Si se queda dormido escuchando La Venganza Será Terrible por la radio, ahora también podrá quedarse dormido escuchándolo a cualquier hora en formato podcast.
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La venganza será terrible. Buenas noches, muchas gracias. Aquí estamos en el Caras y Caretas con mucha gente amiga. Vamos a saludar inmediatamente a Patricio Barton. Hola, amigos. Buenas noches. presenta el artista antes llamado Gillespi. Tenemos hoy nuevos datos sobre ángeles. Atención, eh. Ya hablamos muchas veces sobre la burocracia angélica entre los obreos y después en el Nuevo Testamento, especialmente. Hoy contaremos un poco lo que ocurre con los ángeles en otras religiones. Bueno, muchas religiones no admitieron a los ángeles. los chinos, los hecitas, los antiguos venecios, los ruidas, quise decir los ruidas, los egipcios, no tuvieron ángeles, ¿no? Entendiendo a los ángeles como emisarios de Dios, como intermediarios entre Dios y el hombre, o comunicadores de las órdenes divinas. Los griegos, por ejemplo, tenían demasiados dioses mayores y menores. como para andar necesitando ángeles en ese panteón tan ingente. Muchas divinidades de Pocahontas desempeñaban las comisiones de Zeus y la principal de esas divinidades era Hermes, un dios bastante importante, era de los doce principales y sin embargo era mandadero. Era una ortiva, nada más. Los ángeles del cristianismo y los ángeles hebreos... estaban en perpetuo contacto con las órdenes y con las indicaciones de Dios. Sin embargo, había entre los griegos el ángel de la guarda, cuya doctrina fue puesta en verso por Hesíodo. Dice Voltaire que, según pensaba Hesíodo, cada hombre tenía su propio ángel, bueno o malo. Después, esto fue copiado por ciertas tradiciones cristianas y por los dibujantes de historieta. Bien. Cada uno tenía una especie de protección particular delegada por la autoridad celestial más importante. Los persas, ya sacando el ángel de la guarda, los persas conocieron 31 ángeles, ni uno más ni uno menos. El primero de ellos, el superior, se llama Baham y está a cargo de la inspección de todos los animales excepto el hombre sobre el que Dios... se reserva la jurisdicción inmediata. El segundo de los ángeles persas se llama Debadur, el tercero Kur, que es el ángel del sol. El cuarto se llama Ma, y preside la luna. Cada ángel tenía su distrito. Dicen que en Babilonia, no lejos de Persia, se admitió por primera vez la existencia de seres celestes de cuerpo etéreo ejecutores. de las órdenes de Dios. Es decir, que ellos tuvieron la primicia en cuanto a los ángeles. Y así tomaron los hebreos esa creencia. Hasta la época del cautiverio en Babilonia, que sucedió mil años después de Moisés, los judíos no supieron los nombres de Gabriel, Rafael y Uriel, entre otros. Pero vamos a ver qué pasaba en la India, mi querido Cocosili. Los brahamanes dicen que tienen escrita su primera ley sagrada hace unos 5.000 años. Es decir, hace mucho. En los boliches andan los brahamanes y dicen nosotros tenemos escrita la ley divina hace 5.000 años. Para un brahamán no es nada eso. Por eso. 5.000 años recién. Y ese libro es el Yasta. que se conoció unos 1500 años antes que la segunda ley, que fueron los Biedas, significa palabra de Dios. El Shasta contiene cinco capítulos. El primer capítulo se ocupa de Dios y sus atributos. Segundo, creación de los ángeles. Tercero, caída de los ángeles. Cuarto, castigo de los ángeles. Quinto, perdón. Perdón de los ángeles, no estoy pidiendo perdón, no me pasó nada. Y después viene la creación del hombre. Vale la pena ver qué pasó con los ángeles de la India. En el primer capítulo del Shasta se cuenta que Dios, que lo creó todo, era una esfera perfecta, sin principio ni fin, algo así como la esfera de Pascal, una esfera cuyo centro está en todas partes. y su circunferencia en ninguna. Era la definición del universo de Pascal. Se indicaba en la India que nadie debía intentar descubrir la esencia y la naturaleza del creador, puesto que esa empresa era criminal y debía ser castigada. Me parece que se me... No, está bien. Yo creí que hablaban de una empresa que era criminal y debía ser castigada y ya estaba de acuerdo. El hombre solo debía satisfacerse contemplando las obras de Dios, y no pensando, a ver, cuál era su naturaleza, etc. Dice Voltaire, a quien hemos saqueado ahora, que esta opinión no parece muy buena para el que está interesado en la ciencia, en la filosofía o el álgebra. El segundo capítulo del Jasta, cuenta que el eterno, absorto en la contemplación de su propia existencia, resolvió comunicar su grandeza a seres capaces de participar de su Buenaventura y de su servicio. Y creó entonces, ya que no había ninguno ahí, creó a estos seres con parte de su esencia, capaces de perfección, pero también de imperfección. Los primeros creados no eran precisamente ángeles, sino Virma, Vishnu y Siva que eran dioses. En realidad el primer ángel fue Mofazor, lindo nombre, ese sí es el primer ángel de los hindúes. Y luego aparecieron los otros. Parece que la divinidad dividió el ejército de los ángeles en muchos bandos, le puso a cada uno un jefe, y estos ángeles adoraron al creador, se alineaban alrededor del trono, lo saludaban, iban todos a la grada, al lugar que le habían asignado, en una especie de gallinero que había ahí, gallinero en el sentido teatral. Cuenta Voltaire que estos ángeles cantaban. naturalmente cantaban bien. Bueno, sería que siendo ángeles cantasen mal. También cantaban que Dios se emocionaba con estos coros y le pedía, por favor, que se yo, coplas del baño. Cosas más bien corales le pedía. No le pedía el taita de la rabal, pero sí El clave del aire, así es la mesa. Y otros como... Voces. No sé cómo es Dios emocionado, ¿no? Porque dice Dios emocionado. Y es peligroso, ¿no? Bueno, desde la creación del Ejército Celeste, el regocijo y la armonía duró un millón de años. ¡Fenómeno! es mucho durar, ¿eh? Y hubiera durado mucho más, hubiera durado, es muy difícil de decir, hubiera durado hasta la consumación de los tiempos, si la envidia no se hubiera apoderado de mozazor y de otros jefes de los bandos angélicos. Vigo cómo son las cosas, ¿no? La homofenómeno durante un millón de años tiene que venir este mozazor de puro envidioso. Vamos a ver lo que hizo. Entre los envidiosos estaba Rabón, que es una especie de personaje cordobés sin cola. y era el ángel que venía primero en dignidad, después en mozazor. Venía mozazor, después Rabón. Y dicen que este muchacho rechazó el poder de la perfección y decidió ser imperfecto, como un artista romántico. Bueno, Rabón y sus ángeles desobedecieron, se negaron a someterse a los asociados divinos y... que eran los tres primeros dioses no ángeles, ¿no? Vishnu, Siva, todos esos tipos. Estos ángeles sediciosos fueron multitud. Se alejaron del trono del creador. Y entonces la tristeza se apoderó de los ángeles fieles. Y por primera vez se conoció el dolor en el cielo. Y el primer dolor fue el que causan la ingratitud y la traición. Ese es el primer dolor. Lo voy a decir de nuevo. El primer dolor que se conoció fue el que causan la ingratitud y la traición. La divinidad comisionó entonces a Vishnu y a Siva para instar a los rebeldes a que cumplieran con sus deberes. Pero, decididos a liberarse del cielo, los tipos dijeron que no, no, no. Entonces lo enviaron a Siba para que los atacara y para que los precipitara hasta el sitio de las tinieblas a un lugar llamado Ondera, pero sin H. Los precipitara por otro millón de años. Y Siba, que también es una divinidad, pero menor, menor que el creador, pero de las grandes, consiguió su cometido. Vishnu, Virma, Siva solicitaron a Dios que tuviera clemencia con los ángeles que estaban ahí en el hondero. Y entonces Dios los lanzó al mundo, al mundo actual, el mundo este que conocemos, aquí, donde está sentada esta gente, donde los ángeles penitentes sufrieron y sufren aún, sufren aún pero en un lugar supuestamente mejor. mejor que el infierno. Y ahí andan, reencarnando de vida en vida a los altos, en una de las últimas, porque hay toda una serie de reencarnaciones, primero el societopo, el otro, después te toca, una de las últimas reencarnaciones pautadas para los ángeles y estos que fueron rescatados del infierno y ahora están castigados aquí. Una de las últimas es en vaca. Y dice Volter que esa es una de las razones por las cuales las vacas fueron sagradas en la India. En el ganado bovino se alojan nada menos que las almas de los ángeles ediciosos. Esto lo dice Volter que siempre anda con ganas de jorobar. Otras tradiciones dicen que últimamente, hace muy poco, eh... se han convertido otra vez en hombres los ángeles, pero hombres que no saben su procedencia. Así que a lo mejor hay en la sala hombres que han sido vaca y ángel sucesivamente. Y no tienen idea de eso. Y no tienen idea de eso y andan ahí cacareando. Andan así, mugiendo. Mugiendo. Hombre que no saben de dónde vienen, como todos nosotros. Gentes que no sabemos de dónde venimos. Bueno, ahora sí sabemos. Somos encarnación de ángeles sediciosos. Ya me estaba pareciendo que alguna gente que yo conozco tiene algo de sedición y algo de angélico. Y eso es todo lo que tengo que decir a este respecto. ¿A quién dedicar esto? Yo supongo que a todos los amigos hinduistas que hay en este recinto, a los ángeles que no se revelaron. y a los que se revelaron también, sobre todo porque cantaban bien. Claro. A nosotros nos gustan los coros que suenan lindos. Ha venido Javier Cernel esta noche. Me había prometido, Javier Cernel que es director de coros y un director bueno, venir y yo había armado toda esta charla para saludarlo a él y el tipo no vino. Este programa es siempre así. Bueno, hemos ido a la discoteca y ahí estaba la muerte del ángel. Un tema de Astor Piazzolla en la versión del autor. Bueno, me gustaba esto. Estaba pensando en esto de la reencarnación. Algún día vamos a volver a hablar de la reencarnación. Siempre me preocupó el intervalo. El intervalo. Entre... Entre que vos te morís y reencarnás de nuevo en otro tipo o en vaca. O en la vaca. Lo que sea. ¿Dónde estás ese rato? En el limbo, como dices. No, sí. Un lugar así. El limbo no existe en la tradición. No. En ninguna tradición, en realidad. Bueno, para mí hay como una especie de bar donde hay gestores. Está muy bien. Estás ahí esperando y viene un tipo y se lo atendieron ya. Viste como cuando vas a verificar, que siempre hay algunos que están... Pero uno puede gestionar su reencarnación eligiendo qué. Sí, claro, más o menos. lo que tiene, de lo que hay, de lo que quedó. ¿Ya te asignaron flanco? No, mira, no tengo nada, yo quería hablar con vos porque me dijeron que vos me podés poner en algo más o menos. Yo mosquitos, esas cosas no quiero. No quiero, si no vuelvo a reencarnar enseguida, el mosquito dura nada. ¿Le sobra carne para mosquitos? Sí, sí. ¿Unos cuantos mosquitos? No sé, no sé. Esta temporada viene muy de mosquitos. Pero vos que estás en el paño. 27 mosquitos tengo. Pero vos estás en el paño, ¿me puedes dar una mano en algo un poquito mejor? ¿Y un mono? ¿Un mono no está más? ¿Es lo único que te queda? No está tan lejos General Rodríguez de Luján. Es verdad. Escuchamos la muerte del ángel por astorpeasor. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. Nagüel, sacate el dedo de la nariz. Una serie de consejos para cuando el niño visita a un amigo. Acá dice, cuando vamos a casa de un amigo es importante cuidar el comportamiento a través de los buenos modales. Cuando los niños tienen entre los 6 y los 12 años, da gusto recibirlos en casa si hacen gala de elegancia y buenos modales. Si no, no. Bueno, es que los niños a esa edad hablan de los padres, de la crianza de los padres. Y aquí hay 25 gestos de buena educación que expondremos brevemente. Algunos de ellos los explicaremos por si no quedan claros. Primero, decir por favor, gracias de nada puedo perdón. Bueno, sí. No, te entra el niño. ¿Puedo agarrar esto? Claro, sí. Perdón. No, no. De nada. Después hay que mirar a la gente a los ojos. Mientras dice ¿puedo agarrar esto? Y lo mira a los ojos. Si eso le tienes que enseñar al niño que mira los ojos de los mayores a los que se va a dirigir. Claro, porque queda feo que el niño mire los tobillos. Claro, va mirando a cualquier parte. Sonríe, sonreír está bien. Limpiar lo que deje es sucio. Pero los consejos son para los niños o para los adultos? Para los niños. Tienes que ir... niño, limpia lo que deje sucio, el niño siempre deja cosas sucias Claro, por ejemplo, viene a jugar a la pelota, está todo el campo embarrado donde fue, entra y deja todo barro A casa del amigo y se rasca la zapatilla contra el palito de la silla No No se limpia el barro así, yo llego a mi casa, guaca, a cualquier lado Y... Le unta No, señor. Dígame, ¿para qué? Para que no se abran las patas, las patas, las patas. ¿A quién? La silla. Bueno, después, comportarse bien en la mesa está bien. No hablar mal a los adultos. ¿Cómo sería hablar mal a un adulto? ¡Eh! No, no, no, no, nene. Acá en la casa somos educados. Nosotros a Raulito lo educamos bien. ¿A quién? A Raulito. ¡Eh! A tu chotti. ¿Qué quiere tu amigo? ¿Qué quieres? Un niño maleducado Soy el papá de Raulito Es un niño maleducado Maestro ¿Qué pasa? ¿Puede ser un vaso de cerveza? No, no Los chicos toman agua o jugos No interrumpir No hay que interrumpir. Claro. Interrumpir qué? No, que no hay que interrumpir es que una conversación. Hay que esperar el turno para hablar. Claro. Se sienta ahí, como hacen en los programas deportivos, ¿vio? Sí. Lo que serían de chicos, ¿no? No meterse en las habitaciones de la casa ajena. ¡No! ¿Cómo se va a meter en una habitación de una casa ajena? Bueno, pero a veces vio para investigar. Miren lo que encontré. ¿Qué? Guardá eso. Esto es suyo de su mujer. No. De los dos, nene. Por favor, anda ponelo donde lo encontrase. Leí un cuento de Julio Verne que habló de alguno de estos. Bueno. Bueno, leíste algo, por lo menos. Llévalo a donde lo encontraste, por favor. Dice... No registres los cajones tampoco. No, por supuesto. Sí, sí. Pero ¿el niño por qué lo hace? ¿Por curiosidad o por malevolencia precoce? No, lo hace por curiosidad. Revisar cajones es por curiosidad. Por otras cosas no puede ser. Pero quizás, por ejemplo, pega el chicle abajo de la mesa en vez de tirarlo. Claro. Y encuentra otro. Suyo. Dice, trata a las personas como quieres que ellos te traten a ti. No entiendo esto. Es difícil. O si no, lo voy a leer de nuevo. Trata a las personas como quieres que ellos te traten a ti. No, no, no. Trata a las personas como te traten a ti. uno trata bien, merece ser tratado bien. Del mismo modo, como te ves te tratas y todo por el estilo. Bueno, saludar cuando entres en la casa. ¡Hola! Bueno, ya no saludaste. ¿Cómo te llamas, nene vos? ¡Problema mío! No, no, sí. Problema vas a tener con tu papá. ¿Cómo te llamas? ¿Raulito, cómo se llama tu amiguito? El Pua. Soy el PUA, loco. Ese es el que me dice el pastichotti, papá. Leo, ¿saludar cuando entres en la casa con una bola? Sí, ¿cómo con una bola? ¡Hola! Ah, no, con un hola. Hola. Acá está. Dando dos besos y sin limpiarse después o estrechando la mano con firmeza. Al final, ¿cómo hay que saludar? ¿Con una bola? No, no. Usted dice hola y el nene saluda, el informe se ve que de España, acá los dos besos es uno. Claro. Al menos en Buenos Aires, en algunas provincias. Sí, en España uno de los sufrimientos más tremendos es estar siempre atento a dar dos besos. Claro, sí. Y saludar cuando entres a la casa entonces con un hola. Decir adiós cuando uno entra a la casa. No, no, cuando se va. Ah, cuando se va. al final de la estancia. ¿De qué estancia? No, del tiempo que usted esté ahí, que el nene esté ahí adentro. ¡Muchas gracias por todo! ¡Un ferón! Estás querido para gente más grande. Tener compasión con las demás. El niño que tenga compasión. Sí, claro. Abrir la puerta a los demás. El niño tiene que, cuando ve alguien, te abre la puerta. No, cuando ve alguien no. ¿Ves que se cree que soy el sirviente, loco? Espera Pua, te pido por favor. ¿Quién tengo que abrir? Es un cumpleaños, vienen 30 personas, a cada uno lo tengo que abrir, yo a la puerta. No, pero no es que le abrís. Si viene alguien, le abrimos la puerta. Y además, los aguchitos se agarran de a uno, no se agarran de a cuatro como los agarras vos. Mejor que me paguen por esto. Lo peor es que el púa se mete los sanguchitos en los bolsillos. Ah, bueno. No vale eso, de ir a una fiesta y guardarse sanguche de mia para llevarlo a otra fiesta. No, señor. Yo he visto gente que hacía eso. Sí, y no era el chico. Ya estaba bastante peludito. Se colaban en fiestas más o menos ajenas. Sí. Y esa era la comida de la fiesta propia. Claro. Iban entonces llenando de sanguche y se rejaban. Bueno, decir sí, hay que decir siempre sí, en lugar de se... ¿Qué es decir se...? Sí. No, en lugar de se. Sí, a los rulleros. No hay que decir cosas que puedan herir, hay que pensar antes de hablar, hay que respetar las cosas de los demás, no tomarlas sin permiso, no asaltar la nevera. Ni tomar comida sin preguntar a alguien. No, porque si va y agarra la... No solo en la heladera, quizás de una frutera agarra una fruta así porque sí. No se puede agarrar comida. Usted que va, por ejemplo, a lo de Rolón. Sí. Y le agarra... Rolón no tiene nada, tiene frutas de mármol, de exíbulo. Claro. Es todo de adorno. Sí, tiene frutas de plástico. ¿Ah, son de plástico? Sí, sí. Una vez fuimos con Dorio. Sí. Y cuando Rolón... y yo dije, voy a buscar una cosa, dijo Rolón. Y nosotros, ahora vamos a comerlo durano. Y eran de plástico. Bueno. Y Dorio le clavó los dientes y después no lo podía sacar, lo dijo. Quedó con el durazno y es hartado. Entonces se metió... ¿Rolón se dio cuenta? Yo creo que sí, pero ¿te crees que dijo algo? Es un caballero, señor. D'Orio le hablaba, imagínese que D'Orio habla rápido. Con el durano. Con el durano en la boca. Y Rolón le decía, sí Rolón, sí D'Orio, es esto lo que vos decís. Sí, bueno, sí. Tenés mucha razón. Y el otro seguía, ¿no? D'Orio no se calla ni con un durano en la boca. Lo que pasa es que Rolón también es parte de su perfil terapéutico, no tiene frutas naturales sino de plástico, porque se la comen los pacientes. Se pone cualquier fruta, viene un paciente y se la come, viene otro... Lo mismo. Sí, sí, yo leí las historias clínicas. No, bueno, por favor. No todo, no todo, pero ocurre eso. Bueno, dice hablar bien, que no cuesta un pepín, ¿no? Ser educado. Las manos en los bolsillos. Y reportar un beneficio de la Gran Siete. Y las manos fuera de los bolsillos, por favor. Listo. No hay problema. Bueno, entonces así. El aterraje es contra la pared. Hay que tratar con respeto a los empleados. ¿De dónde? A todos los empleados. Bueno, no, si, por ejemplo, si van a tomar un helado. Claro, al empleado de la heladería. Claro. Con respeto. Nada de, che, dame un helado. No, señor. Señor, por favor, deme un helado de lo que sea. Está muy bien. Y nada de burlarse ni nada. ¿Y por qué se va a burlar? Y porque algunos, ¿vió cuando el heladero se agacha? Sí. Le tiran cosas dentro del talo. y el tipo se agacha y... No, pero... ¿a qué colegio va los chicos esos? Al heladero hay que tomar rápido las decisiones ¿Por qué? Y yo voy y se les para así, y yo digo, a ver, deme uno... deme uno de los chiquitos, de estos pesos ¿De qué lo quieren? Pero no lo pensó antes. Estoy pensando ahora. Bueno, sí, pero hay gente esperando. ¡Ey, está la gente esperando! ¿Se está poniendo nervioso a la gente? Hace diez minutos que estoy acá atrás. Bueno, no. Pedí dulce de leche. Tranquilo, Pugat, tranquilo. Hay que ofrecerse a ayudar al padre o a la madre del amigo. Sí, por ejemplo a levantar los platos. Yo voy a casa de un amigo y seguida me ofrezco a ayudar a levantar los platos. Bueno, sí, sí. Incluso cuando no me invitan a comer ni nada. No, bueno, no. Después de la cena. Sí, sí, sí. Siéntese correctamente en el sofá. No se tumbe. Sí. No ponga los pies encima. No se pongan en el apoyabrazos tampoco. No. No es para sentarse eso. No, y menos si no hay otro sentado, porque... Claro, bueno. Se levanta el sillón del otro lado y queda muy mal. No mastique chicle delante de los adúlteros. Y hay que hacerlo con la boca cerrada. Me refiero a masticar chiquitos. Sí, sí, sí. De luego. No tirarse el abrigo o la mochila o cualquier otro objeto al suelo. No quejarse. Una porquería. ¿Para qué voy a decir? Casi no pueden hacer nada. Digamos que pueden hacer. A ver si prenden el ventilador, loco. El calor que hace acá. Bueno, pero... Usted cuando va a casa de sus amigos y están los padres de sus amigos, usted es un niño como todos nosotros. Sí, claro. ¿No le molesta que le hablen los padres de sus amigos? A mí sí. Sí, porque le preguntan cosas. Son grandes, qué me importa hablar con los grandes. ¿Cómo andas en el colegio, Robertito? ¿Te fuiste de vacaciones? ¿A dónde fueron? ¿Tu papá cambió el auto? No, no sé. Hace mucho que no la veo a tu tía. Sí. No sé. Porque antes solía venir bastante. Antes venía bastante a tu tía la que estaba en la política. ¿No está cacho? Sí, ya viene cachito. Es horrible, ¿eh? Sí. Mi vieja era así. ¿Le hablaba a todos los pibes? Le hablaba a todos los que me venían a visitar a mis amigos. y mis amigos no decían nada porque sabían que yo no les decía nada. Entonces... No podían revelar... Claro, mi madre le preguntaba a mis amigos cosas que no sabía de mí. Claro. Está yendo a la escuela. Sí, no, le decía... ¿Qué tal Héctor? ¿Qué sé yo? ¿Qué está estudiando, negro? Y el otro... No sé. Pero qué clase de amigo. Ya sabían que no tenían que decir nada. Ah, no sé, no sé. ¿Fueron a Mar del Plata? No, no sé. Pero ¿cómo? ¿No sabés si fuiste? No, no. Le juro que es verdad. Es una conversación textual. Bueno, lo mismo que si hay otro familiar de los niños, también tienen que ser educados con una abuela, con una tía de los niños que estén. Esto pasa mucho en los cumpleaños, ¿no? ¿Son increpados, así? Sí, pero el niño tiene que ser respetuoso. Lo mismo cuando invitan un mago a los cumpleaños. Ah, el niño tiene que hacer como que se cree los trucos. Sí, sí. Y no tratar, porque veo que hay chicos que quieren arruinarle el truco al mago. Claro, Piedraita me contó. Sí. por el conejo... ¡Lo tienen otra mano! Qué chico molesto... Échelo. ¡Lo tienen otra mano la moneda! ¡Yo lo vi! ¡No la serrucha! Al que se porta mal lo voy a serruchar, eh. Miren lo que encontré en la habitación. ¡Andá a guardar eso! A Piedraita se le perdió un niño una vez. ¿Cómo se le perdió? ¿Un cumpleaños? Sí, fue una fiesta, era un cumpleaños de un niño y él empezó a hacer desaparecer y aparecer cosas, ¿no? Una paloma, ahora está, ahora no está, qué sé yo. La dueña de casa, qué sé yo, el tipo, qué sé yo, pero agarra un niño y hace no sé, lo hace desaparecer. Y no apareció más. No, no, no, tiene que ser un truco, estará oculto en una... Claro, eso pensaban todos. ¿Y sí? Y el mismo Pedraíta pensaba que era un truco. ¿Y qué? Cuando decía ahora, le decía levanta la cosa y el niño no estaba. ¿Y cómo? ¿Y apareció? No. Bueno, pero no nos van a llamar más de los cumpleaños, de nada. No, no nos llamaron más. No se están... Fue el comienzo de la desgracia de Pedro Aísta. Claro. Ahora, dice, no, la verdad es que es un buen mago, pero... Por ahí te hace desaparecer y no aparece más. Nos están faltando tres pibes. Sí, sí. A mí mi marido se me fue... En una fiesta aprovechó que Pedro Aísta lo hizo desaparecer. No. Sí, sí. Se tentó... Y no volvió más. Y mientras estaba solo ahí abajo de la sábana, habrá dicho... Era mi oportunidad. Y rasgó. Levantó la sábana a piedrista y mi marido no estaba más. 5 años después me mandó una carta. ¿Y qué le decía? ¿Le confesaba su amor? Me fui y no me fui. Disculpame, pero aproveché y me fui. Bueno, por lo menos tuvo la delicadeza. Filmado tu marido. Bueno, últimas cuestiones de educación. Los niños, les voy a hacer una pregunta a ustedes como puericultores y psicólogos. ¿Qué tal, cómo está? Era mi primera infancia. Y el niño en el lugar público como un restaurante, el niño que corre entre las mesas. ¿Usted se refiere al niño humano o...? ¿Niño humano? ¿O el perro? No, el niño humano. ¿Quién estamos hablando? Porque yo soy el veterinario del primer bloque. Ah, no, señor. Vaya para allá. Tengo que ir a dar una charla. No se puede todavía. No, ¿qué me preguntó? ¿Cómo se procede con el niño que corre entre las mesas? Porque los chicos se divierten así en el restaurante. Sí, el niño corre, el restaurante corre y corre. Y lo mismo que en el buque bus grita. Bueno, sí, pero no se puede... Entonces, se sube el buque bus y hay... ¡Wiii! Corren también, corren pero gritan en el buque bus. Eso es propio de las clases dominantes. No, señor. Los chicos ven en un pasillo y corren. Claro, sí, porque pertenecen a las clases dominantes. No, no es así. ¿No hay alguien que les dice, nene, por acá no? No, a ellos no. Párate. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. ¿Cómo seducir a una mujer en su auto, señor? ¿En el suyo? Sí, en el suyo. Usted lleva, por ejemplo, a una compañera de oficina. Ay, me deja que la acerque, como ha dicho el señor antes. Y ahí tiene, durante el trayecto, la ocasión de seducir a esta compañera. A estepanía. ¿Qué hay que hacer? Bueno. una serie de maniobras. Acá, lo primero, hay que llevar la conversación a que una cosa traiga la otra, ¿me interpretas? Bueno, pero ¿durante cuánto tiempo llega usted? Bueno, según donde viva la mina, usted tiene que variar la estrategia. Claro. Si la mina vive lejos, ponela en Luján. Sí. Eh, va despacio. Puede arrancar de cualquier lado la conversación. Sí, puede arrancar. Qué barbaridad este tipo, Sanpaulesi. Sanpaoli, señor. Sí, pero cuesta llegar de San Paolo. Arrancamos del Mundial hasta... Vio el sorteo del Mundial, ¿cómo salimos? ¿Cómo salimos en el Mundial? Yo no sabía que era por sorteo. No, no es así. Y empieza una conversación. La verdad que empezó bastante accidentada la conversación. Bien. Y si no, si vive a tres cuadras, entonces le dice, mire, la verdad a mí San Paolo me importa un bledo. Lo que yo quiero es hacer con usted. A la brevedad posible, le dice el tipo. No le puede decir a San Paoli. Así que... Saque a San Paoli de este asunto. ¿De cuál? ¿De la selección? No, señor, de este asunto. Bueno, un buen comienzo puede ser mostrar parte del auto. ¿Usted está manejando? ¿Y qué le muestra? Bueno, pero... No, si... Sí, ya lo había visto. Si quiere abrir la ventanilla... Sí. Usted puede abrirla y si no, se la abro yo. Ah, bueno. Bien. No, es un poco pesado estar... Soy un poco pesado. No. Sí, le dice si tiene esos asientos. Vio que hay asientos que calientan. Ah, no me diga. Me voy a comprar. de autos que usted le los gradua? Bueno, ustedes tienen cientos de esos que calientan? Sí, se ve. Póngame uno en la acompañante. No, no. El auto viene así. Para limiarlo. Porque es un auto que está hecho en Hamburgo. Ah, sí. Que hace mucho frío. Ah, sí, sí. Entonces, después lo venden en Costa de Marfil. Y están ahí 60 grados y el que empieza a calentar el asiento. Parece el auto que tengo yo. No, le calí esta porque lo graduó a usted. Usted graduó la temperatura, incluso está recomendado en la parte del respaldo la zona lumbar. Con calor se hace mucho más llevadero un viaje largo. Y tiene para reclinar el asiento. Claro que sí señor. Este se reclina a 180 grados. Claro, sí. Es el asiento de Yanu No Papián. ¿Cuántos grados? 180°. ¡Qué calor! ¡Señor, es el ángulo! ¿Se calienta a 180°? Va a quedar frito la compañía. No, usted lo puede reclinar hasta 180°. Este se llama cama total. Ah, sí. ¿Sabes cómo se llama este asiento? Le dice usted mientras ya se empieza a desabrochar el cinturón. Por favor, señor. Y le dice, ¡cama total! y frena de golpe con los ojos inyectados en sangre. O le dice cama total. Total. Con bienes llevar en el auto, yo siempre lo llevo. Bebidas y golosinas. Sí, pero tiene... En determinado momento, en un semáforo, te saca un turrón y le dice... Está bueno, señor. Un turrón. Usted está sobreactuando una situación que quizás ella se sienta un poco... ¿Un bombón marroc? No, no. Tengo algunos en el bolsillo. Todo derretido hasta eso, ¿no? Todo pringoso. Dice... También puede llevar bituellas. Ah. Cosas de comer. ¿Quiere agregar algo más? Sí. Muy bien. Bulebo un sandwich. Pero el sandwich no se pone feo, se le seca un poco. El sandwich de miga ahí adentro, con el asiento que está caliente y todo. Es un tostado. Se le sienta arriba para que le quede. Yo siempre me siento arriba de los tostados que compro en la estación de servicio. En un viaje largo me siento encima y pongo al máximo el que te caliente el asiento, el de los 180 grados. Lo pongo ahí. Le sale el olorcito. Un momento, le digo a la mena. Vamos a comer los sapos. No, serio. Igual no conviene abusar de alimentos y de cosas para comer, todo para comer no. ¿Porque se va el clima romántico? ¿Sabe lo que puede? Aparte es medio sospechoso. ¿Por qué? Porque arrancó el viaje, le mostró el asiento, en el semáforo ya le dio un turrón, un tostado. Es demasiado gastronómico el tipo. Viene mucho de morfar. Dice, poner música. Sí, música que indique algo. Claro, igual yo la tengo trabada en la 750. Ah, bueno. No me anda. ¿Qué prefiere escuchar, boleros o hablar mal del gobierno? No. Yo lo que le recomiendo es música interpretada por saxo. ¿Por cómo? Por saxo. Por un saxo. Porque eso es muy sensual. Es muy sensual. Ahí está. ¿Qué otra cosa tiene? A ver, a ver. ¿Qué es eso? Esta no me gusta. Este. Tampoco. Ahí sí. No, pero no. Ahí sí. Me da un poco de miedo, Jorge, la música que pusiste. es más dramática que erótica. Harlem nocturno dice la mina y se empieza a sacar la ropa. A mí me gusta fingir que el auto ha tenido una pan y que sea descompuesto. Se detuvo el motor. Está bien un mínimo de desperfecto. ¿Cómo se llama la mina? Estepanía. Estepanía. He tenido... Se detuvo el auto. ¡Ay, qué vamos a hacer aquí en la oscuridad! Ay, Estepania... Esperemos. Tengo miedo, Roberto. Sí, yo te protegeré, Estepania. He llamado al... ¿Usted finge un llamado al Automóvil Club? ¡Hola! ¿Hablo con el Automóvil Club? Sí... Se me ha... Sí. Bueno, gracias. ¿Qué te dijeron? Que ya lo mandaba. ¿Qué paro? Si no dijo ni dónde estaba. Pues enseguida me dijeron, no me diga que... y así. Bien. Ahora, ¿dónde detenerse? Un buen seductor... Sí. ..debe saber dónde detenerse. Para mí, en la calle Corrientes, en segunda fila... No, por favor. Por la baliza pues. ..te para en segunda fila y pone el intermitente... En la puerta de Guerrín, señor. No, tiene que ir... zona de sombras... ¿Qué le parece la calle corriente? No, otras sombras, quizás Boscosa. Recomiendo algunas calles de Palermo viejo, adoquinadas... Se llama Boscosa la mena, estepanía Boscosa. Y usted le puede decir, ¿por qué no vamos a estirar las mismas, las piernas? Sí, sí, salió. Y caminamos por el costado del... Sí, puede ser, pero me parece que mejora el auto. Está más protegido, todo. Dice, cuidado, ¿eh? El riesgo de los merodeadores. Sí, porque, Viojo, usted está vulnerable. ¿Sí? Sí, sí. Desde que entró... ¿Por qué le parece que estoy invulnerable, Cepania? Ay, cómo me gusta que las mujeres me digan que soy vulnerable. Lo siguiente que me dicen es que me desvista. No, porque seguramente está vulnerable porque está distraído en otra cosa. El hombre enamorado es vulnerable. Ah, sí, eso es lo que le dije. Yo le tenía que decir a Cepania. El hombre enamorado es vulnerable. No, no lo afecte así. Pero entonces viene un merodeador, como dice. Disprasado, por ejemplo, de vendedor de alfajores. ¿Por qué hace un vendedor de alfajores? ¿Es el Roscedal al lado de la mañana? Y venderle alfajores a los tipos que paran con la mina. O sea, una vez fallado, digamos, el momento así de la pasión, que yo, el tipo dice, ¡oh, yo me comería un alfajor! ¡Sí! Si todavía tengo el tostado atrás. Desde que subimos el auto estamos comiendo todo el tiempo. Sí, sí. Por favor. No, el merodeador lo merodea. Ah, sí. Y mientras lo merodea. Va mirando también. Le va sacando cosas por ahí. ¿Cómo le va sacando cosas? ¿Quién me va a sacar? Usted no se da cuenta, le están robando la rueda del auto. Ah, sí, sí, sí. ¿Usted está adentro? Yo estoy adentro. A mí me robaron una rueda del auto, sí, mientras me merodeaban. Sí. El tipo a cada rato pasaba alfajores, alfajores... Se llevaba rodando los alfajores, eran grandes. ¿Cómo se iba a dar cuenta que le sacaban nada? No, porque me pusieron un ladrillo abajo. Claro, le reemplazan. Y claro, las cuatro gomas me afanaron. Y me dejaron el auto y bueno, yo arranco. Bueno, vámonos, le digo, Estefanía, qué tarde. Y arranco. Así le di todas para que vea cómo manejo. Y nada. Y me dice la mina, ¿te vas a matar? Digo, no, este auto no sé qué pasa, que no arranca. Que no le doy velocidad. Y ahí me bajé y vi. Cuatro cadrillos bajo el auto. Y bueno, entonces... yo sentí un rumor por la edad que se hacía Alfa Jure, Alfa Jure y unos tipos que iban con estas ruedas Así que hay que tener cuidado. Sí, sí, sí. Sí, pero el auto igual, usted lo tiene que tener preparado. ¡Perfumado! O si no... Ah, yo siempre lo perfumo. Sí, sí. Si no, lo que es aconsejable es no estar tan distraído y estar muy atento a los espejos retrovisores y a los vidrios. No se puede. Sí, pero no se puede. Uno tiene que estar enamorado y lleno de pasión y está cogoteando. Y además está todo empaleado, los vidrios. Sí, sí, no se ve nada. Dice, ¿está muy bien eso de perfumar? Ponle atracciones al auto, por ejemplo luz negra. Ah, pero ese sonríe y le quedan los dientes así. Y le quedan los dientes así. Todos blancos y... Menos lo que le faltan. Que se destacan. Claro y... Como tres fantasmas. También, ¿sabes? Poner por ahí una guitarra. ¿Una guitarra? Una guitarra en el asiento de atrás. ¿Usted sabe tocar la guitarra? No. Entonces, pero ella le va a decir, tocate algo. Bueno... Y si usted no sabe va a estar en un inconveniente. Sí, tiene razón. Ay, qué lástima que no sabés tocar la guitarra, si no hubiera sido una noche perfecta. Sí, claro. Pero puede ser un libro. Sí. Un libro. Está muy bien para darse aire intelectual. Claro. ¿Qué haces con la Constitución Nacional en la frontera? Bueno, la estoy leyendo. Es bárbaro. A mí siempre me gustaba la ficción. cosas que no hay que hacer a ver por ejemplo hacerle pagar la nafta no, güey por favor señor voy a parar en una estación de servicio no tiene que cargar con ella no cargo antes la nafta y me olvidé pero como va a compartir la nafta, señor? acá la nafta va entre los dos a la romana a la romana, le digo que es esto no puede ser que es que? se cree que soy machista no, no Dame 200 pesos. Tampoco hacerla reempujar si se para el auto. No, por supuesto. Porque el mío no arranca, entonces hay que empujarlo. ¿Y pero qué hacerlo? Estepanía. ¿Estepanía? Sí. Mira, hay que empujar el auto. Pero escúchame, míralo hasta cua uja que me puse. Vos dale, vos dale que yo lo arranco. ¿Pero le habrás costado por hacer eso? Dale. Escúchame, me hacés empujar a mí sola. Dale un poquito más fuerte, loca. Pero prefiero sentarme yo en el volante y empujabón. No, no, no vas a saber cómo hacer. ¿Cuánto alca? Al de los alfajores que te empujen. Alfajores. Bien, dice... Todo eso no hay que hacerlo. ¿Las luces interiores del auto cómo las tiene usted? y las normales, las que vienen de fábrica. Quizás puede agregarle la luz de fantasía, como dijo usted, la luz negra. Claro. O alguna luz intermitente. ¿Eso que se mueve el auto? Ah, pero le tiene que poner... Eso quiero. Pero eso le tiene que poner en el chasis. No, en el chasis le pone una luz azul. No me negra. Que va iluminando la calle. Porque lo mira cuando ve eso. Sí, sí. Incluso le podemos instalar lo que llamamos el equipo de sonido multi-buffers. con todo el baúl lleno de parlantes. ¡Ay, dale, dale! Y todo grave, muy grave, grave, grave. 2.500 watts de potencia dentro del auto. Bien, bien. Para que sepa lo que es un enamorado. Ahora bien, ¿puede uno avanzar con la seducción y aún con las caricias sin detenerse? No. Digo, cuando uno está apurado, digamos. es irresponsable no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, ¡Terrante, sin vergüenza! ¿De quién me dijiste que era? No, no le dices así. No, no es romántico, señor. Tiene que estar haciendo todas las maniobras. Se desvanece el erotismo. Una pregunta, ¿no? Si uno está en una esquina. con su novia, con una dama, con alguien, ¿no es cierto? Y empiezan a besarse, ¿qué tal? Te amo, en fin, cosas. Lo clásico. Eso, y muy romántico, ¿no es nada? Observo a las estrellas, amor mío, etcétera. Bueno, qué conversación. Lo que sea, beso, eso, ¿qué sé no? Y por ahí usted va avanzando en la pasión. se quita algunas prendas, con permiso madamía, me voy a bajar los lienzos, lo que sea. No, no, no, por favor. Y en eso aparece un agente del orden, aparece el patrullero. Sí. Es el patrullero y dice... Buenas noches. Buenas noches, sí. ¿Se dura verde? A ver, mire, no sé dónde la puse. O mejor dicho... o mejor dicho no la encuentro ¿Será esta, gente? No, señor, no es. Baliza, matafuego. A ver... ¿Puede ser este? Matafuego, señor. ¿Udé quién es? Se haces en la casa de f***** Soy el principal de... ..penites. Usted sabe que está prohibido transitar con el torso desnudo. ¿Con el qué? el torso, señor. No se puede circular con el torso desnudo ni con el matafuego vencido. Mira, disculpe, no me di cuenta, no me acordé ni que tenía el torso vencido ni el matafuego desnudo. No, señor, usted tiene la oblea. Sí, ¿a dónde la puse? No, señor. estuvimos comiendo antes. Lo que tengo si gusta es un tostado. No, serio, por favor. Andamos patrullando la zona porque aquí hay un ladrón de ruedas de auto. Ah, mire si me voy a poner a robar ruedas de auto. Así con el matafuego. Con el torso desnudo, digo. Buscamos a la banda de Estepanía, así se hace llamar. Que parece que seduce a giles que andan sueltos. Jorge, me tengo que ir. Me esperan en casa. Pero, ¿te vas a ir así con el torso desnudo? Mientras vos. Mientras conversas con la gente de tránsito, me tengo que ir. Chau. Chau. ¿Quién era la señorita? Mi novia. ¿Su novia? Sí, mi novia. Lo acaba de dejar. ¿Qué? Lo acaba de dejar. ¿Le parece? Sí, me dejó. ¿Sí, sí? Pero usted tiene la culpa principal. Usted y usted también. Sí. Pero... Es verdad. Pero usted estaba cometiendo una infracción. Y aparte le digo más. Si cada vez que comento una infracción me va a dejar mi novia. En realidad tengo menos multas que abandono. Encima no se dio cuenta de este detalle, ¿vio dónde está estacionado? Mira el cartel lo que dice ahí. ¿Qué dice? Biblioteca Nacional. Ah, sí, fui a sacar un libro. Está prohibido estacionar aquí y además faltó una Constitución Nacional en la biblioteca. De modo que lo vamos a detener. Usted tiene derecho a permanecer callado y cualquier palabra que pronuncie será utilizada en su contra. ¡Oh, qué derecho que tenemos! Así que, cabo... Sí, tengo acá las esposas, así que... ¿Mi esposa? ¡No! las esposas. Tengo una sola. La otra es mi novia, Estepania. ¿Estepania? ¿Se llamaba Estepania? Sí. ¿La que se fue? Sí. ¿Estepania? Estuvo frente a nuestras narices. La principal criminal. ¿Se lo diga usted? La criminal más buscada en el condado. ¿En el costado? ¡En el condado! ¡Imbécil! Sí. No, a usted le digo, al otro. ¡A cabo, Olmos, le digo! ¡Imbécil! Tuvimos 20 años buscándola. ¿Cómo no se dio cuenta? Si usted fue el encargado de hacer el identiquí... ¡Es que estaba oscuro! Yo no miré a la señorita, miraba al señor. Si no ve nada con esos anteojos, no sé cómo pasó el psicofísico. Pensar que pude haber sido víctima de este pañea... Ella roba ruedas de autos. El otro día me faltaron cuatro. ¿No había un cómplice que vendía el Fajores merodeando? Ella no me dijo que era un cómplice. ¿Pero cómo le va a decir? ¡Invésil! Le están diciendo a ustedes. No, a mí ahora no, a ustedes también. Pausa. Señoras y señores, este es el mejor momento para dar comienzo al siguiente segmento. 100 temas de conversación interesantes para hablar con quien quieras. No tengo tantas conversaciones. 100, aquí les se los damos. 100 temas. Te gustaría iniciar una conversación con alguien, pero sientes temor. de que se te agoten los temas, ya se acabaron tus problemas, macho. Bueno, a ver. Aquí tenemos un montón, veamos cuáles son estos temas interesantes. Primer tema, hobbies. ¿Cuál es su hobby? Pero eso... No cuál es su viejo. No, no. No, no, el pelado aquel. No. Porque dice, cuando descubres los hobbies de una persona, las cosas que le apasionan... aprendes a conocer a esa persona. Claro. Y bueno, que hacen deporte, fotografía, literatura... Yo siempre crié peces. Claro. Ese es su hobby de... Sí, de toda la vida. Filatella. Claro. Filatelia. Ah. Eso es de las estampillas. Y así puede comenzar una conversación. ¿Qué haces en tu tiempo libre? Es una pregunta abierta. Sí. ¿Tocas algún instrumento? Sí, la trompeta. ¿Sabes bailar? No. ¿Sabe dibujar, pintar o alguna forma de arte? Sí, dibujo bastante bien. ¿Te interesan los ámbitos de carrera? Pero que rápido. Las preguntas no podemos contestar. No hay ninguna conversación. Porque son 100 temas. No tenemos toda la noche. Bueno, no, pero... Una conversación la tiene que desarrollar. Veo que la conversación es como una germinación. Ajá. Mi hobby es justamente la germinación. Bueno, está bien. Hago germinar por otro, con un secante. Pero, digo, usted planta un tema que sería la semilla y lo va regando con una actitud. Sí, señor. La actitud. La actitud... hace crecer a esa semilla que es el tema que usted... ¿Y sale qué? Un árbol. Bueno, un brote, primero un brote. Claro, claro. Y así... No me interesa esta conversación, señor. Y así surge una amistad, una relación. Bueno, hablemos de otra cosa. Trabajo, estudios. Este es un tópico que podría generar debate a quienes consideran que no deberían hablar de trabajo. ¿Por qué no? Y lo que pasa es que ahora una ventana es demasiado grande. Claro, puede ser. O por ahí usted trabaja en cosas confidenciales. Buenas tardes. Yo soy empleado de gobierno en los Estados Unidos y estoy trabajando en un proyecto de la bomba atómica. No, bueno, no lo dice así. Eso me gustaría saber. El proyecto Manhattan es una bomba muy destructiva. Una pregunta, me encanta el tema. ¿Donald Trump está de acuerdo o en contra de la bomba? Ojo, esto que queda entre usted y yo, no sé. Ah, bueno. Igual yo estaba escuchando también aquí, ¿por qué? Estoy presente y estaba escuchando la conversación. ¿Quién es usted? ¿Usted ha estado en la mesa de al lado? Sí, pero saqué un tema de conversación. ¿Tiene cáspanes sobre todo? No, es que soy espía ruso. Ah, qué bien. Me estoy sacudiendo la nieve porque acabo de llegar en el ocu. Justamente a ustedes les interesaría mucho saber cómo estamos desarrollando esta bomba. Sí, ¿por qué no lo cuentan? Es una bomba que... sobre una ciudad y la revienta todo. Pero bueno, ¿cómo la tira desde un avión? Desde un avión, la puede tirar desde un avión y la puede poner ahí mismo, pero es difícil. Claro, claro. Se tiene que meter tras las líneas enemigas para poner una bomba ahí. Bueno, pero nosotros somos espías, entre espías no nos vamos a andar pisando el poncho. No, no. Ojo, este es un invento que puede tener también usos pacíficos. ¿Y cómo tiene uso pacífico una bu... Estación. Ah, bueno, sí, eso puede ser. Me interesa muchísimo el tema que están hablando. Usted tiene esa todo esto, porque nosotros somos espías. Yo soy ruso, el señor de los Estados Unidos. De los Estados Unidos. Mira, te voy a dejar mi tarjeta. Gracias, tómela mía. Sí, ahí está. Sí, vacía. Ahora nos llevamos bien nosotros. Sí, claro. Yo soy espía del gobierno argentino. Ah, si es Pía de la Argentina. No, es el gobierno argentino. Supongo que tarjeta no tendrás. Bueno, pero le damos la nuestra igual, sírvase. Estoy trabajando todos los temas de inteligencia. El café lo pagamos nosotros igual. Bueno, mire, acá tengo la receta de cómo se hace la bomba atómica. Ah, pero la tiene la fórmula. Sí, ya está la fórmula. Usted le pone un poco de uranio, un poco de agua pesada. ¿Conoce la agua pesada? Sí, porque es el agua que hace... Son dos kilos por litro. No, por favor. Si no vamos a hablar con seriedad de los temas, ¿somos espías o qué somos? Justamente la semana pasada tuvimos un episodio con... que nos llamaron que había un paquete sospechoso. Sí. Era una denuncia de bomba y hicimos explotar, había un pollo adentro del bolso. Claro, bueno, son cosas que pasan. A veces puede ocurrir, a nosotros nos pasaba hace 100 años. No, bueno, nosotros... ¿Qué tal? ¿Cómo están? Y a veces para engañar a los espías rivales... ponemos pollos, ponemos pollos en las estaciones, en los lugares estratégicos de nuestros enemigos. Bueno pero cuidado porque eso puede generar un conflicto inclusive sanitario. Se enojó Stalin. Stalin no está más. ¿Lo sacaron? Sí, lo sacamos, sí. Ahora está Putin. Mira vos. Bueno, no sentí nombrar porque... Yo estoy con esto de la invención de la bomba atómica, no me hablen de nada. Bueno, no, bueno, pero... No me hablen de nada porque yo no sé... Sí, lo noto que está enfrascado. Sí, sí. No está actualizado. Me enfrascan a mí. A todos nosotros nos enfrascan. Les comento que... Fue excelente la cumbre del G20. Sí, la verdad es... Muy buena, organizada por nosotros. Sí, me contaron. Estuvo Putin, lo vi... Churchill, Roosevelt y tal. No, no, no. Pero usted está enfrascado. Pero usted se quedó en el pasado. ¿Cómo es que me quedé en el pasado? Estoy trabajando. en la bomba más potente que se haya hecho jamás. Sí, pero eso ya está. La bomba atómica, señor. Ya la tiraron y todo, señor. ¿Cómo ya la tiraron? ¿Y yo qué soy? Hicieron un desastre. No me dijeron nada. Su presidente vino con la bestia. ¿Con quién? Con la bestia. Vino con el auto ese poderoso que tiene, me veo que... Ah. En los presientes... Lávese la boca cuando hable de la mujer del señor presidente. No, no, la bestia es... Por favor, la bestia es el auto. La limusina blindada, dos limusinas blindadas. Una para engañar con un falso donatrano. Entonces, de estudio, ya de trabajo no podemos hablar. Volvemos al tema. Sí, claro. De estudio. Otro, ¿cuál es tu materia favorita en el estudio? ¿Cuál es la que menos disfrutas? Eso es genial. A mí nunca me gustó la matemática. Ah, eso para hablar con la mujer 20 años. Bueno, no, 20 años no sé. Sí, te levantás a la mañana y preguntás ¿cuál es tu materia favorita? ¿O cuál era tu materia favorita en la universidad? Sí, a mí geografía me gustaba. Ahí está, y eso es un tema... A mí siempre me gusta hablar de eso. Tanto que ya me olvidé cuál verdaderamente era mi materia favorita. Ah, pero ¿qué? ¿La inventa? La invento. Después, ¿te llevas bien con tus compañeros de trabajo? Bueno, de eso podemos hablar un rato. Además, tu trabajo lo haces por los beneficios. No me gusta el tema del trabajo. Viajes. Claro. Viaje. Ni me gusta ni lo hago por los beneficios. Incluso si no has viajado mucho, por ahí tenés sueños y anhelos de viajes. A mí me gustaría mucho viajar... No, sabe lo que tiene que decir... A Villa María. Bueno, pero usted tiene que tener siempre... algo de sus sueños, que puede ser el viaje de mis sueños. Ah, el viaje de mis sueños. Ahí dice algo exótico. Indonesia. Mi viaje de los sueños es Indonesia. ¿El suyo cuál es? Villa María. ¿Cuántas veces se me ha dicho eso? Bueno, pero... Eso no es un sueño, bastante accesible ir a Villa María. Para usted será accesible. Bueno, sí señor, lo sé. Yo soy muy pobre, señor. Bueno, está bien, yo lo respeto. Pero es más accesible ir a Villa María que ir a Indonesia. Sí. Y bueno. ¿Y qué? Estamos jugando a ver quién es menos accesible. No, no, no estamos jugando a eso. Bueno. Podéis aspirar a sueños muy grandes. También podéis hablar de lugares que viste en el cine. Yo vi mucho Indonesia en el cine. Sí. Mucho mar. Sí, y las islas. Incluso yo vi la película también, hay un mercado que venden pescado. Todo es mercado. Y las cosas que venden en los restaurantes en Morfa, yo no se las como, yo no se las pruebo. Bueno, pero es la cultura. Un cangrejo es un lujo. No, sí, señores. Allá la gente, los pibes se comen un cangrejo, así en la calle medio crudo se lo comen. Yo no lo agarro, a ver si en una de esas justas me lo voy a comer. Me agarra con las pinzas. Bueno, señor. Ayer, indonesias se despilan con cangrejos. ¿Cómo se van a despilar con cangrejos? No se despilan, además. Porque hay poca tecnología. No, señor, que va a haber poca tecnología. Tienen un montón de tecnología. Le venden a todo el mundo tecnología a los indonesios. Olvídese. Yo soy fanático de Mao. Bueno, pero eso no es en Indonesia. Sí, no. Es la Indonesia de Mao. Sí, sí, sí. Yo también. Chao, hasta luego. Chao, hasta luego, adiós. Chao, chao. No, nosotros... Yo era del Partido Comunista, pero de Mao. Ah, yo soy de Mao. Maoistas. Usted es Maoista. Sí, sí, sí. ¿Usted admira a la China? ¿Qué? ¿Admira a la China? No, a Mao. No, bueno, sí, pero... A Mao, yo Mao. Todo lo que hizo está bien. Bueno, no sé si lo... ¿La revolución cultural? Sí. ¡Boo! Bueno, sí señor. Todo lo que es burguer occidental... ¿Qué? Lo quemamos. Bueno, no, bueno. Lo tiramos y... chau. La revolución permanente, dirá usted también. No, eso es otra cosa. Esta es la revolución cultural. Sí, bueno, pero le... Dijo él, dijo... Nos estamos burguezando... Sí. El que tiene disco de Vin Crossby lo tiene que tirar. Chau. Bueno, sí, pero... Chau, porque allá es así. Bueno, pero... Es así, está la foto de Mao en todas partes. Bueno, sí, eso... No sé si es de Mao, porque... Sí, es de Mao, porque además tenía el cuellito Mao, además de la cara de Mao, tenía el cuello Mao. Bueno, ¿qué otra cosa? De viaje se puede hablar también, pero sigamos. ¿Qué países o ciudades... O ciudades... ..has visitado? ¿Cuál ha sido el mayor choque cultural... Claro... ..que has tenido visitando otro país? Bueno... ¿Qué choque cultural? Y bueno, la comida, por ejemplo. La comida, sí, sí, sí. Por ejemplo, cuando... vamos naturalmente a Uruguay. Sí, pero hoy no hay choque cultural, señor. Hay comidas distintas. Pero qué comidas distintas, me va a decir. Acá, a los sándwiches le llamamos refuerzo. Bueno, sí. Para mí fue un choque cultural, ¿cómo le va a decir refuerzo a los sándwiches? Pero eso no es un choque cultural. No, acá le decimos refuerzo. Un montón de comidas canadienses tienen, la influencia de Canadá, que nosotros no tenemos. Pero eso no es un choque cultural. Checa y que un señor venga y le dé un beso en la boca. Ah, no me diga. Pero eso no es un choque cultural, eso es un firuulo. No señor, que firuulo. Y eso usted cómo lo interpreta? Como lo interpreto que este señor quiere andar conmigo. No, no quiere andar con usted. A veces se vio entre mafiosos. Si acostumbras a dar un beso. La vendetta, si a usted le dan un beso en la boca, lo matan. Claro, acá también, si viene un tipo que me da un beso malo, lo mato. Eso significa que chau. Bueno, en otra época, por ejemplo, Hans Staden vino al Brasil y se encontró con los Tupinambás. y los tipos lo metieron en una olla y se lo querían lastrar. Eso es un choque cultural. Eso sí, eso es. Es con la comida, pero es un problema con la comida de ellos. Claro. En este caso era yo, dijo el alzado. Es lo mismo. Es malo ir y decir, acá qué comen. A usted, por ejemplo. Eso fue en el Amazonas. No, en la costa del Brasil. Sí. Bueno, ¿cuál lugar del mundo... elegirías para vivir porque. Ay, sí. Para vivir porque. Ah, no, para vivir. ¿Por qué? Para vivir. Ah, ¿por qué? Bueno, espere, hay que pensar al lugar. Primero lo oí que... A mí me gusta muchísimo Uruguay. Bueno, ¿qué ciudad? Todo Uruguay. Bueno, pero tienes que definir una ciudad. Canelones. Bueno, canelones. El señor quiere vivir su sueño en canelones. Ah, qué rico. Y eso es un buen tema de conversación. Sí. Porque... Yo cuando voy a bailar por ahí, así saco una mina que yo enseguida le digo a lo video, mi sueño es vivir en Canelón. No, por favor. ¿Qué es eso? Corra, sé de acá. Después, ¿cuál es tu película o serie... O serie. ..preferida? Claro. ¿Qué película... es así? Se dice ahora ¿qué estás mirando? No, no estoy mirando, que está mirando te dicen cuando uno te mira los ojos. No, no. ¿Qué estás mirando? No, no. ¿Qué me estás mirando? ¿Qué serie estás mirando? Ninguna. ¿Qué me puedes decir? A mí me gusta más. ¿Qué película o serie consideras tu placer culposo? ¿Cómo plazar con... Son series condicionadas. Película... X. ¿Cómo se llaman? Quizás vio que existe una cosa que ahora se llama consumo irónico. Que consiste en mirar cosas con sorna. Claro, hacerse... Si yo miro fulano, pero para ver hasta dónde llega. Claro. Y hace un consumo irónico, por ejemplo, de películas de Navidad, ahora que estamos con la Navidad. Entonces hay programaciones que tienen un continuado. Esto para mí tiene que ser algo relacionado con las películas pornográficas. Sí. ¿Pornográficas? Y por culposos. Placer culposo. Mira, llegaste justo, estaba viendo. No. La película... pornográfica. No, pero... Mirá. ¿Esta? ¿Eso? ¿Qué es eso? No puede ser que esté mirando... Pero parece... Mandela. No, eso es un documental. Es el documental de Nelson Mandela, eso no. ¿Mandela es? Sí, sí, sí. Se llama así. Pero no, eso no es un tema de conversación. ¿Cómo? ¿Y acá? ¿Eso es para mí? Sí. No, no se refiere a eso, señor. No me alquilo las mejores películas por ahora. No, no se refiere a eso. ¿Cómo va a hablar de eso? ¿Qué tipo de libro te gusta leer? ¿Cuál fue el último libro que leíste? El horóscopo Las Predicciones 2019. El último que leí fue el horóscopo de 1978. Pero está atrasado. De Orangel. ¿Y quién ganaba el mundial según las predicciones? Brasil. ¿Cuál fue el último concierto al que fuiste? Muy bueno. ¿Cuál libro ha leído varias veces? Bueno, las predicciones para 1978... Pero, ¿tantas veces? La leí varias veces. ¿No se lee muchas veces una predicción? Yo sí, porque el libro no lo interpreté al principio. ¿Ustedes qué signo es? Ah, no, no lo sabría decir. ¿Cómo lo sabe decir? ¿Qué está leyendo? ¿Qué predicciones va a leer? Para el mundo. ¿En general? El mundo... Cuidado con el mundo. Seguro, Orangel... En el año 1978 se va a morir alguien. Bueno, sí, se no hizo ninguna predicción y en todos los años. ¿Cuál fue el último restaurante que visitaste? Mabieka, acabo de salir. Bueno, pero usted queda bien si dice algún restaurante muy exclusivo o exótico, de comida exótica. Exótica. Exótica es fea que no se puede comer. Bueno, no sé, pero... Cultural Lefinur. cultural de Finur? Sí. Sí, no parece muy... ¿Dónde queda? El Monte Grande queda cerca de su casa. A la vuelta de su casa. El popular milano. No, ahora se usa... El restaurante exclusivo de ahora es el que uno tiene que tocar timbre. Sí, es verdad. Reserva mesa. Y no, y tiene que decir una contraseña. Y queda lejos, en un pasillo. ¿Vio que el presidente de Canadá, cuando vino acá, trudó? Sí. Fue a uno de estos restaurantes, ahí en la calle Niceto Vega, tocó timbre y le quitaron la contraseña. Lo hicieron esperar, le dijeron que no, que no hay lugar, tiene que ir, está un pasillo al fondo y parece que arriba lo atienden. Se juntan unos muebles de distintas cosas y le dan pedazos de comida, no es todo un plato. Sobraron... No, bueno... Le dan pedazos. Del restaurant de la esquina, que es una parrilla. Se llaman Los Tips. que usted va degustando. Entonces, sí, eso es un tema de conversación. Le dice yo como lugares así casi secretos. Bueno, le dan estos tips y usted come lo que hay. Coma lo que le dan. Sí, pasa un mozo y... No hay mozo, no hay mozo. Directamente. ¿Y quién te atiende? Es directamente el cocinero, es súper exclusivo. Mas junta los pedazos de la basura. No juzgas de la basura. ¿Cuál es final? Maconaghty te trae una hamburguesa. Bueno, pregunta... Sigamos los temas de conversación. Sí, por favor. Pregunta si sigue alguna dieta específica o si le gusta algún plan tradicional de algo. de algún país. Un plato tradicional. Ah, sí. La comida típica. ¿Dónde creciste? ¿Tenés hermanos? ¿Tenés hermanas? Hermana no tengo. ¿Qué te gustaba hacer cuando eras chico? ¿Cuál era tu juego preferido? ¿Qué querías hacer cuando crecieras? ¿Cuál fue tu primer trabajo? ¿Cuántos temas le doy a que te compasen? La verdad que sí, los temas son... Parece mentira que hay tantas preguntas para hacer. Hay muchísimo para hablar porque el idioma está hecho para hablar. Ropas, accesorios... Todo lo que yo quiera. ¿Qué canzoncillo usas? Apretado o flojo. Claro, todas las preferencias. ¿Vos sos más de montaña o de playa? Eh... No sé. Ah, yo soy el loco de la montaña. A mí no me saques de la montaña. Ah, qué bien. A mí da mi montaña, montaña y montaña. El hombre montaña. Te debe gustar muchísimo Córdoba. El loco de las montañas, sí, sí. Todo lo que tiene montaña. A mí la playa... Te debe gustar Tandil también. Sí, también. Y no mucho. Es claro. Menos gemendoza, por ejemplo. Menos gemendoza, claro. ¿A usted cómo le gustan de alta las montañas? Me gustan las montañas más o menos. Muy alta no, porque me mareo. Bueno, pero porque se apuna. No me apuno, me mareo. Muy alto me mareo. una montaña mil metros máximo. Bueno, le recomiendo en ese caso Balcarce, tiene unas montañas espectaculares. Pero no sé si llega a mil metros, me parece que no, no llega, así que hay que estar recomendando. Bueno. Usted recomienda todo por acá. Mil metros, montaña de mil metros. Le recomiendo en ese caso Cierra de la Ventana. Bueno, quiero que tiene justo. Unas montañas espectaculares. Bueno, mira a las personas a tu alrededor. y habla sobre ella. Mirá ese pelado. No, eso no. Claro, eso es un tema de conversación, señor. Planes futuros. ¿Qué planes tiene para tu futuro? Ah, claro, ¿qué vas a hacer? Relaciones humanas. Preguntas sobre sus amistades. ¿De quién sos amigo? Pídele que hable sobre su familia. ¿Cuál fue la mayor travesura cuando eras niño? Ah, sí. Tocaba el timbre en las casas. Esto lo leen los tipos que hacen reportajes en Argentina. ¿Cuándo eras chico? ¿Qué tal? Decime. Bueno, yo tocaba el timbre en todas las casas. Claro, ya eras músico, ¿no? Bueno, así fue como se me fue acostumbrando el oído a la música. O los timbres, ¿no? ¿Tú tienes oído absoluto o algunas cosas de las oyes y otras no? No, tengo oído parcial, en general. Ah, qué bien. Oído parcial, sí, yo también... Hay un oído que no oigo, pero no saben cuál de los dos. Pero eso es fácil. Sí, es fácil. Con audiometría eso se hace muy fácil. ¿Una qué? Audiometría. A mí me gustaba, de chicos, ir a ver los distintos tipos de pájaros. Ah, es hermoso. En los árboles, el avistamiento de aves. Y ahí descubrí un montón de especies. que la Argentina es sorprendente, porque todo el mundo cree que son tres o cuatro peces, son 20 o 30. Ah, bueno, pero entonces hay más especies. Y ahora, bueno, hay que decir, tenemos que decirlo nosotros. Ah, no, yo era el conductor del programa. Lo que hay que decir es que en la Argentina hay muchas especies que se están extinguiendo. Sí, sí, bueno. Y no hacemos nada, al contrario. Bueno, antiguamente había el gorrión. Todo el mundo decía, mira un gorrión, mira cómo canta el gorrión. Sí. ¿Y ahora qué? ¿No hay? Sí, sí, habiendo gorrión. Ah, bueno, y entonces, es que está hablando. Antiguamente había. Bueno Mao tuvo una idea que es matar a todos los pájaros de China porque decía que se comían los granos y era verdad eso, y era verdad. Él decía con 10 granos que se coma cada pájaro, con tantos pájaros que hay, solucionamos el problema de la alimentación de la China. Y mató a todos los pájaros. ¿Y? ¿Los solucionó el problema? Al pueblo lo adocrinó y le daba premio por cuántos pájaros mataba. Y era gente con un montón de pájaros colgando ahí, qué se yo, meta, a matar, Pablo, mató a todos. No quedó ni uno. ¿Pero cómo? Y al año siguiente, la cosecha se la comieron las orugas. ¡No! ¡Por favor! Pues los pájaros comían gusanitos. No había más pájaros. Chao, vinieron todos los gusanos y se comieron todos. Sí, señor. Y para eso le pasa por tocar el ecosistema. si hubieran comido los pájaros en vez de los granos. Se hubieran alimentado con los pájaros que habían matado. Un pájaro es muy mal alimento, señor. Bueno, depende de qué pájaro. Muy poca carne. No, muy poca carne. Para alimentar a una persona... ¿Y cuánta carne tiene un choclo, señor? Como treinta o cuarenta gorriones. Sí, sí. Un guiso de gorriones. Bueno, da fenómeno todo. Son muchos temas de conversación. Es inagotable la conversación. Sí, prácticamente. Cuando hay onda... Cuando hay feeling, cuando hay onda. Si no hay onda, por más conversación que tenga, no va a ningún lado. No es verdad, señor, usted lo dijo, sabía pasé. Bueno, esta es otra cosa, ¿no? La última pregunta, el baño. Sí. ¿Dónde está? ¿Pero qué le pasa con eso? ¿Qué tiene que ver? No, ¿es una conversación o no es una conversación? Sí, sí, pero... La puede tener con cualquiera, prácticamente. Sí, sí, sí, sí. Sí, bueno, pero acá no me interesa si tiene onda o no. Quiero saber dónde está el baño. Bueno, pero está bien, a mí me ofende su pregunta. a mí me ofende. Bueno, pero digámosle dónde está el baño, porque... Estamos hablando de temas que parecen más profundos, más inspiradores, y el señor viene a preguntar algo así, la verdad. No sé para qué vine y para qué estoy hablando. siento que cada una de las palabras la hice un bollo y la tiró a un cesto de papeles. Así me siento yo. Pero dígale donde está el baño por lo menos. Tengo el corazón, ahora no tengo más ganas de hablar. No tengo ganas de hablar. Y si no yo tampoco. No tengo ganas de hablar. Bueno, vamos a hacer... Eso es lo que no tengo ganas. Hagamos una pausa. No tengo ganas de hablar. Y para finalizar, dos palabras bastan. Gracias. oficinanerd.com pasión por el podcast