo en darle celos. Eso es lo que me parece. Que en vez de acercarlo lo estás alejando, Añato. Bueno, acá dice... Si tus intenciones son que el chico salga de nuevo contigo o se fije en ti, no exageres. Bueno, por eso, que no se vaya de mambo. No vaya demasiado lejos con los celos. Recuerdas que el chico puede interpretar el mensaje contrario. Los celos son un arma de doble filo. Así que debes saber cuándo estás llegando al límite. Claro. Y si no funciona... mejor busca un chico al que no tengas que darle el celo para que quiere estar contigo. Uno de esos giles que... Y bueno, pero tú se termina el informe que tiene que buscar otro. Vio que no sirve. Todo no sirve para nada. Y lo que le dije al principio, señor, ¿le da celos eso? No, no, estamos... Aquí estamos jugando. No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no ¿En qué sentido? ¿Qué dice el anónimo? Si yo quiero poner celosa a una chica, le mando un anónimo. ¿Pero cómo se lo manda? Se lo paso por abajo de la puerta. Ah, porque por teléfono ves tu número. No, no, no. Un anónimo, abajo de la puerta. ¿Qué dice? Me parece que tu chico está saliendo con alguien firmado un amigo. ¡Qué horrible! o que sea un poquito más nebuloso. ¿Cómo sería? ¿Alguien que conozco? Sí, está saliendo con alguien que también conozco. Adivina quién. Firmado un amigo. Un amigo no es eso. Pero es terrible. Va a ser un tormento la vida de ella. Y entonces la mira y dice, no, si usted se hace el gil. Y bueno, y se puede ser, puede ser. No, no, lo que es interesante es que usted finge que no sabe nada. Claro. No dice usted que lo hizo. No, no, si yo te lo mandé. No, no, no. Si no, ¿para qué? Usted no está enterado y la prueba a ella, a ver si ella le dice, me mandaron una, mire si ella no dice nada. Ah, claro, mira si no dice nada. No dice nada del anónimo. Yo no diría nada si fuera ella. se invierte la carga de... No, otra cosa puede hacer usted para ver si ella... Esta es una idea genial, se me puede ocurrir. A ver... Para ver si ella anda con alguien. Le manda un anónimo y le dice... Y si yo le contar a tu novio que vos estás saliendo con alguien... ¿Firmado? Firmado, un amigo. Pero es el mismo amigo. A ver si ella le dice algo. Si no le dice nada... es que es que porque no pero que le va a decir pero no como que le va a decir que mira te va a decir mira mira el anónimo que eso exactamente primeramente porque para no preocupar al otro no le dice no no sea no te haga no es por no preocupar porque porque tiene algo que ocultar claro tenés algo que ocultar ella tiene que venir inmediatamente con el papel y decirle mira lo que me llegó la es una verdadera infamia de Ricardo. Yo recibí un anónimo el otro día por abajo de la puerta. Muy bien. Dice no creas que tu novio está saliendo con otra. ¿Qué quiere decir eso? Es que me equivoqué. Siembra la sospecha, está todo pero está todo podrido por la sospecha. Sí, sí, es un mundo... Paranoíco. Un mundo paranoico. Es únicamente paranoico. ¿Por qué? Porque alimentaron al chancho de los celos y ese chancho... El monstruo. El monstruo. Después no lo puede parar. ¿Sabes la única forma de alimentarlo? Poniéndole una carta... Un tomate. Claro. Cuatro tomates. Sí, sí. Bueno, extraordinario este informe. No, muy, muy bien. Pero lamentablemente me despertó los celos. Pero claro. Soy celoso ahora porque comprendo que todo eso está a la orden del día. Y bueno, sí, puede pasar. Sienta, sienta. Bueno. Ahora, es un informe... que oficia para el mal. Sí, para mí también. La verdad que no responde al perfil de esta emisora. Sí, sí, realmente pedimos disculpas. Y bueno, sí, usted va a tener que ir a hablar, ahora va a tener que subir a hablar con el director. Sí, sí, ahí voy, ahí me están haciendo señas que me llama el chancho. Así que, permiso, una pausa. Y para finalizar, dos palabras bastan. Gracias. oficinanerd.com. Pasión por el podcast.