Notas con audio

En este espacio de “Recuerdos” LA GACETA busca revivir el pasado a través de imágenes que se encuentran guardadas en ese tesoro que es el Archivo de LA GACETA. Esperamos que a ustedes, lectores, los haga reencontrarse con el pasado y que puedan retroalimentar con sus propios recuerdos esta nueva sección.

¿Qué es Notas con audio?

Exclusivas de La Gaceta

Zumban las balas en la tarde última. / Hay viento y hay cenizas en el viento, / se dispersan el día y la batalla / deforme, y la victoria es de los otros”. Así comienza el Poema conjetural de Jorge Luis Borges, que habla de la muerte de Francisco Narciso de Laprida.De ese poema habló con LA GACETA María Kodama en la nota del 16 de octubre de 1990. Ese día la escritora, viuda del autor de Ficciones, estuvo en Tucumán durante la ceremonia de inauguración de la estatua de Borges en la plaza Urquiza, realizada por el escultor Herman Langlouis (“Langluá”).“La relación con Borges era como el mecanismo de un reloj que de entrada marchaba en armonía, sin necesidad de estar limando o ajustando cosas... fue una experiencia fascinante que tuve, que tengo que agradecer al destino. Mi vida con él fue una suma de cosas que el azar armó de ese modo”, dijo Kodama, que en Tucumán llevó a cabo varias actividades relacionadas con la obra y la influencia del escritor, fallecido en 1986.Recuerdos fotográficos: 1987. “No se reciben bonos” para cargar combustibleEn la entrevista, dijo que había definido su relación con él en el episodio de La Ilíada “cuando Andrómaca quiere detener a Héctor, que va a morir frente a Aquiles, defendiendo a Troya, y dice: ‘¿Héctor, tú eres, para mí, mi padre y mi señora madre y mis hermanos, pero por sobre todas las cosas eres el amor que florece.’ Creo que es la más perfecta definición de lo que es el amor. Eso representaban todas las cosas con Borges para mí”.